miércoles, 1 de noviembre de 2023

LA ESCAFANDRA Y LA MARIPOSA - LE SCAPHANDRE ET LE PAPILLON

PROGRAMA 426 (13-10-2023)

 

SINOPSIS

 

Se inspira en la novela "La escafandra y la mariposa" escrita por Jean Dominique Bauby a causa de un accidente (1995) que lo introdujo en el mundo del "Locked in Syndrom" (encerrado en sí mismo). Totalmente paralizado, sin poder comer, hablar, ni respirar sin asistencia, el antiguo redactor jefe de la revista "Elle" dicta letra por letra, moviendo sólo el párpado izquierdo, una especie de viaje inmóvil. (FILMAFFINITY)

 

EDITORIAL

 

En el vacío que la vida deja, bailan todos nuestros muertos. La noche devora las paredes y ya nada retiene su forma. Todo escapa cuando la oscuridad avanza, cuando es el miedo el que amanece. Lo cotidiano insiste con su mal gusto, persiste con su vuelta, en ese absurdo juego de la repetición. Me voy de pronto con las sombras que me invitan a existir en el olvido. Soy en la memoria de quienes ya no me recuerdan. Soy una evocación apócrifa de aquello que nunca hice, soy todas las palabras amontonadas en la cobardía del silencio. Soy todo en la nada. 



Desaparezco espantado en el deseo, y vuelo sobre el humo de todas las fantasías. No hay aquí ni ahora para una casa vacía, solo el atormentador eco de un murmullo incesante que conoce el final de todas las historias. La jaula se ha abierto y ya no hay pájaro que golpee contra sus barrotes. La libertad ya no es un destino. Duermo un sueño que ni siquiera es nada. Sueño el sueño del que duerme en una noche sin ninguna estrella. Soy la lágrima de una nostalgia repleta de palabras. Soy en el abismo, la ausencia de no ser aun siendo. La última broma del todo poderoso que se regocija en el sin sentido de su creación. En ese vacío bailan mis muertos, lejos de toda redención.

 

Lucas Itze.-

 

Canción elegida para la editorial

 


IMPRESIONES SOBRE LA ESCAFANDRA Y LA 

MARIPOSA

 


La imaginación es uno de nuestros más importantes tesoros. Gracias a ella hemos viajado a lugares inesperados, hemos resuelto problemas impensados y, porque no, se nos han enamorados las mujeres más bellas del mundo. Ella nos invita a desplegar nuestras alas y a volar donde nos dicte el corazón. Será nuestra máxima acompañante, vigiladora de sueños y creadora de esperanzas. Cuando somos niños es nuestra principal aliada, tanto que hasta creamos amigos invisibles para nuestros momentos de soledad. El que deja de usarla, el que deja de ser partícipe de tan hermoso juego, pierde. Y ahí ya la cosa se pone más dolorosa. Perder la imaginación, es casi un sinónimo de perder la fe, de perder la esperanza. Ésta es sin dudas nuestra peor de las pérdidas, el miedo a que sea arrebatada nos lleva al desencanto y el optimismo se va al tacho. Sin imaginación, sin fe, sin esperanza, nos transformamos en prisioneros de una vida que no vale la pena. Nos queda la muerte misma. Esa muerte que desea Jean Dominique Bauby, el protagonista de La escafandra y la mariposa de Julian Schnabel. Estamos ante una historia fuerte e impactante. La película retrata la vida del ex editor de la revista de moda francesa Elle, quien de repente, sufre un ACV que lo deja paralizado de pies a cabeza y en el cual sólo puede mover el parpado del ojo izquierdo, algo que en el mundo se conoce como el “síndrome de cautiverio”. 



La impactante actuación estará a cargo de Mathieu Amalric, que, con todas las condiciones dadas para hacerlo, nunca exagera ni un milímetro su papel. La adaptación del guion sobre la novela del mismo Bauby será Ronald Harwood, reconocido por obras como El Pianista y Oliver Twist de Polanski, entre otras. El film nos traerá recuerdos inmediatos de otros que hemos trabajado en este programa, como Mar adentro de Amenábar o, sobre todo, Johnny Got His Gun de Dalton Trumbo. El gran acierto del director será nunca caer en golpes bajos como pasaría en un melodrama vulgar y lacrimógeno a los que nos tienen acostumbrados en el circuito comercial. En contraparte, utilizará muy bien las dosis de humor negro en la voz del propio protagonista. El comienzo causará sorpresa y nos dejará con la intriga en los primeros minutos. Será la cámara subjetiva la protagonista principal. Desde ese enfoque, el director marcará su idea, su punto de vista y su forma de contar la historia. Esa cámara será siempre desde los ojos de alguien que no conoceremos hasta los 15 minutos de metraje. En ese tiempo, veremos médicos, doctoras y enfermeras que irán hablándole a la cámara e informándonos a todos lo que está sucediendo, incluso a Jean Do, el principal afectado. Escucharemos sus pensamientos en off y se transformará en nuestro narrador estrella. Luego, será la hora de recordar la vida que tenía antes y llegarán los raccontos para ir armando el rompecabezas. 



Luego de ese primer recuerdo, será hora de conocer la verdad. Y nuevamente Schnabel lo presentará a su manera. Mientras lo llevan en silla de ruedas por un pasillo, tanto nosotros como él veremos por primera vez su reflejo en un vidrio. Recién casi a los 40 minutos lo conoceremos por nuestros propios medios. La decisión estética no podía ser así de precisa sin la maravillosa fotografía de un genio como Janusz Kaminski, el habitual colaborador de Steven Spielberg, ni más ni menos. La magia del encuadre desde la mirada del protagonista y la utilización del fuera de campo de manera exquisita, nos adentra en ese mundo. La banda sonora y la música acompañarán de forma acorde y sin estridencias. El director nos envuelve con esa experiencia, lleno de planos cortados que nos hace sentir la falta de aire y la misma incomodidad que sufre el personaje. Es en ese encierro donde entendemos que quiera morir. Esa angustia del dejar de ser uno mismo. El pasará de ser un playboy a estar postrado y sólo poder comunicarse mediante parpadeos. Notaremos además una crítica moral y ética que parece pasar desapercibida. El enojo de su enfermera porque el quiera morir, el trabajo de suturar el párpado derecho sin la opinión del paciente pese a que podía expresarse o el llevarlo a la iglesia a tomar la comunión pese a estar en contra de sus principios, son ejemplos de cómo se puede manipular a alguien que no puede valerse por sus propios medios. 



Pero a medida que pasan los minutos, la semblanza irá cambiando. El volar con la imaginación volverá a ser nuevamente fundamental. Jean Do decidirá aferrarse a la esperanza y con la ayuda de una asistente, escribirá su historia. Reflexionará sobre sus triunfos y sus derrotas. También sobre las palabras, la comunicación o la literatura. Se imaginará los días soleados en las mejores playas con las mujeres de su vida, siempre siendo un playboy. A través de imágenes como glaciares cayendo o insectos entre flores sabremos sus sensaciones. El film nos hará pensar en cuán importante es nuestro cuerpo, en como cuidamos nuestra propia escafandra. Qué una vez encerrados ahí dentro no podremos escapar y seremos presos de nuestro propio destino. Pero entre tanto dolor, siempre habrá un atisbo de esperanza: el no renunciar nunca a volar con nuestra imaginación…

 

Marcelo De Nicola.-

 

Canción post impresiones

 


UNIVERSO SCHNABEL

 


Julian Schnabel nació en Nueva York el 26 de octubre de 1951. Luego de mudarse con su familia a Texas, se graduó en arte (Bachelor of Fine Arts, B.F.A.) en la Universidad de Houston, después de lo cual presentó una solicitud para entrar al programa independiente de estudios en el Museo Whitney de Arte Norteamericano en Nueva York. Luchando en el mundo del arte, Schnabel trabajó como cocinero y frecuentó el restaurante Max's Kansas City mientras trabajaba en su obra artística. En 1975, Schnabel presentó su primera exposición individual en el Museo de Arte Contemporáneo de Houston. Durante los años siguientes viajó con frecuencia a Europa, en donde quedó fuertemente impresionado con la obra de Antoni Gaudí, Cy Twombly y Joseph Beuys. Fue en su primera exhibición individual, en la Galería Mary Boone en 1979, donde Schnabel comenzaría a ser considerado, en verdad, como una nueva fuerza en el mundo del arte. Participó en la Bienal de Venecia en 1989, y para mediados de los ochenta ya se había convertido en una figura de importancia en el neoexpresionismo. Para cuando presentó su obra en una exposición conjunta organizada por Boone y Leo Castelli en 1981, ya era un artista en toda forma. Sus ahora célebres "plate paintings" ("cuadros en platos", elaborados en gran formato sobre platos de cerámica rotos) fueron recibidos con escepticismo por el mundo del arte. La reputación que obtuvo gracias a sus declaraciones escandalosas acerca de su importancia en el mundo del arte ("Soy lo más cercano a Picasso que podrán ver en esta pinche vida") generó desprecio tanto entre sus colegas como en el público general. Más allá de toda duda, sin embargo, quedó la energía y vivacidad que Schnabel produjo en el mundo del arte. 



Usando escenografías del teatro kabuki, terciopelo y animales escondidos, el estilo intenso y confrontativo de Schnabel recordó la energía y atrevimiento del propio Picasso y de Jackson Pollock. Su obra forma parte de las colecciones de varios museos en todo el mundo, incluyendo el Metropolitan Museum of Art; Museum of Modern Art; El Whitney Museum of American Art; El Museum of Contemporary Art (MOCA), Los Angeles; El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia de Madrid o el Centre Georges Pompidou en París. Insiste en que es un pintor ante todo, aunque es más conocido por sus películas: “La pintura es, para mí, como la respiración. Es lo que hago todo el tiempo. Todos los días hago arte, ya sea pintando, escribiendo o dirigiendo una película”. En cuanto al cine, como no podía ser de otra manera, su debut se produjo con una biopic sobre un artista, hablamos de Basquiat, con Jeffrey Wright en la piel del pintor y un combo de artistas de la talla de David Bowie, Dennis Hopper, Benicio del Toro, Gary Oldman Courtney Love, Christopher Walken o Willem Dafoe, entre otros. El film fue recibido con críticas dispares pero su nombre se instalaba en el mundo del cine. 



Cuatro años después, en el año 2000, vuelve al biopic, esta vez con la vida del escritor cubano Reynaldo Arenas en Antes que anochezca, basada en la autobiografía del artista que se tuvo que exiliar por su condición homosexual. Fue el primer papel de Javier Bardem en Estados Unidos y logró una nominación al Oscar. En 2007, además de filmar La escafandra y la mariposa, dirige el documental Lou Reed Berlín, sobre los conciertos del músico basados en su disco más importante. En 2010 dirige Miral, ambientada tras la guerra árabe-israelí que acabó con la proclamación del Estado de Israel (1948), donde una mujer intenta abrir un orfanato en Jerusalén. Por último, llegó en 2018 Van Gogh en la puerta de la eternidad, donde Willem Dafoe interpreta al pintor holandés cuando se muda a Francia y conoce otros artistas como Paul Gauguin y pinta las obras maestras más importantes de su carrera.

 

FICHA TÉCNICA

 

Título original: Le scaphandre et le papillon (Diving Bell and the Butterfly)

Año: 2007

Duración: 112 min.

País: Francia

Dirección: Julian Schnabel

Guion: Ronald Harwood. Libro: Jean-Dominique Bauby

Música: Paul Cantelon

Fotografía: Janusz Kaminski

Reparto: Mathieu Amalric, Emmanuelle Seigner, Marie-Josée Croze, Anne Consigny, Patrick Chesnais, Niels Arestrup, Olatz Lopez Garmendia, Max von Sydow

 

PELÍCULA COMPLETA

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