lunes, 9 de junio de 2014

DEAD MAN

Programa 26 (09-09-2013)


EDITORIAL

Despojarme de todo. Arrojar lejos rencores y miedos. Dejar atrás mis viejos tormentos, aquellas sombras inútiles. Ver arder mi ropa, las desatinadas camisas, mis tontos zapatos. Sentir gloriosamente desprenderse de mi cabeza toda idea, escuchar las teorías y teoremas jugar con el viento. Destrozar mi reloj, detener esas malditas agujas definitivamente. Dejar las vergüenzas en una esquina. Escupir con sangre mis cobardías y mis valentías. Dejar reír mis alegrías en otras bocas, admirar mis sueños en otras cabezas. Soltar cada unas de mis palabras, las que supe decirte y las que no. Vomitar con ganas los silencios, perder mis ruidos en cualquier pared. Entregar mis inútiles manos, mi boca completa, con la humedad de mi lengua y la ferocidad de mis dientes. ¿Entenderán ellos, siendo tan chicos, el sentido del viaje? ¿Llorarán esos ojos inocentes la finalidad del fuego? Dejarlos también a ellos… sin adioses, sin besos. El torpe intento de llevarme aunque sea la confianza de que lo harán bien, que seguirán caminando con sus propios pasos, que esquivaran pozos, que aprenderán de cada caída. El último intento de llevarme tus ojos, tu mirada que me abriga. 


Pero no…  no, despojarme de todo, de tus besos, tus manos, de esa luz que nos une. Soltar mi historia también, embellecerme de olvido. Tirar mis lágrimas al fuego, perderles cualquier tipo de respeto. Meter mi amor debajo de cualquier baldosa floja de esta ciudad. Entregarle orgulloso mi nombre a un pájaro. Repartir, por última vez, mis colores. Donar mis rojos a quienes lo necesiten, entregar mis verdes sin remordimientos. Olvidar para siempre mis negros. Ya puedo ver a lo lejos el bosque erguirse de un verde nunca visto. Mis ojos nuevos casi no distinguen formas. Camino descalzo, por última vez, sobre este asfalto. La ciudad ni se inmuta ante mis últimos pasos. El sol sube lento por la avenida y me regala la última sonrisa. Camino nuevo hacia el fuego. Camino nuevo, hacia la vida. Quizás esta sea mi última mentira. Atrás mío quedan el frio, los huesos y la carne que completan esta estrofa. El punto final me detiene para siempre. Olvidame pronto. Seguí alumbrándolo todo con tu sonrisa, como cuando nos vimos por primera vez. No pierdas tiempo con mi recuerdo, por ahí andaré, despojado de todo, buscando la aventura del hombre muerto.- 

Lucas Itze.-

Canciones elegidas para la editorial




IMPRESIONES SOBRE DEAD MAN



El suicida

No quedará en la noche una estrella.
No quedará la noche.
Moriré y conmigo la suma
del intolerable universo.
Borraré las pirámides, las medallas,
los continentes y las caras.
Borraré la acumulación del pasado.
Haré polvo la historia, polvo el polvo.
Estoy mirando el último poniente.
Oigo el último pájaro.
Lego la nada a nadie.
Jorge Luis Borges (1899-1986)

En este bellísimo y oscuro poema, Borges nos entrega la ingeniosa idea de que al morir, todo nuestro universo muere también con nosotros. Ese viaje al otro plano, ese viaje a la otra aventura, es lo que narra a través del celuloide el genial Jim Jarmusch. Dead Man viene a girar un poco más la tuerca de los géneros. Es por esto que podemos decir que el film es algo más que un Western, va más allá. Como dijimos en otras oportunidades, los géneros no son mas que convenciones entre el que narra y el espectador. El cine, es un arte de representación, y como tal, parece responder a la gama de posibles relacionados a la comunicación que existe entre un emisor y un receptor. De esta comunicación surge la creación de un verosímil, que según Aristóteles, es aquello que se adapta a las leyes de un género preestablecido. Por lo tanto un género se nutre de verosímiles, de convenciones entre emisor y receptor y es utilizado como herramienta comunicativa.


Como receptores, al entender a Dead Man como un western, nos preparamos a recibir cada una de estas convenciones. Encontraremos, entonces, aquellos personajes recios y sucios, carentes de cualquier tipo de sensibilidad, con habilidad sorprendente en el uso de armas. Estará también, la amenaza de los indios, las noches bajo el estrellado cielo de Estados Unidos, las fogatas humeantes, fundiéndose en la inmensidad del atardecer. El relato estará repleto de planos americanos, tamaño de cuadro creado especialmente para este tipo de Films. Cuando hablamos de planos nos referimos puntualmente al recorte de la realidad que decide el director a través de la cámara. Siempre medimos el tamaño de cuadro en referencia de la figura humana. Entonces, un plano americano, mostrara a la persona desde las rodillas hacia arriba, con el único objetivo de hacer visible la cartuchera donde descansa el arma de los personajes.


Dead Man comienza con el viaje de William Blake hacia un pueblo desconocido, ultima parada del tren que lo transporta. Este viaje, que no será otra cosa más que un viaje interno realizado por el mismo Blake, contara con algunas de las Funciones del Héroe planteadas por Joseph Campbell en su libro “El héroe de las mil caras”. Por allí encontraremos la llamada a la aventura, la negativa al llamado, aparecerá la ayuda sobrenatural, encarnada por el personaje de Nadie, aquel indio que siempre escucharemos con gran atención. Estará también el cruce del primer umbral, la mujer como tentación. Todos estos pasos caminara Blake con el único objetivo de encontrarse a si mismo para partir en paz hacia su muerte. Su recorrido será difícil, deberá destrozar aquel hombre de cara aniñada que fue, aquel ser de gustos refinados y educados, para dar lugar a la naturaleza, al bosque que esconde su pecho. 


Aquella pantera se ira asomando de a poco, con el rojo de la sangre, con la pólvora de las balas disparadas, con la muerte de sus asesinos. Su viaje estará listo. Tendrá su canoa, sus telas y la pintura india. No habrá sorpresa ni miedo en su rostro, solo paz. La canoa se ira moviendo lento, Blake seguirá con sus ojos abiertos, quizás recordándola a ella, que decidió dejarlo. Pensando, tal vez, en su mirada, y con la certeza de que aquella muerte, que ahora lo alcanza, también tendrá sus ojos.

Lucas Itze.-

Canción post análisis


Una mas del poeta Morrison


Y nos fuimos con este homenaje de Divididos


FICHA TÉCNICA

Título original: Dead Man
Año: 1995
Duración: 120 min.
País: Estados Unidos
Director: Jim Jarmusch
Guión: Jim Jarmusch
Música: Neil Young
Fotografía: Robby Müller (B&W)
Reparto: Johnny Depp, Gary Farmer, Lance Henriksen, Michael Wincott, Crispin Glover, Iggy Pop, Robert Mitchum, Steve Buscemi, Alfred Molina, Gabriel Byrne, John Hurt, Mili Avital, Eugene Byrd, Billy Bob Thornton, Jared Harris

Sinopsis

William Blake (Johnny Depp), es un contador que trabaja en Cleveland, y decide irse a a un pueblito del Oeste de Estados Unidos, llamado Machine, desde donde le habían enviado una oferta de trabajo.
Sin embargo, cuando llega, se entera de que su lugar lo tomó otro. Todo se complica cuando Charlie Dickinson, el hijo del propietario de la empresa, lo encuentra en la cama con su mujer, a quien mata de un disparo. William, para defenderse, termina matando a Charlie y escapando en un caballo.
Cuando el padre de Charlie se entera, ofrece una recompensa para que lo encuentren vivo o muerto.

William empieza su viaje deambulando por el Oeste americano, donde se encuentra con un nativo llamado Nobody (Nadie), quien lo acompañará en este curioso viaje, mientras escapa de los caza recompensas. Allí descubrirá su otro yo, aprenderá a matar a sangre fría, mientras se prepara para su viaje final…

Trailer


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