martes, 11 de junio de 2019

BUSCO MI DESTINO - EASY RIDER



SINOPSIS

Dos jóvenes motoristas de Los Ángeles emprenden un viaje hacia Nueva Orleáns. Cruzan todo el país con la intención de descubrir América. Después de vender cocaína a un hombre de Los Ángeles, Billy y Wiatt (alias Capitán América) asisten a la fiesta del Mardî Gras. Pronto reanudan el viaje y se van encontrando con personajes de lo más estrafalario, entre ellos un ranchero y su familia, o un autoestopista de una comuna hippie, antes de ser arrestados en un pueblecito por parar sin un permiso. Su compañero de celda, un abogado borracho, les hace un gran favor sacándoles de la cárcel y luego decide unirse a ellos. (FILMAFFINITY)

EDITORIAL

Creo que nada es casual, a veces pareciera que lo único que hacemos es contaminar nuestros pulmones de este aire cargado de tanto futuro y así pasan nuestros días. Estoy casi convencido que el único sendero posible son los determinados por nuestro entorno y estadísticamente estamos predeterminados a vivir una vida acorde al pequeño abanico que nos brindan sus variables. Nuestro gran karma como sujetos será la sujeción, y los pequeños momentos de libertad serán entreactos de diversas formas de coacción. La felicidad entonces, solo será un boliche con las puertas abiertas para quienes se vistan con la máscara de la ignorancia o de la complicidad. No hay felicidad en la verdad. Sin embargo, ante este panorama desalentador, contaremos con nuestro más fiel amigo, el deseo. Serán nuestros deseos quienes intentarán salvarnos entre el paso de una forma de opresión y otra. 


Será libertad aquel encuentro con tu amada, será libertad aquel abrazo postergado, será libertad aquel saltos de cabeza hacia los paredones, será libertad aquella amistad que tanto tranquiliza con pequeños actos heroicos; como el que, no hace un mucho tiempo atrás, un gran amigo, tuvo conmigo presentándome a Roberto Juarroz y su forma de nombrar lo nombrado. Quisiera, entonces, en este pequeño acto intentar replicar ese aire de libertad que pude respirar luego de leer un verso de este gran poeta y que dice de la siguiente manera:

Una red de mirada mantiene unido al mundo no lo deja caerse.
Y aunque yo no sepa qué pasa con los ciegos,
mis ojos van a apoyarse en una espalda que puede ser de dios.
Sin embargo, ellos buscan otra red, otro hilo,
que anda cerrando ojos con un traje prestado
y descuelga una lluvia ya sin suelo ni cielo.
Mis ojos buscan eso que nos hace sacarnos los zapatos
para ver si hay algo más sosteniéndonos debajo
o inventar un pájaro para averiguar si existe el aire
o crear un mundo para saber si hay dios
o ponernos el sombrero para comprobar que existimos.

Así concluye o así comienza una noche más de nuestro ciclo radial. Brindando desde el mejor parque de nuestro calabozo, jugando a la guerra con la moral, perdidos en el laberinto de las preguntas, cagados de miedo, pero con la alegría de sabernos abrazados y con la idea indeclinable de que es el deseo la única señal hacia la salida.

Alan Leonel Beneitez.-

Canción elegida para la editorial



IMPRESIONES PARA BUSCO MI DESTINO


Desde el otoño de un sueño Morrison escribió: Cuando a los verdaderos asesinos de los Reyes se les permite vagabundear libremente, mil magos surgen en la tierra: ¿Dónde está la fiesta que nos prometieron? Fue tal vez en aquella búsqueda desesperada de la libertad cuando soplamos sobre el fuego sagrado que ardía en nuestra estrella apagándola para siempre, provocando esta noche sin ninguna luna que bañe las aguas de nuestras aventuras. El sueño del mundo, queridos amigos, duerme sobre nosotros y nos arroja dentro del vientre moribundo de una cueva donde la avaricia y la soledad chispean mintiendo en la fugacidad de su fulgor la calidez temprana del amanecer de cualquier idea. Aprenderemos allí los mitos de nuestra historia, que se encadenaran entre las paredes grises de un relato que nos alejará para siempre de aquella angustiosa pregunta sobre el misterio mismo de la existencia. Apagaremos entonces el consumido cigarro de toda urgencia sobre el inmundo asfalto del tiempo, y diremos ya sin gesto que habrá un momento para cada cosa asesinando así, en aquella inocencia fingida, a la irrupción de cualquier sorpresa.  Y adoctrinaremos al deseo y nos esconderemos de nuestra propia sombra que nos observará inmutable como una pantera bajo la lluvia. Llegará aquel día, tal vez llegue, en que miraremos con cierta nostalgia nuestro rostro lacerado y atravesado por los muros de un adulto y no encontraremos indicio siquiera de aquella aventura prometida. 


Ese día, tendremos la triste certeza de que ya es demasiado tarde. Jack Kerouack, en su libro On the Road, dio alguna señal para huir de aquella caverna platónica en donde encerramos nuestra existencia. En aquellas páginas descubriremos en el subtexto de su historia un manual de instrucciones que nos enseñará a desadherirnos del personaje que uno ha creado. Nos mostrara cómo doblar en cualquier esquina y dejar olvidado a aquel que uno creía que era y no era. Y será este mismo ejercicio el que propondrá a lo largo de su metraje el film Easy Riders del director Dennis Hopper. La película construirá la mayoría de su relato sobre una estructura de características lineales que se quebrará solo en algunos cambios de secuencias, estos son grupos de escenas unidas bajo una misma temática, utilizando la herramienta de ruptura temporal denominada flashforward, en donde se adelantará con una insistencia y ritmo que recordará tal vez al montaje  de atracciones Eisensteano, el comienzo de la secuencia siguiente. Su estructura narrativa también responderá a la división en los tres actos aristotélicos, en cuyo primer acto se presentará a los personajes y se planteará un inicio del conflicto dramático en donde el tiempo morirá simbólicamente en al desprenderse el protagonista de su reloj. 


Será objetivo del segundo acto, narrar el desarrollo de aquel conflicto de manera dosificada, en donde se planteará la idea del inicio de  un viaje utilizando para esto las convenciones clásicas del road movie, pero también se podrá advertir en aquella propuesta el fascinante subtexto de un recorrido interno de ambos protagonistas. Llegará en el tercero de sus actos la catarsis dramática, el clímax con sus dos tiempos milimétricamente marcados: la culminación, en aquellas memorables escenas del carnaval y el cementerio, que dejaran entrever una fuerte influencia de la Novelle Vague y más puntualmente de la narrativa propia del genio de Jean-Luc Godard, donde se encarnarán los miedos y frustraciones ancestrales de los personajes; y su desenlace, resultado de toda la tensión dramática, en el trágico recorrido final. El film aportará una feroz y descarnada crítica a la sociedad estadounidense  donde se trabajará con cierta ironía la representación de muchos de los valores sobre los que la sociedad del gran imperio basa la construcción de su sistema moral. El film planteará la vuelta a la naturaleza, a aquel estado salvaje del que ni siquiera la anécdota nos queda contraponiendo a cada instante la hostilidad del mundo moderno. Nos iremos del relato con la certeza de que la vida se esconde, aun verde e intacta en algún rincón no muy lejos de nosotros mismos.

Lucas Itze.-

Canción post impresiones


 Otro de los temas que suena en el film


UNIVERSO HOPPER


Nacido en Dodge City en el 17 de mayo de 1936. Hizo cursos de pintura y a los 13 años su familia se muda a California. En la universidad empieza a interesarse en Shakespeare y en la actuación. Su debut fue en la película Johnny Guitar pero su nombre no aparece en los créditos. Su nombre apareció por primera vez en pantalla en la serie Medic de 1955. Ese mismo año aparece con James Dean en Rebelde sin Causa y Gigante, dos de las tres películas que rodó el mito antes de su muerte. Esto afectó fuertemente a Hopper, además de su pelea con el director Henry Hathaway mientras filmaba Del Infierno a Texas. Esto hizo que deje de trabajar en Hollywood y se dedique a la fotografía. Apreció en distintas series como Bonanza, El túnel del tiempo, y en algunos films junto al legendario John Wayne, hasta que en 1969 logra trabajar con Peter Fonda a quien dirigió en Easy Rider. La película se realizó con poco presupuesto se convirtió en la primera película independiente estadounidense en convertirse en un éxito millonario. Pero los problemas con todo tipo de drogas afectaron seriamente el trabajo de Hopper. En 1971 filma en Perú La última película, un film experimental que se convirtió en una película de culto y casi inconseguible. También hizo que los grandes estudios le den la espalda por el fracaso comercial que fue. En esa década participó como actor de films claves como El amigo americano de Wim Wenders y Apocalypse Now de Francis Ford Coppola


En 1980 dirige Caído del cielo, que la crítica bautizó como “el último film de la era Punk-rock”, donde una joven crece en un ambiente de alcohol y drogas. En los 80 filma con Coppolla Rumble Fish y con David Lynch Terciopelo Azul y es nominado al Oscar por Hoosiers. En 1988 dirige Colors con Sean Penn y Robert Duvall.  En 1990 dirige para la TV Camino de retorno con Jodie Foster y para cine Zona Caliente con Don Johnson y Jennifer Connelly. Su último film como director fue la comedia Misión Explosiva en 1994. Siguió trabajando como uno de los actores más prolíficos de los noventa en cintas como Máxima Velocidad, Basquiat, Waterworld y todo proyecto raro que aparezca. Uno de sus últimos films fue Elegy, de la española Isabel Coixet en 2008. Peleó contra un cáncer de próstata hasta el 29 de mayo de 2010 que se convirtió en leyenda.

FICHA TÉCNICA

Título original: Easy Rider
Año: 1969
Duración: 94 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Dennis Hopper
Guion: Terry Southern, Peter Fonda, Dennis Hopper
Música: Steppenwolf, Mars Bonfire, Jimi Hendrix, The Byrds, Roger McGuinn
Fotografía: László Kovács
Reparto: Peter Fonda, Dennis Hopper, Jack Nicholson, Karen Black, Antonio Mendoza, Phil Spector, Luana Anders, Toni Basil, Mac Mashourian, Warren Finnerty.

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