viernes, 29 de diciembre de 2017

AMOUR - AMOR


EDITORIAL


Esperando la muerte
Como un gato
Que va a saltar sobre
La cama
Me da tanta pena
Mi mujer

Ella verá este
Cuerpo
Blanco
Rígido
Lo zarandeará una vez y luego
Quizás
Otra:

Hank no
Responderá.

No es mi muerte lo que
Me preocupa, es mi mujer
Que se quedará con este
Montón de
Nada.

Quiero que
Sepa
Sin embargo
Que todas las noches
Que he dormido a su lado

Incluso las discusiones
Más inútiles
Siempre fueron
Algo espléndido

Y esas difíciles
Palabras
Que siempre temí
Decir
Pueden decirse
Ahora:

Te amo.

Charles Bukowski

Canción elegida para la editorial


Con los puños en alto deseando al final hacer la revolución con una canción de amor.


IMPRESIONES SOBRE AMOR


El dolor aparece como un punto de no retorno. No sólo el dolor físico, sino también el dolor mental. Una vez un amigo de esta casa, John Lennon, dijo: El dolor es algo por lo que pasamos todo el tiempo. Nacemos con dolor y el dolor es algo con lo que vivimos casi todo el tiempo. El dolor aparece antes de la muerte, pero también se queda después de ella, pero esta vez, para los que nos quedamos en este mundo. Y este mundo, como nos suele mostrar el director austriaco, Michael Haneke, está lleno de dolor. Algo de eso ya nos había advertido en su primer film, El séptimo continente. Nos mostraba esa familia cansada de la rutina y de todo lo que rodeaba a su propio universo. Pero también, Haneke sabe que no hay dolor sin amor, y hasta acá nos lleva en uno de sus films más poéticos, pero también, más crudos, titulado justamente, Amor. El film se centra en la relación de una pareja octogenaria, ambos profesores de música clásica, que disfrutan sus días leyendo, yendo a conciertos, entre otras cosas que nos hacen pensar que tienen un muy buen pasar económico. El director empezará el film mostrándonos una recorrida por el departamento, para dar luego con una mujer mayor muerta en su cama. 


A partir de ahí, comenzará el racconto, con un concierto en un teatro, en una de las pocas escenas que veremos fuera del piso que la pareja habita. El film, estará compuestos por silencios, con muy poca banda musical, salvo en contadas ocasiones, cuando esa música suene “en vivo”. Pero con lo que si jugará, es con la banda sonora, que será un personaje más de la película. Como ese chorro de agua que cae del grifo, en una de las primeras escenas de la película, donde Anne, queda completamente congelada, mientras se escucha el ruido del agua caer, y Georges no entiende el porqué. De repente, el ruido cesa, y la vida, parece nuevamente volver a la normalidad. Sin lugar a dudas, quienes se llevan los mayores aplausos son los veteranos actores, quienes rozan la perfección en cada aparición. Haneke nos irá introduciendo en el día a día de la pareja, como si fuéramos testigos virtuales de lo que pasa ahí dentro. Nos mostrará las habitaciones una y otra vez, veremos tantas veces como sea necesaria la cocina, la biblioteca y todo lo que hay en la casa, encontrando esos objetos como inanimados, siendo tan solo muebles sin vida. La fotografía, a medida que pasa el metraje, será cada vez más fría y lúgubre, como el hogar mismo. 


Los planos fijos que utiliza el director, también nos ayudan a ser testigos directos, pero sin entrometernos demasiado, pero a medida que avanza la película, empezaremos a pasar a primeros planos del sufrimiento de la pareja, y hasta alguno que nos hará poner nerviosos tanto como al protagonista, hablamos de la escena donde ella no quiere tomar el agua y termina escupiéndola. Ahí, sin decir una palabra, y solo con la mirada, entenderemos su dolor, y también, intentaremos comprender porque no quiere seguir viviendo. El, decidirá más adelante, en nombre del amor que se tienen, cumplir su promesa de dejarla volar, como a esa paloma que aparece en el departamento, y liberarse también el mismo, ya que es la única salida posible, para no quedar encerrado como en sus sueños. Esa es la única forma que ambos tienen para que el dolor desaparezca. Porque así lo entiende Georges, y quizás, así lo entendemos nosotros, que buscaremos compartir ese amor más allá de todo, incluso, hasta después del adiós.
                                                
Marcelo De Nicola.-

Canción post impresiones


 Cuando ya me empiece a quedar solo decía Sui Géneris


UNIVERSO HANEKE


Nacido el 23 de marzo de 1942 en Munich (Alemania) creció en Austria, concretamente en la ciudad de Weiner Neustadt. Hijo del director y actor Fritz Haneke y de la actriz Beatrix von Degenschild.
Después de fracasar en su intento de ingresar en la Escuela teatral Max Reinhardt, Haneke cursó estudios de filosofía, psicología e interpretación en la Universidad de Viena antes de trabajar como crítico de cine y director de obras de teatro y películas televisivas durante los años 70 y 80.
Su primer largometraje cinematográfico fue “El Séptimo Continente” (1989), un drama familiar en tonos sombríos y desesperanzados que estaba basado en un hecho real. Este título fue el primer film de una trilogía conocida como la glaciación emocional que fue continuada por “El Vídeo de Benny” (1992), otra historia con familia disfuncional que contaba con el protagonismo de un psicópata adolescente, a quien le regalan una cámara y graba cómo sacrifican a un cerdo con una pistola, el punto de partida para iniciarlo en el salvajismo. El film fue nominado como mejor film europeo. 


La tercera parte fue “71 Fragmentos De Una Cronología Del Azar” (1994), realización en donde se incidía en comportamientos criminales significando la violencia existente en la sociedad urbana, en este caso, diferentes líneas narrativas e historias no relacionadas que confluyen en una matanza en un banco austriaco. Esta vez, los premios fueron el de mejor película en el Festival de Chicago y película, guion, y premio de la crítica en Sitges, Cataluña. En el medio rueda para la TV Die Rebelion, la historia de un soldado que pierde una pierna en la guerra y empieza a perder su patriotismo.
En 1997 adapta para la televisión, El Castillo, de Franz Kafka. Otra vez la alienación, la burocracia, y la frustración forman parte de su filmografía. Ulrich Muhe como K. era el protagonista. Se vuelve a unir con este actor para el film Funny Games, la historia de una familia que se va de vacaciones a su casa de verano. Allí, dos jóvenes vecinos ingresaran para pedirles huevos, pero con un juego bastante particular: a las 9 del día siguiente, los integrantes de la familia tienen que estar muertos. Obtuvo el premio de la crítica en Cannes.


En el 2000 se traslada a Francia donde dirige Código Desconocido, película con la participación de la actriz francesa Juliette Binoche, una historia coral que aborda asuntos de racismo e inmigración. El film fue nominado a la Palma de Oro en Cannes. Un año después llega “La Profesora de Piano” (2001), film protagonizado por Isabelle Huppert, Annie Girardot y Benoit Magimel, en un drama erótico y psicológico basado en una novela de la escritora austriaca Elfriede Jelinek que le valió ganar el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes, además de los premios para los actores principales. Allí, una profesora de piano, para escapar de la influencia maternal, frecuenta cines porno y sex shops hasta que uno de sus alumnos, comienza a seducirla. Además, logró el BAFTA como mejor película extranjera, y varias nominaciones en diferentes festivales, no sólo al film, sino a la actriz protagónica.


En 2003, vuelve a convocar a Huppert para el film El tiempo del lobo, en un tiempo indeterminado, un desastre ha ocurrido, se sabe que el agua sin contaminar es sagrada y el ganado debe ser quemado. Una familia escapa de la ciudad al campo, pero evitar el caos generalizado, será imposible. Mejor guion en Sitges.
Dos años después filma Caché (Escondido), un thriller en el que vuelve a retratar otro descenso a los infiernos de una familia aparentemente normal. Daniel Auteuil encarna al presentador de televisión que recibe videos anónimos de su entorno familiar, filmados sin que nadie lo advierta mientras que la policía se niega a ayudarlo, ya que no constituye ningún delito. Haneke se llevó el premio a mejor Director en Cannes, además de que el film se llevó el premio de la crítica, además de premios en varios festivales y asociaciones de críticos.
Dos años después vuelve a filmar Funny Games pero en Estados Unidos, con Naomi Watts y Tim Roth como protagonistas. Vuelve a Alemania en 2009 para filmar La cinta blanca, ambientada en la época previa a la Primera Guerra Mundial. En un pueblo alemán se suceden una serie de hechos violentos con un grupo de niños como testigos.  La historia reflexiona sobre los orígenes del nazismo mucho tiempo antes de que empiece a dar que hablar. La película más premiada de Haneke, con Globo de Oro a mejor película extranjera (perdió el Oscar ante El secreto de sus ojos). Palma de Oro en Cannes, además del Premio de la Crítica y Mejor película europea, entre otras decenas de premios y nominaciones.


Si con La cinta blanca saltó definitivamente a la fama, con su próxima película, lo confirmó. En 2012 llegó Amor, la historia de una pareja de 80 años, ambos jubilados que viven en París y profesores de música clásica. Un día, ella sufre un infarto que le paraliza un costado, donde luego de una operación, queda hemipléjica. Ella le pide a su marido que nunca más la lleve a un hospital. La unión y el amor se pondrán a prueba. La película, protagonizada por la actriz de 85 años, Emanuelle Riva (Hiroshima Mon Amour) fue un éxito mundial. Ganadora del Oscar, Globo de Oro (ambas como película extranjera) y Festival de Cannes, tres de los premios más importantes del cine, entre muchos otros.
Este año volvió a trabajar con Isabelle Huppert en Final feliz. La película gira en torno a una familia burguesa y el drama de los refugiados. La familia posee una empresa en Calais, al lado de los campamentos donde viven miles de refugiados, pero su vida, no es color de rosa. Por primera vez, el director deja el drama para para irse un poco para el lado de la comedia… Veremos con que sigue el maestro europeo.    

Nos fuimos con Fito reversionando a Luis Alberto…


FICHA TÉCNICA

Título original: Amour (Love)
Año: 2012
Duración: 127 min.
País: Austria
Dirección: Michael Haneke
Guion: Michael Haneke
Música: Franz Schubert, Ludwig van Beethoven, Johann Sebastian Bach
Fotografía: Darius Khondji
Reparto: Jean-Louis Trintignant, Emmanuelle Riva, Isabelle Huppert, William Shimell, Ramón Agirre, Rita Blanco, Alexandre Tharaud, Laurent Capelluto, Carole Franck, Dinara Drukarova

SINOPSIS


Georges y Anne, dos ancianos de ochenta años, son profesores de música clásica jubilados que viven en París. Su hija, que también se dedica a la música, vive en Londres con su marido. Cuando, un día, Anne sufre un infarto que le paraliza un costado, el amor que ha unido a la pareja durante tantos años se verá puesto a prueba.

FAHRENHEIT 451


EDITORIAL

Las letras se amontonan como garabatos escapando de alguna mente siniestra. Algunas frases quedarán en el imaginario colectivo, mientras otras serán sólo un número en la cuenta final de palabras totales. Serán de ellos, quienes quizás en un rapto de suprema imaginación, las volcaron al papel, pero una vez allí, también serán nuestras. Hacia allá viajarán nuestras mentes, intentando sumergirnos en un mundo de fantasía. O quizás todo lo contrario, tratando de releer una y otra vez la historia, para no volver a cometer errores del pasado. Allí, entre todo lo que hemos leído, se nos cruzarán miles de situaciones que anhelamos haber vivido. Donde quizás veamos charlando a Borges y Cortázar, con el Maestro criticando el opio de los pueblos, mientras su compañero le recita versos en francés. Donde Gabriel García Márquez intenta eludir la soledad, mientras Jack Kerouac busca descubrir un nuevo camino. O más allá, donde George Orwell se rebela ante los estatutos del poder, aunque bien sabe que los necios, como diría John Kennedy Toole, sobran. Todos, claro está, buscando su propia metamorfosis, algo que ni siquiera el propio Kafka estuvo seguro de encontrar. Y allí, entre todo ese bosque de hojas, nos cruzaremos con lobos esteparios vagando en medio de la desolación tratando de llegar a los caminos de la libertad


Será nuestra propia ceguera, la que nos impida ver que las crónicas marcianas lo invadirán todo para terminar convirtiéndolo en un mundo de cristal. Será el resplandor de la noche el que nos traiga ese almuerzo desnudo para evitar seguir por la senda del perdedor, aunque a nuestro buen amigo Bukowski no le haga gracia el chiste. Florecerá entonces la primavera negra donde los culpables serán enjuiciados bajo esa burlona farsa del crimen y castigo. Una vez ahí, los cuervos danzarán mientras su aullido recitará veinte poemas de amor y una canción desesperada. Será el preludio de una nueva guerra de los mundos que se avecina, donde siempre habrá una Lolita intentando seducir al Oscar Wilde de turno, pero sabiendo que solo será el sueño de una noche de verano. Así mis amigos, nos vamos acercando al final, entre citas de Bioy Casares, poemas de Mario Benedetti, y héroes y tumbas insinuados por Ernesto Sábato, sabiendo desde siempre, que el primer cuento se escribió bajo las órdenes de los mandatos divinos, que inventaron ese mundo feliz donde la lotería solar de nuestras mentes se dividió más allá del bien y del mal. Somos nosotros entonces, esos huérfanos hijos de los días, los que tenemos que transformar nuestra casa de los espíritus, en nuestros propios libros de la buena memoria, antes que el fuego, como siempre, lo consuma todo.

Marcelo De Nicola.-

Canción elegida para la editorial


 Intoxicados nos habla del fuego


IMPRESIONES PARA FAHRENHEIT 451


Lajos Egri, en el capítulo inicial de aquel legendario manual de respuestas llamado Cómo escribir un drama, sentenciaba que cada invención debe tener un propósito, cada carrera un destino. Asimismo fue Borges hace algunos años, quien reflexionara sobre aquel enigma que son las acciones de los hombres y sus magnitudes.  Traeremos a este espacio entonces, tal como lo hiciera el propio Jorge Luis, la historia de Shih Huang Ti, aquel que se proclamara el primer emperador.  Shih Huang Ti, fue el primero de la dinastía Quin. De entre los siete estados que conformaron y protagonizaron el periodo de los Estados Combatientes en la época final de la dinastía Zhou del Este, el reino de Qin fue el que alcanzó el poder sobre todos los demás, gracias a su superior desarrollo de la tecnología militar y a su sólida organización política y social. Redujo entonces a su poder los Seis Reinos y eliminó el sistema feudal. Ya en el poder, erigió la famosa e interminable muralla y ordenó quemar todos los libros anteriores a él. La muralla daría protección contra los bárbaros y la quema de libros, aquellos que los propios opositores usaban en su contra, aboliría con el simple trazo de su imponente firma, toda la historia, es decir el pasado. Todo comenzaría con Shih Huang Ti, pero a su vez también todo terminaría allí con él. Eliminar el pasado, no es sino eliminar la memoria. ¿Ordenaría Shih Huang Ti borrar todo aquello tal vez para quemar junto a esas llamas un puñado de recuerdos propios? Controlar el espacio a través de las infinitas murallas y el tiempo a través del olvido, ¿no es tal vez un intento desesperado de controlar también la muerte? Ambas acciones, ¿no revelarían la imagen de un rey que empezó por destruir y luego se resignó a conservar o la de uno desengañado que destruyó lo que antes defendía? 


Lo que si queda claro es que si alguna virtud tiñe las acciones ordenadas por el emperador puede ser la de construir y destruir a gran escala. Reflexionaba Borges, entonces que las formas tienen su virtud en sí mismas y no en un contenido conjetural, y culminaba su artículo citando al filósofo Benedetto Croce, aquel que entre otros influencio a amigos de esta casa tales como Antonio Gramnsci, el cual afirmaba que todas las artes aspiran a la condición de la música, que no es otra cosa que forma. La música, los estados de felicidad, la mitología, lacas trabajadas por el tiempo, ciertos crepúsculos y ciertos lugares, quieren decirnos algo, o algo dijeron que no hubiéramos debido perder, o están por decir algo; esta eminencia de una revelación que no se produce, es, quizás, el hecho estético. Evidenciamos desde esta humilde mesa, una clara similitud entre las demandas de aquel poderoso emperador y el conflicto dramático desarrollado en aquella adaptación magistral a cargo de François Truffaut, del libro de BradburyFahrenheit 451”. Algo de ambos hechos estéticos, a pesar de la distancia en el tiempo y el espacio, intentan decirnos algo no muy diferente. Los 451 Fahrenheit son la temperatura necesaria para que una hoja de papel común empiece a arder. 


En el relato de Truffaut, al igual que en el de Bradbury, los libros estarán prohibidos y existirá una fuerza de seguridad destinada a buscarlos, confiscarlos e incendiarlos en la vía pública. Ese será el escarmiento, la pena será mucho más perversa. El film puntualizara en el hecho de que quienes ejecutan la ley son utilizados como simple herramienta de represión, desconociendo motivos o pormenores de lo que reprimen. Sabrán solamente aquello que sus superiores quieren que sepan: que los libros traen infelicidad y propician la falta de sociabilización en la comunidad. Les bastará solamente eso para generar odios y repulsiones contra aquellos que se revelen y a pesar de las leyes y sus prohibiciones, resistan escondiendo libros o hasta aprendiéndolos de memoria para que luego trasciendas, recordando quizás el origen oral de la escritura. Como ya hemos dicho alguna vez en este mismo foro, olvidar lo escrito, lo realizado, lo pensado es olvidar la historia y abolir nuestra propia historia, mis queridos amigos, no es sino abolir nuestra identidad. Sin características propias, sin un pasado transitado que haya sabido dejar marcas en nuestra piel, que haya tallado nuestro ser y por ende nuestra razón, somos vulnerables y manipulables como una hoja en blanco. Negar el pasado, es condenar el futuro y ni lo uno ni lo otro es una opción para los que aún tenemos en claro que una cultura nos identifica y nos dignifica. Olvidar es resignarse y resignarse, estimados compañeros y compañeras, jamás estará en nuestros planes.

Lucas Itze.-

Canción post impresiones         


Siempre hay palabras


UNIVERSO TRUFFAUT


Nacido en París un 6 de febrero de 1932, nunca llegó a conocer a su padre, mientras que su madre era secretaria en el periódico L´Illustration, por lo que fue criado por los padres de ella hasta los diez años. Luego de fundar un cine-club que no duró mucho, su padre adoptivo lo envió a un correccional, del que fue sacado por André Bazin, uno de los mejores críticos de cine de la época y fundador de la Cahiers du Cinema en 1951. A esa revista se une el joven Truffaut en 1953. Un año después dirige su primer corto: Une visite, con Alain Resnais en el montaje y Jacques Rivette en la fotografía. En 1956 es ayudante de Roberto Rosellini. En 1957 dirige el corto Los mocosos. En 1959 dirige su primer largo, considerada una de sus obras maestras: Los 400 golpes, la historia de Antoine Doinel, quien a los 14 años tiene problemas tanto en la escuela como con su familia, hacen que empiece a incursionar en el delito, con poca suerte. 


Será la carta de presentación ante la corriente llamada Nouvelle Vague, donde se destacaría junto a Resnais, Rivette, Jean-Luc Godard, Claude Chabrol, o Éric Rohmer. Ganaría a mejor director en Cannes y recibiría premios alrededor del mundo. Luego co-dirigió junto a Claude De Givray, Tire-au-flanc 62. En 1960 llega Disparen sobre el pianista y un año más tarde, se da el lujo de dirigir junto a Goddard Una histoire D´eau. En 1961 llega Jules y Jim, la historia de dos amigos enamorados de una misma mujer. Un año después, mientras estaba en el Festival de Mar del Plata, rodó en el hotel Hermitage de esa ciudad, un pequeño corto llamado Los cuatro golpes, que dura alrededor de tres minutos. También dirigió un episodio en un film de cortos junto a otros directores, el tema: el amor. También ese año sigue con la vida de Antoine Doinel, en el mediometraje Antoine y Colette. En 1964 dirige La piel suave, un melodrama romántico con excelentes críticas. 


En 1968 adapta la novela de Cornell Woolrich, La novia vestía de negro, un thriller donde una mujer intenta vengar la muerte de su marido abatido luego de la boda. Nominada al Globo de oro. También en ese año llega la tercera parte de la historia de Antoine (su alter ego), llamada La hora del amor, nominada al Oscar a mejor película en idioma no inglés. Vuelve a adaptar otra obra de Woolrich, esta vez, La sirena del Mississipi, con Catherine Deneuve y Jean-Paul Belmondo. En 1970 se estrena Domicilio conyugal, cuarta parte de la zaga de Antoine, esta vez, con el ya casado y con un hijo. Ese año llega también una de sus más celebradas películas: El Niño salvaje, ambientada en el Siglo XVIII. Luego dirige otro drama romántico ambientado en principio del siglo XX llamado Las Dos Inglesas. Sigue con Une belle fille comme moi, una comedia negra sobre una asesina que pasa sus días en prisión. En 1973 llega otro clásico, La noche americana, donde se mete de lleno en el mundo del cine y todos sus contratiempos. Aclamado film que le dio el Oscar a Mejor película extranjera, entre decenas de premios. 


En 1975 llega La historia de Adela H., la historia de la hija del escritor Victor Hugo, y su búsqueda por un amor perdido. Isab elle Adjani fue nominada al Oscar por este film. Un año después dirige La piel dura, un film con historias cruzadas sobre diversos chicos en una pequeña ciudad francesa. En 1977 estrena la comedia Amante Fácil, sobre las relaciones que ha mantenido alguien que recién ha fallecido, y un año después llega La Habitación verde, sobre un viudo que guarda las cosas de su mujer en una habitación de ese color.    Ese mismo año llega la quinta parte de la historia de Antoine, llamada El amor en fuga. En 1980 se adentra en la Segunda Guerra Mundial en el film El último Subte, para mostrarnos un grupo de teatro que intenta hacer una obra, mientras su director (Gerard Depardieu) los dirige escondido desde el sótano, con su esposa (Catherine Deneuve), como actriz principal. Otra nominación como mejor película en los Oscar. En 1981 vuelve a dirigir a Depardieu, esta vez con su mujer, Fanny Ardant, para el film La mujer de la próxima puerta, otra obra maestra romántica según la crítica. En 1983 llegó su último film, Confidencialmente tuya, la historia de Julien, quien es acusado de asesinar a su mujer. Su secretaria, fielmente enamorada, intentará a investigar para dar con el verdadero culpable. Con jóvenes 52 años, uno de los mejores directores de la historia, nos dejaba un legado eterno, por culpa de un tumor cerebral…

Nos fuimos con un tema que nos recuerda al 2001, algo que por momentos vemos muy cerca…


FICHA TÉCNICA

Título original: Fahrenheit 451
Año: 1966
Duración: 108 min.
País: Reino Unido
Dirección: François Truffaut
Guion: François Truffaut, Jean-Louis Richard (Novela: Ray Bradbury)
Música: Bernard Herrmann
Fotografía: Nicolas Roeg
Reparto: Julie Christie, Oskar Werner, Cyril Cusack, Anton Diffring, Jeremy Spenser, Ann Bell, Alex Scott, Bee Duffell, Caroline Hunt, Anna Palk

SINOPSIS


Fahrenheit 451 es la temperatura a la que arde el papel de los libros. Guy Montag, un disciplinado bombero encargado de quemar los libros prohibidos por el gobierno, conoce a una revolucionaria maestra que se atreve a leer. De pronto, se encuentra transformado en un fugitivo, obligado a escoger no sólo entre dos mujeres, sino entre su seguridad personal y su libertad intelectual.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

LOS CORISTAS - LES CHORISTES


EDITORIAL

Escuchen el silencio, que es la última nota. El día cae, y su bullicio de colores muere en el anonimato de la noche. Pero miren hacia arriba, ¿no son también las estrellas acaso luces? ¿No esconde la luna en su palidez una terrible angustia? ¿No ruge acaso en su parpadeo una canción desesperada? ¿Es la noche tan callada, el movimiento más perfecto? El silencio oscuro, entonces, ahora es magia, ahora es música. Viene agazapado, entre dulces melodías, un último acorde. Es la noche. Es la muerte. Es el silencio, la última nota.-

Lucas Itze.-

Canción elegida para la editorial


Los Piojos con el coro Chiquicanto



IMPRESIONES PARA LOS CORISTAS


Desde que nacemos, no sólo estamos iniciando una nueva vida, sino que también, por loco que suene, estamos haciendo música. Cada ruido, cada llanto, cada paso, puede estar inmediatamente ligado a una nota musical. Sólo habría que saber hallar la forma en que todo se encastre, para que nos quede definida una hermosa melodía. La música, ha sido enviada por alguna deidad divina para liberar los sentidos, para acallar a las bestias, para endulzar el alma. Cuando uno escucha música, no importa el tipo que sea, se traslada y se mimetiza con el sonido, creando un universo paralelo enormemente único. Se han escuchado infinidad de historias con respecto a ella, como cuando ese amigo de esta casa, Ricardo Mollo, tocaba la guitarra para su querido Gustavo Cerati, quien a pesar de su condición hospitalaria luego del accidente cerebro vascular, respondía ante esas melodías que salían como una caricia. Y no solo un instrumento es sinónimo de música, también las voces son las que juegan un papel fundamental para darle una belleza divina. Así ve la vida ese bonachón profesor llamado Clément Mathieu, alguien que no tiene trabajo, y que va a terminar siendo profesor en un internado en el film Los Coristas, dirigido por Christophe Barratier. El director, co guionista junto a Philippe Lopes-Curval, se basa en dos experiencias muy propias para escribir el guion. 


Primero, en la película La Jaula de los ruiseñores de 1945, que trata una temática muy parecida y a la que quiso homenajear haciendo esta especie de remake. Segundo, a su propia infancia, ya que luego del divorcio de sus padres, pasó algunos meses en un internado. El film arrancará muy lejos de Francia, donde se desarrollará la acción, sino lo hará en Estados Unidos, donde un músico recibe la noticia de la muerte de su madre. Una vez en su país, lo visitará alguien que hace mucho tiempo no ve. A partir de ahí, se iniciará el racconto con Mathieu como protagonista, al que lo escucharemos también desde la voz en off, relatando parte de los sucesos vividos 50 años antes, en 1949. El film nos trasladará a esa época post Segunda Guerra Mundial, donde toda Europa está económicamente devastada, intentando levantarse de esa absurda batalla. La película trabajará una fotografía sencilla, sin grandes efectos técnicos, pero hará notar con sus paletas de colores fríos, un ambiente oscuro y lúgubre, para ponerse en contexto con los personajes. El vestuario estará también bien ambientado a la época en que se sitúa la historia. El director jugará con los planos muy detalladamente, dividiendo generalmente en primeros planos cuando hace foco en los personajes de forma particular, o en planos generales cuando aparece el coro completo o están fuera del internado. 


Los movimientos de cámara no serán grandilocuentes, pero si, bien intercalados, como lo podemos notar cuando los chicos cantan para la condesa, en la que creemos, es la mejor escena del film. Y sin dudas, los dos grandes logros vienen por el lado de banda musical, perfectamente trabajada, y siendo clave en el film, y en las actuaciones, sobre todo de los chicos, casi todos ellos vecinos del pueblo donde se rodó, en una especie de homenaje al neo realismo. Por último, la historia. El Fondo del Estanque es el nombre del internado, y los chicos que viven allí, sienten que no puede sacar la cabeza afuera y parecen hundidos en la profundidad. El director, un tirano llamado Rachin, se basa en el método acción-reacción para educar a los colegiados, en una especie de ojo por ojo violento y para nada pedagógico. Será la llegada de Mathieu, quien evitará que esa acción no sea continuada por una reacción, tratando de ganarse la confianza de esos niños que tienen sueños demasiado lejanos. El método que él utilizará, será la música, a partir de la creación de un coro, para sacar lo mejor de cada uno. Al igual que Don Gregorio en La Lengua de las Mariposas o el ya inmortal John Keating de La Sociedad de los poetas muertos, será considerado la oveja negra, y tendrá que rebuscárselas para salirse con la suya. Quizás ese homenaje llegue demasiado tarde, pero sus chicos lo recordarán por siempre, como lo veremos en los protagonistas del comienzo de la película, a los que Clément les cambió la vida, cuando eran apenas, unos niños...

Marcelo De Nicola.-

Canción post impresiones


Intoxicados y el Coro Kenneddy



UNIVERSO BARRATIER


Nacido el 17 de junio de 1963 en Paris, es hijo de la actriz Eva Simonet y sobrino del actor Jacques Perrin (quien hace de Pierre Morhange en Los Coristas). Antes de empezar su carrera en el cine, estudió guitarra en el École Normale de Musique de París. En 1991 se unió a la productora cinematográfica de su tío Jacques Perrin, Galatée Films. Aprendió el oficio de productor en varias películas: fue productor ejecutivo de Microcosmos : le peuple de l'herbe (‘Microcosmos: el pueblo de la hierba’, de 1995), Himalaya: l'enfance d'un chef (‘Himalaya: la infancia de un líder’, de 1999) y Le peuple migrateur (‘el pueblo nómada’, de 2001).
Su primer corto se tituló Las lápidas, filmada en 2001, adaptación de la novela de Guy de Maupassant. El primer largo es un éxito, hablamos de Los coristas, que le da nominaciones como mejor película extranjera, tanto en los Oscar, como en los Globo de Oro y BAFTA. La canción Busca tu camino, también fue nominada por la Academia.
En 2008 dirige la comedia musical Paris 36. Ambientado en 1936, el cierre de un teatro hace que tres de sus trabajadores intentarán producir un musical para volver a comprar el teatro. En 2011 dirige La nouvelle guerre des boutons (La nueva guerra de los botones), remake de un film de 1962. Ambientada en la Segunda Guerra Mundial, hace referencia a dos bandas de chicos que pelean por una aldea. 


El año pasado filmó L´Outsider, la historia de Jérôme Kerviel, quien protagonizó el mayor fraude de la historia en enero de 2008 cuando causó la pérdida de 4900 millones de euros debido a actividades fraudulentas en la Société Générale de París y fue condenado a 5 años de prisión.

Nos fuimos con dos clásicos de Pink Floyd




FICHA TÉCNICA

Título original: Les choristes
Año: 2004
Duración: 95 min.
País: Francia
Dirección: Christophe Barratier
Guion: Christophe Barratier, Philippe Lopes-Curval
Música: Bruno Coulais, Christophe Barratier
Fotografía: Carlo Varini, Dominique Gentil
Reparto: Gérard Jugnot, François Berléand, Jean-Baptiste Maunier, Jacques Perrin, Kad Merad, Maxence Perrin, Paul Chariéras, Marie Bunel, Jean-Paul Bonnaire, Grégory Gatignol.

SINOPSIS


En 1948 Clément Mathieu, profesor de música desempleado, acepta un puesto como profesor vigilante en un internado de reeducación de menores. El sistema represivo aplicado por el director conmociona a Mathieu. Enseñándoles música y canto coral a estos niños tan difíciles, Mathieu transformará sus vidas cotidianas.