lunes, 29 de febrero de 2016

DESPERTARES - AWAKENINGS

PROGRAMA 128 (15-01-2016)

EDITORIAL DESPERTARES

Siento que la oscuridad me ha mantenido a salvo. En ciertas etapas de la vida, encontré en ella el momento indicado para llenar ese vacío, triste y solitario. Quizás el silencio sea el arma cómplice de todo esto que llamamos universo, un mundo repleto de miedos y amenazado por voces que vienen a mentirnos en la cara.
Durante ese período, estoy mentalmente en acción. Recuerdo ciertas lecturas adolescentes, imagino libros desordenados, apoyados sobre una biblioteca que aguanta estoicamente los embates del tiempo. Inhalo el aroma a lluvia, que rocía el verde césped recién cortado. Disfruto de ese café como si fuera el último, mientras los aullidos de los perros anuncian la llegada de una nueva tormenta.
El universo se acota magistralmente a una habitación añeja, como sacada de algún viejo relato de Edgar Allan Poe. Una pequeña bombita de luz que sobresale por la silueta de un velador, y una cortina que apenas se bambolea entre ráfagas de viento son los que le dan un poco de vida al cuarto. Las agujas del reloj marcan sus pasos lentamente, como una gota de agua que cae en la frente, torturando hasta a los más fuertes.
Muy rara vez se escucha el eco de un teléfono, que protesta por las molestias ocasionadas a estas horas de la madrugada. Se prenderán algunas luces, de fondo ciertas voces decodificaran el código, y luego los pasos ralearan hasta morir nuevamente en el silencio.
Los primeros rayos de sol confirman la llegada de un nuevo día. Empiezan a aparecer las mismas caras de siempre, disfrazadas de enfermeros, médicos, personal de limpieza y pacientes. Recorreré el mismo pasillo, como hace años. Ya de frente a la ventana, noto que las hojas de los árboles están cayendo de a poco. Miro el estacionamiento, y hoy el auto rojo está delante del gris, como no pasaba hace meses. Sonrío internamente cuando pienso que soy el único que se dio cuenta de ese ínfimo detalle.


El día transcurre en soledad, siempre demasiado ausente como para estar vivo. Años que pasan mirando como todo gira a mí alrededor, sin poder hacer nada para cambiarlo. 
Como todos los martes, espero la llegada de ella, quizás la única persona capaz de generar una especie de ida y vuelta en este mundo plastificado. Como muchos de nosotros, apuesto a la receta simple del corazón para despojarme de misterios no descifrados. Su sonrisa será inconmensurable como siempre, su voz cálida y su mirada sincera, demasiado extraño para los ojos de hoy. Deseo fervientemente levantarme de un solo salto y gritar a los cuatro vientos lo que siento, pero una vez más, será sólo en mi mente. Entiendo aunque no quiera que solo soy un simple número que vaga sin rumbo, un cuerpo dedicado a sobrevivir a medicaciones y experimentos triviales en busca de una solución imposible. Pero apostaré las pocas fichas que me quedan en la ruleta del amor, como la más nimia esperanza de transformar la oscuridad en belleza. Una belleza pura, sin códigos de barra ni impuestos a la felicidad.
La noche otra vez empieza a tomar el control. El cuarto aparecerá nuevamente, más pequeño que ayer, pero igual de sombrío. La dictadura del silencio ejercerá presión una vez más, para intentar acallar los sueños. El sonido de las campanas de la iglesia me invita a escapar a mi mundo personal, pensando que alguna vez conoceré el sabor de dormir en un aletargado viaje a la eternidad, para poder encontrarle un sentido al placer de despertar…

Marcelo De Nicola.-

Canción post editorial



IMPRESIONES PARA DESPERTARES


¿Hace cuantos siglos no caminas por estos jardines como aquel dios que alguna vez fuiste? Tu paso era el de una pantera, preciso y elegante y recorrías la virginidad de la tierra como un amante celoso. Conocías el viento y las nubes. Sabias de los mares y de los ríos. Cada planta, cada árbol erguido dialogaba en profunda armonía, susurrándole al viento sus sabidurías ancestrales. Eras el pájaro y eras la serpiente. Eras la manzana roja del árbol. Ardías como el sol, aun sabiendo que también eras la pálida luna. Pero un día la noche fue realmente oscura y la pesadilla del universo bailo su danza sacudiéndote con un espasmo infernal. Aquella unión con la tierra, esa conexión delirante con el todo, se quebró en un estruendo espantoso y el manicomio del mundo, entonces, abrió sus puertas al mito. Esquizofrenias y paranoias nombraron tus miedos, tallaron tus culpas y condenaron tus movimientos bajo la crueldad del castigo. Primero laceraron tu cuerpo y luego el odio fue tal, que el morbo busco aún más profundo hasta llegar a tu esencia: tu libertad. Las estrellas opacaron su brillo por pudor. La naturaleza se petrificó en un silencio poético y las montañas y las aves guardaron así sus secretos para siempre. 


Llegó entonces la ausencia, el abrumador silencio, la fría distancia que ofrece lo acumulado, el adormecimiento del instinto, la fatal muerte de los sentidos. Un día, en un aberrante descuido, un soplido apagó para siempre la locura de nuestra fiesta. Tu cobardía fue la verdadera patada en el culo que nos alejó para siempre de nuestro paraíso, de aquella bella llama que ardía y se gobernaba sin leyes ni amos. Fue en aquel momento, en aquel angustioso instante donde condenamos nuestras vidas al fatídico intento de la búsqueda de un imposible: dejar de estar solos. Y de aquello también huirá desesperadamente Leonard, aquel personaje interpretado con maestría por Robert De Niro, aquel paciente que plasmará su lucha en la curva dramática del film “Despertares”. El relato se estructurará en una rigurosa linealidad, narrando la enfermedad de Leonard desde su aparición en la niñez hasta su trágico desarrollo en su edad madura. El punto de ataque del film será la aparición casual de un médico al que le otorgan forzosamente un trabajo para el cual está poco calificado. Será el Doctor Sayers, cuidadosamente interpretado por Robin Williams, el encargado de desempolvar aquello que todos quieren olvidar, será Sayers, “el que dice” en su traducción a la lengua hispana, el encargado de traer a la luz aquello callado y olvidado: la angustiosa soledad en la que decidimos morir nuestros días. 


Sayers logrará a través de un tratamiento experimental, traer de vuelta a sus pacientes, los cuales sufren la terrible enfermedad de haber quedado paralizados en sus movimientos y detenidos en el recuerdo de un instante de sus vidas. Allí, en la parálisis y en los recuerdos, estará escondida la gran metáfora de esta cinta. Despertares, vendrá a contarnos sobre aquel paraíso perdido en donde éramos dioses, sobre aquellas tierras que hoy son el asfalto muerto por donde paseamos nuestras ausencias, por donde desfilamos sin pudor todos nuestros miedos, caminando con paso firme el monótono recorrido hacia la nada. Volver a la vida sin la posibilidad de apoderarse de ella es tal vez la peor de las estafas. Abrir los ojos para entender que luego del otoño ambos hemos tenido los mismos míseros logros es, ante todo, desalentador. La promesa de un nuevo sol, no curará jamás nuestras penas. Moriremos con nuestra soledad intacta, de eso podemos estar seguros. Quien les habla, mientras espera la sorpresiva llegada de aquel barco de velas negras, ha decidido buscar el recuerdo de aquel paraíso perdido en cada beso, en ciertas miradas, en las efectivas caricias de las pequeñísimas manos de cierta morocha, en el sabroso desconcierto que convida el perderse en aquel ápice vertiginoso del ahora. Solo en esos frágiles descuidos del mundo encontraré aquel reflejo de cuando era mi soberano.-

Lucas Itze.-

Canción post impresiones


Silencio entonces idiotas, silencio entonces no... 



UNIVERSO MARSHALL


Nacida en Nueva York en 1942, Penny Marshall empezó como actriz en diferentes series estadounidenses, entre las que se encontraban The Odd Couple y Laverne & Shirley. En el cine trabajó en una de las primeras películas de Spielberg: 1941.
Su debut en la dirección fue con un clásico de los 80: Jumpin´ Jack Flash, una comedia donde Whoopy Goldberg trabaja con ordenadores, y recibe un mensaje de un desconocido, cuando lo descodifica, se ve envuelta en una trama de espías y asesinos, y tiene que huir para salvar su vida. Uno de los primeros films donde aparece algo que hoy en día es algo rutinario: el chat online.
En 1988 dirigió una de sus películas más reconocidas: Quisiera ser grande, el papel que le dio la fama internacional a Tom Hanks, que cansado de ser un niño, pide como deseo en un juego ser mayor, y al otro día el deseo se le ha cumplido.


Luego del gran éxito que significó Despertares, siguió con las comedias para toda la familia como cuando filmó en 1992: Un equipo muy especial, film situado durante la Segunda Guerra Mundial, época en el cual el béisbol estaba a punto de desaparecer. Para eso se crea un equipo femenino, pero se tendrán que enfrentar a un ebrio Tom Hanks, el entrenador del equipo. Con Geena Davis y Madonna.


En 1994 filma Un poeta entre reclutas, donde Danny De Vito es un publicista que acaba de ser despedido, y solo consigue trabajo como profesor de educación general de un grupo de inadaptados soldados. Debut de Mark Wahlberg en el cine.
Dos años después filma La mujer del predicador, con Denzel Wahington y Whitney Houston, la historia de un reverendo en crisis que pide a Dios que le ayude, y le aparece un angel llamado Dudley, que traerá más problemas que soluciones.
Su último film fue en 2001, Los chicos de mi vida, que significó el papel con el que Drew Barrymore volvió a los primeros planos actorales. En el film es una chica que quiere ser escritora e irse a vivir a Nueva York, pero también es una adolescente rebelde loca por los hombres. En una fiesta conoce a Ray, alguien que no tiene todas las luces, y meses después, se enterarán que serán padres, y les cambian los planes a ambos.



Homenaje a Bowie...


Es hora de volver a mi...



FICHA TÉCNICA

Título original: Awakenings
Año: 1990
Duración: 121 min.
País: Estados Unidos
Director: Penny Marshall
Guión: Steven Zaillian (Libro: Oliver Sacks)
Música: Randy Newman
Fotografía: Miroslav Ondricek
Reparto: Robert De Niro, Robin Williams, Julie Kavner, Ruth Nelson, John Heard, Penelope Ann Miller, Alice Drummond, Judith Malina, Barton Heyman, George Martin, Anne Meara, Richard Libertini, Steve Vinovich, Bradley Whitford, Max von Sydow, Peter Stormare, Vin Diesel

SINOPSIS


A finales de los años sesenta, el doctor Malcolm Sayer (Robin Williams), un neurólogo neoyorquino, decide utilizar un medicamento nuevo para tratar a sus pacientes de encefalitis letárgica, enfermedad que priva de las facultades motoras a las personas que la padecen hasta reducirlas a un estado vegetativo. Poco a poco empezará a manifestarse cierta mejoría en los pacientes, especialmente en Leonard Lowe (Robert de Niro).

viernes, 12 de febrero de 2016

PERFORMANCE

PROGRAMA 127 (08-01-2016)

EDITORIAL

Un día, sin entender porque, las cosas a su alrededor habían cambiado demasiado rápido. La incertidumbre invadía todo posible pensamiento positivo, haciendo tambalear la estabilidad que reinaba, al fin, en su espíritu. Quizás se había confiado demasiado, dando por concluida aquella lucha que tanto sudor y sangre dejo desparramada. Pero las calles ocultaron bien las heridas, las cascaras, y cuando los ojos dejan de observar, la memoria es la primera en la cadena de las traiciones. Acto seguido, se baja la guardia y el enemigo recupera su fuerza y no perdona; tampoco olvida. Entonces, como un relámpago, vuelven las voces para aturdir las mentes.
Él sabía todo eso, pero también entendía que por el momento sólo debía esperar. Lo único que importaba en ese instante era callar a esas malditas voces que rondaban nuevamente en sus pensamientos; y nada mejor que el murmullo de un bar como para no pensar por un largo rato. Salió de su casa en dirección a San Telmo…
Recordó la dirección de un viejo antro al que recurría cada vez que necesitaba drenar los demonios de sus intenciones latentes, al llegar a aquel bar y ver sus puertas abiertas de par en par, como dos brazos que extendidos te reciben amigablemente, sintió alivio y se dejó llevar por sus pies hasta el asiento más alejado y oscuro de aquel sitio. 


Luego de un rato, de esos ratos ajenos a la noción de espacio-tiempo en los que no se distinguen veinte minutos de seis horas, y luego de haber probado el sabor de varias copas vacías, tuvo la sensación de que ese murmullo tan ansiado, en realidad no existía. Era tal el silencio de aquella aventura, que hasta las personas parecían moverse más lentas y hasta perdían color en esa lucha contra la luz tenue de ambiente arrabalero que hacía de aquel agujero una foto palpable de los tiempos de Roberto Arlt.
Quizás en un intento de escapar, quizás por esos caprichos del destino, fue que encontró la expresión exacta de la situación, dibujada en el rostro de una mujer que, desde la otra punta del bar, parecía observar lo mismo que él. Terminaron huyendo de aquel sitio muerto en busca de lo que ambos habían coincidido luego de intercambiar un par de palabras. Se amaron en un pasaje cómplice y escondido de La Boca. Sintió el ardor en su piel, las manos derretirse al tocar aquel fuego intenso. Sintió el olor seco de su sangre, el dolor de sus moretones y la desdicha, al llegar el sol, de no haber podido ganarle, la noche anterior, a aquellos demonios vengativos.

Alan Beneitez.

Canción post editorial



IMPRESIONES PARA PERFORMANCE


¿En qué ojos furtivos se habrá perdido aquella belleza de la mañana? ¿Por qué calles paseará distraído aquel que intentó ser sincero, aquel que quiso desinteresadamente y al que tal vez lo quisieron? ¿En qué mano de naipes habrá perdido el interés, primero, para olvidarse luego, de las ganas? ¿Cuál habrá sido la injusta muerte de aquel que con sus palabras se entregaba al laborioso misterio del lenguaje, de ese que soñaba con aquel poema para luego gastar su vida y su tiempo escribiendo siempre otros? ¿Serán la muerte y el olvido para ellos o será que habrán tenido el valor de desechar para siempre a este que en una noche de insomnio observa vacío y frustrado, en un silencio inquebrantable la hoja en blanco. A ellos los abrazo desde la torpeza de otra noche perdida, desde la intolerancia de un amanecer que se cansó de esperar y les juro un papel mejor quizás en otra vida, hasta que ninguna muerte nos separe. Truman Capote, en el prefacio de su libro “Música para camaleones” escribió que cuando dios nos ofrece un don, al mismo tiempo nos entrega un látigo, y este solo tiene por finalidad la autoflagelación. 


Tal vez sea aquel el látigo que caerá una y otra vez sobre Turner, aquella estrella de rock interpretada por el mismísimo Mick Jagger en el film Performance de los directores Cammell y Roeg. Turner, padecerá el infierno de tener el don, sufrirá de aquella locura, de aquella fiebre de no poder hacer más que su arte. Esa será su condena, ese será su paraíso. Morirá sus días interminables, furiosos y oscuros en aquel palacio de los sentidos, en aquella madriguera del conejo blanco por donde Alicia desciende. Allí todo se vestirá de orgias y pasiones, allí mandará, definitivamente el deseo. Allí, entre drogas y alucinógenos, caerán para siempre las estructuras, y solo en aquel abismo se evidenciará la verdadera complejidad de la que estamos hechos. Hasta allí llegara Chaz, coprotagonista del film, escapando de su pasado y al caer en la madriguera, será purificado. La cinta narrará un drama psicodélico, describirá un viaje en busca de respuestas sin importar lo terrible que estas sean. Se servirá de una fotografía inteligente, de un montaje atractivo y por momentos audaz, relatará a través del uso de distintas texturas, cambiando para esto el soporte fílmico, buscando la repetición, utilizando una paleta oscura para el adentro y otra más clara y naturalista para el afuera. 


En aquel periplo habrá cierto aroma Borgeano, en la utilización de los simbolismos, en la fragilidad del tiempo, en la nostalgia del viaje y en la muerte inminente de los que supimos ser. Allí morirá la estructura, lo preestablecido, la frialdad de los mandatos, será allí donde el látigo de nuestro don nos obligue a seguir caminando en la búsqueda desesperada de la aventura. En aquel descenso será donde el poeta y el asesino se den la mano, porque ni el uno ni el otro temerán al padecimiento de una vida apasionada. Nos iremos probablemente con aquella sensación de que Chaz y Turnner siempre fueron el mismo, con la inmensa metáfora romántica de aquel artista que muere en cada obra, que lo arriesga todo porque tiene bien en claro que el más allá, mis amigos, es el más acá. Por tipos como Turner, este viernes levantamos nuestra copa. Por aquellos que fuimos y han sabido quedarse en el camino, porque los que hoy estamos aquí, elegiremos nuestra muerte que no es otra cosa que elegir nuestra vida. Seremos nuestros y nos gobernaremos hasta el punto final del poema, y en cuanto fallemos a nuestra promesa, el grito será solo uno: Asesíname.-

Lucas Itze.-

Canción post impresiones


También escuchamos a The Last Poets 



UNIVERSO ROEG


Nacido en Londres en 1928, es un director de culto y fotógrafo del cine inglés. Empezó como fotógrafo gracias a directores de la talla de Fracois Truffaut (Farenheit 451), David Lean (Doctor Zhivago), o Roger Corman (La máscara de la muerte roja).
Su debut se produjo con Perfomance, película que para la revista Empire está ubicada entre las mejores 500 de la historia, y fue fuente de inspiración de tres de los directores más aclamados de nuestros días: Quentin Tarantino, David Lynch y Guy Ritchie.
Un año después filma en Australia, Walkabout, la historia de dos niños que conocen a un aborigen en un desierto, luego del suicidio de su padre. Nominada a la Palma de Oro en Cannes.
En 1973 dirige la que sería su obra maestra, Amenaza en la sombra, con Donald Sutherland y Julie Christie. La historia de un arquitecto y su mujer, que perdieron una hija y se mudan a Venezia, para reparar una iglesia. Allí unas ancianas le dicen que se comunicaron con su difunta hija, quien les advierte de un peligro inminente. Una de las grandes películas de suspenso de los 70.
Vuelve a unirse a un músico en 1976 en del film fantástico El hombre que cayó a la tierra, con David Bowie, donde un extrarrestre llega a la tierra para llevar agua para su planeta.
En 1979 dirige Contratiempo, con Art Garfunkel en el papel principal. Una historia de sexo e infidelidades entre un profesor que da clases en Viena y su alumna, quien siente el deseo de no estar con un solo hombre…
En 1983 filma Eureka, la historia de un hombre que se vuelve rico y se va a vivir a una isla, pero ahí surgirán problemas con su mujer, su hija y con la mafia que quiere poner un casino en la isla.
Dos años después llega Insignificancia, una comedia en donde Albert Einstein se encuentra con Marilyn Monroe en la habitación de su hotel, donde empiezan a charlar desde sexo hasta política. La cosa se complica cuando aparecen el senador McCarthy y Joe Di Maggio, el ex esposo de la acrtiz.
En 1987 filma Castaway (Robinson Crusoe por un año), donde un escritor publica una solicitada para ir a una isla con una chica. Una camarera de 25 años acepta su pedido, y allí se van a pasar un futuro incierto en una isla del Pacífico.
Ese año participó de Aria, una película de episodios dirigida por 10 directores como Robert Altman, Jean-Luc Godard y Bruce Beresford, entre otros.
En 1988 dirige a su mujer Theresa Russell (y quien participa de casi todos sus films), y a Gary Oldman en Ruta 29. La historia de una mujer desequilibrada que vive con su hermano, cuando llega a la ciudad un hombre que la hace revivir el pasado, en el que ella fue violada a los 16 años y su hijo fue dado en adopción… El nuevo hombre es una mezcla del violador pero con la edad que tendría su hijo…
Dirigió ese año para la tv otra remake de Dulce pájaro de juventud, con Elizabeth Taylor.
En 1990 dirige La Maldición de las brujas, donde un niño apasionado por las historias que le cuenta su abuela, empieza a notar que lo introducen en un mundo misterioso.
En 1993 y también para la tv dirige El corazón de las tinieblas, con John Malkovich y Tim Roth.  Adaptación de la novela de Joseph Conrado, donde un aventurero va en busca del misterioso Kurtz, un personaje siniestro.
En 1995 dirige Dos muertes, la historia de un Doctor durante la guerra civil de Bucarest, quien mantiene una apasionada historia de amor con su ama de llaves.
Ese año también filma El masaje, la historia de un masajista y su clienta, que a pesar de vivir en dos mundos diferentes, notan que tienen más cosas en común que lo que pensaban.
Un año después llega Sanson y Dalila, la historia basada en la Biblia, en un film para la tv que contó con Elizabeth Hurley.
Once años pasaron para que llegue su último film: Puffball, donde una mujer embarazada se muda a un valle solitario y misterioso y una vez que llega empiezan a pasar cosas extrañas. Ahí es cuando los vecinos intentan acabar con el bebé que lleva dentro…


Por su parte Donald Cammel dirigió tres films más después del debut: Engendro mecánico en 1977, ocultismo y tecnología se juntan en esta película protagonizada por Julie Christie. Trabajando en el tema de la Inteligencia Artificial un científico crea un computador que, con el paso del tiempo, se va poniendo más inteligente y poderoso. Finalmente viola a la esposa de su creador quien dará a luz a un hijo híbrido y demoniaco.
En 1987 dirige En lo blanco del ojo, donde un experto en sonido es acusado de asesinar a varias dueñas de casa cuyos cuerpos han sido encontrados completamente mutilados. Con David Keith y Cathy Moriarty.La película obtuvo una calificación X pero Marlon Brando intervino para que el comité la bajara a R
La última película de Cammell fue El lado salvaje considerada una película maldita hoy en día imposible de encontrar y según muchos la que le condujo a la fuerte depresión. Christopher Walken interpreta a un importante hombre de finanzas que, para hacer más emocionante la vida sexual con su esposa, contrata a una prostituta que esconde un par de secretos. Lesbianismo, sangre y un entramado en clave thriller caracterizan a este último filme del realizador.
Cammel falleció un año después, a los 62 años, luego de suicidarse, debido a que los productores de su última película recortaran varias tomas.

Aznar y el homenaje a Borges, igual que en el film...


Uno de los temas del film, interpretado por Mick Jagger



FICHA TÉCNICA

Título original: Performance
Año: 1970
Duración: 105 min.
País: Reino Unido
Director: Nicolas Roeg, Donald Cammell
Guión: Donald Cammell
Música: Jack Nitzsche
Fotografía: Nicolas Roeg
Reparto: James Fox, Mick Jagger, Anita Pallenberg, Michèle Breton, Ann Sidney, Johnny Shannon, Anthony Valentine

SINOPSIS


Debut de Roeg en un thriller ambientado en el mundo de la música pop. Chas es un performer de la mafia, un matón a sueldo que aplica curiosas y artísticas torturas a sus víctimas. Cuando surge un problema con su capo, se ve obligado a huir, y decide esconderse en el sótano de una antigua casa de un suburbio de Londres. El casero, una ex estrella de rock llamada Turner (interpretado por Mick Jagger), vive con dos mujeres con las que forma un trío, y se pasa el día comiendo setas alucinógenas e improvisando con la guitarra. Al principio, Chas y Turner chocan, pero poco a poco, en un viaje de conocimiento mutuo, se darán cuenta de que ambos son performers y que tan sólo una delgada línea les separa.