martes, 23 de septiembre de 2014

THE WALL

Programa 71 (29-08-2014)

EDITORIAL

La hoja está en blanco. La mente se dispara hacia nuevos lugares, tratando de entender todo, pero es imposible. Bebo otro sorbo de vino, tratando de dejar volar la imaginación.
Las imágenes conjugan sangre, destrucción y muerte. Las letras se transforman en un crucigrama de gritos desgarradores que piden un poco de piedad. Las palabras emitidas se convierten en un balazo con cada letra escupida al aire sin razón.
Las tizas se vuelven marionetas mecánicas dispuestas a atravesar cada pedazo de cielo, como martillos neumáticos que amenazan con destruir todo lo que hay a su alrededor.
Nuevamente siento solfeos que dificultan mis pensamientos. Ruidos que aparecen y desaparecen como por arte de magia. Tiranos que pretenden no dejar que salgan a la luz mis más sinceras esperanzas. Malditos dictadores que atentan contra la memoria, como atentan contra los pueblos olvidados. Déspotas sin amor, que impiden que los corazones bailen al compás de los poemas, y dancen arropados entre las sábanas, fundiendo dos cuerpos en prácticamente uno.
Inclasificables seres llenos de odio, que no dejan que gritemos al aire lo que somos, lo que sentimos, lo que pensamos. Sigo buceando entre los garabatos más profundos, intentando describir sentimientos llenos de ilusiones, aunque esos corazones huecos, intenten escondernos el sol, para que en las noches sin luna nos demos por vencidos.


Por un momento, la música me invitará a volar, a dejar salir esa hermosa locura que todos llevamos dentro. Me gritará desgarradamente cientos de verdades, me dará cachetazos esperando una reacción, me escupirá el vino de la forma más venenosa, mientras yo retrocedo cobardemente.
Nuevamente clavo la vista en la hoja de papel. De fondo escucho voces desde una maldita caja que emite imágenes sin cesar, derrochando miedo y miseria en cantidades siderales. Mientras, montañas de letras apiñadas rondan en busca de un significado, una frase, una oración.
Hay que empezar a acomodar todo para que se vuelva más legible. Me convenzo que hoy no podrán contra mí, les daré pelea desde el más profundo convencimiento. Esta vez, no lograrán intimar mis pensamientos, jugar con mis deseos, maltratar mis esperanzas. No retrocederé, enfrentaré con hidalguía a esos profetas del miedo, que quieren saciar su pobre inteligencia adoctrinando a los más débiles.
Voy a recorrer uno por uno los rincones del laberinto para escapar de sus miserias, evadir sus penitencias, desafiar sus castigos. Por una vez voy a ser yo, voy a desplegar mis alas, voy a juntar coraje para escapar de todos esos malditos oradores de la verdad y, de una vez por todas, tomar la carrera necesaria para atravesar El Muro…

Marcelo De Nicola

Canción elegida para la editorial


IMPRESIONES SOBRE THE WALL


El lobo amanece desde mi interior. Es hijo de mis noches y mis tinieblas. Bebe de mis temores y se hace cada día más fuerte. Su respiración brilla en cada duda y sus ojos se encienden en mi desconcierto. ¿Es que nadie escucha estos gritos sordos? ¿Es que no ven acaso mis manos mutiladas? ¿Será esta angustia desgarradora un buen disfraz? Veo sus ojos y me enamoro de ese color muerte. Siento aquellos dientes penetrando mi carne y estallo en roja esencia con el erotismo de aquel ataque. Prescindo del tiempo y tal vez del espacio. Me hermano, ciertamente, con el final. Pienso en Pink, con su mirada perdida, con su cuerpo lánguido, flaco, muriendo sobre un sillón, corriendo en círculos por el laberinto de su mente y creo leer todo esto en aquella imagen. Pienso en su soledad, en la trampa perversa de aquel muro, excelentemente narrado por Alan Parker desde la puesta en escena. 


La estructura del film escapara por completo a la linealidad. El relato nos invitara a mirar el mundo a través de los ojos de Pink, su protagonista. Viviremos su tormento representado en aquel maravilloso caos narrativo. Nos acosarán los raccontos, ensayando, de alguna manera,  la objetividad de los hechos. Nos extasiaremos en la lisérgia conmovedora de aquellos gráficos que asaltarán la pantalla y desafiarán la pereza de nuestros sentidos. Allí el film será todo simbolismo y alegoría. The Wall reafirmara desde su fotografía las largas sombras que invaden la existencia de su protagonista. Acompañará su transición oscureciéndose con el devenir del relato. Quizás algunos tamaños de  planos y ciertas puestas de luces nos recuerden a aquella obra extraordinaria de Kubrick que fue “La Naranja Mecánica” y no estará mal este paralelo. Después de todo, Alex, al igual que Pink, construirán su muro para defender lo último de su brillo de la hostilidad del mundo que los rodea. Tanto el uno como el otro serán masticados por el canibalismo insaciable de la sociedad para luego ser escupidos al más terrible de los infiernos. 


Pink sufrirá la prisión de su propio cuerpo y naufragará en los arrabales de su mente. Entonces, aparecerá aquel chico que fue y con él, finalmente, el muro caerá. Estallará en cada piedra las represiones, los malditos maestros con cada una de sus frustraciones, estallará la soledad, el vacío en el pecho, caerán al fin los disfraces, las ausencias y cada cosa muerta del mundo. Aquel chico volverá con toda su inocencia, con su frescura, con aquella liviandad de haber sufrido mucho menos, y le tenderá su mano para rescatarlo.  Quizás aquella reconciliación con la imagen de su infancia traiga paz al tormento de su mente, no lo sabremos. Por lo menos el film no lo contará. Nos quedaremos con la imagen del deterioro, del tipo consumido por su historia. Nos llevaremos con nosotros, la angustia de quien supo decirle adiós al cielo azul.-  

Lucas Itze.-

Canción post análisis


También sonaron de Pink Floyd, estos temas:

Confortably Numb


What Shall We Do Now 


Young Lust



FICHA TÉCNICA

Título original: The Wall
Año: 1982
Duración: 99 min.
País: Reino Unido
Director: Alan Parker
Guión: Roger Waters
Música: Pink Floyd
Fotografía: Peter Biziou
Reparto: Bob Geldof, Christina Hargreaves, James Laurenson, Bob Hoskins, Eleanor David, Kevin McKeon, David Bringham, Alex McAvoy, Michael Ensign, Joanne Whalley, Albert Moses, Roger Waters

SINOPSIS

Pink (interpretado por Bob Geldorf),  el cantante de un grupo musical, arrastra desde su infancia una serie de traumas debido a la dura educación que recibió. Cansado de todo lo que rodea su profesión, se acaba refugiando en las drogas como única opción para romper con el muro que él mismo ha creado a su alrededor y terminar con este mundo de locura.


PELÍCULA COMPLETA


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