miércoles, 11 de mayo de 2022

LOCAS MARGARITAS (SEDMIKRÁSKY) DE VERA CHYTILOVÁ

PROGRAMA 367 (06-05-2022)

 

SINOPSIS

 

Dos chicas jóvenes concluyen, mientras toman el sol en bikini, que "si en este mundo todo está corrompido, estaremos corrompidas nosotras también". Así se activa el mecanismo que pone en marcha la película: una tras otra, se irán produciendo escenas inconexas en las cuáles las dos protagonistas juegan a ser malas con su entorno. Engañan a hombres maduros para comer gratuitamente, escriben y dibujan en las paredes de su casa, improvisan un baile en un cabaret para boicotear el número que está en escena, engullen y despedazan los manjares de un banquete preparado para otros. Una película que rompe toda linealidad narrativa empleando la técnica del collage, tanto a nivel visual como auditivo. (FILMAFFINITY)

 

EDITORIAL

 

Venimos a este mundo con todo ideado. Cualquier atisbo de revolución intentará ser destruida. Romper con lo establecido o saltearse las normas, será en definitiva, una patada en el culo a ciertos sectores. “Estamos aquí para desaprender las enseñanzas de la iglesia, del estado y de nuestro sistema educativo. Estamos aquí para beber cerveza. Estamos aquí para matar en la guerra” vomitaba nuestro amado Charles Bukowski desde su vieja máquina de escribir. Siempre con su razón a cuestas. Será ahí donde nos sentiremos más cómodos. Poniendo en duda todo. Pegando volantazos de un lado a otro. Seremos acusados de locos y a ellos les diremos, parafraseando a Charles, que vida verdaderamente horrible deben tener... 



Si nosotros somos los locos, que quedará para los cuerdos que hacen las guerras... Para ellos, déjennos con nuestra locura toda la vida. Sigamos pintando paredes y transformarnos en almas libres divagando por la ciudad. Que esas flores crezcan para cambiar el pasado. El arte es una buena manera para romper con todo. Y habrá que ver quien resistirá cuando éste ataque, como diría Luis Alberto. Alcemos las manos con nuestros pañuelos en alto. Cortemos los vestidos para que se rasguen las vestiduras. Pisoteemos el banquete con nuestras botas llenas de barro. Y riámonos sin concesiones. Escribamos nuestra propia constitución, para que al fin y al cabo, veamos como crecen aquellas locas margaritas.

                                               

Marcelo De Nicola.-

 

Canción post editorial

 


IMPRESIONES SOBRE LOCAS MARGARITAS


 

Alguna vez en este mismo espacio reparamos sobre aquel pensamiento de Federico que se refería a la verdad definiéndola como un ejército de metáforas en permanente estado de combate. La verdad entonces es un triunfo, y ese triunfo es siempre político. Sobre un mismo campo de batalla habrá un vencedor y un vencido, lo verdadero y lo falso será una convención estipulada, demarcada y ordenada por el poder. Aquella pelea por el sentido será sostenida a través de un lenguaje que organizara los medios para comunicar lo real. Queridos oyentes, se les comunica que a partir de este momento la permanencia del sentido ante lo real queda bajo exclusiva responsabilidad del poder triunfante. Allí estará la farsa escrita sobre la que se montará esta obra llamada existencia. Allí lo absurdo forzará su sentido, allí habrá pacto, valoraciones y morales. Allí nos enseñaran a mirar, a pensar y hasta a rebelarnos. Allí escribiremos nuestra historia, criaremos a nuestros hijos y ahí también estarán definidos nuestros márgenes. Así como Platón argumentaba que salir de la cueva era entrar en otra cueva, en ese mismo sentido podemos decir que el exterior del poder es también el poder. El afuera también es el adentro. Lo malo, lo falso, es sostenido desde un equilibrio delicadamente diseñado por el bien triunfante. El bien necesita oponerse por esencia y para reafirmarse, es por eso que jamás vence definitivamente al mal. Si lo hiciera sería el final de toda ética. La significación entonces de lo real, de lo verdadero es política y sostenida desde la palabra. Aquella palabra resultante de un triunfo político es entonces, el poder real. Como nada existe fuera del texto, podemos concluir que el poder instala lo real, lo ordena, lo significa, lo limita y por lo tanto, produce individuos. Se inscribe en nuestros cuerpos, interviniéndolos y operándolos. Normalizándolos, o sea, imprimiéndoles una norma. De este modo podemos entender que la libertad no es libre. 



La libertad es el resultado de una construcción producida por el propio poder establecido, el cual imprime, admite e impide sus determinadas formas y relaciones. El amigo Gilles Deleuze escribió en el año 1990 un texto lúcido e incisivo llamado Post Scriptum: sobre la Sociedades de control. En él, el autor distingue al poder operando de tres maneras diferentes dentro de la historia de la humanidad. Estas tres etapas, dirá el filósofo, generan tres tipos diferentes de organizaciones respecto a la sociedad. Distinguirá así a la Sociedad de Soberanía, cuyo objetivo es intervenir sobre la producción por ejemplo desde el cobro de impuestos, trabajar sobre las leyes y las prohibiciones, decidir la muerte más que administrar la vida. Nombrará luego a la Sociedad disciplinaria, la cual produce individuos y administra el espacio tiempo con el objetivo de optimizar la producción. Aquí el poder operará como un molde que actuará sobre el sujeto normalizándolo. La fábrica hará del individuo un cuerpo, una masa susceptible de ser vigilada y guiada. El concepto del todos y cada uno, la masa y a su vez la individualización de sus partes. Finalmente hablará de la Sociedad de control marcando la diferencia al argumentar que si la fábrica era el cuerpo, entonces el alma es la empresa. La fábrica operará con la masa, la empresa con rivalidades entre los individuos a modo de competencia. Agregará también que atraviesa al individuo dividiéndolo interiormente, generando competitividad no solo con el otro sino también consigo mismo. Se impone de esta manera una modulación del salario a través de premios e incentivos. 



El sujeto, en este tipo de organización, ya no será solamente concebido como individuo / masa sino como dividual, divisible y la masa no como cuerpo sino como indicadores, mercado, paquete de clientes, conjunto de información, big data. El instrumento de control social entonces será el marketing. Estas tres formas de ejercicio del poder, de operación sobre las sociedades, no se cancelarán, sino que fluctuarán, se disfrazarán y se pensarán de modos distintos y variantes sin la necesidad de eliminarse entre sí. El film Las pervertidas, también llamado las Locas Margaritas, de la directora Vera Chytilová es claramente una película sobre el poder. El desarrollo de su trama manejará como pseudo premisa tácita el entramado del poder sobre los cuerpos, las realidades y la normalidad dentro de una sociedad en transición. La estructura narrativa romperá su linealidad generando situaciones inconexas, no espacios creados a través del uso de la técnica de collage de texturas diferentes. Habrá un trabajo delicado sobre el sonido que ayudará a resignificar la metáfora generada por la imagen. El metraje se centrará en la exposición de un concepto más que en el desarrollo dosificado de un relato dispuesto a narrar una historia. Aun así, descubriremos un conflicto que crecerá a saltos lo cual no afectará al devenir narrativo gracias al marco creado desde su planteo estético. La fotografía trabajará la simetría, los opuestos, la fotogenia de los cuerpos. Habrá una intencionalidad clara en la utilización del movimiento interno del cuadro trabajado a través de los planos fijos. 



Las actuaciones tendrán ciertas características propias del teatro del absurdo ya que encontraremos elementos repetitivos e inconexos, se trabajará temas como la soledad, la falta de comunicación y la desolación. Ciertas acciones carecerán de sentido evidente y no serán el resultado lógico de una reacción frente a un estímulo particular. Se evidenciará durante el desarrollo de toda la cinta el choque de dos modelos opuestos e incongruentes. Aparecerá lo nuevo y lo inocente representado por la juventud siendo corrompida por un estado antiguo y conservador. Veremos al individuo siendo dividido en sí mismo generando dos personajes distintos con el mismo nombre, invisibilidades a través de la masa. La vanguardia luchando por una ruptura crítica sobre los cimientos mismos de una sociedad adormecida por el sometimiento a unos valores en decadencia. Ese será el concepto. Hace algunos años Carlos Solari en el marco de tal vez la única conferencia de prensa dada en su vida, dijo lo siguiente: Nos preguntan por qué no damos reportajes… lo que sucede es que los que integramos esta banda ya tenemos la edad suficiente para entender que en vez de bajarles línea a los chicos hay que escucharlos porque en sus nervios hay mucha más información del futuro que la que tipos de nuestra edad pueden tener para aconsejarlos. Esa será la metáfora.         

 

Lucas Itze.-

 

Canción post impresiones

 


UNIVERSO CHYTILOVÁ


 

Chytilová nació en Ostrava, Checoslovaquia , el 2 de febrero de 1929. Tuvo una estricta educación católica , lo que luego influiría en muchas de las cuestiones morales que presenta en sus películas. Mientras asistía a la universidad, Chytilová inicialmente estudió filosofía y arquitectura pero luego abandonaría ambas carreras. Más adelante trabajó como dibujante, modelo de moda y retocadora de fotografías. Interesada por el cine, entró a los veinticuatro años en los estudios Barrandov, y allí trabajó como claquetera, script girl, ayudante de dirección y asistente de rodaje. En 1957 entró en la facultad cinematográfica de Praga, la renombrada FAMU. En 1961 debutó como realizadora con El techo, un mediometraje con elementos autobiográficos, y un año después hizo otro mediometraje, Una bolsa de pulgas, sobre muchachas en una fábrica textil. En 1963 debutó en el largo con Hablando de otra cosa, que entrelazaba la peripecia de dos mujeres (una campeona de gimnasia artística y una burguesa con problemas en su matrimonio) mediante un estilo que podía compararse con el documental por su aproximación a las conductas femeninas, y del que se desprenden acentos de frustración y desencanto. 



Ese film fue uno de los primeros ejemplos representativos del cine de la Primavera de Praga, un intento de renovación artística enmarcado en el contexto de las reformas aperturistas en el plano político encabezadas por Aleksander Dubcek. Como en otros países no solamente socialistas, a comienzos de los años sesenta una nueva generación de cineastas comenzó a hacer oír una voz que implicaba varias rupturas con el pasado inmediato. La experiencia de la guerra, decisiva en el cine de la generación anterior, resulta mucho más lejana para estos cineastas jóvenes formados bajo el socialismo, y que comienzan a dirigir su interés sobre el entorno inmediato y no sobre lo que ocurrió veinte años antes. Chytilová se empieza a hacer conocida por su película Locas margaritas de 1966, que en su momento, fue muy controvertida. El film es conocido por sus personajes antipáticos, la falta de una narrativa continua y un estilo visual abrupto. Chytilová afirma que estructuró Locas margaritas para "restringir el sentimiento de participación [del espectador] y llevarlo a la comprensión de la idea o filosofía subyacente". La película fue prohibida en Checoslovaquia desde su estreno inicial en 1966 hasta 1967 debido a sus representaciones e imágenes de desperdicio de alimentos, pero en 1966 la película ganó el Gran Premio en el Festival de Cine de Bérgamo en Italia. La película cimentó la carrera de Chytilová tanto a nivel nacional como internacional. Luego, el gobierno hizo que a Chytilová le resultara muy difícil encontrar trabajo en Checoslovaquia, aunque nunca fue clasificada oficialmente como directora de la 'lista negra'. Su próxima película fue Fruit of Paradise en 1969, fue la última antes de la invasión de la Unión Soviética de 1968. 



Después de la invasión a Chytilová le resultó prácticamente imposible encontrar trabajo y recurrió a la dirección de comerciales bajo el nombre de su esposo, Jaroslav Kučera. En 1976, debido a la baja asistencia al cine, el gobierno se acercó a Chytilová para que comenzara a dirigir películas a través de una de las productoras estatales, Short Film Studios . Al mismo tiempo, Estados Unidos estaba organizando un Festival de Cine del 'Año de la Mujer' y se puso en contacto con Chytilová para obtener permiso para proyectar Locas Margaritas como su película de apertura. Chytilová informó al festival que las únicas copias no censuradas de la película se podían encontrar en París y Bruselas. También informó al festival que su gobierno no le permitiría asistir al festival, ni le permitirían dirigir películas. Luego, el festival comenzó a ejercer presión internacional sobre el gobierno checoslovaco al presentar una petición en nombre de Chytilová. De acuerdo con esta presión internacional, Chytilová escribió una carta directamente al presidente Gustáv Husák detallando su carrera y sus creencias personales en el socialismo. Debido al éxito de la presión internacional y al llamamiento personal de Chytilová al presidente Husak, Chytilová comenzó la producción de El juego de la manzana de 1976. Que luego se completó y se proyectó en el Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary , y ganó el Silver Hugo y el Festival Internacional de Cine de Chicago. Después del lanzamiento de El juego de la manzana, a Chytilová se le permitió continuar haciendo películas, pero el gobierno checoslovaco se enfrentó continuamente a controversias y una fuerte censura. 



Luego llegaron La calamidad (1979), Panelstory (1980) o El tardío amanecer de un fauno (1985), en los que había, sin embargo, márgenes cuestionadores y críticos considerables. En los ´80 llegaron film como Agujero de lobo, El bufón y la reina y Aquí un casco, allí una pezuña. En los ´90 filmó Mi gente de Praga me conoce, Herencia y Trampa, trampa, trampas. Sobre el final de su vida siguió filmando y en el nuevo siglo llegaron Despegue y caída, Expulsión del paraíso, Troya a través de los tiempos, La búsqueda de Ester, y su último film llamado Garantía de momentos placenteros. Falleció el 12 de marzo de 2014 a los 85 años, con un legado enorme. Chytilová se describió a sí misma como una fanática del control y "una tetera sobrecalentada que no puedes rechazar". La actitud "sobrecalentada" de Chytilová le dificultó conseguir trabajo dentro de la industria cinematográfica controlada por la Unión Soviética. Era conocida por criticar activamente a la Unión Soviética, afirmando que “Mi crítica está en el contexto de los principios morales que predicas, ¿no es así? Es necesaria una reflexión crítica”. Rutinariamente causaba estragos y "escenas histéricas" para intentar hacer películas que fueran leales a su visión, independientemente de la fuerte censura que se imponía de forma rutinaria.

 

FICHA TÉCNICA

 

Título original: Sedmikrásky (Daisies)

Año: 1966

Duración: 74 min.

País: Checoslovaquia

Dirección: Vera Chytilová

Guión: Vera Chytilová, Ester Krumbachová. Historia: Vera Chytilová, Pavel Jurácek

Música: Jirí Slitr, Jirí Sust

Fotografía: Jaroslav Kučera

Reparto: Jitka Cerhová, Ivana Karbanová, Marie Cesková, Julius Albert, Marcela Brezinová, Jan Klusák, Jirina Myskova

 

PELÍCULA COMPLETA

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