jueves, 27 de octubre de 2016

EL CIELO SOBRE BERLIN - DER HIMMEL ÜBER BERLIN


EDITORIAL

Esta mañana
hay en el aire la increíble fragancia
de las rosas del Paraíso.
En la margen del Eufrates
Adán descubre la frescura del agua.
Una lluvia de oro cae del cielo;
es el amor de Zeus.
Salta del mar un pez
y un hombre de Agrigento recordará
haber sido ese pez.
En la caverna cuyo nombre será Altamira
una mano sin cara traza la curva
de un lomo de bisonte.
La lenta mano de Virgilio acaricia
la seda que trajeron
del reino del Emperador Amarillo
las caravanas y las naves.


El primer ruiseñor canta en Hungría.
Jesús ve en la moneda el perfil de César.
Pitágoras revela a sus griegos
que la forma del tiempo es la del círculo.
En una isla del Océano
los lebreles de plata persiguen a los ciervos de oro.
En un yunque forjan la espada
que será fiel a Sigurd.
Whitman canta en Manhattan.
Homero nace en siete ciudades.
Una doncella acaba de apresar
al unicornio blanco.
Todo el pasado vuelve como una ola
y esas antiguas cosas recurren
porque una mujer te ha besado.

Jorge Luis Borges

Canción post editorial



IMPRESIONES SOBRE EL CIELO SOBRE BERLIN


¿Cómo sería decir "por siempre" "para siempre" "amén" y que así sea? Si atendemos a lo que Jorge Luis dice en "Los inmortales", en cada "amén" confluyen la totalidad de los estadios posibles. Es posible que sea la interpretación más acertada de la inmortalidad, de la infinitud, de lo eterno. Lo infinito es todas las cosas. ¿Cómo sería entonces ser todas las cosas? Sería  ser padre, madre e hijo a la vez. Sería haber tenido todos los nombres. Haber luchado todas las batallas, en todos los puestos. Sería haber sido rey, peón, amante, amado, pastor, lobo y oveja. Sería haber tenido todos los deseos, todos los asombros, todas las certezas, las angustias... "lo imposible (dice Borges) es no componer, siquiera una vez, la Odisea".
En ese mismo relato se expone la tesis de lo absurdo de las pretensiones de la vida eterna. Si lo eterno, lo infinito fuese nuestro estadio, entonces nos habríamos suicidado de todas las formas y por todos los motivos posibles. Y hasta la posibilidad de no ser, de no haber nacido nunca,  sería inherente a este estado de eternidad.


Lo eterno es "ser" porque nos pone en "armonía" con el cosmos. Y la gran pregunta es, cuándo se "es", cuando uno está siendo. Heidegger en uno de sus escritos en los que habla sobre "qué es la filosofía" nos dice que el ser es inherente, siempre se "es", es inherente al humano el hecho de "ser". Pero desliza que hay que preguntarse por el ser verdadero, el ser auténtico... Julio Cabrera en "Cine: 100 años de filosofía" piensa, en dialogo con pensadores, como el ya nombrado Heidegger, que el componente afectivo "ha dejado de ser un objeto de estudio (…) para transformarse en una forma de encaminamiento (...) esencial en el acceso al mundo".
La película de la que hoy hablaremos es nada más ni nada menos que "El cielo sobre Berlín" o "Las alas del deseo", como se la llamó en la traducción latinoamericana, del director Wim Wenders. Película narrada en un contexto de pos segunda guerra mundial. En un contexto, agreguemos, de una Alemania desviada, carente de ideales y de sentido, despojada y angustiada por la incertidumbre del por -venir. A esto puede sumársele el muro de Berlín que cae como un hacha sobre el pueblo alemán y de lo que se dirá esto de lo que significó para esta sociedad: “El pueblo alemán estalló en tantos estados como individuos.”. Es decir división, aislamiento y ensimismamiento de los de las personas... 


No habrá raccontos, porque la perspectiva de la narración estará centrada en la vista de unos ángeles que observaran a la humanidad desde el estadio de la eternidad. Más bien será lineal la historia, y digo más bien porque será de difícil cronologización. La cámara observará la vida humana casi todo el tiempo horizontalmente cuando no lo hace desde arriba. Tomas que propondrán al espectador el asombro de los ángeles cuando atestiguan la sensibilidad humana (que ellos no comprenden) cuando las tomas son horizontales y la abstracción de esto cuando es vertical. La cámara captará imágenes asimétricas y simétricas. La simetría será observable detrás del desorden este entendido como lo sensible, como lo incomprensible por parte de los observadores. La película se proyectará en blanco y negro cuando estos ángeles, que pululan en la ciudad, estén atestiguando desde la pura racionalidad, la vivencia terrenal de los personajes. El color, por supuesto, estará presente cuando las pasiones y los sentimientos llamen al espectador desde las experiencias del ángel Cassiel
La narrativa, poco a poco, se centrará en el deseo de uno de estos ángeles de atestiguar estas vivencias en carne propia. 


Hablamos de Cassiel, éste se enamorará de una bella y espiritual acróbata y no podrá resistir a la idea de vivir lo que ha atestiguado e incomprendido eternamente: lo sensible y efímero que extrañamente para estos ángeles participa de la eternidad. Desde su perspectiva la cámara comenzara a poner al observador desde abajo y las tomas comenzarán mezclarse entre grises y color exaltando las pasiones que han empezado a surgir, al menos desde la racionalidad, en el espíritu de Cassiel
Ahora...tomemos este concepto, "lo efímero", y relacionémoslo con las nociones de eternidad anteriormente esbozadas... ¿Qué es lo que el director nos quiere decir con que los carentes de una existencia terrenal posiblemente deseen existencia terrenal? A su vez lo contrario, o la contrapartida, ¿Qué quiere decir que nosotros como humanidad deseemos lo eterno? Todo parece inclinarse a lo que el deseo propiamente es. ¿Y qué es? Más arriba, quiero decir, anteriormente, coloqué una palabra que seguramente habrá pasado desapercibida porque no se le dio un lugar privilegiado, pero lo tiene: es el "encaminamiento", el estar en camino "hacia"... Lo eterno no nos es posible, solo el "encaminamiento" lo es. Así como tampoco, al menos desde nuestro punto de vista, está la posibilidad de la "completud" en el deseo, solo el ponerse en camino hacia… Ahí está lo divino, ahí está el ser "auténtico", en armonía con el cosmos.

Christian Soria

Canción post impresiones


Subido al límite
del viejo edificio
Angelito sonríe y se excita
de pensar en caer.
Caer caer
borde del atardecer
todo por un precipicio
se está haciendo tarde
y parece que va a llover.


Nick Cave, la música que suena en vivo



Otro temazo para el final


FICHA TECNICA

Título original: Der Himmel über Berlin (Wings of Desire)
Año: 1987
Duración: 128 min.
País: Alemania del Oeste
Director: Wim Wenders
Guión: Wim Wenders (Novela: Peter Handke)
Música: Jürgen Knieper
Fotografía: Henri Alekan (B&W)
Reparto: Bruno Ganz, Peter Falk, Solveig Dommartin, Otto Sander, Curt Bois, Hans Martin Stier, Elmar Wilms, Lajos Kovacs, Bruno Rosaz

SINOPSIS


Damiel y Cassiel son dos ángeles que sobrevuelan Berlin, separada por el Muro de la Vergüenza. Ambos divagan por una ciudad gris, tenue, casi abrazada a la depresión. Damiel ya no siente felicidad por ser un ángel, no quiere “vivir” así hasta la eternidad. El ángel, sin embargo, se encuentra con un actor que lo sorprende al reconocerlo. Pero es su amor por una bailarina, lo que lo hará capaz de sacrificar su inmortalidad…

2 comentarios:

  1. Buenas, muy buena reseña, gracias por compartir. Me preguntaba la opera del principio de la película... como se llama o es música original de la misma, sería chévere escucharla sin el ambiente de la película, gracias.

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  2. Avier... disculpá la tardanza en la respuesta. La mayoría de la banda musical es de Jürgen Kniepper. Seguramente se encuentre sin el sonido de la película ya que está el album de la banda musical, que incluye temas de Nick Cave que se hicieron para el film. Gracias por tus palabras!

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