SINOPSIS
Reunido alrededor
de un guía místico, un grupo de personas que simbolizan a los planetas del
Sistema Solar se inicia en un camino espiritual por medio de una serie de
ritos. A través de esa liturgia el colectivo debe alcanzar un nuevo estadio que
le permita viajar a la isla de Loto, donde emprenderá la ascensión a la Montaña
Sagrada, con el objetivo de sustituir a las divinidades inmortales que rigen el
universo. (SENSACINE)
EDITORIAL
Nacido bajo el
signo del fuego decidió caminar sin rumbo. Atravesó mares, selvas y montañas en
busca de ese sitio sagrado. Compartió charlas inconexas con los pájaros que
habitaban los bosques. Estos lo ayudaron a escapar del fuego, subiéndose a
gigantes árboles que nunca terminaban de incendiarse. Cruzó pantanos cabalgando
sobre sapos enormes que luego se transformaban en piedras brillantes. Caminó
por cada color del arco iris yendo de una punta a la otra del universo. Rompió
todas las estructuras para desafiar al caos. Sobrevivió a noches eternas donde
las estrellas parecían extinguirse y la oscuridad era su fiel compañera. En
cada noche ciertos aullidos le hacían presagiar lo peor. Sonoras batucadas
señalaban el comienzo de un nuevo día que escondía su amanecer. Presagios del
mal lo obligaban a seguir su camino. A lo largo de los años descansó en playas
paradisíacas, escaló cerros, sufrió aludes de nieve que lo obligaron a buscar
refugios bajo nidos de águilas y se cruzó con figuras sin rostro que levitaban
en medio del océano. Se transformó en un estado más de la naturaleza. Se
mimetizaba ante cada aparición fortuita que significara peligro.
Se había
convertido sin saberlo en un truco de magia en sí mismo. Podía aparecer y
desaparecer de la vista de cualquier enemigo. De tanto andar llego a la
civilización. Y consecuentemente, a la barbarie. Aprendió a amar pero descubrió
que el odio avanza más rápidamente. Trató de escapar de ese mundo tan real y
tan inhabitable. Muerte, miseria, venganza, vejaciones eran sinónimo de la vida
en sociedad. Descubrió de repente que eran esclavos de su propio sistema y que
nunca serían capaces de encontrar la sincera felicidad. Eso venía de a puchos
en un mundo dominado por las clases más altas. Con Dios como excusa aniquilaban
poblaciones enteras. En nombre del avance industrial mutilaron miles de
ecosistemas. Ya no había magia para paliar tanto dolor. Ya era una cara visible
en el medio de esa metrópolis sin rumbo. Solo quedaba sentarse a esperar. O
tratar de encontrar una salida. Eligió la segunda y trató de volver desde donde
vino. Todo había cambiado. Hasta los colores del arco iris se veían diferentes,
aunque no tanto como ese viejo azul del océano. Los pasos se hicieron más
lentos hasta que un día no pudo avanzar más. Se transformó de a poco en una
parte más de la fotografía del sitio. En una piedra más que se posa frente a la
montaña sagrada.
Marcelo
De Nicola.-
Canción
elegida para la editorial
IMPRESIONES SOBRE LA MONTAÑA SAGRADA
En 1980 nuestro
gran amigo Roland Barthes publica su
último libro, un ensayo en donde realiza reflexiones en torno a la imagen, el
cual lleva el título de “La cámara Lúcida”. En él, el autor
divide el relato en dos partes, la primera se ocupa del análisis de la relación
entre el tema aparente de la imagen y la vista del espectador, y en la segunda
se centrará en el estudio de una imagen en particular. Por aquellas páginas Barthes expresara su deseo de hacer que
su propia imagen, que considera móvil, sometida al traqueteo de mil fotos
cambiantes, a merced de las situaciones, de las edades, coincida siempre con su
“yo” profundo, o sea con aquella imagen de sí mismo que el busca armar para ser
fotografiada. Sin embargo, concluye que esta coincidencia jamás se produce y
avanza diciendo que es la imagen la que es pesada, inmóvil, obstinada (es la
causa por la que la sociedad se apoya en ella) y es el “yo” quien es ligero,
dividido, disperso. En otro tramo del libro nos dirá que “cuando me siento
observado por el objetivo, todo cambia: me constituyo en arte de posar, me
fabrico instantáneamente otro cuerpo, me transformo por adelantando en imagen”.
Hará notar más adelante, el giro producido por la fotografía, la cual en un
primer tiempo busca capturar lo notable para muy pronto decretar notable lo que
ella misma captura. Por último, hablará de las cuatro fuerzas que se ejercen en
el momento de captura las cuales se cruzan, se afrontan, se deforman y describirá
con certeza que ante el objetivo soy a la vez aquel que creo ser, aquel que
quisiera que crean, aquel que el fotógrafo cree que soy y aquel del que se
sirve para exhibir su arte.
¿Qué rastros quedarán del ser luego de tal
desmesurada batalla? ¿Podría salir alguien ileso de aquella celda repleta de
valores culturales y morales, desbordante de preconceptos y truncas
intenciones? El director Alejandro
Jodorowsky tomara algunas de estas ideas y las desarrollará con otra
profundidad en su estimulante film Holy
Mountain. El relato manejará cierta linealidad aun habiendo abolido el
tiempo narrativo. Veremos los acontecimientos sucederse unos a otros
conservando la relación de consecuencia entre ellos, pero no tendremos
demasiada referencia del espacio tiempo. El film se desarrollará dentro de las
convenciones surrealistas, por lo que construirá sentido a través de las dos
leyes que operan en el inconsciente a saber la condensación por un lado y el
desplazamiento por el otro. Habrá un quiebre entonces en la significación
Saussureana en donde será otro el significado / sentido ya que estará
conformado por la conjunción de varios otros al que llegaremos a través del
significante / imagen desplazado. El film comenzará con una advertencia tal
como lo hiciera hace muchísimos años el emblemático mediometraje surrealista “El perro Andaluz”. Habrá en imagen dos
personajes similares a Marilyn Monroe
y un mago negro, entre la gravedad vibrante de un mantra cantado por monjes que
creara la atmosfera de un ritual, las despojará de sus ropas, sus joyas, sus
maquillajes y sus cabelleras. Luego vendrá una llave que cortará a cientos de
ojos en plano detalle que observaran al espectador. Sera allí que tomaremos
aquel guante y lo usaremos de la manera más digna. Nos haremos cargo de aquella
propuesta de cambiar nuestra visión de espectadores. Nos preparará esto para lo
que vendrá.
Será un aviso para el espectador distraído que anunciará que lo que
viene nada tiene que ver con aquel cine del Star system, aquel cine
ligado a la gran industria y por esto sentenciado a un ritmo y a un cómo. El
juego se abrirá entonces y estará en nosotros jugarlo. Se desplegaran allí
aquellas fuerzas mencionadas por Barthes
respecto de la fotografía: empezara la película que el director cree que es, la
que el cree que los demás quieren que sea, la que el espectador cree estar
viendo y la que el director se sirve
para mostrar su arte. Será todo un delirio alucinante en donde descubriremos
algunos recursos del camino del héroe, algunos planos de una potencia pictórica
y un peso simbólico casi insoportable y hasta algunas referencias sutiles al
cine de otros maestros surrealista como Buñuel.
Se podrá percibir también cierta idea Nietzscheana
respecto al despojarse de todo lo humano, a destruir al hombre para que nazca
de sus cenizas el superhombre, el hombre nuevo, el ser de selección en términos
de Ortega y Gasset. Subir a aquella
montaña que no es otra cosa que superarnos a nosotros mismos, que no es más que
remitirnos a una instancia superior capaz de modificarnos. El film planteará la
idea de que el mundo es una gran ilusión y que la realidad no hará más que
someternos a actuar un papel tal como lo hace el objetivo de la cámara que describía
Barthes. Nietzsche alguna vez dijo: Soy un campo de batalla, porque dentro
de mí discurren multitud de ideas que se confrontan entre ellas. ¿Cómo
entonces, mis queridos amigos, pretendemos detener la realidad en un discurso?
¿Cómo encerrar entre palabras aquella fiera conflictiva que somos? El mundo nos
miente. El sueño ha terminado.
Lucas
Itze.-
Canción
post impresiones
UNIVERSO JODOROWSKY
Hablar de Alejandro Jodorowsky es hablar de
alguien que se movió en diferentes ramas de la cultura y además, el mismo fue
mutando de un lugar a otro, al igual que su familia. Sus abuelos paternos eran
judíos emigrantes de Ucrania. Pasaron por Francia, para luego irse a Chile,
donde nació su padre. Su abuela materna, por su parte, vivía en Rusia y por ser
una sefaradí fue violada por un cosaco y terminó huyendo hacia Sudamérica,
recalando en Argentina. Esa niña nacida luego de una violación fue Sara, la
madre de Alejandro. Luego se fueron a Chile, donde sus padres se conocieron y
de esa pareja nació Alejandro un 17 de febrero de 1927. Desde muy joven se
interesó por el cine y la literatura. En 1945 publicó sus primeras poesías y
luego trabajó con poeta como Nicanor
Parra y Enrique Lihn. También
ejercía su arte con marionetas o pantomima. A los 17 debutó como actor y junto
a Lihn fundan el grupo de pantomima Teatro
Mímico. Estudió filosofía y Psicología. En 1948 escribió su primer texto
dramático: la pieza para títeres La
fantasma cosquillosa. En 1950 funda el Teatro
de Títeres del Teatro Experimental de la Universidad de Chile (TEUCH) y dos
años después, junto a Lihn y Parra, crean el collage Quebrantahuesos, poesía mural con recortes de periódicos. Luego
viaja a Francia donde viaja con la compañía del gran Marcel Marceau. En 1957 realiza su primer cortometraje “mimo”: La Cravate, alabado por Jean Cocteau, que escribió un prólogo
para este filme, una adaptación sin diálogos de una novela de Thomas Mann, centrada en una mujer
parisina que vive vendiendo cabezas humanas (la copia en celuloide de este
corto estuvo perdida durante medio siglo, hasta que apareció en 2006 por azar
en un desván en Alemania).
Además de esto, siguió en su faceta de escritor y
también de guionista de cómics, como Aníbal
5 que debutó en 1966 y es uno de los grandes exponentes latinoamericanos,
al haber creado más de cuarenta historietas, entre ellos El Incal, basado en una de las cartas del tarot. En 1967, el padre
de su secretario particular le ofreció financiación para realizar su siguiente
obra teatral y rueda con él su primera película, Fando y Lis, adaptación de la obra homónima de Fernando Arraba, que se proyectó en el festival de Acapulco en México y Jodorowsky tuvo
que salir huyendo para evitar ser linchado. El Indio Fernández (famoso director de la época de Oro del cine
mexicano) indignado por las imágenes de la película, llegó incluso a sacar su
pistola. Atacada por la prensa, la cinta fue defendida ante los periodistas por
Roman Polanski, quien había acudido
invitado al festival en compañía de su esposa Sharon Tate. El film cuenta la historia de una joven pareja en
busca de la ciudad encantada de Tar, donde se encuentra el éxtasis espiritual.
Fando es impotente y Lis está paralítica. En 1970 llega El Topo, donde en un Oeste imaginario, el pistolero Topo se
enfrenta a una banda de fetichistas, dirigida por un coronel lascivo, que tiene
atemorizada a una congregación franciscana.
John Lennon quedó maravillado con esta película y ofreció producir
su próximo film, La montaña sagrada
y a George Harrison como
protagonista, pero este declinó la oferta porque tenía que aparecer su ano en
primer plano en la pantalla. Mientras, supervisó el montaje de La última película, film escrito y
dirigido por su amigo Dennis Hopper.
Ya en Francia y en 1980 dirige Tusk,
la singular y empática relación entre un elefante y una niña de clase alta que
nacen el mismo día. En 1989 dirige Santa
Sangre, la historia de un niño que trabaja en un circo, cuya madre es líder
de un culto satánico que hace que su hijo termine internado en un hospital
psiquiátrico. En 1990 llega El ladrón
del arco iris, bajo un guion de la pintora mexicana Berta Dominguez D. , que cuenta la historia de dos marginales que
viven bajo las alcantarillas de la ciudad y buscan la mítica poción mágica al
final del arco iris. El film reunió a tres leyendas del cine británico: Omar Sharif, Peter O'Toole y Christopher Lee. Volvió en 2013 para
filmar en su país natal La danza de la
realidad, una película autobiográfica donde relata su infancia en Tocopilla
y su relación con sus padres. Tres de sus hijos actúan en la película.
Tres
años después llega la secuela, Poesía
sin fin, donde narra la adolescencia y su amistad con Parra, Lihn y demás
poetas de la época. Pese a sus pocos films, su aporte a la literatura, los
cómics, el mundo del tarot, la psicomagia (técnica creada por él) y decenas de
proyectos más, hacen de Jodorowsky un personaje admirado por diferentes
personajes del arte, entre los que se destacan Dennis Hopper, Federico
Fellini, David Lynch, Darren Aronofsky, John Lennon, Marilyn Manson,
Peter Gabriel, Mars Volta entre tantos otros. Hoy con 90 años, y luego de la
muerte de su amigo Nicanor Parra se ha convertido en el poeta en español con
una obra poética más prolongada en el tiempo, pues abarca setenta y cinco años,
desde sus primeros poemas escritos en 1943 hasta hoy.
FICHA TÉCNICA
Título original: La
montaña sagrada (The Holy Mountain)
Año: 1973
Duración: 109
min.
País: México
Dirección: Alejandro
Jodorowsky
Guion: Alejandro
Jodorowsky
Música: Alejandro
Jodorowsky, Don Cherry, Ronald Frangipane
Fotografía: Rafael
Corkidi
Reparto: Alejandro
Jodorowsky, Horácio Salinas, Zamira Saunders, Juan Ferrara, Adriana Page,
Richard Rutowski, Luis Lomeli, Ana De Sade, Arielle Dombasle.
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