SINOPSIS
Harry (Jared Leto) y su madre (Ellen Burstyn) tienen
sueños muy distintos: ella está permanentemente a dieta esperando el día en que
pueda participar en su concurso televisivo preferido; la ambición de Harry y su
novia Marion (Jennifer Connelly) es hacerse ricos vendiendo droga y utilizar
las ganancias para abrir un negocio propio, pero nunca tienen el dinero
suficiente para ello. A pesar de todo, Harry y Marion no se resignan y harán lo
inimaginable para conseguir la vida que anhelan. (FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Te quieren vacío para poder llenarte a su antojo,
derrotado para conformarte, humillado para que no vuelvas a intentarlo, con
tristeza para que salgas a contagiarla, decepcionado para no soñar más, callado
para que no te des cuenta, ignorante para que solo sepas odiar. Y cuando logren
su cometido ahí te van a tener amando los romances de gente entrenada para ser
hermosa, gente hermosa que comparte fotos hermosas, fotos que te hacen anotarte
en el gimnasio cada septiembre pero en diciembre luego de haberte sentido un
hámster en la ruedita te das cuenta que hay humedad en cada pared de tu casa y
esa foto que tanto buscas no será posible. Y que el mar que podrás visitar
eventualmente por un par de días no tendrá el color azul sino que será un
marrón aburrido, ordinario y allí tampoco vas a encontrar tu fotito perfecta.
Cuando logren su cometido tendrás en tu biblioteca libros de auto-ayuda
apilados porque todo lo que hayas intentado sólo será producto del barro con el
que construiste tus deseos y dejaste llenar aquel vacío de aceptar la derrota y
el abandono.
Cuando logren su cometido estarás desabrochándote, con gran
esfuerzo, el botón del pantalón con una mano y con la otra con el teléfono
anotándote en programas de preguntas y respuestas que te hacen creer una
persona culta por saber contestar pelotudeces que te estuvieron repitiendo
infinitamente desde que aprendiste a prender la televisión. Cuando logren su
cometido sentirás la dicha que tuviste en la vida y veras que tu esfuerzo brindó
sus frutos porque estas bajo un techo, tapado con un acolchado y afuera llueve,
hace frio y la notera del informativo central te muestra como una familia que
quedó en la calle camina 50 kilómetros por día juntando la basura que vos
tiras, se turnan para comer, para vacunarse, y para dormir. Y cada canal, cada
página de diario, de revista, cada puta publicidad se encargará de romantizar
aquella atrocidad. Cuando logren su cometido, con suerte, te estará chorreando
la nariz mientras paseas los pocos billetes que tenes por pasillos estrechos
buscando esa sustancia que te ayuda a evadir el cagazo que te da la vida.
Cuando logren su cometido, no vas a hablar, vas a ser hablado y solamente serás
capaz de repetir sin cansarte, máximas que solo sirven para convencerte a vos
mismo. Cuando logren su cometido, estarás ahí, sólo, vacío por dentro, a
oscuras, metiendo tu odio en un sobre, en una caja de cartón.
Alan Beneitez.-
Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES
SOBRE RÉQUIEM POR UN SUEÑO
Milan Kundera, en su
novela La lentitud dice: “el nivel de velocidad es directamente
proporcional a la intensidad del olvido”. Para caracterizar el mundo que
vivimos, Deleuze habla del paso de
sociedades disciplinarias a sociedades de control. Estas condiciones culturales
han sido descritas también por Zygmunt
Bauman como una modernidad líquida, y es que la desesperante falta de
asideros a la que queda librado el sujeto produce un debilitamiento, un
empobrecimiento de los recursos simbólicos con los que cuenta para enfrentar la
realidad y para establecer lazos sociales. Cuando los mercados toman ese lugar,
la función de soporte recae en el consumidor. Lo que caracteriza a las
adicciones es la desesperada búsqueda de una fuga. Las campañas publicitarias
repiten una y otra vez esta promesa de goce sin límites. El tiempo de la moda
es el tiempo del instante, es un tiempo fragmentario, discontinuo, vertiginoso.
El consumidor está condenado a una búsqueda perpetua.
Pero además, la lógica
del consumo, con su promesa de completud, impide que el sujeto se reconozca
insatisfecho. Se va instaurando silenciosamente una desconexión radical con
todo y es claro que ese movimiento implica huir de nosotros mismos. La promesa
que moviliza al consumidor es la de una satisfacción absoluta, así que se puede
todo menos reconocer que tal estado es en realidad inalcanzable. Cuesta pasar
unos minutos a solas, en silencio, para saber que no hay objeto que pueda
colmar el vacío que nos habita. Pascal
advertía que nada resulta más desesperante para el hombre que la tranquila
soledad, pues le revela la nada en el núcleo de su ser. El asunto es que mirar
de frente ese vacío, esa nada, es doloroso, o para ser más preciso, es
angustiante. La angustia es una experiencia central de lo humano, y es
precisamente aquí donde se articulan el consumo como práctica y la adicción
como subjetividad instituida.
Quien mejor refleja este estado de insatisfacción
en el ser deseante es el director Darren
Aronofsky en su película “Réquiem
para un sueño” con guión de Hubert
Selby Jr. adaptado para este film de su novela homónima. Caben destacar las
actuaciones de Ellen Burstyn, Jared Leto y Jennifer Connelly. Tomando aquella idea de Kundera acerca de la velocidad y el olvido, Aronofsky plasma con certeza el uso de las cámaras y la utilización
del montaje dividiendo la pantalla en tres partes causando así un efecto en la
aceleración de la narración. Son cuatro historias encadenadas por el vacío
emocional donde cada personaje se pierde en las adicciones y donde cada evento
es más dramático que el anterior. La palabra réquiem significa “música para difuntos” y guarda
intrínseca relación con este film, los personajes canalizan el sufrimiento de
sus vidas, el dolor y fracaso en sus proyectos y sueños consumiendo drogas
adictivas hasta destruirse. Y también la palabra sueño encaja perfecto aquí,
porque como decía Miguel Cervantes “El sueño es el alivio de las miserias para
los que las sufren despiertos”.
Marina Rossetto.-
Canción post impresiones
UNIVERSO
ARONOFSKY
Nacido
en Nueva York el 12 de febrero de 1969, Darren Aronofsky arrancó con
pequeños cortos de su época de estudiante, como Fortune Cookie en
1991 y No Time en 1994.
Su primer largo llegó en el año 1998 y le costó sólo 60000 dólares filmarlo: Pi, que cuenta la historia de un matemático que está a punto de descubrir la decodificación del sistema numérico que rige el aparente caos del mercado bursátil. Pero primero ha de encontrar el valor del número PI... Pero Wall Street y una secta no están tan de acuerdo con el trabajo…
Su primer largo llegó en el año 1998 y le costó sólo 60000 dólares filmarlo: Pi, que cuenta la historia de un matemático que está a punto de descubrir la decodificación del sistema numérico que rige el aparente caos del mercado bursátil. Pero primero ha de encontrar el valor del número PI... Pero Wall Street y una secta no están tan de acuerdo con el trabajo…
Su sorprendente aparición lo llevó a ganar el premio a
mejor director en el Festival De Sundance, el festival de cine
independiente más importante del mundo (creado por Robert Redford en 1983).
Dos años después llegó Réquiem por un sueño,
la historia de unos jóvenes que lo único que quieren es hacerse ricos a costa
de vender drogas. El film se convirtió para los críticos en una de las mejores
cintas del año, y al día de hoy, ya es considerado una película de culto.
Además la película se hizo con numerosos premios, entre ellos la Espiga de
Oro del Festival de Valladolid.
Tardó seis en volver al ruedo, y en 2006 llegó, The
Fountain (La fuente de la vida), donde se mete en el género de la
ciencia ficción para contar la historia de un hombre que viaja al pasado y al
futuro, en busca de encontrar el árbol de la vida, cuya savia permitirá salvar
a su mujer, enferma de cáncer. A pesar de sus malas críticas, fue nominada
a León de Oro en el importante Festival de Venecia.
En 2008 filma The Wrestler, la historia de un
peleador de lucha libre que vuelve para recobrar la fama que ha tenido hace más
de 20 años. Esta película devolvió a Mickey Rourke al
estrellato después de varios años de ostracismo, incluso postulando al Oscar.
La película se llevó el León de Oro en Venecia y fue
considerada una de las 10 mejores películas del año por el American
Film Institute.
Su siguiente trabajo, El cisne negro, se estrenó en Estados Unidos el 1 de
diciembre de 2010. La película, considerada un thriller psicológico, cuenta con
la participación como protagonista de Natalie Portman (papel
que le valió un Oscar como Mejor Actriz) en el
papel de Nina, bailarina de ballet de una compañía de ballet de Nueva York. La
habilidad de Aronofsky logra captar en el film todo el perfil obsesivo y
exigente que ronda el mundo de la danza como disciplina, y consigue atrapar al
espectador.
En 2014 llega su primer super producción: Noé,
y la historia bíblica de cómo este hombre salva al mundo del diluvio universal.
Con Russell Crowe, Jennifer Connelly y Anthony Hopkins.
Tres años más tarde estrena Mother! con
críticas diversas pero con bastante nominaciones, pero esta vez, para los premios
a lo peor del año.
FICHA TÉCNICA
Título original: Requiem for a Dream
Año: 2000
Duración: 102 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Darren Aronofsky
Guion: Darren Aronofsky, Hubert Selby Jr. (Novela: Hubert
Selby Jr)
Música: Clint Mansell
Fotografía: Matthew Libatique
Reparto: Jared Leto, Jennifer Connelly, Ellen Burstyn,
Marlon Wayans, Christopher McDonald, Louise Lasser, Marcia Jean Kurtz, Janet
Sarno, Suzanne Shepherd, Dylan Baker, Keith David, Peter Maloney.
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