martes, 20 de noviembre de 2018

MARC, LA SUCIA RATA


PROGRAMA 241 (15-11-2018): ENTREVISTA CON LEONARDO FABIO CALDERÓN

EDITORIAL

Pienso, pienso, refunfuño, grito y vuelvo a pensar. Es hoy, es hoy, o tal vez mañana, quizás nunca, quizás es solo un pensamiento que me come la cabeza. Los ruidos… los ruidos me están enfermando, solo quiero beber un trago más para terminar con esta locura. Bocinas, alaridos, las vías del tren que anuncian muertes y las barreras que se traban en un lugar para siempre. Así, siempre así. Todos los días son la misma pesadilla. Entonces escapo. La noche es la mejor aliada de la soledad. Veo contornos siniestros, almas olvidadas deambulando de bar en bar, de boca en boca. El humo del faso se confunde con el rancio olor de los basurales que son la requisa de los pobres. Esos que no tienen nada más que palabras y miradas sin esperanza. Que ni siquiera son un número para la sociedad. Los escucho susurrar y me sorprendo de sus ganas de vivir. Los envidio como seguramente nadie lo hizo. Siento el llanto de un bebé y me pregunto a qué mundo hemos venido. Como ser tan egoístas de pensar en nuestra felicidad y no pensar en el sufrimiento de quien está por venir. 


Decido seguir caminando en busca de más oscuridad. No veo mares ni montañas ni arena, solo un pozo cada vez más profundo donde es imposible llegar. Empiezo a divagar y hablar palabras inconexas. Siento deseos de fugarme de mi mismo para convertirme en otra cosa. ¿Un ser humano? No, al diablo con esos pensamientos. Quizás en un roedor para verlos de lejos. Si, una maldita rata observando cómo se pudre esta sociedad. Que sientan asco mientras yo me paseo indiferente delante de ellos sin pestañear. Que griten, corran y sufran por un pequeño animal indefenso. Que estornuden sus viles insultos y sus humillantes deseos. Que salga su verdadero ser. De ahí quiero escapar. De toda esa inmundicia busco esconderme. Quizás en otro mundo me encuentre más a gusto. Y caminaré sin preocupaciones y así los sueños no se transformarán en pesadillas donde la vida tenga otro sabor. Será otra canción, sonará una nueva música que emergerá al compás del baile de la sucia rata.
                                                                 
Marcelo De Nicola.-

Canción post editorial





UNIVERSO CALDERÓN

Nacido en Buenos Aires el 28 de septiembre de 1966, hace años está trabajando en el mundo del cine. Pasó por todos los rubros entre ellos reflectorista y asistente de dirección hasta que pudo rodar su primer guión: Marc, la sucia rata, basada en una novela del escritor “maldito” José Sbarra. En 2009 se puso atrás de cámara para dirigir su segundo film, Lucho & Ramos, con Favio Posca como protagonista, un ladrón que ingresa a robar en un departamento y se encuentra con su propietario, lo que llevará la historia a un sinfín de aventuras. Por último, filmó en 2015 junto a Pablo Alarcón y Claudio Rissi, Justo en lo mejor de mi vida, la historia de dos amigos que se reencuentran después de diez años, aunque en una situación particular, ambos están muertos. Veremos cuál es el próximo paso de este director de culto.

FICHA TÉCNICA

Título original: Marc, la sucia rata
Año: 2003
Duración: 90 min.
País: Argentina
Dirección: Leonardo Fabio Calderón
Guion: Leonardo Fabio Calderón (Novela: José Sbarra)
Música: Juan Marino Morduchowicz
Fotografía: José María Gómez, Emiliano López
Reparto: Diego Mackenzie, Daniel Ritto, Divina Gloria, María Maratea, Laura Pedroso, Juan Carlos Casas, Geniol, Alejandro Musso.

SINOPSIS

Marc, un joven borderline, intenta suicidarse arrojándose a las vías del tren y lo detiene un policía que intentará convencerlo para que desista de su idea.


martes, 13 de noviembre de 2018

JOHNNY GOT HIS GUN



EDITORIAL

¿Qué es ser? ¿Cuál será el Logos ordenador mediante el cual se defina que algo realmente ES? ¿Realmente? ¿Se podrá ser de manera irreal?, de todas formas ¿Qué es ser? ¿Tendrá que ver con todo aquello capaz de ser estructurado, organizado, a través de aquel dispositivo previo y heredado creador de subjetividades mediante el cual concebimos a la realidad? Ser estructurado. Ser organizado. Ser. Realidad. El ser siempre es previo. Pero ¿qué hay antes del ser? ¿La irrealidad? Pero la irrealidad, el no ser, implica categóricamente al ser. Algo es, porque no es. Si buscamos en El Libro, o sea en la biblia, encontraremos en el génesis la siguiente línea: dios dijo hay luz y hubo luz. Dios dijo. Entonces, antes del ser, la palabra. ¿Dios? En realidad dios es la palabra que se le otorga para nombrarlo, pero aquel del que habla la biblia jamás posee nombre. Como ya hemos dicho alguna vez, dios es innombrable, inscribible e indecible ya que si se lo nombrará dejaría de ser dios, por eso su presencia es desde la ausencia. Dios no es dios sino la creación de esa ausencia que no es otra cosa que la máscara para que nosotros comprendamos aquella entidad. En realidad dios es. Realidad y el Ser nuevamente juntos. La palabra de dios es creadora porque dios es palabra, verbo e idea. El hombre, desde la soberbia del conocimiento y motivado por su orgullo imita a aquel dios generando sentido a través del lenguaje. El hombre nombra y conoce, crea verdad, una verdad tan arbitraria como el lenguaje del que se sirve. 


El ser humano, ese animal que se narra, que es hablado, que es atravesado por el texto, intertextual. Dice Derrida que no hay nada fuera del texto. El hombre nombra. ¿Sera el nombre la clave del camino hacia el Ser? ¿Existirá alguna relación, alguna sustancia que se perpetúe entre la palabra y lo que se nombra? Ferdinand de Saussure sostiene que la significación, esto es la relación entre el significado y el significante, es siempre arbitraria. No hay continuidad, no hay sustancia. Palabras definiendo palabras, relatos que generan más relatos que a su vez generan existencia porque lo innombrable es taxativamente disuelto en su entidad. El nombre, aquella lucha insoportable entre lo propio y lo impropio. No tenerlo nos arroja canallescamente dentro de una masa indefinida de cuerpo, materia y espacio. El nombre, otra palabra. La palabra limita, detiene, y por todo eso tranquiliza. Organiza la vida o tal vez la muerte. Hace poco íbamos  a traer a este foro un poema llamado Otro poema conjetural en donde el poeta cubano Roberto Fernandez Retamar toma la pluma de Borges y ensaya unos maravillosos versos que intentan confundirse con el estilo borgeano con la intención lúdica de crear un texto apócrifo. Culminan aquellos versos diciendo: No se olvide que no soy quien escribe estos versos. No los escribe nadie. ¿Es Jorge Luis Borges la definición de su ser? ¿Qué es entonces el Ser? ¿Es este el final o será solo el comienzo?

Lucas Itze.-

Canción elegida para editorial


IMPRESIONES PARA JOHNNY GOT HIS GUN


Pasos que se acercan y se alejan. Ruidos que con el tiempo se volverán más cotidianos. Colores que de a poco van perdiendo su magia mientras la oscuridad lo cubre todo. Estruendos que se vuelven silencios insoportables. Y el dolor. Un sufrimiento mortal pero en vida. Y las preguntas que no tendrán respuesta. Y Dios observando todo. Ese maldito Dios que si existiera… ¿Contemplaría algo así? ¿Dónde quedan la fe y la esperanza? ¿Qué partido juegan en todo esto? Los burócratas de la moral volverán con sus cuchillos afilados en busca de más sangre. Tentarán al demonio uniendo todas sus fuerzas. Y si, traigan a Dios y al diablo, y veremos quien juega más cobardemente su juego, mientras la muerte se ríe pacientemente. Ni ella sabrá como equilibrar la balanza. Porque si hasta la mismísima maldita muerte no entiende porque hacemos las atrocidades más fuertes, y muchas veces, en nombre de Dios. Alguna vez el filósofo romano Séneca dijo “La muerte es un castigo para algunos, para otros un regalo, y para muchos un favor”. Todo eso lo vemos claramente en el film Johnny Got His Gun de Dalton Trumbo donde sobresale la última opción. Estaremos ante uno de los filmes de guerra más crudos que se recuerde. No por el impacto de las imágenes ni tampoco por las batallas allí libradas. Sino por el peso abrumador en lo psicológico y en lo mental. La película estará basada en una novela escrita por el mismo director en 1939, durante la Segunda Guerra Mundial y de allí notaremos también el porqué de su carácter antibelicista y pacífico. 


Desde un comienzo nos llamará la atención. Abrirá el film con imágenes de archivo mientras pasan los créditos con un fondo musical estilo militar que nos llevará al estallido de una bomba y un silencio, con el fondo negro. Escucharemos las dificultades de alguien para respirar y unas voces que hacen su aparición. De repente, seremos testigos de una junta médica analizando a un paciente. Luego del traslado, se sugerirá que se lo analice como objeto de estudio ya que no siente dolor, placer, recuerdos, sueños o pensamientos de ningún tipo.  Allí, en la oscuridad y con un reloj haciendo el tic tac más lúgubre en mucho tiempo, una voz over se hace presente y empieza a preguntar por Kareen. Es Johnny, nuestro protagonista, hablando en primera persona quien será una especie de narrador a lo largo del metraje... Así arranca el film que el gran Luis Buñuel intentó adaptar cuando se reunió con Trumbo en 1964 pero que por cuestiones de producción quedaron estancadas. A pesar de todo, Trumbo decidió más adelante ponerse al frente de su única película como director aunque con un estilo claramente diferente al del español. Estaremos ante un guión no lineal, con saltos en el tiempo, flashbacks y flashes oníricos por doquier. Viviremos la eterna agonía de Joe Bonham, un joven que fue herido gravemente durante la Primera Guerra Mundial y es un pedazo de carne viviente. 


Sin extremidades, boca, nariz y ojos, lo único que lo mantiene con vida es el cerebro, que a pesar de todo, funciona correctamente. Trumbo acudirá a la fotografía de Jules Brenner para separar la vida de la muerte, lo real de lo ficticio. El presente, estará en blanco y negro, poniéndonos a tono con esa habitación oscura donde el sol está prohibido y la muerte acecha. Todo lo demás será en color, como la vida que Johnny recordaba. Cambiará la tonalidad por un marrón otoñal durante los recuerdos y los flashes oníricos. Veremos una especie de purgatorio donde habrá un Cristo tan mundano como artificial, en una clara crítica religiosa. Todo eso no hubiera sido posible sin la tarea de Millie Moore en el montaje. Habrá también unos encuadres muy cuidados y la cámara del director se posará en diferentes estados. Seremos casi testigos oculares de lo que sucede en esa tenebrosa habitación. Habrá planos fijos, picados y contrapicados pero también la cámara se moverá con un travelling lento cuando lo crea necesario. El film tendrá una banda sonora apabullante que nos meterá de lleno en el desarrollo. Será por momentos, todo muy claustrofóbico. Querremos escapar de ahí e irnos a un lugar más risueño. Sufriremos como el protagonista el dolor de ya no ser. Haremos fuerza porque esa médica sea la única alma noble y ponga fin a tanta agonía. No lo lograremos. La moral, la medicina y la religión no entienden de compasión. Será tiempo de seguir sufriendo en un mundo de recuerdos lejanos hasta que alguien decida de una vez por toda apagar la última luz...

Marcelo De Nicola.-

Canción post impresiones


El homenaje de Metallica al film



UNIVERSO TRUMBO

Nacido en Montrose, Colorado, el 9 de diciembre de 1905, James Dalton Trumbo era hijo de Orus, dependiente de zapatos, y de Maud Tillery. Su abuelo, Millard F. Tillery, fue uno de los últimos sheriffs del lejano Oeste, en la localidad de Montrose County, allí vivió hasta que Dalton cumplió los 20 años, e inspiró claramente algún personaje suyo posterior. Se matriculó en la Universidad de Colorado en Boulder, mientras trabajaba para un periódico local como reportero. Luego de la  muerte de su padre, Dalton Trumbo trabajó por las noches en el horno de una panadería. Durante este tiempo se aficionó al cine, escribió 88 relatos cortos y hasta seis novelas, pero no consiguió que nadie le publicara este material. Empezó su carrera como profesional de la escritura con artículos para la revista Vogue. En 1934 se convierte en lector de guiones de Warner, y firma uno, el del olvidado drama Road Gang. Pero le despiden por negarse a abandonar el Sindicato de Guionistas, organización entonces de tendencia izquierdista. Por esta época logra publicar su primera novela, "The Eclipse", hecho que propicia que le contrate como guionista RKO, necesitada de autores. Para esta compañía escribe guiones valiosos, como el de Volvieron cinco, de John Farrow, en torno a la odisea de los supervivientes de un accidente aéreo, que contra todo pronóstico obtuvo un enorme éxito, o Espejismo de amor, de Sam Wood, por el que Dalton Trumbo recibe una candidatura al Oscar que le sitúa en la primera línea de los libretistas de Hollywood del momento, y también de los mejor pagados, con filmes como Dos en el cielo o 30 segundos sobre Tokio. También aumenta progresivamente su prestigio en el campo de la Literatura. En 1939 publica su famosa obra Johnny cogió su fusil, con la que ganó el Premio Nacional del libro. En 1943, se afilió al partido comunista, y se convirtió en colaborador activo de The Daily Worker, diario oficial del mismo. La carrera de dio un vuelco por culpa del sobreproteccionismo comprensible aunque a todas luces excesivo de la madre de Ginger Rogers. Esta lo denunció ante el Comité de Actividades Antiamericanas, suspicaz porque su hija protagonizó Compañero de mi vida, de Edward Dmytryk, escrita por Trumbo. Le había escamado el título, originalmente Tender Comrade (tierno camarada), que le olía a comunismo, aunque estaba sacado de un poema de Robert Louis Stevenson. También sospechaba de algunas frases del guión ("Repartir, repartir todo equitativamente. Eso es la democracia"), a pesar de que por lo demás se trataba de un film bastante inofensivo. El McCarthysmo lo ponía en la famosa lista negra luego llamada Los diez de Hollywood. Trumbo se exilia en México y uno de los que aparece para darle una mano es Kirk Douglas. Empieza a escribir guiones bajo diferentes seudónimos y logra ser uno de los mejores de su época. Algunas de los films fueron  El demonio de las armas, de Joseph H. Lewis, El merodeador, de Joseph Losey y Cowboy, de Delmer Daves. Pero sin dudas sus grandes obras fueron por las que ganó el Oscar, pese a que casi nadie sabía quién era. 


En 1952 lo logró gracias a Vacaciones en Roma de William Wyler y cuatro años después se lleva otra por El bravo de Irving Rapper. Cuando se nombra a Robert Rich como ganador a mejor guionista, nadie sube al escenario a recoger la estatuilla, lo que deja perpleja a la opinión pública. Es Otto Preminger quien en Exodus de 1960 decide poner otra vez el nombre y apellido del guionista. Es nuevamente Kirk Douglas quien convence a un joven Stanley Kubrick de sumar a Trumbo como guionista de su film Spartacus, lo que le da un gran espaldarazo. Luego de eso, firmó otros grandes guiones como El último atardecer, de Robert Aldrich, Los valientes andan solos, de David Miller, Castillos en la arena, de Vincente Minnelli, y Orgullo de estirpe, de John Frankenheimer. Se despide del cine escribiendo Acción ejecutiva y Papillon. En 1975 la Academia de Hollywood acertó al reconocerle como ganador del Oscar por El bravo, y se le otorga la estatuilla. Falleció a los 70 años Dalton Trumbo, el 10 de septiembre de 1976. 17 años más tarde, la Academia también le otorgó a título póstumo su premio por Vacaciones en Roma. En 2015 se estrenó el film Trumbo (2015), dirigido por Jay Roach, donde su personaje fue interpretado por Bryan Cranston, que fue nominado al Oscar por ese papel. Participan en este filme figuras tan relevantes como Diane Lane como Cleo Beth Fincher, Helen Mirren como Hedda Hopper y John Goodman como Frank King.



LOS DIEZ DE HOLLYWOOD

Los Diez de Hollywood (en inglés Hollywood ten) fue el nombre que la prensa utilizó para designar a un grupo de personas relacionadas con la industria cinematográfica estadounidense, y que fueron incluidos en la lista negra de Hollywood durante el Macarthismo, acusados de obstrucción a las labores del Congreso de los Estados Unidos por negarse a declarar ante el Comité de Actividades Antiestadounidenses de John Parnell Thomas, destinado a "investigar" una supuesta infiltración comunista en las filas de Hollywood. Pese a ser una medida impopular en los propios Estados Unidos, la caza de brujas que tuvo como máximo exponente a Joseph McCarthy, obtuvo el apoyo de los principales estudios, que firmaron la conocida como "Declaración del Waldorf" en la que, como consecuencia de su negativa a declarar, y de su intento de atacar a la comisión como anticonstitucional, los "Diez de Hollywood" eran encarcelados y despedidos de sus empleos indefinidamente hasta que declarasen y demostrasen no ser comunistas, además de vetar y obstaculizar su actividad cinematográfica.
Los "Diez de Hollywood", componentes de la primera lista negra de la historia del cine, eran:

       Alvah Bessie, guionista
       Herbert Biberman, guionista y director
       Lester Cole, guionista
       Edward Dmytryk, director
       Ring Lardner Jr., guionista
       John Howard Lawson, guionista
       Albert Maltz, guionista
       Samuel Ornitz, guionista
       Adrian Scott, productor y guionista
       Dalton Trumbo, novelista, guionista y director

FICHA TECNICA

Título original: Dalton Trumbo's Johnny Got His Gun
Año: 1971
Duración: 111 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Dalton Trumbo
Guion: Dalton Trumbo (Novela: Dalton Trumbo)
Música: Jerry Fielding
Fotografía: Jules Brennen
Reparto: Timothy Bottoms, Jason Robards, Donald Sutherland, Marsha Hunt, Diane Varsi, Kathy Fields, Charles McGraw.

SINOPSIS

Un joven combatiente de la Primera Guerra Mundial despierta totalmente confuso en un hospital, confinado de por vida, ciego, sordo y mudo y con las piernas y los brazos amputados a causa de una explosión sucedida durante un bombardeo. Al principio no es consciente de lo que le ha sucedido y en qué condiciones está, pero poco a poco comienza a darse cuenta... (FILMAFFINITY)


martes, 6 de noviembre de 2018

PERDIDOS EN LA NOCHE - MIDNIGHT COWBOY


PROGRAMA 239 (01-11-2018)

EDITORIAL

Las luces se confunden con la niebla del amanecer. Los ruidos hacen extrañar más el olor a pasto húmedo en cada mañana. Los edificios impiden ver el sol y las bocinas de los autos regalan sinfonías desagradables. Estaremos allí, mirando todo y nada a la vez. Será el éxtasis de una locura diferente. Recorreremos piso por piso esos rascacielos vidriados gigantes que nos devuelven un espejo deformado. Caminaremos entre cientos de piernas, disfrazados de trajes y vestidos de cotillón. Seremos testigos de la violencia en primera persona. Sufriremos al ver a ese niño pidiendo limosna como si fuera un personaje de ficción, invisible a los ojos del mundo. Pero la fiesta sigue. La gran ciudad se transforma una y mil veces. El caos siempre está en alerta. La gente camina en su propio mundo, con los ojos inyectados en una diminuta pero costosa pantalla. Esa misma que los turistas utilizan para convertirse en modelos por migajas de minutos. Y de repente… la bronca, los gritos, el estallido social ante la desigualdad. Las banderas que flamean y sus colores que conforman un arco iris de esperanza. Y nuevas miradas de odio y rencor de los corazones vacíos, inyectados por su propio ego. Y los bares reventados de gente bebiendo alcohol en el mismo momento. Todo en la misma gigantografía. 


Cae la noche. El sol se va a dormir mientras la luna muestra todo su encanto. Una vez más, ciertos espectros vuelven a transitar las calles buscando encontrar algo entre tanta mugre. Algunos nos reuniremos a soñar despiertos bebiendo alguna cerveza en la esquina, cuando el bolsillo se ajusta hasta lo imposible. Aunque allá, en algún lugar cercano pero lejano a la vez, estarán ellos, en una fiesta de sonrisa fácil y miradas desconfiadas, tratando de codearse con gente de su misma estirpe. Vestirán camisas de seda y ensayarán su sonrisa de publicidad. Animarán relatos heroicos para las doncellas de turno o contarán sus últimas conquistas en boliches costosos. Carecerán de tacto y reirán diabólicamente. Mostrarán sus trucos para convencer a los recién llegados. Lo lograrán inmediatamente. Jugarán con su inocencia de la forma más lúgubre. Los harán suyos en un par de horas. Los encantarán con sus relatos de telenovela. Y los desecharán como pañuelos descartables, una vez cumplido el objetivo. Unos quedarán hundidos en sus tinieblas mientras otros conseguirán escapar de ese mundo de cartón. Serán esos nuevos fantasmas que veremos danzar sin gracia, sin más sangre para ofrecer. Los encontraremos en algún callejón deambulando sin miedos y faltos de toda confianza. Solos y perdidos en la noche.

Marcelo De Nicola.-

Canción elegida para la editorial

IMPRESIONES SOBRE PERDIDOS EN LA NOCHE


“Alma bella”, es la figura que Hegel en su Fenomenología del espíritu, interpreta a los sujetos que escapan frente al mundo y el destino, atrapados en su carácter contemplativo que les impide pasar del pensamiento al ser. El alma bella habla, pero no actúa. La esfera en la que se mueve el sujeto es la del imaginario. Mi yo está constantemente determinado por el reflejo en el otro. Pero no nos podemos limitar a considerar este reflejo del yo en el otro. No existimos solo yo y el otro: también hay otro. El otro es la “imago especular” con la que me comparo, el otro es el contexto, la dimensión de la cultura, el conjunto de las leyes, el orden en el que el hombre se mueve. El discurso de Roma de Lacan recupera justamente esta perspectiva Hegeliana de un deseo que se convierte en puente entre dos individualidades. Dentro de la primacía del orden simbólico, mi deseo se dirige fuera de mi imagen, porque lo primero que quiero es mi reconocimiento. Soy una persona porque hay quien me reconoce realmente como tal. Así es como la satisfacción se traslada al plano simbólico, al plano del otro. Mi deseo se convierte en deseo del otro porque en este marco me reconozco humano. 


Si la filosofía hegeliana se caracteriza por un avance dialéctico en el que cada momento está destinado a encontrar lleno cumplimiento en los anteriormente sucedidos, la escisión Lacaniana entre sujeto y yo no puede encontrar solución. El espejo es fundamental para entender esta premisa. Gracias al espejo un niño se ve como una totalidad, con una imagen ideal que le devuelve lo que no es y querría ser. El niño ve, mirándose al espejo, un ideal que tiene algo más que los fragmentos por los que está compuesto, y justamente por este motivo ejerce una atracción en el objeto que experimenta. El sujeto se reconoce en algo exterior que lo refleja. La estructura narcisista constituye la esencia misma del yo. Y este objeto, es una imagen idealizada a la que aspira y con la que se identifica. El sujeto se aferra a esta imagen que lo fascina, la utiliza como armadura ideal que le permite sentido a su propia condición. Pero esta es una condición trágica: el sujeto no está ni a este lado del espejo, donde está incompleto y destrozado, ni a al otro lado el espejo donde se reconoce en un espejismo, en una unidad ideal. Si hay un hilo conductor entre estas fragmentaciones, el deseo, la idealización y el contexto la encontraremos en el film del director John SchlesingerMidnight Cowboy” realizado en Estados Unidos en 1969. 


Nación que comenzaba a salir del desconcierto que había provocado una guerra no declarada y que estaba destruyendo a una generación de estadounidenses. Época donde comienza la llamada “contracultura” que abrazaban los hijos de las clases más favorecidas, el hippismo y la psicodelia. El film es hijo de la época y hay que comprenderlo dentro de ese marco, como también la psicología de sus personajes. Interpretados de manera brillante por Jon Voight y Dustin Hoffman. Es casual que haya recibido una clasificación X por la industria cinematográfica, porque justamente refleja en su totalidad una postura anti-heróica y anti-jerárquica. Narrada necesariamente con una componibilidad hermenéutica por la interdependencia de los personajes y acontecimientos. Volviendo a Lacan el mundo que nos rodea es el mundo con el que nos enfrentamos y nos encontramos constantemente con otros que reflejan nuestra imagen. Nuestro deseo está supeditado a la mediación del reconocimiento recíproco, expresado mediante el lenguaje. El corazón de este diálogo lo vemos reflejado en los protagonistas que sobreviven gracias a una experiencia cumbre, la de reconocerse. Tomando a Erich Fromm el amor es un sentimiento activo, es una conquista, el amor es un acto social para combatir la soledad y alcanzar la libertad.

Marina Rossetto.-

Canción post impresiones

Bienvenidos a la Jungla…

UNIVERSO SCHLESINGER


Nació el 16 de febrero de 1926 en Londres. Sus inicios en el mundo del espectáculo fueron durante la II Guerra Mundial, actuando para el ejército. Después ingresó en la Universidad de Oxford, donde participó como actor en obras de teatro montadas por los estudiantes y comenzó a rodar pequeñas películas. En 1957 entró en la BBC-TV, donde trabajaba como director de series documentales y algunos episodios de The Valiant Years. Trabajó como actor en La batalla del río de la Plata (M. Powell y E. Pressburger, 1956) y Brothers In Law (R. Boulting, 1957). En 1961 adquirió fama como director de cine con el medio metraje, Terminus, documental sobre la Waterloo Station de Londres (León de oro en Venecia). Se asoció con el productor italiano Joseph Janni, junto con el que realizó Esa clase de amor (A Kind of Loving, 1962) con la que gana el Oso de Oro en Berlín. Luego llega Billy, el embustero (Billy Liar, 1963), adaptación de la obra teatral de W. Hall y K. Waterhouse. En 1965 confirma su ascenso con Darling (1965), con la que la actriz Julie Christie consiguió un Oscar, gracias al papel de una joven dispuesta a todo para ascender en la escala social. 


Dos años después llega Lejos del mundanal ruido (Far From the Madding Crowd, 1967), adaptación de la novela de Thomas Hardy donde una mujer de buena posición económica tiene que elegir entre tres candidatos diferentes entre sí. Se va a Estados Unidos  donde rueda Perdidos en la noche (Midnight Cowboy, 1969), con la que consiguió el Oscar. Vuelve a Inglaterra para rodar Dos amores en conflicto (Sunday Bloody Sunday, 1971), sobre una pareja que está enamorada del mismo joven. En 1975 regresa a América para filmar Como plaga de langosta (The Day of the Locust, 1975), sobre un pintor que se va a Hollywood para trabajar como decorador en un estudio de cine, film con algunas nominaciones en diferentes festivales. En 1976 vuelve a trabajar con Dustin Hoffman en el film Maratón de la muerte, sobre un joven que se enamora de una mujer suiza hasta que se empieza a complicar todo gracias a la aparición de un ultra famoso médico nazi. El film fue un éxito considerado de lo mejor de la década. 


En 1979 llega Yanquis sobre la Segunda Guerra Mundial y dos años más adelante Desmadre en la autopista una comedia sobre diferentes personajes bizarros que se encuentran en una autopista cerrada. Su próxima película es Los juegos del Halcón ambientada en la Guerra Fría. En 1987 se mete en el mundo del terror y el exorcismo cuando dirige The Believers. Un año después dirige Madame Sousatzka, una historia de amistad entre una profesora de piano mayor y un chico hindú en un barrio humilde de Londres. En 1990 llega El inquilino un thriller de humor negro que obtuvo muy buenas críticas. 


Su próximo film fue El inocente sobre un joven ingeniero que es enviado a Berlín para espiar a los rusos luego de la Segunda Guerra Mundial. En 1995 filma dos películas: Cold Comfort Farm una comedia que tuvo excelentes críticas y Ojo por ojo sobre una mujer que busca venganza por la muerte de su hijo. Su últimos film fueron la adaptación televisiva de Sweeney Todd y en el 2000 llegó el final de su carrera con Una pareja casi perfecta, con Madonna como protagonista, que fue nominada a peor actriz. Tres años después, el director londinense fallecía a los 77 años en un centro médico de Palm Springs, en Los Ángeles, donde estaba ingresado a causa de una embolia.


FICHA TÉCNICA

Título original: Midnight Cowboy
Año: 1969
Duración: 113 min.
País: Estados Unidos
Dirección: John Schlesinger
Guion: Waldo Salt (Novela: James Leo Herlihy)
Música: John Barry
Fotografía: Adam Holender
Reparto: Dustin Hoffman, Jon Voight, Brenda Vaccaro, Sylvia Miles, John McGiver, Ruth White, Bob Balaban, Barnard Hughes.

SINOPSIS

Soñando con el éxito como cowboy de exhibición, el joven e ingenuo tejano Joe Buck se traslada a Nueva York, donde comienza a trabajar como gigoló seduciendo a mujeres maduras de Manhattan. Joe pronto descubre que ese mundo no es como él se imaginaba, pero antes conoce a Rico "Ratso" Rizzo, un timador que lo quiere estafar. (FILMAFFINITY)

TRAILER


FELICIDAD - HAPPINESS



EDITORIAL

Fuego esencial, fuego exacto.
Es preciso correr hasta las llamas,
desvaneciendo las riendas de los tornados,
el corazón humeante de cuervos
donde embisten los insumisos búfalos coléricos.

Las flores dormirán en el crujir de los espejos,
son flores vampiras,
donde las abejas en la noche
vuelan con espesor triste
dejan un hollín de angustia

Huele a tigre en los azufres
Muchas veces la muerte
muchas veces el mar


René Ménard escribe sobre René Char (fragmento)
“Char desgarra la noche con relámpagos y llama a la aurora con sus rocíos. Sin duda, ella se reflejará sobre los guijarros. ¿Qué entrever allí? Digo lo que creen mis ojos:
      Que todo lo que es naturaleza es significante y expresa un pensar independiente de los hombres. Las imágenes testimonian de él y lo descifran.
      Que este pensar el mundo puede reverberar sobre el lenguaje de los hombres, cuando éstos tienen fe en una nueva alianza.
      Que esta alianza parece incompatible con todo lo que tiene por fin separar al hombre de la angustia de su finitud, entre otras cosas con todo lo que le sustrae de las relaciones inmediatas con la materia.
      Que el espíritu muere más acá y más allá de ciertos límites, así como la vida del cuerpo no subsiste sino en el interior de sus fronteras naturales.
      Que la poesía permite reconocer los límites del espíritu.
      Que la belleza es una forma todavía misteriosa de la energía, que puede ser destruida pero que no se degrada.”

Marina Rossetto.-

Canción elegida para la editorial


IMPRESIONES SOBRE FELICIDAD


Sería justo decir que la mayor parte de nuestra existencia está compuesta por un cúmulo de acontecimientos desdichados. Tal como hemos postulado alguna vez desde este mismo espacio, vivir es no conseguir. En ese mismo sentido, o tal vez en el contrario, entonces, conseguir no es otra cosa que morir. Decía Borges: La muerte es una vida vivida, la vida es una muerte que viene, y en esa muerte (agregamos nosotros) no hay más que ausencia. Esas sumas de desdichas, de terribles angustias con las que compartimos la mayor parte de este viaje, este sentimiento trágico de la vida, en palabras del filósofo de Salamanca, son consecuencia de la conciencia propia del ser de saber que se va a morir. No tener un destino, no ser inmortal, no vivir en un universo que tenga algún sentido es lo que realmente nos angustia y entristece y el único animal que lo sabe, que tiene conciencia de ello es el hombre. La tristeza, entonces, está íntimamente asociada a la soledad. Asimismo, podemos entender a la felicidad no como la satisfacción de alguna carencia que devenga en consecuencia en la alegría sino como un fenómeno de comunicación, de comunión. Lo difícil, mis queridos amigos es encontrar esa comunión, vamos, lo difícil es la felicidad. ¿Es esa comunión un hecho posible? ¿Realmente nos comunicamos? 


Sábato dijo alguna vez que en este mudo de islas que somos, a veces se tienden efímeros puentes que nos comunican. La felicidad, entonces, es lábil y efímera, una mera construcción endeble condenada a caer. Tal como dijo Alejandro alguna vez, la única manera de ser feliz es renunciando a la idea de veracidad, la única manera de disfrutar es a través de un engaño. Aquello que es la dicha para nosotros, puede ser la desdicha para otros, entonces solo nos queda allí la posibilidad de construir nuestro propio paraíso personal donde nos encontraremos con la apariencia de los seres que precisamos para nuestra felicidad, los cuales en realidad están en sus paraísos propios, disfrutando de sus propios fantasmas. La felicidad según esta idea paradisiaca, resultará entonces de una construcción individual, lo que implicará que muchas veces se desarrolle bajo nuestras propias normas, lejos de las leyes de toda moral. Algo de todo esto podrá descubrirse en aquella historia que relata el film Happiness del director Todd Solondz. La estructura del relato será lineal y se desarrollará en una tonalidad de humor negro. El film será una cruda crítica a la construcción artificial del modelo norteamericano y capitalista de familia tipo y la felicidad resultante de aquella macabra ecuación. 


La fotografía del film acompañará esta idea a través de la utilización de colores pasteles y una puesta en planos más propia del lenguaje televisivo que del cinematográfico. El film contará con actuaciones excelentemente logradas donde se trabajará no solo con la palabra sino también con el registro de lo corporal y de la acción mínima, todo esto quizás para contrarrestar la planicie resultante de la construcción de personajes estereotipados. En aquella elección estética también estará el lenguaje televisivo. La cinta que se planteará inocente e inofensiva resultará abrasiva y espeluznante. Será un espejo de la bestia que puede ser el ser humano sin aquel bozal que la sociedad impone. Seremos atentos espectadores de la soledad de un manojo de personajes y de su intento desesperado de ser felices. El sexo será la primitiva canalización de aquella pulsión. Y como toda pulsión irá por todo sin importar las consecuencias. Las consecuencias serán graves y allí ya no nos reiremos. Desde este foro, solo podemos manifestarnos a favor de la búsqueda de la felicidad siempre y cuando esta no implique jamás la no percepción del sufrimiento del otro. Allí termina el camino para nosotros. Ante semejante desatino, preferiremos siempre una desdicha en comunión que después de todo, de alguna secreta manera, se terminará pareciendo a aquella felicidad deseada.-

Lucas Itze.-

Canción post impresiones


 La felicidad según Roth/Paez


UNIVERSO SOLONDZ


Nacido el 15 de octubre de 1959 en Nueva Jersey, luego de la secundaria empezó a escribir guiones mientras trabajaba como repartidor para Writers Guild of America (Sindicato de Guionistas de Estados Unidos). Además hizo un posgrado de inglés en la Universidad de Yale e hizo un curso de bellas artes en Nueva York. A mediados de los ´80 dirige sus primeros cortometrajes: Schatt's Last Shot, Babysitter y Feelings (donde actúa el mismo). Su primer largo llegó en 1989, cuando escribió y protagonizó Fear, Anxiety & Depression, sobre un dramaturgo neurótico y sus frustrada vida amorosa. Al estilo Woody Allen, el estudio fue bastante crítico con el film. En los comienzos de los ´90 trabajó como profesor de inglés para inmigrantes rusos en Estados Unidos, una experiencia que él ha descrito como muy gratificante y que traza un paralelo con uno de sus personajes en Happiness. Pasó años para que la frustración por el primer largo sea historia, hasta que en 1995 escribe Bienvenido a la casa de muñecas, que cuenta la historia de Dawn, una chica de 11 años poco agraciada y enamoradiza, que sufre bullyng en la escuela y en su casa no le dan la contención necesaria, aunque pese a todo intenta salir adelante. El film fue un éxito de crítica y se llevó el premio el Gran Premio del Jurado en Sundance, además de varios logros en festivales internacionales. 


Luego de ese éxito llegó Happiness que volvió a posicionar a Solondz como uno de los guionistas más importantes de su generación. En 2001 llega otra ácida comedia negra: Storytelling (Cosas que no se olvidan), dos relatos independientes ambientados en un instituto y una universidad (titulados Ficción" y "No-ficción). Los personajes, llenos a la vez de esperanzas y temores, se plantean problemas respecto al sexo, la raza, la fama y la manipulación. Vuelve a poner a Solondz en boca de todos por la dificultad de personajes tan geniales como oscuros.  Cuando presentó la película a la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos, le dijeron que si deseaba recibir una clasificación menor a R (audiencias menores de 17 años), debía eliminar una escena de sexo explícito que incluía un hombre negro y una mujer blanca. Sin embargo, debido a la cláusula en el contrato de Solondz, lo censuradores se vieron obligados a permitir la escena con un cuadro rojo que cubre a los actores. El director declaró: "Es una gran victoria para mí el tener un gran cuadro rojo, el primer cuadro rojo en una película de estudio (...) está justo en frente tuyo: Está prohibido que veas esto en nuestro país”. En 2004 dirige Palíndromos, donde vuelve a plantear temas de la adolescencia, cuando narra la historia de una chica de doce años que quiere ser madre y decide escaparse de la casa porque los padres frustran sus intentos, allí vuelve a aparecer el personaje de Dawn Wiener.... 


En 2005 declaró “La gente dirá cosas horribles sobre mí, y han dicho cosas horribles de mí por un largo tiempo. Todo tipo de epítetos: cruel, misántropo, cínico, repugnante, y la lista sigue y sigue, y supongo que lo que me da coraje para seguir es que tengo otro grupo de espectadores que sirven de contrapeso para todas las cosas terribles que la gente dice de mí. No es divertido escuchar cosas como esas acerca de uno mismo. Y no hay mucho que pueda hacer al respecto. Simplemente me apego a lo que siento que es veracidad, la realidad que estoy creando. Pienso que es difícil para algunas personas encontrar un portal, un acceso a los mundos que estoy creando. Si uno se siente encerrado, creo que se puede volver muy resentido”. En 2009, más de 11 años después de Happiness llega La vida en tiempos de guerra, donde cuenta la historia de los personajes de la película anterior una vez que Bill sale de la cárcel. Mejor guion en Venecia y nominaciones en algunos festivales. En 2011 llega Dark Horse una historia de amor de dos jóvenes con cosas del pasado sin resolver. En 2016 filma Wiener-Dog, sobre un perro salchicha que es de una veterinaria, quien es nada menos que la protagonista de Bienvenida a la casa de muñecas, en una continuación de la vida de Dawn Wiener. Para el año que viene se espera el estreno de Love Child con Penélope Cruz y Edgar Ramirez. Veremos que nueva intrigante historia nos trae unos de los más oscuros guionistas americanos.

FICHA TÉCNICA

Título original: Happiness
Año: 1998
Duración: 139 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Todd Solondz
Guion: Todd Solondz
Música: Robbie Kondor
Fotografía: Maryse Alberti
Reparto: Jane Adams, Lara Flynn Boyle, Philip Seymour Hoffman, Cynthia Stevenson, Dylan Baker, Ben Gazzara, Louise Lasser, Elizabeth Ashley, Jared Harris, Jon Lovitz, Camryn Manheim, Rufus Read, Molly Shannon.

SINOPSIS

Irónica, crítica e inmisericorde comedia sobre los miembros de una familia de un suburbio de New Jersey. Un matrimonio a punto de divorciarse, tres hermanas y sus maridos, novios y amantes ocasionales. Tras una aparente normalidad, todos los personajes ocultan algún secreto y alguna que otra perversidad. (FILMAFFINITY)

TRAILER