SINOPSIS
Charlotte y
Walter están demasiado ocupados para cuidar de su hija de 6 años, Lisa. Con el
fin de hacer frente a su solitaria existencia Lisa se ha inventado un amigo
imaginario, P, que vive detrás de la pared de su habitación. Cuando un trágico
accidente de coche destroza la tranquila existencia de la familia, P se
materializa, como por arte de magia, y aparece en el mundo real bajo la
apariencia de un joven (FILMAFFINITY)
EDITORIAL
La inocencia ha muerto. Ha quedado aplastada entre pedazos de hormigón. Ya no buscaremos más esa mirada sincera. Los niños crecerán y entrarán en la adolescencia impunemente. Quizás agobiados de tantas injusticias. Algunos serán invisibles. Estarán ahí pero nadie los verá. La ignorancia en su punto más alto. Hemos entrado en la barbarie. Si, lo han logrado. Sospechamos de todos y de todo, todo el tiempo. Ni recordamos cuando fue la última vez que nos entregamos con total confianza ante un acto de amor. ¿Naturalidad? ¿Qué es eso? No existe en este planeta donde todo es mercantilizable. Ya no hay lugar para sonrisas ni para juegos de niños. Estaremos alertas a cualquier señal de humanidad tratando de encontrar esa amenaza que el sistema nos promete.
Ya no tendremos que seguir
al conejo hacia la madriguera porque nuestra Alicia murió hace mucho tiempo. Ya
no habrá amigos invisibles que nos abracen en los momentos más temblorosos. Ya
no nos reiremos solos ni miraremos al espejo con ilusión. Habrá que apresar a
los culpables de semejante locura. Ellos caminarán entre las masas de gente
digitando todo a su gusto. Eliminarán a los débiles y sentenciarán a los
diferentes. Crecer, como siempre decimos, es una trampa. Y los que logran
eludir esa trampa serán a los que más sometamos. La culpa es toda nuestra, que
aceptamos ese juego sin concesiones. Será entonces tiempo de volver a pensar en
recordar nuestra infancia, enarbolar otra vez la bandera de la inocencia y
volver a ser simplemente humanos.
Marcelo
De Nicola.-
Canción
elegida para la editorial
IMPRESIONES SOBRE SIMPLEMENTE HUMANO
Pretender conocer al otro es perderse para siempre en el desierto de espejos del propio desconcierto. Hablar sobre el otro, decir quién es el otro, es traducirlo a un lenguaje propio, es interpretarlo, es abatir la distancia del abismo con el virus del lenguaje. Nadie conoce a nadie. Asumir entonces el riesgo de interacción con el otro, de convivencia con aquel limite, con ese radicalmente otro, es aceptar, de alguna manera, la aventura del autoconocimiento. ¿Cuánto habrá de literatura en todo aquello que creemos conocer de los demás? ¿Cuál será el grado de proyección que maneja cualquiera de nuestras descripciones? ¿Cómo podemos entender qué es lo que siente, qué es lo que le pasa, cuál es su lucha, si aquel otro es en definitiva todo aquello que yo no soy, aquel otro es lo que me excede en su esencia, es aquello que se aleja cuanto más creo acercarme? La existencia es desoladora, lo sé. De todas formas, surgen, muy de vez en cuando, muy pocas veces en la vida, destellos que nos acercan, tímidas chispas que ansían prender un fuego que nos aúne. Algunas veces, nadie sabe cómo ni de qué manera, logramos timar de una forma extraña al lenguaje, intervenir disruptivamente los sentidos que esclavizan nuestro cerebro y así elaborar efímeros puentes que nos comunican, que nos regalan alguna información de lo que pasa en aquel otro lado del ser.
Es un mensaje que nadie busca o, mejor dicho, que uno busca quizás en otros lados, de otros modos, y que por esta razón nos sorprende, nos moviliza, nos saca de nosotros mismos y nos pone a pensar que tal vez la soledad no sea tan desalentadoramente infinita. Acercarse al otro es respetar la espera que nos demande la aparición de aquellos destellos, es saberlos festejar en su compañía, es entender que aquella ecuación es efímera y se pierde en el tormentoso rio del tiempo con la velocidad urgente de un rayo. Es el vértice vertiginoso en el que fugazmente somos eternos. Es en aquel momento cuando dejamos de ser invisibles, personajes ficcionales de la fantasía comunicacional de cualquier otra persona para pasar a ser de alguna manera un poco nosotros mismos. Este avasallamiento sobre el otro y su deseo, sobre la otredad como entidad y el intento de completar aquello faltante por inaccesible, suele darse de manera más evidente en la relación del adulto con la niñez. El adultocentrismo expone con crudeza la asimetría que maneja el poder sobre una sociedad patriarcal invisibilizando, completando, encasillando, rotulando todo aquello que la excede en su comprensión. La visión del niño y la niña como seres incompletos destinados a ser iluminados por la experiencia adulta sin buscar acercarse jamás a la mínima comprensión de sus particularidades, de sus bellos matices, de sus propias necesidades como sujetos infantes.
Sin detenerse nunca a esperar aquellos destellos donde algo de su verdad se manifieste. El adultocentrismo apuesta a la vida productiva en términos puramente capitalistas, soslayando de esta manera cualquier proceso, desentendiendo cualquier tipo de desarrollo. Esperando a que el niño o la niña, de una buena vez, sea un verdadero humano. El Verdadero Humano (Truly Human) del director danés Åke Sandgren trabajará de manera realista este punto de vista sobre la otredad y la niñez por nosotros recién expuesto. El film acatará rigurosamente el decálogo por el movimiento Dogma diseñado. Será uno de los pocos films del movimiento que justificará diegéticamente gran parte de su banda musical, haciendo de esto un hecho estético dentro del drama. La cinta no solo trabajará el tema de la adultez invisibilizando de manera violenta a la niñez, sino también las consecuencias sociales reales que este déficit provoca en los y las adolescentes / adultos y adultas. Habrá dentro del film una cruda metáfora sobre el desarrollo y la transición de una etapa de crecimiento a otra. El director y guionista decidirá matar a la niñez para dar paso a la etapa adulta. El personaje ya adulto, comenzará a interactuar en un mundo completamente hostil que lo excluirá y lo juzgará todo el tiempo en cada uno de sus actos.
Se mostrará la incongruencia entre este adulto aun niño, aun con sus ganas de jugar intactas, y el universo hipócrita de los mayores. Ese universo colmado de engaños, de falsedades dolorosas, de dobles intenciones y narcisismos desbordantes. Contra aquella pared chocará la inocencia de nuestro protagonista. Padecerá con enorme angustia la frialdad de sus padres que lo mirarán y no lo reconocerán, que le exigirán a él niño en un cuerpo de adulto, un cuerpo que por otra parte recién estrena, actitudes maduras, compromisos y comprensiones que no estarán a su alcance. La coda de la obra llegará con la autoexclusión de nuestro protagonista de aquel paraíso de gente adulta. De aquel mundo de la mentira, la venganza, la explotación y la fatal muerte de la de cualquier pureza. La vida para él transcurrirá nuevamente entre dos paredes, transcurrirá allí sentado como simple observador del universo de lo real. Transcurrirá en soledad, viendo las ruedas pasar.
Lucas
Itze.-
Canción
post impresiones
UNIVERSO SANDGREN
Åke Sandgren nació en Umea, Suecia, el 13 de mayo de 1955. estudió Ciencias del Cine y Filosofía en la Universidad de Estocolmo de 1976 a 1979 y luego se mudó a Dinamarca, donde estudió dirección de cine en la Escuela Nacional de Cine de Dinamarca de 1979 a 1982. Después de graduarse, trabajó como escritor y director de películas tanto en Suecia como en Suecia. y Dinamarca. Ganó el premio Oso de Oro al Mejor Cortometraje en el Festival Internacional de Cine de Berlín de 1984 con su película Cykelsymfonien (The Bicycle Symphony). Su película de 1989 Miraklet i Valby (Milagro en Valby), una aventura sobre viajes en el tiempo, que ganó el Gran Premio en el 2º Festival Internacional de Cine Fantástico de Yubari celebrado en febrero de 1991. También ganó los premios a Mejor Película, Mejor Director y Mejor Guión en los Premios Guldbagge. Fue nominado nuevamente al Premio Guldbagge al Mejor Director en 1993 por la película The Slingshot que trata sobre la vida de un niño de 12 años que, en la década de los años 20 en Estocolmo, lucha contra los prejucios sociales que le rodean, utilizando su carácter alegre y su desbordante imaginación. En 1995 rueda Big Men, Little Men sobre tres jóvenes tienen interés de grabar jazz. Pero en el norte de Suecia en los años 30 no hay mucha gente que guste de la nueva forma de música. Así que cuando los tres tienen la oportunidad de hacer un viaje a Nueva York no lo dudan. En el año 2000 filma la obra de ciencia ficción Misterio en el submarino U-461, sobre un submarino de la Segunda Guerra Mundial que guarda un importante misterio.
Luego de Simplemente
humano llega en 2005 Las moscas en
la pared, un thriller sobre una documentalista que es enviada a un pueblo
donde descubre un secreto que la puede llevar a la muerte. Su último film hasta
la fecha es To Love Someone, un
drama romántico filmado en 2007, que obtuvo muy buenas críticas tanto en Suecia
como en Dinamarca. Además, ha colaborado con directores como Søren Kragh-Jacobsen, Stig Håkan Larsson y
Lars von Trier. Además, ha escrito los guiones de film como Super Brother, Cazatalentos y El traidor,
todos con diferentes directores daneses.
FICHA TÉCNICA
Título original:
Et rigtigt menneske
Año: 2001
Duración: 94
min.
País: Dinamarca
Dirección: Åke
Sandgren
Guion: Åke
Sandgren
Fotografía: Dirk
Brüel
Reparto: Nikolaj Lie Kaas, Peter Mygind, Susan
Olsen, Clara Nepper Winther, Line Kruse, Klaus Bondam
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