ENTREVISTA CON EL DIRECTOR JUAN MASCARO
SINOPSIS
La película
aborda la explosión que sucedió en la Escuela N°49 y que se cobró la vida de la
vicedirectora Sandra Calamano y del auxiliar Rubén Rodríguez y cómo ese dolor
por la perdida de dos laburantes se fue transformando en una lucha espontánea
en un principio y luego con mayores niveles de organización para dar cuenta de
las malas condiciones de enseñanza, de aprendizaje y la situación de infraestructura
que existe en Moreno particularmente pero que se repite a lo largo y ancho de
la Provincia de Buenos Aires.
EDITORIAL
Abrimos una
emisión especial de Banda Sonora: donde
el cine se escucha. Especial por la decisión que a partir de este momento
nos tomaremos una licencia y abandonaremos en este mismo instante la sutileza con
la que nos gusta jugar con las palabras, hoy el mensaje intentara ser lo menos
encriptado posible ante la urgencia de defender las verdades y los ideales que
nos movilizan. Quizás sea el hecho de dedicarle tiempo al idioma
cinematográfico, abordarlo e intentar interpretarlo desde la forma en que los
autores relatan a través del guion, la utilización de los colores, la
intencionalidad de los encuadres, la codificación de aquello que se dice sin
decir y todo signo arrojado sobre la las obras, quizás sea este ejercicio el
que nos habilita a jactarnos hoy de tener el sentido de la objetividad por lo
menos bastante ejercitada. Y en ese sentido es que nos encontramos con la
seguridad de afirmarnos y sabernos parados en esta vereda. Una vereda que en
realidad es la única que existe y que no es más que la de los trabajadores
(aunque quieran convencernos de existen varias). La vereda de los vencidos que
aun vencidos no saben de abandonar las batallas. La vereda de aquellos que
intentamos tejer redes colectivas que sostengan a las mayorías. Hoy
abandonaremos el juego de las palabras e iremos al hueso. Ahí donde habita el
distraído, despabilando a gritos, a cachetazo limpio, con la frialdad de la
estadística, con la imagen desgarradora de los cuerpos que yacen sin vida sobre
el barro olvidado. Denunciando la manipulación del lenguaje para que vos, que
aceptas el juego de la grieta vuelvas a tu vereda, a nuestra vereda. Esa grieta
es un velo, el velo no es más que el relato hegemónico de los poderosos.
Aquella voz que separa al trabajador en clases sociales con el cuento de la
meritocracia. La grieta es esa voz que denigra a los trabajadores con
conciencia de clase y los convierten automáticamente en enemigos de la
democracia y la modernidad. Quedan pocos meses, largos, y entendemos que
debemos reforzar nuestras palabras. Porque, la dinámica que maneja esta gente
no puede volver a estar a cargo de nuestro destino. La irresponsabilidad
radicada en capitalizar las ganancias pero socializar las perdidas es el
mismísimo espíritu contradictorio que denunciamos los vencidos. Así parece
estar premeditado, la vida siempre se va a ir desde nuestra vereda. Nunca hemos
estado tan cerca de alcanzar esa igualdad en el relato de los hechos. Porque
los vencidos no relatan. Los vencidos solo ponen el corazón y están destinados
a sobrevivir como mito dentro de un colectivo que avanza, a veces, aún sin
motor. Porque somos así, transformamos nuestros ideales en pasión y ahí vamos,
caminamos, nos juntamos, nos organizamos, y en el medio aquellos dolores de
dejarlo realmente todo. Pero el espíritu solidario necesita estar enlazado
indefectiblemente al cuerpo institucional del estado. Es inviable un proyecto
exitoso sin la unión de esos dos elementos y los hechos afirman este
pronunciamiento. Incentivar el desarrollo de las personas como sujetos
políticos con derechos y obligaciones sociales y no como individualidades
destinadas a sobrevivir en la incertidumbre.
Eduardo Galeano nos alentaba diciendo que “La utopía
está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte
se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso,
sirve para caminar.” Así seguiremos caminando durante estos pocos meses que
nos separan de una nueva oportunidad de volver a armar. Nos quisieron convencer
de que era una utopía, pero aquí nos ven, de pie, aún caminando.
Alan
Beneitez.
Canción
post editorial
UNIVERSO MASCARO
Juan Mascaro es
documentalista, Mag. en Educación, lenguaje y medios (UNSAM, 2018), Lic. en
Comunicación Social (UNLaM, 2001), Dir. de Montaje (ENERC, 2007), periodista, y
realizador audiovisual. Docente de la EUCVyTV de la UNT (Tucumán, 2009-2018).
Capacitador para el programa CAJ Audiovisual del Min. de Educación de la Nación
(2012-2015). Como documentalista ha realizado Bazan Frías, Santo adron (67
min., 2017) junto al Grupo Cine Bandido, Causas Y Azares, Inundados En Luján
(52 Min., 2015), Arriba Los Que Luchan, La Vida De Jorge Masetti (116 min.,
2014), junto al grupo Cine Maldito, ´Hiladoras de las lomitas (15 min., 2012) ,
La Mala Reputación, 4 Años Sin Luciano Arruga (40 min., 2013), Campaña contra
la soja transgénica (spot televisivo, 2 min., 2008) junto al Grupo Mirada
Horizontal, la serie Documenta Trabajo (2006-2008) en el Laboratorio de Medios
de la UNLam, Tierra Y Dignidad (20 min., 2004) junto a Marcelo Otero, Ernesto
Ardito y Virna Molina. Se encuentra rodando su próximo documental Maestro, Nano
Balbo y la educación popular.
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