viernes, 20 de septiembre de 2019

ESCUELA BOMBA: DOLOR Y LUCHA EN MORENO



ENTREVISTA CON EL DIRECTOR JUAN MASCARO

SINOPSIS

La película aborda la explosión que sucedió en la Escuela N°49 y que se cobró la vida de la vicedirectora Sandra Calamano y del auxiliar Rubén Rodríguez y cómo ese dolor por la perdida de dos laburantes se fue transformando en una lucha espontánea en un principio y luego con mayores niveles de organización para dar cuenta de las malas condiciones de enseñanza, de aprendizaje y la situación de infraestructura que existe en Moreno particularmente pero que se repite a lo largo y ancho de la Provincia de Buenos Aires.

EDITORIAL



Abrimos una emisión especial de Banda Sonora: donde el cine se escucha. Especial por la decisión que a partir de este momento nos tomaremos una licencia y abandonaremos en este mismo instante la sutileza con la que nos gusta jugar con las palabras, hoy el mensaje intentara ser lo menos encriptado posible ante la urgencia de defender las verdades y los ideales que nos movilizan. Quizás sea el hecho de dedicarle tiempo al idioma cinematográfico, abordarlo e intentar interpretarlo desde la forma en que los autores relatan a través del guion, la utilización de los colores, la intencionalidad de los encuadres, la codificación de aquello que se dice sin decir y todo signo arrojado sobre la las obras, quizás sea este ejercicio el que nos habilita a jactarnos hoy de tener el sentido de la objetividad por lo menos bastante ejercitada. Y en ese sentido es que nos encontramos con la seguridad de afirmarnos y sabernos parados en esta vereda. Una vereda que en realidad es la única que existe y que no es más que la de los trabajadores (aunque quieran convencernos de existen varias). La vereda de los vencidos que aun vencidos no saben de abandonar las batallas. La vereda de aquellos que intentamos tejer redes colectivas que sostengan a las mayorías. Hoy abandonaremos el juego de las palabras e iremos al hueso. Ahí donde habita el distraído, despabilando a gritos, a cachetazo limpio, con la frialdad de la estadística, con la imagen desgarradora de los cuerpos que yacen sin vida sobre el barro olvidado. Denunciando la manipulación del lenguaje para que vos, que aceptas el juego de la grieta vuelvas a tu vereda, a nuestra vereda. Esa grieta es un velo, el velo no es más que el relato hegemónico de los poderosos. Aquella voz que separa al trabajador en clases sociales con el cuento de la meritocracia. La grieta es esa voz que denigra a los trabajadores con conciencia de clase y los convierten automáticamente en enemigos de la democracia y la modernidad. Quedan pocos meses, largos, y entendemos que debemos reforzar nuestras palabras. Porque, la dinámica que maneja esta gente no puede volver a estar a cargo de nuestro destino. La irresponsabilidad radicada en capitalizar las ganancias pero socializar las perdidas es el mismísimo espíritu contradictorio que denunciamos los vencidos. Así parece estar premeditado, la vida siempre se va a ir desde nuestra vereda. Nunca hemos estado tan cerca de alcanzar esa igualdad en el relato de los hechos. Porque los vencidos no relatan. Los vencidos solo ponen el corazón y están destinados a sobrevivir como mito dentro de un colectivo que avanza, a veces, aún sin motor. Porque somos así, transformamos nuestros ideales en pasión y ahí vamos, caminamos, nos juntamos, nos organizamos, y en el medio aquellos dolores de dejarlo realmente todo. Pero el espíritu solidario necesita estar enlazado indefectiblemente al cuerpo institucional del estado. Es inviable un proyecto exitoso sin la unión de esos dos elementos y los hechos afirman este pronunciamiento. Incentivar el desarrollo de las personas como sujetos políticos con derechos y obligaciones sociales y no como individualidades destinadas a sobrevivir en la incertidumbre.
Eduardo Galeano nos alentaba diciendo que “La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.” Así seguiremos caminando durante estos pocos meses que nos separan de una nueva oportunidad de volver a armar. Nos quisieron convencer de que era una utopía, pero aquí nos ven, de pie, aún caminando.

Alan Beneitez.

Canción post editorial



UNIVERSO MASCARO


Juan Mascaro es documentalista, Mag. en Educación, lenguaje y medios (UNSAM, 2018), Lic. en Comunicación Social (UNLaM, 2001), Dir. de Montaje (ENERC, 2007), periodista, y realizador audiovisual. Docente de la EUCVyTV de la UNT (Tucumán, 2009-2018). Capacitador para el programa CAJ Audiovisual del Min. de Educación de la Nación (2012-2015). Como documentalista ha realizado Bazan Frías, Santo adron (67 min., 2017) junto al Grupo Cine Bandido, Causas Y Azares, Inundados En Luján (52 Min., 2015), Arriba Los Que Luchan, La Vida De Jorge Masetti (116 min., 2014), junto al grupo Cine Maldito, ´Hiladoras de las lomitas (15 min., 2012) , La Mala Reputación, 4 Años Sin Luciano Arruga (40 min., 2013), Campaña contra la soja transgénica (spot televisivo, 2 min., 2008) junto al Grupo Mirada Horizontal, la serie Documenta Trabajo (2006-2008) en el Laboratorio de Medios de la UNLam, Tierra Y Dignidad (20 min., 2004) junto a Marcelo Otero, Ernesto Ardito y Virna Molina. Se encuentra rodando su próximo documental Maestro, Nano Balbo y la educación popular.

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