domingo, 17 de enero de 2021

NAUFRAGO EN LA LUNA - KIMSSI PYORYUGI

PROGRAMA 311 (18-12-2020)

 

SINOPSIS

 

La historia comienza cuando un ejecutivo se lanza al río Han para suicidarse... e inesperadamente despierta en una isla desierta en medio del río, donde vive apartado de la civilización. Una joven, recluida en su habitación durante años, lo observa de lejos... (FILMAFFINITY)

 

EDITORIAL

 

Jugar a ser Dios con la fragilidad de tu mirada. Domesticar tus ambiciones para obtener de esa forma el aliento más salvaje de todos tus gritos. Encarcelar tu animal en oscuras celdas de palabras escritas por nadie. El texto es el tiempo que sucede, es la crueldad del emblema. Ya no veras más la luna arrojado sobre las hierbas ni sabrás los secretos que susurran las estrellas. El plan baila frenético sobre cada una de las fibras nerviosas de tu cuerpo. Se oculta expectante bajo la opiante sombra del azar y la suerte. Esta allí desnudando tus decisiones, hablándote, pensándote, tirando los dados sobre el paño verde de tus actos. El alma disciplina. El alma como herramienta política que modifica al cuerpo, lo moraliza. El alma, perverso calabozo del cuerpo. La noche inminente cae soberbia y pesada sobre la soledad de tu mundo. ¿Dónde están las puertas en este laberinto? ¿Sobre que almohada descansa el sueño prometido? 


Yo solo buscaba un jardín, no fue otra la razón por la que salte dentro de aquella madriguera repleta de ecos extraños, distantes y deformes. Yo solo buscaba un jardín. Y hoy son cada vez menos los puños en alto que como antorchas iluminan nuestro camino. Dios es cómplice y el traidor debe morir. Pero cuidado, aquella muerte es también la muerte del hombre, del hombre tal como lo conocemos. De ese animal enajenado, de esa bestia encadenada apartada para siempre de su jauría. Ya tus manos no son tus manos, ya tus manos son de otro porque el deseo tampoco es tuyo. El deseo. La astucia del plan no lo dejará morir nunca, le dará un lugar allí a lo lejos. Cerca como para verlo y sentirlo, pero lejos como para alcanzarlo jamás. Abonará aquel jardín con esperanza, esa memoria del futuro, aquel truco siniestro que garabatea la mano gélida de la frustración. La esperanza, que nos hará seguir intentándolo aun sabiendo que aquello que buscamos está construido del mismo material del que están hechos los sueños. La esperanza, aquella  feroz condena a ser otro naufrago en la luna.              

 

Lucas Itze.-

 

Canción elegida para la editorial

 


IMPRESIONES SOBRE NÁUFRAGO EN LA LUNA


 

Agarrá el celular. Empezá a bucear entre los contactos y fijate cuantos grupos de WhatsApp tenes... Tomá un papel, armate una lista de todas las personas con la cual chateas a menudo en esos grupos. Ahora de ese número, pensá a cuantas personas viste cara a cara en estos últimos años, incluso antes de la pandemia... Quizás la respuesta te sorprenda... Estamos en la era de un mundo virtual pero en el que estamos más solos que nunca. Somos náufragos en medio de una ciudad alienada pero a la vez desierta, donde todos nos sentimos vacíos y frágiles. Somos nuestra propia isla intentando escapar de la locura. Las metrópolis tienen esa doble vida. Y las personas pasan a ser descartables, casi un número, como los que te tatuaban en ciertos campos de concentración. Y las deudas se multiplican hasta que solo la muerte sea la única capaz de pagar esos montos. Y la muerte, justamente, era lo único que lo aliviaba (o así intuía) a Kim Seung-geun, el protagonista de Náufrago en la luna, film del surcoreano Lee Hae-jun. Este comienza con una conversación telefónica para luego conocer al protagonista quien en un primerísimo primer plano contesta: “ahora ya no me quedan deudas”. Cuando el plano se abra, veremos a un hombre en un puente, preparado para saltar al río Han, que yace abajo pero con todo el temor a cuestas. El plano cambiará y lo veremos de espaldas del otro lado de la autopista. Un micro pasará y cuando la imagen quede limpia, el hombre ya no estará, mientras un estruendo de agua se escucha de fondo. 

Sabremos luego que estamos en la Isla de Kim, casualmente, y que el hombre no cumplió su cometido. Ahora está en una isla desierta en el medio de la gran ciudad de Seúl. Y tendrá que sobrevivir. El director nos llevará por un guión lineal. Pasará del drama a la comedia y viceversa con una facilidad envidiable. Se apoyará en la construcción de los personajes y la calidad interpretativa de los protagonistas, que serán el puntal de la película. Utilizará la música de Kim Hong-jip de un modo que por momentos nos adentraremos en esa historia sin querer salir de ese pedazo de tierra... o de una minúscula habitación. Ni hablar de esa banda sonora que, sin ser estridente, nos lleva hacia allá gracias a la música más perfecta que se pueda oír: el ruido de los árboles, las olas y el sonido de los pájaros sintiendo esa libertad. La fotografía será otro eje fundamental. Se conjugará entre la luz natural con esas mezclas de colores fríos de la vestimenta del personaje con otros cálidos de la naturaleza misma pero a su vez nos inundará de luces tenues y oscuridad en la habitación de la otra protagonista, de quien ya hablaremos más adelante. No habrá tampoco economía de planos. Se servirá de planos generales para mostrar la inmensidad de la isla frente a la soledad del personaje. Utilizará también primeros planos o planos detalles para enfocarse en eso que el director quiere mostrar. La cámara será un testigo de ese cambio, por momentos lo seguirá y dará giros de 180 grados alrededor de Kim, como en los primeros minutos donde se encuentra solo en la isla. Una vez allí Kim se desesperará. Al fin de cuentas, ese intento de suicidio no pareció ser tan determinante. 


Al comienzo intentará por todos los medios tratar de escapar y pedir ayuda pero con el paso del tiempo abrazará la magia de la naturaleza y entenderá que tiene una libertad que nunca había tenido. No habrá deudas, las tarjetas de crédito serán solo un mero plástico inservible y empezará a vivir gracias a la pesca y a la agricultura. No tendrá a la pelota llamada Wilson, pero en una referencia al Náufrago de la dupla Tom Hanks/Robert Zemeckis, tendrá a su propio compañero, un espantapájaros con una lata como cabeza, con quien dialogará en inglés, en otra clara muestra del capitalismo reinante. Latas, papeles y basura por doquier veremos en esa pequeña costa pero son también los que adornan la habitación de una joven que como no podía ser de otra manera, también se llama Kim (Jung-yeon en este caso) quien hace de su dormitorio su propia isla. El guión entonces nos lleva a la historia de esta joven mujer que padece el hikikomori, situación en que una persona no sale de su habitación. Será ella, alguien que se hace pasar por otras personas en las redes y cuyo escape es mirar y fotografiar la luna el día que la ciudad descansa, la única persona que de cuenta de la existencia del extraterrestre de la isla, como ella lo llama. Será a partir de ahí que se unirán las historias de estos dos personajes tridimensionales y que de la mano llevarán la curva dramática del film, con pasos de comedia incluidos. 

Ella como un Dios omnipresente que sigue todos sus movimientos. Un Dios errante y pecador como decía Galeano de nuestro Dios en la tierra. Mediante algo un poco inverosímil pero también aplicado a la fábula con la que está hecho el relato, los protagonistas se comunicarán mediante mensajes en una botella o escritos en la arena, según el caso. Serán cada uno en su mundo, seres alienados y solitarios, cansados de la explotación y el mundo capitalista donde los perdedores son tratados como basura lo que los una. Quizás la evolución consista en volvernos cada vez más sabrosos dice él mientras está comiendo algo que cazó, quizás sabiéndose la próxima víctima. El aburrimiento perfecto también es algo que hace referencia y se nos viene a la cabeza las horas eternas, encerrados durante este año que parece no tener fin. La muerte es la ausencia de la esperanza, por eso aparece como uno de los últimos bastiones. Cuando nos las quiten, ya no habrá pelea por la que luchar. Por eso el rechazo de él al plato de fideos de enviados por ella. No por que no quiera, sino porque quiere el suyo por lo que tanto luchó. Y ahí es ella la que decide salir al sol y ver nuevamente ese mundo podrido pero con un poco más de esperanza. Alejándose de una vez por todas de la virtualidad, como debiéramos hacer nosotros, para salir a encontrarnos y no esperar que llegue otro mensaje en una botella.

               

Marcelo De Nicola.-

 

Canción post impresiones

 


UNIVERSO LEE HAE-JUN


 

Lee Hae-jun nació en Seúl el 18 de agosto de 1973. Estudió publicidad en la Universidad de las Artes de Seúl y pronto empezó a hacerse conocido por escribir guiones para la industria cinematográfica coreana. Entre ellos se encontraban el mediometraje sobre vampiros titulado Coming Out y luego le siguieron algunas como Conduct Zero, Au Revoir UFO o Antartic Journal (co-escrita con Bong Joon-ho). Su debut detrás de las cámaras se dio con la interesante Cheonhajangsa Madonna, o más conocida como Like a Virgin, la historia de un hombre con sobrepeso que sueña con ser como Madonna. Para ello, se inscribe en un torneo de lucha libre que ofrece una buena recompensa y con eso, hacerse el cambio de sexo. 

Luego en 2009 llegó Náufrago en la Luna, donde ganó reconocimiento en varias partes del mundo. A pesar de eso, sus films no tenían mucha recaudación en taquilla, en ese entonces el director comentó: “Me di cuenta de que, como director de cine comercial, no puedo simplemente hacer la película que quiero hacer... en cambio, tengo que considerar a la audiencia. Tenía que entender el hecho de que mis intereses no siempre coincide con el de la audiencia, y también existía la presión de obtener un retorno de la inversión en mi película”. La tercera película que estrena es Mi dictador, ambientada en los ´70 donde se hace la primera cumbre entre las dos Coreas en Corea del Sur y cuenta la historia de un actor que realiza papeles menores y que es contratado para interpretar al doble del dictador norcoreano. Su último film salió en 2019 bajo el nombre de Ashfalla y co-dirigido con Kim Byung-seo que narra la historia de un capitán de equipo de fuerzas especiales durante un terremoto en las dos Coreas mientras su mujer embarazada queda sola en Seúl intentando sobrevivir al desastre.

 

FICHA TÉCNICA

 

Título original: Kimssi pyoryugi (Kim's Island)

Año: 2009

Duración: 116 min.

País: Corea del Sur

Dirección: Lee Hey-jun

Guion: Lee Hey-jun

Música: Kim Hong-jip

Fotografía: Kim Byung-seo

Reparto: Jung Jae-young, Jeong Ryeo-won, Yang Mi-kyeong, Park Yeong-seo, Min-Heui Hong, Jang So-yeon, Gyo-Hwan Koo, Jeong-Won Lee

 

PELÍCULA COMPLETA

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