SINOPSIS
Mima es la
cantante de un famoso grupo musical japonés. Debido al fracaso de ventas de sus
discos, su mánager decide apartarla del grupo y darle un papel en una serie de
televisión. Mima cae entonces en una profunda depresión que la lleva a
replantearse su vida y su carrera, pero su crisis se agrava cuando descubre que
su vida está al alcance de cualquiera en Internet y que alguien la está
vigilando. Cuando la serie empieza a emitirse por televisión, Mima comprueba
que la ficción se reproduce en su vida real: sueño y realidad se confunden
hasta el punto de cuestionarse su propia identidad. El desarrollo de los
acontecimientos y su propia intuición llevarán a la protagonista a un desenlace
absolutamente inesperado... (FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Si el otro es todo lo que yo no soy, la pregunta entonces es ¿quién soy yo? ¿Qué define a mí ser? ¿Cómo descubrir ese que soy? ¿Dónde hallar esa consciencia? ¿Cómo confirmar que este que soy es un ser para sí y no una manifestación cuidadosamente elaborada según los intereses de otro ser que no es el mío? ¿Cómo confirmar cualquier cosa, después de todo? ¿Cuál es esa delgada línea que divide al ser del no ser, aquella que me expone en definitiva en contraposición de ese otro que no soy? Alguna vez mencionamos en este foro aquello pensado por Sartre de que el hombre es lo que hace con lo que hicieron de él. Ese es tal vez un buen comienzo. Pensar la consciencia del ser como un ser EN sí y un ser PARA si y la relación de todo esto con el no ser, o sea la nada. El ser en si es aquel ser incapaz de ser modificado en el tiempo. Es un ser que nunca va a ser nada distinto de lo que es. Por otro lado, el ser para si es lábil, pasible de modificación y de cambio. Es el ser capaz de salir de si proyectándose hacia el futuro.
Es la consciencia saliendo de sí, es proyecto. Ahora bien, aún no hemos
respondido a aquella pregunta del inicio, como definir quién soy, qué es el
ser. Sartre dirá que el ser está
definido por aquellas cosas que hemos hecho en el pasado, que son inamovibles,
inmutables. Porque fue en aquello que fuimos eligiendo donde en definitiva nos
hemos ido eligiendo también a nosotros mismos. Somos nuestras elecciones. Aquí
llegamos a algo, el ser para si
entonces tienen un pasado, uno incapaz de ser modificado en el tiempo, uno
inmutable, por lo tanto, ese pasado es un ser
en si. Si entendemos el para si
como una proyección hacia el futuro y el en
si como aquel factum
inmodificable que nos define como ser, entonces, el presente del para si es la nada. Aquella conciencia
de ser para si, pensada en el ápice
vertiginoso del ahora es nada, no existe como algo dentro de nosotros, solo es hacia el futuro donde es eyectada
entre sus proyectos. En el presente, entonces, somos nada. El para si es aquel ser que no es lo que
es. Eso es lo que no es… pero entonces qué es… Al estar proyectado hacia el
futuro, entonces, es lo que no es, lo que todavía no es pero que tal vez
será.
Lucas Itze.-
Canción elegida
para la editorial
IMPRESIONES SOBRE PERFECT BLUE
Desde este foro siempre planteamos la idea de que el artista debe morir con cada obra. No es la primera vez que lo decimos pero nunca está de más recordarlo. Jugar el juego hasta el final es lo que nos permite tener esa completa libertad. Prenderse fuego es parte de eso. Aunque muchas veces el fuego lo enciendan desde el otro lado del mostrador. Arriesgarse al cambio es quizás uno de los grandes miedos que padecemos los mortales. La quietud y tranquilidad de estar en un lugar seguro es nuestro chaleco de fuerza. Para nosotros, gente común y corriente, es quizás menos problemático que para los que tienen que lidiar con la opinión pública. La sociedad se convierte en un gigantesco dedo acusador tratando de eliminar cualquier atisbo de libertad. Y ahí es cuando la estrella no debe fallar. Porque los buitres están deseosos de carroña y serán los primeros en aprovechar un tropezón para transformarlo en caída. Fue ese drástico cambio, esa salida de la zona de confort lo que llevó a Mima a su propia pelea interna. Estamos hablando de la protagonista de Perfect Blue, la ópera prima del recordado Satoshi Kon. Ella es una pop-idol de un famoso trío llamado CHAM. Tiene fama, juventud, belleza y miles de admiradores por todo el país. Pero en el momento de mayor popularidad, dejará el grupo para perseguir otro sueño: ser actriz de renombre. Estamos ante otra gran película del animé japonés.
Basada en una novela de Yoshikazu Takeuchi y con guión de Sadayuki Murai. Un film originariamente iba a ser con actores de carne y hueso, pero tras un terremoto que sucedió en el país nipón, le encargaron a Satoshi Kon que lo hiciera animado. Solo le dieron algunas recomendaciones. Así Kon creó una historia lineal pero compleja. La aderezó con una banda musical acorde e ideó una paleta de colores que pasaba por los fríos verdes y azules a los cálidos rojos en diferentes ocasiones. No habrá una calidad ilustrativa de excelencia, como hemos visto recientemente en Your Name, porque lo que importa es la historia. Mima empezará a grabar una serie, que nos servirá como hilo conductor de la película. Será en la primer parte del metraje donde conoceremos al personaje y comenzaremos a sentir sus miedos. Una joven que pasa de ser la estrella de un grupo a ser una novel actriz de la que se burlan en el set. Esos sucesos y una página de internet llamada “El cuarto de Mima” dedicado a ella empiezan a nublar la mente de la protagonista. En ese sitio se relatan hechos en primera persona y detalles que sólo ella sabría, lo que hace que su cabeza no pare de hacerse preguntas. Además su personaje en la serie empieza a dejar el lado virginal pasando a recrear escenas más fuertes, para llegar a otro público. Con todas estas cartas para jugar, el director nos empieza a llevar por el límite entre lo real y lo ficticio.
¿Qué forma parte de la serie y qué no? ¿Es parte todo de un sueño o
es algo real? Con esas preguntas, Mima empieza a sufrir el rechazo de sus fans
y los medios critican sin piedad su nueva vida, que sumado al éxito de sus ex
compañeras de grupo, la llevan a un conflicto interno mental. Será todo un
proceso de aprendizaje. Convertirse en adulta y dejar el aura juvenil para superar
su expectativa profesional. Será entonces un conflicto que no crece de manera
dosificada sino de golpe para transformarse en un thriller brillante. Empezarán
los asesinatos y el terror se hará presente, como para poner una pizca más de
pimienta a la historia. Y cuando todo indicaba que el film se centraba en el
conflicto interno de Mima, la historia da un giro para entender que el
conflicto es, sobre todo, externo. Y entendemos que en ese punto está la
habilidad del director para torcer el volante y dejarnos pensando. Confirma esa
denuncia a la sociedad con la que venía amagando. Y también a nosotros como
producto de la sociedad en que vivimos. A esa que banaliza logros y que invade
cualquier privacidad. A ese mundo que vive con el dedo acusador sin mirar si su
propio culo está limpio o no. A ellos que un día te convierten en héroe y al
otro día en villano. Y a esperar que por cada Mima que logra prenderse fuego
para triunfar, hay miles que quedan a la deriva y son deshechos de la sociedad.
Quizás, ese es el mensaje que tengamos que escuchar...
Marcelo De
Nicola.-
Canción post
impresiones
UNIVERSO KON
Nacido en Kushiro, Japón el 12 de octubre de 1963,
se graduó en Diseño Gráfico en
Durante los 80 empezó a hacer distintos cortos de
animé, y empezó a trabajar como asistente de Katushiro Otomo. Luego escribe el
guion de World Apartment Horror, dirigida por Otomo. Después de seguir
trabajando con este director en un par de proyectos más llega su primera vez
como director para una serie de tv titulada Las bizarras aventuras
de JoJo.
Sin embargo, su primer largometraje tardaría 4 años
más, cuando en 1997 sale a escena Perfect Blue. La historia
de una cantante que empieza a ser protagonista de una serie de TV y que el
sueño y la realidad empiezan a confundirse. La película fue aclamada por la
crítica.
En 2001 llegó el turno de Millennium
Actress, donde otra vez se mete en el mundo del cine, donde busca a una
estrella que hace treinta años desapareció de las pantallas. Un viaje al pasado
donde intentará encontrarse a sí misma. Para muchos, un film a la altura de El
viaje de Chihiro.
Dos años después filma Tokyo
Godfathers, donde nos cuenta la hermosa historia de tres vagabundos que
encuentran un bebé abandonado y se embarcan en la aventura de encontrarle una
familia.
En 2004 dirigió una serie para TV titulada Paranoia
Agent antes de volcarse de lleno a su próximo film: Paprika, detective de los
sueños. Luego filma otra serie llamada Ani*Kuri15 en 2007, formada por 15
cortos de diferentes directores, el de Kon se tituló Good Morning.
En 2009 empieza a trabajar en su próxima idea,
llamada The Dream Machine, pero en mayo de 2010, le
diagnosticaron un cáncer pancreático terminal, donde le dieron medio año de
vida. Kon falleció el 24 de agosto de 2010 dejando una obra inconclusa
y 4 películas que hoy son denominadas de culto. Uno de los fans que
dejaron mensajes de consternación por su muerte, fue Darren Aronosfky, el
director del Cisne Negro.
El estudio MADHOUSE, quien produjo todos sus
films, decidió seguir en 2011, el proyecto con Yoshimi Itazu al mando, tal fue
así su última voluntad, aunque finalmente no pudieron hacerlo.
En 2012, el fundador de Madhouse, Masao
Maruyama declaró: "Por desgracia, todavía no tenemos suficiente dinero. Mi
objetivo personal es conseguir terminarlo antes de que se cumplan los cinco
años de su muerte. Todavía estoy trabajando duro para lograr ese objetivo” Hoy
sigue sin finalizar, pero los fanáticos del cineasta japonés no perderán las
esperanzas.
FICHA TÉCNICA
Título original: Perfect Blue
Año: 1997
Duración: 81 min.
País: Japón
Dirección: Satoshi Kon
Guión: Sadayuki Murai. Novela: Yoshikazu Takeuchi
Música: Masahiro Ikumi
Fotografía: Animación, Hisao Shirai, Yôichi Kuroda
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