martes, 18 de septiembre de 2018

BASTARDOS SIN GLORIA - INGLOURIOUS BASTERDS




EDITORIAL

Desde este humilde foro siempre decimos que la palabra guerra significa locura, terror y muerte. Que nunca, pero nunca, vamos a sentir que es pasar por eso, porque jamás lo vivimos. Y ni siquiera llegamos a imaginarlo, aunque tengamos miles de imágenes dando vueltas por nuestras mentes. También más de una vez jugamos a ser soldados esperando el tiro del final o intentando la heroica lucha por la victoria. Esta vez no es el caso. ¿Para qué sumergirnos en ese infierno desde la comodidad de un escritorio? ¿Por qué intentar imitar a los millones que lo padecieron de la forma más cruel posible? Cuando el primer ser humano dio sus primeros pasos, empezó a gestarse una batalla. Inicialmente fueron por alimentos, luego por territorios, más adelante empezaron los problemas religiosos y a participar en este juego las distintas etnias hasta terminar peleando por el petróleo o el agua. 


Llegará un momento que todo se trasladará al espacio, y allí ya no habrá vuelta atrás. Porque no sólo terminaremos arruinando nuestro planeta, sino también otros, que hace millares de años ni sabíamos que existían. Hoy, alguien desde su cómodo sillón puede apretar un pequeño botón y mandar todo al diablo. Y así las risas de miles de niños se apagarán para siempre, porque a un sujeto en otro punto del mapa no le gustó la palabra del contendiente de turno. Y llegarán las imágenes y la prensa se cubrirá de morbo para ver quien exprime más la tinta chorreada en sangre. Y alguno más allá, bregará por la paz y será enjuiciado o asesinado cobardemente, depende el guión que le tenga escrito el destino. Y así seguiremos disparando balas sin sentido y bombas sin ideologías, incendiando nuestra propia miseria. Porque en un mundo de héroes quedarán inmortalizados los que lo arruinaron todo y se convirtieron para siempre en los malditos bastardos.

Marcelo De Nicola.-

Canción elegida para la editorial


IMPRESIONES SOBRE BASTARDOS SIN GLORIA


Tal como hemos discutido más de una vez en este mismo foro, volvemos sobre aquella desafiante idea de que la verdad es una construcción que surge de la íntima relación entre el sujeto y el objeto y que el carácter artificial de aquella relación no deriva de una construcción natural que surja de las cosas. La verdad es una mentira exitosa nos reclamaba el propio Nietzsche mintiéndonos tal vez con exquisita habilidad. En el capítulo XI de su Poética, Aristóteles introducirá el concepto de verosimilitud y dirá al respecto que el historiador y el poeta no se diferencian por expresarse en prosa o en verso, sino en decir uno lo que ha sucedido y el otro lo que podría suceder. Lo verosímil entonces tendrá lugar dentro de aquello que los hombres consideren como probable, aun resultando alguna de estas cosas imposibles de ser en el mundo real. En esta misma línea, citará nuestro gran amigo Jean Claude Carriere en su obra The End a Boileau quien digiera que lo real, puede a veces no ser verosímil. De esta manera, se creará aquí cierto conflicto entre la razón y la realidad. El verosímil entonces, al igual que la realidad, no es otra cosa sino una construcción. Una construcción de un universo cuyas leyes operan sobre lo probable favoreciendo de esta manera al sentido de credibilidad. Será uno de los grandes logros del siempre genial director Quentin Tarantino esta delicada creación de verdad narrativa en su obra Bastardos sin Gloria. Mi amigo Santiago Carlos Oves escribió alguna vez que el relato es el problema y la historia es el hallazgo, dividiendo de esta manera ambos conceptos, separando sabiamente el qué del cómo. 


Resulta entonces el film de Tarantino un curioso hallazgo resuelto de la manera que solo el ojo de un gran artista puede resolver. Estamos frente a un guion sólido, complejo y puntillosamente elaborado. Sugerentemente armonioso en su ritmo y delicado en su sonoridad. Será una obra equilibrada por donde se la analice, a tal punto que por mucho que nos esforcemos esta noche, siempre resultaran escasas las sonseras que podamos balbucear frente al micrófono. El trabajo de análisis requerirá la minuciosidad de ir al plano por plano, de analizar la compleja poética de su construcción, no porque lo que se vaya a decir sea encriptado sino por las simples bellezas de las formas. El relato tendrá una fotografía elaborada, construyendo encuadres dignos del arte pictórico, trabajando el balance de la colometría de manera obsesiva. Cada puesta de cámara reflejara un inteligente trabajo en la construcción visual digna de un Von Trier o tal vez de un Bergman. El film se estructurará básicamente sobre una linealidad narrativa que se romperá en escasas ocasiones a causa de algún flashback o pequeños raccontos, y será dividido tal como ya lo hiciera en otros de sus films, en capítulos. 


Esto alimentará la fantasía de que la película fue pensada en secuencias más que en escenas, siendo estas primeras un conjunto de situaciones o de unidades de espacio tiempo vinculadas entre sí por una continuidad temática. Notaremos también un trabajo minucioso en la construcción de diálogos, los cuales serán dinámicos, precisos y sugerentes, manejando siempre un subtexto mucho más sabroso que aquello latente, dándole prioridad siempre a lo aludido. La construcción de los personajes será otro de los grandes logros de esta obra. El director decidirá ir más allá de los personajes prototípicos diseñados por las convenciones propias del género e introducirá a la narración otros cuya tridimensionalidad resultará llamativa e interesante. Trabajará así la perversión de una manera que llegará tal vez hasta el plano de lo infantil. Trabajará la morbosidad de manera descarnada algunas veces y extremadamente sutil en otras. Trabajará la muerte, pero no lo hará desde el punto de vista aberrante propio de la guerra sino desde otro lado, y aquí el hallazgo comentado al principio de todas estas torpezas, lo hará desde la venganza. Sera el propio director y guionista de la obra quien genere un verosímil tan sólido que lograra cambiar los hechos históricos para otorgar la muerta tal vez más sádica al propio Hitler contada jamás. Lo hará probable y le creeremos. Lo hará por venganza, lo hará verdad.

Lucas Itze.-

Canción post impresiones


Uno de los temas nuevos del Indio Solari


UNIVERSO TARANTINO


Si hablamos de Quentin Tarantino, hablamos de un cinéfilo con todas sus letras. Nacido en Knoxville en 1963. Creció en un barrio al sur de Los Angeles, rodeado de blancos y negros, y pasó una infancia viendo películas de Kung Fu.
De adolescente empezó a trabajar en un videoclub llamado Video Archives en Manhattan Beach, junto a varios entusiastas del cine, entre ellos Roger Avary.
Su primer trabajo fue My Best Friend's Birthday, en lo que fue su primer corto mientras trabajaba junto a Craig Hamann en el video club.
Luego, empezó a escribir junto con Avary y otros amigos, pasó varios frustrantes años escribiendo e intentando poner en marcha dos guiones que pretendían ser su debut como director. En parte como consecuencia de lo difícil que resultaba poder hacer una "película de verdad" para un escritor desconocido como director, escribió en 1991 Reservoir Dogs, con la intención de que fuera el proyecto más minimalista que se pueda imaginar: la historia de un atraco a mano armada en la que el robo tiene lugar fuera de la pantalla, páginas y páginas de diálogo que necesitan un sólo plató. Pretendía ser una película de 16mm extremadamente barata con Tarantino y sus amigos de Video Archives interpretando todos los papeles. 


Afortunadamente, el ambicioso productor Lawrence Bender leyó el guion de Reservoir Dogs, le fascinó y pidió a Tarantino que le concediera un mes para intentar convertirlo en esa "película de verdad". Fue Bender quien hizo llegar el guion al actor Harvey Keitel y fue el entusiasmo de éste lo que atrajo a varios buenos actores y, finalmente, un presupuesto decente para la producción.
Su primera película terminó siendo un éxito, dos años después llegaría su punto más alto: Pulp Fiction, con la que ganó su primer Oscar como guionista y le devolvió la fama a John Travolta, además de mostrar las grandes actuaciones de Samuel L. Jackson y Uma Thurman.


En 1995 filmó uno de las cuatro historias de Four Rooms, nuevamente con Tim Roth y Bruce Willis en los papeles protagónicos. Las otras tres historias eran dirigidas por Alexander Rockwell, Allison Anders, y su amigo, Robert Rodriguez.
En 1997 llega Jackie Brown, su película menos conocida, pero no por eso menos importante, donde el bueno de Quentin demuestra que no todo es violencia. Con Pam Grier en el papel principal, y grandes secundarios como Robert Forster, Robert De Niro, Samuel L. Jackson, Bridget Fonda y Michael Keaton.
En 2003 filmó Kill Bill, Volumen 1, un homenaje al cine de artes marciales que mamó desde pequeño. Con una encantadora Uma Thurman en el papel de La NoviaUn año después filmó el Volumen II.


En 2005 participó en una parte de la película Sin City como director invitado. La película basada en cómics fue dirigida por Frank Miller y Robert Rodriguez.
En 2007 llegó el proyecto doble junto a su amigo Rodríguez: Grindhouse dividida en Planet Terror dirigida por Rodriguez y Death Proof dirigida por Tarantino, con Kurt Russell como protagonista.
En 2009 vuelve a dar que hablar con Bastardos sin gloria, su primera película sobre la segunda guerra mundial, con actores de varias partes del mundo como Brad Pitt, Diane Kruger, Christoph Waltz, Daniel Brühl, Melanie Laurent y Michael Fassbender. Fue candidato a mejor guión, mejor director y mejor película.
Luego llegó Django Unchained, un esclavo rescatado por un caza recompensas, con Jamie Foxx, Leonardo DiCaprio, Christoph Waltz y Samuel L. Jackson. Nuevamente ganó el Oscar a mejor guión y fue nominado a mejor película.
En 2015 siguió con la idea western cuando se puso tras las cámaras para rodar Los ochos más odiados con Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Jennifer Jason Leigh, Tim Roth, Michael Madsen, entre otros.


A través de sus películas, Tarantino homenajeó todo el cine con el que creció y al que admiró. Reservoir Dogs es su película de atracos, Pulp Fiction la de cine negro, Kill Bill la de artes marciales, Jackie Brown su película de "blaxploitation" (películas exclusivas de negros), Death Proof como su película Exploitation, el spaghetti western y al cine bélico italiano de los años sesenta en Inglourious Basterds y un western en su última Django Unchained. Con pocas películas se hizo un nombre dentro del cine, amado y odiado en partes iguales, estamos en presencia de uno de los últimos rebeldes del cine.

FICHA TÉCNICA

Título original: Inglourious Basterds
Año: 2009
Duración: 146 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Quentin Tarantino
Guion: Quentin Tarantino
Música: Varios
Fotografía: Robert Richardson
Reparto: Brad Pitt, Christoph Waltz, Mélanie Laurent, Diane Kruger, Michael Fassbender, Daniel Brühl, Eli Roth, Til Schweiger, B.J. Novak, August Diehl, Mike Myers, Omar Doom, Sylvester Groth, Denis Menochet, Richard Sammel, Jacky Ido, Martin Wuttke, Julie Dreyfus, Samm Levine, Gedeon Burkhard, Rod Taylor, Christian Berkel, Léa Seydoux.

SINOPSIS

Segunda Guerra Mundial (1939-1945). En la Francia ocupada por los alemanes, Shosanna Dreyfus (Mélanie Laurent) presencia la ejecución de su familia por orden del coronel Hans Landa (Christoph Waltz). Después de huir a París, adopta una nueva identidad como propietaria de un cine. En otro lugar de Europa, el teniente Aldo Raine (Brad Pitt) adiestra a un grupo de soldados judíos ("The Basterds") para atacar objetivos concretos. Los hombres de Raine y una actriz alemana (Diane Kruger), que trabaja para los aliados, deben llevar a cabo una misión que hará caer a los jefes del Tercer Reich. El destino quiere que todos se encuentren bajo la marquesina de un cine donde Shosanna espera para vengarse.