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jueves, 25 de noviembre de 2021

TORO SALVAJE (RAGING BULL) DE MARTIN SCORSESE

 PROGRAMA 351 (12-11-2021)

 

SINOPSIS

 

Jake la Motta es un joven boxeador que se entrena duramente con la ayuda de su hermano y mánager Joey. Su sueño es convertirse en el campeón de los pesos medios. Pero Jake es un paranoico muy violento que descarga su agresividad tanto dentro como fuera del ring. Incluso su hermano es víctima de su enfermizo carácter. Cuando, por fin, alcanza el éxito, su vida se convierte en una pesadilla. Por un lado, su matrimonio marcha cada vez peor debido a sus contantes salidas nocturnas con otras mujeres; por otro, la mafia lo presiona para que amañe combates. (FILMAFFINITY)

 

EDITORIAL

 

EL VERDADERO OPONENTE

 

Uno dos y esquivar el vuelto. Entrar y salir. Pasos laterales y la pera al pecho. Siempre la cabeza en movimiento y uno y dos y buscar el achique. Hacer el trabajo corto y salir. El coraje sirve pero la técnica te mantiene en pie. Esquives cortos y cintura. Escuchar entre el barullo ensordecedor la música de la combinación, sentir su tempo. Anticipar y jamás regalar nada. Dosificar el aire y aprovechar la defensa para respirar. Todo se desarticulo con el primer golpe. Un amague de jab, un cabeceo y un dos potente en la nariz completamente descubierta. Un dos con furia, un dos salvaje que aturdió mis sentidos por unos instantes que fueron eternos. Entrar y salir me repetía pero las luces y los gritos me enceguecieron. Solo con coraje llegue hasta el sonido de la campana, la técnica había caído. Volví a la esquina con una hemorragia leve que con un rápido trabajo lograron resolver. Mis oídos zumbaban por una combinación rápida de dos cross que mis guantes no lograron bloquear. El entrenador usaba frases cortas, inaudibles y con sus ojos buscaba mi mirada que seguía perdida, desenfocada. Solo escuché levanta la guardia, vos podes y luego me empujaron al centro del ring. Giré y ya no había nadie. 



Logré conectar una combinación que yo creí potente pero que no pareció afectar demasiado a mi oponente. Hacer el trabajo corto y salir, pero en el momento de salir un ataque en ráfaga  logro cortar mi guardia y también mi ceja y con ella claro, mi ánimo. Me repetí sin ningún éxito las únicas palabras que había logrado entender de mi entrenador: Levantar la guardia. Yo puedo. Las cuerdas me atraparon e intenté algunos movimientos de cintura que empeoraron las cosas. Salte sobre mi oponente en un agarre de clinch para lograr tomar un poco de aire pero principalmente para detener sus brazos que se movían con una velocidad que no estaba para nada en mis planes. Siempre había sido advertido a lo largo de todo mi entrenamiento de la existencia y uso de los contragolpes, de las distintas técnicas de defensa y ataque. Podía recitarlas de memoria. Había logrado naturalizar movimientos de brazos sin pensarlos. Combinaciones de golpes que aparecían sin evocación alguna, estaban allí como un reflejo similar al parpadeo o la respiración misma. 



Había estudiado atentamente los movimientos de aquel hijo de puta que no paraba de acertarme golpes, que no se cansaba de hacer rebotar mis propios guantes contra mi cabeza, contra mi vergüenza. Fui advertido durante todo mi entrenamiento sobre eso, pero jamás nadie mencionó al miedo. La soledad devastadora de estar allí parado y que las cosas no funcionen, que la respiración no acompañe, que las defensas fallen una y otra y otra vez. Ninguno de mis entrenadores jamás mencionó cómo el aturdimiento me haría entrar en pánico y cómo este se apoderaría de mis brazos entumeciéndolos, dejándolos rígidos casi al punto de la inmovilidad y cómo todo aquel esfuerzo en vano consumiría el poco oxigeno que me quedara en el cuerpo. Nunca jamás nadie lo mencionó. Aquella noche tuve mi primera lección legítima de boxeo. Aquella noche conocí al único oponente, aquel contra el que uno pelea realmente cuando sube a cualquier cuadrilátero y ni la silla te dejan. Aquella noche, conocí al miedo.        

 

Lucas Itze.- 

 

Canción elegida para la editorial

 


IMPRESIONES SOBRE TORO SALVAJE       

 


Ahí está la bestia. El animal enjaulado a punto de comerse el corazón de su próxima presa. La sangre brota pero no importa. Apenas le suelten la correa volverá a destrozar a su víctima. Y también a si mismo. Para él no importarán sus consecuencias. Es capaz de morir para matar. Cuanto más dolor, más sufrimiento. La autodestrucción es parte de su ADN. No habrá amigos cuando huela miedo. Y la caída hacia al abismo puede ser muy grande. Tan grande como su talento. Tan grande como su arrogancia. Y la soledad estará del otro lado del ring, siempre dispuesta a pegar el golpe definitivo. Y el campeón también caerá y besará la lona mientras el conteo llega hasta diez. Mil veces hemos escuchado esas historias. Hemos visto películas, leído libros o escuchado entrevistas. Pero no tantas veces hemos encontrado una historia retratada de la manera que lo hace el gran Martin Scorsese en Toro Salvaje. El film será sobre el boxeador Jake La Motta y se basará en su autobiografía. Iniciarán los créditos mientras vemos el plano general del púgil en un ring envuelto en una perceptible neblina, que ya marcará una idea que luego trabajará a lo largo de la cinta. Nos situaremos primero en los ´60, para luego volver a los años ´40 y empezar a recorrer la historia de ese joven que quiere llevarse el mundo por delante. Scorsese trabajará con sus clásicos coequipers. 



El guión estará a cargo de Mardik Martin y sobre todo, de Paul Schrader, quien había escrito Taxi Driver y luego trabajaría con el director en La última tentación de Cristo y Vidas al límite. La película estará sostenida por dos patas fundamentales del universo del director. Por un lado, las actuaciones. Empezando con un Robert De Niro que logra uno de los mejores papeles de su enorme carrera, acompañado por un, en ese entonces, sorprendente Joe Pesci y una destacada Cathy Moriarty. Y por otro, su gran amiga y mano derecha, la montajista Thelma Schoonmaker. La cámara de Scorsese se meterá dentro del ring y cada golpe lo sentiremos como propio. Cada elipsis temporal entre golpe y round será fruto de una perfecta edición de montaje. El trabajo marcará un antes y un después para ambos, ya que sería el fruto de la unión de la sociedad y Thelma pasaría a ser exclusivamente montajista de Scorsese (con el que ganó tres Oscars, nada menos). Éste filmará con maestría cada plano. Los picado y contrapicado durante las escenas de combate aportarán tensión, realismo y nos enseñará quien está dominando a su oponente. Cada encuadre tendrá siempre un porqué. Nos encontraremos con travellings, planos secuencia que se convertirán en clásicos y también planos detalle para sentir los momentos en que la pantalla nos agobia, y como los rivales, queremos escapar de ahí. 



Habrá otro gran acierto en la elección de la fotografía de Michael Chapman. Será un blanco y negro que evocará la época en la que está ambientado el film y la escala de grises servirá para medir la turbulenta vida del protagonista. Y ese será el eje central de la historia. No serán sus hazañas ni sus derrotas deportivas. La curva dramática estará dada por la vida de Jake. Encontraremos a un hombre arrogante y salvaje en el sentido más fuerte de la palabra. La violencia como forma de vida. Su carácter y sus celos enfermizos desatarán un infierno. Scorsese no edulcorará nada y ahí estará el gran acierto. Nadie empatizará con el protagonista. Mostrará mujeres humilladas, pisoteadas y utilizadas como mercancía. Aunque llegará un punto de no retorno, también para ellas. Será una historia más del descenso a los infiernos. Será una fotografía de una época. Y la mafia, algo común en el mundo Scorsese, como una arista más del relato. Evitará, como se pensó en un principio, mostrar la infancia para justificar tanta vehemencia. La paranoia y el abatimiento psicológico darán lugar a un sinfín de preguntas sobre su propia moral. “No soy un animal. No soy esa persona, No soy tan malo” se busca auto convencer mientras llora en una celda. Su complejo sentido de inferioridad y esa auto destrucción son lo que hacen que él sea su principal enemigo. Y el miedo a la soledad. Y el cambio para llegar a la redención. Allí quizás hallará la única manera para no encontrarse sólo...

 

Marcelo De Nicola.-

 

Canción post impresiones

 


UNIVERSO SCORSESE

 


Martin Scorsese nació en la ciudad de Nueva York el 17 de noviembre de 1942, como el segundo de los dos hijos de Charles Scorsese (1913-1993), planchador de ropa y actor, y Catherine Scorsese (Cappa, de soltera; 1912-1997), costurera y actriz; ambos trabajaban en el Garment District. De una infancia compleja por los ataques de asma, iba a una escuela católica y hasta pensaba en ser sacerdote, aunque tiempo después diría que esa vocación católica era, en cierto modo, a través del cine. Luego terminó estudiando Bellas Artes haciendo un master en dicho curso. En 1959 rodó con una súper 8 que fue su primer acercamiento al cine. Mientras realizaba sus estudios en la Universidad de Nueva York         realizó sus primeros cortometrajes como ejercicios de un profesor. En los ´60 llegaron sus primeros largometrajes: Jerusalem, Jerusalem —jamás producida—, y Who's That Knocking at My Door con Harvey Keitel como protagonista. En 1972 llega Boxcar Bertha pero el gran salto lo da un año después con su primer film sobre la mafia: Calles salvajes, otra vez con Keitel, esta vez acompañado por Robert De Niro. Se confirma su crecimiento cuando logra meterse entre los nominados a mejor guión en los Oscars con su film Alicia ya no vive aquí, que le da el premio principal a Ellen Burstyn como la madre soltera en una road movie que fue un éxito. En 1976 llega una de sus películas más icónicas: Taxi Driver, de la que no hay mucho que agregar. 



Luego llegó el musical New York, New York con Liza Minelli. Los ´80 arrancarían con otro clásico: Toro Salvaje, con De Niro interpretando al boxeador Jake La Motta, que le dio un premio Oscar a mejor actor. Luego en 1983 llega la que es para él, la mejor interpretación de su actor estrella: El rey de la comedia con De Niro junto a Jerry Lewis. Sus otras películas de la década dejaron un film psicológico como Después de hora (le dio el premio en Cannes a mejor director), la secuela de El audaz (film sobre billar con Paul Newman) llamada El color del dinero y la polémica La última tentación de Cristo



Los ´90 arrancaron con todo gracias a Buenos Muchachos, continuó con la remake de Cabo de Miedo, con otro Robert De Niro genial. En 1993 filmó la romántica La edad de la inocencia, demostrando que no sólo vivía de gangsters pero dos años después apareció para muchos, una de sus mejores películas: Casino. En 1997 llegó otra polémica: Kundun, sobre el Dalai Lama en el Tibet, film censurado en China. Cerró la década con la pequeña pero no por eso menos encantadora Vidas al límite, nuevamente la alienación, esta vez en el mundo nocturno de las ambulancias. Los 2000 lo vieron volver con todo, arrancando con Pandillas de Nueva York, donde vuelve a trabajar con Daniel Day-Lewis y suma a su otro actor estrella: Leonardo DiCaprio, que sería quien se ponga en la piel de Howard Hughes en su próximo film: El aviador. En 2006 llegaría por fin el anhelado Oscar gracias a Los Infiltrados, remake de un film hongkones titulado Infernal Affairs. En 2010 llegó La Isla Siniestra, un gran thriller psicológico. 



Un año más tarde llegó su homenaje al cine con La invención de Hugo Cabret. Otra vez vuelve a trabajar con DiCaprio en una de las grandes películas de la década cuando hacen la comedia negra El lobo de Wall Street. En 2016 filmó Silencio, quizás su película más floja de los últimos 20 años sobre misiones jesuitas en el Japón del siglo XVII. Su último y esperado film es El irlandés, esa historia crepuscular sobre los gangsters que persiguió toda su vida. DiCaprio alguna vez declaró: “para él la trama es secundaria. Su prioridad es encontrar el corazón de la historia a través de los actores con quienes trabaja”.

 

FICHA TÉCNICA

 

Título original: Raging Bull

Año: 1980

Duración: 124 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Martin Scorsese

Guion: Paul Schrader, Mardik Martin. Autobiografía: Jake LaMotta

Música: Varios

Fotografía: Michael Chapman (B&W)

Reparto: Robert De Niro, Cathy Moriarty, Joe Pesci, Frank Vincent, Nicholas Colasanto, Theresa Saldana, Mario Gallo, John Turturro, Frank Adonis, Martin Scorsese

 

PELÍCULA COMPLETA

martes, 20 de octubre de 2020

BUENOS MUCHACHOS - GOODFELLAS

PROGRAMA 301 (02-10-2020)

 

SINOPSIS

 

Henry Hill, hijo de padre irlandés y madre siciliana, vive en Brooklyn y se siente fascinado por la vida que llevan los gángsters de su barrio, donde la mayoría de los vecinos son inmigrantes. Paul Cicero, el patriarca de la familia Pauline, es el protector del barrio. A los trece años, Henry decide abandonar la escuela y entrar a formar parte de la organización mafiosa como chico de los recados; muy pronto se gana la confianza de sus jefes, gracias a lo cual irá subiendo de categoría. (FILMAFFINITY)

 

EDITORIAL

 

Hay que ser leales, no fieles. La lealtad es siempre un sentimiento mucho más noble y más genuino, en cambio la fidelidad posee aquel mal hábito de atar al otro, de exigirle, de pedir siempre algo a cambio, la maldita necesidad del premio. Para lograr la felicidad, si es que esta existe, el fiel precisa que aquel pacto previamente estipulado sea cumplido por ambas partes ya que de no ser así, de no darse esta plenitud en el cumplimiento, el fiel dará por quebrado el acuerdo. Ya no habrá compromiso, obligaciones ni lazos que unan a las partes. Ya no habrá premio. Aparecerá entonces desde lo más oscuro el reproche armado de feroces argumentos que vendrán a explicarnos el por qué aún aquella parte traicionada es merecedora de su perdida recompensa. 

La lealtad, en cambio, funciona de otra manera ya que no tiene que ver con la razón. En la lealtad, no hay ganancia sino entrega, no hay seguridad sino imprevisibilidad. La lealtad no tiene que ver con  la satisfacción ni la planificación, uno no es leal por lo que se recibe, ya que al recibir entonces, nuestro deseo se vería colmado. Uno es leal más allá de todo pacto, o mejor aún, uno es leal cuando el pacto se ha roto. Allí brillará entonces la entrega y no el premio. Allí seremos nosotros con la nobleza más pura quebrando todas las leyes, relacionándonos desde lo más profundo sin necesidad de vencedores ni vencidos. En aquel paño jugaran sus cartas los buenos muchachos.-

Lucas Itze.-


Canción elegida para la editorial

 


IMPRESIONES SOBRE BUENOS MUCHACHOS


Entre 1794 y 1795 Beethoven crea una composición para voz y piano dedicada a un amor no correspondido que en una sola pieza reúne dos poemas de Gottfried August Bürger, hablamos de “Seufzer eines Ungeliebten und  Gegenliebe” y suena así. Podemos encontrar una semejanza en “fantasia coral” de 1808 entre los minutos 4.50 a 5.10. Hay quienes repiten hasta el hartazgo que Beethoven le robó la melodía a Mozart. Es bien conocida la admiración que Beethoven sentía por su colega. En 1775, 20 años antes del primer ejemplo que escuchamos Mozart componía una de sus obras religiosas titulado “Misericordias” y en un segmento podemos escuchar lo siguiente. Pero no fue hasta 1824, 12 años después de “Fantasia Coral” que nuestro amigo Ludwig, le regaló a la humanidad una de las obras maestras más bellas y emocionantes, “la 9na Sinfonia, también conocida como Coral ¿Qué hubiese sucedido entonces si ante el descubrimiento de la primer semejanza entre aquellas obras, la sociedad rechazaba o repudiaba al gran compositor Alemán por cuestiones de copyright (?)? Quizás, desalentado hubiese abandonado la búsqueda de aquella melodía y hoy no existiría la 9na sinfonía. Esto es a modo de ejemplo para graficar musicalmente que las estructuras así como nos condicionan, pueden ser lo esencial para lograr sacar lo mejor de por ejemplo una secuencia de notas. Entonces esta introducción nos servirá para salirnos de aquel lugar de opinión basado en las estructuras. Es que casi todo lo que conocemos esta encasillado en estructuras que moldean las formas. La música, la construcción, la cocina, el habla, la ciencia, el cine. Y dentro del cine, los géneros.

El 19 de septiembre de 1990, Martin Scorsese nos trae Buenos Muchachos. Con un film de casi dos horas y media de duración y luego del éxito de la trilogía de El Padrino de Coppola. Abordará, como su antecesora, una historia sobre la mafia pero con sello propio. No estará basada en un libro sino en hechos reales. No será la historia de familias Italianas, de sangre pura, aquella que otorga determinadas licencias sino de aquellos que se alimentan del poder residual de la verdadera mafia. Entonces veremos a aquel trío compuesto por Ray Liotta, Robert De Niro y Joe Pesci (el único italiano de esta banda, a la espera de su ansiado ascenso) Este trío tendrá que pedir permiso al Pol, para todo tipo de negocio que se les aparezca. Y a cambio de ese permiso deberán rendirle su parte monetaria, pero sobre todo le deberán asegurar lealtad absoluta. De esta manera, las relaciones que veremos no serán la de las cúpulas máximas, no habrá trato directo con jueces, políticos, periodistas sino que la cámara estará sobre aquellos perros que negocian en los callejones y no en amplias y lujosas avenidas. La perspectiva será como la de una lupa que observa a los crustáceos sobándole el lomo a la ballena. Por eso los veremos tomar cafés en bares escondidos, transitar callejones, ingresarán a importantes lugares y tendrán cierta exclusividad pero entrarán siempre por la puerta de atrás. Scorsese buscará describir con mucho detalle a cada personaje y para ser eficaz, se servirá de la técnica del plano secuencia. Veremos dos tomas impecables, las cuales utilizara para resumir la descripción de cada uno en aquel mundillo. La utilización de la voz en off también se utilizará para aquel fin y reforzara la tridimensionalidad del protagonista y la de que luego será su esposa. 

La metáfora será algo que brillará por su ausencia y por lo contrario será lo explícito la apuesta del director. La cantidad de detalles y recursos serán los que le darán una dinámica tan particular a los 145 minutos. Prueba de esto es la banda musical compuesta por una lista de 48 canciones que suenan a lo largo de todo el film y que inundarán de sentido cada aspecto de la película en donde cada una de ellas puede hace referencia desde a una época histórica, sentimientos de los personajes o relaciones interpersonales. Cada momento estará apoyado de fondo por una canción, y aquí no discriminará en los estilos que irán desde el jazz con Dean Martin con su infaltable canción para apoyar la idea de una época inundada de éxito, al blues, el Charleston y el rock que sobresale a partir de la segunda mitad. Veremos el ascenso, la cima y la caída de estos tres personajes aunque el protagonista será Henry Hill, interpretado por un exagerado Ray Liotta. En el fracaso radicará la belleza del relato. Si El Padrino fuese un bar sería Las Violetas de Almagro, Buenos Muchachos será el bar de Miguel. Y el bar de Miguel será aquel lugar donde también nos sentiremos cómodos. El fracaso se hará cuerpo y se sentará en cada mesa de aquel lugar. El olor a gloria oxidada creará una atmósfera única y será como un museo de la derrota y nosotros brindaremos desde aquella barra de madera gastada porque en ese oscuro callejón también veremos crecer las más bellas de las flores…

Alan Beneitez.

Canción post impresiones


 

UNIVERSO SCORSESE

 


Martin Scorsese nació en la ciudad de Nueva York el 17 de noviembre de 1942, como el segundo de los dos hijos de Charles Scorsese (1913-1993), planchador de ropa y actor, y Catherine Scorsese (Cappa, de soltera; 1912-1997), costurera y actriz; ambos trabajaban en el Garment District. De una infancia compleja por los ataques de asma, iba a una escuela católica y hasta pensaba en ser sacerdote, aunque tiempo después diría que esa vocación católica era, en cierto modo, a través del cine. Luego terminó estudiando Bellas Artes haciendo un master en dicho curso. En 1959 rodó con una súper 8 que fue su primer acercamiento al cine. Mientras realizaba sus estudios en la Universidad de Nueva York         realizó sus primeros cortometrajes como ejercicios de un profesor. En los ´60 llegaron sus primeros largometrajes: Jerusalem, Jerusalem —jamás producida—, y Who's That Knocking at My Door con Harvey Keitel como protagonista. En 1972 llega Boxcar Bertha pero el gran salto lo da un año después con su primer film sobre la mafia: Calles salvajes, otra vez con Keitel, esta vez acompañado por Robert De Niro. Se confirma su crecimiento cuando logra meterse entre los nominados a mejor guión en los Oscars con su film Alicia ya no vive aquí, que le da el premio principal a Ellen Burstyn como la madre soltera en una road movie que fue un éxito. En 1976 llega una de sus películas más icónicas: Taxi Driver, de la que no hay mucho que agregar. 

Luego llegó el musical New York, New York con Liza Minelli. Los ´80 arrancarían con otro clásico: Toro Salvaje, con De Niro interpretando al boxeador Jake La Motta, que le dio un premio Oscar a mejor actor. Luego en 1983 llega la que es para él, la mejor interpretación de su actor estrella: El rey de la comedia con De Niro junto a Jerry Lewis. Sus otras películas de la década dejaron un film psicológico como Después de hora (le dio el premio en Cannes a mejor director), la secuela de El audaz (film sobre billar con Paul Newman) llamada El color del dinero y la polémica La última tentación de Cristo

Los ´90 arrancaron con todo gracias a Buenos Muchachos, continuó con la remake de Cabo de Miedo, con otro Robert De Niro genial. En 1993 filmó la romántica La edad de la inocencia, demostrando que no sólo vivía de gangsters pero dos años después apareció para muchos, una de sus mejores películas: Casino. En 1997 llegó otra polémica: Kundun, sobre el Dalai Lama en el Tibet, film censurado en China. Cerró la década con la pequeña pero no por eso menos encantadora Vidas al límite, nuevamente la alienación, esta vez en el mundo nocturno de las ambulancias. Los 2000 lo vieron volver con todo, arrancando con Pandillas de Nueva York, donde vuelve a trabajar con Daniel Day-Lewis y suma a su otro actor estrella: Leonardo DiCaprio, que sería quien se ponga en la piel de Howard Hughes en su próximo film: El aviador. En 2006 llegaría por fin el anhelado Oscar gracias a Los Infiltrados, remake de un film hongkones titulado Infernal Affairs. En 2010 llegó La Isla Siniestra, un gran thriller psicológico. 

Un año más tarde llegó su homenaje al cine con La invención de Hugo Cabret. Otra vez vuelve a trabajar con DiCaprio en una de las grandes películas de la década cuando hacen la comedia negra El lobo de Wall Street. En 2016 filmó Silencio, quizás su película más floja de los últimos 20 años sobre misiones jesuitas en el Japón del siglo XVII. Su último y esperado film es El irlandés, esa historia crepuscular sobre los gangsters que persiguió toda su vida. DiCaprio alguna vez declaró: “para él la trama es secundaria. Su prioridad es encontrar el corazón de la historia a través de los actores con quienes trabaja”.

 

FICHA TÉCNICA

 

Título original: Goodfellas

Año: 1990

Duración: 148 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Martin Scorsese

Guion: Nicholas Pileggi, Martin Scorsese (Novela: Nicholas Pileggi)

Música: Varios

Fotografía: Michael Ballhaus

Reparto: Ray Liotta, Robert De Niro, Joe Pesci, Lorraine Bracco, Paul Sorvino, Chuck Low, Christopher Serrone, Debi Mazar, Gina Mastrogiacomo, Frank Sivero, Illeana Douglas, Tony Darrow, Frank DiLeo, Frank Vincent, Mike Starr, Catherine Scorsese, Michael Imperioli, Welker White, Suzanne Shepherd, Margo Winkler, Samuel L. Jackson, Elaine Kagan, Beau Starr, Kevin Corrigan, Bo Dietl, Julie Garfield, Henny Youngman

jueves, 1 de octubre de 2020

TRILOGIA EL PADRINO - THE GODFATHER PART 1, PART 2, PART 3

PROGRAMA 300 (25-09-2020)

 

SINOPSIS

 

América, años 40. Don Vito Corleone (Marlon Brando) es el respetado y temido jefe de una de las cinco familias de la mafia de Nueva York. Tiene cuatro hijos: Connie (Talia Shire), el impulsivo Sonny (James Caan), el pusilánime Fredo (John Cazale) y Michael (Al Pacino), que no quiere saber nada de los negocios de su padre. Cuando Corleone, en contra de los consejos de 'Il consigliere' Tom Hagen (Robert Duvall), se niega a participar en el negocio de las drogas, el jefe de otra banda ordena su asesinato. Empieza entonces una violenta y cruenta guerra entre las familias mafiosas. (FILMAFFINITY)

 

EDITORIAL

 

El poder corrompe, el poder limita, el poder mata. ¿Pero qué significa? Hay muchos significados pero no hay una sola respuesta. Esta década trajo una de las mejores series de la historia: House of Cards. Producida y dirigida en algunos capítulos por David Fincher tenía en el personaje principal a Frank Underwood, un político interpretado por Kevin Spacey en busca de la presidencia, donde el poder y el dinero tenían un aspecto central como esta pregunta: ¿qué importa más: el dinero o el poder? Underwood siempre decía que lo segundo, porque el dinero podía comprar un jet sky o una mansión pero no podía comprar almas. Sin embargo, la frase que resume todo es la siguiente: el dinero es la gran mansión en Sarasota que empieza a caerse a pedazos luego de diez años. Poder es el viejo edificio de roca que resiste por siglos. No puedo respetar a alguien que no entienda la diferencia... Sabemos, que la construcción de poder se monta creando vínculos históricos. La Iglesia, el Ejército, los medios de comunicación y la clase alta son un cuarteto ideal para fomentarlo. Si tenes a la mayoría de ellos de tu lado, sos casi inimputable. Si hablamos de poder, política y estas cuatro patas de la mesa, me es imposible no recordar ciertos personajes de nuestra historia. Allá por los ´90, un hombrecito podía codearse con los Rolling Stones, jugar un partido de básquet, sacarse fotos con las estrellas del momento y rodearse de mujeres en los boliches top del país. 

Esa construcción de poder hizo que esas acciones sean transmitidas a los medios de comunicación, que lo retrataban más en las revistas de moda que en los medios periodísticos. Con eso, logró que se olviden tan fácilmente episodios como los dos mayores atentados que sufrió el país, una explosión en una fábrica militar, negociados con ventas de armas a diferentes países y crímenes de los llamados hijos del poder en algunas provincias. Incluso la muerte de su propio hijo. Durante esas épocas, en otro negocio quizás tan redituable como la política, otro personaje central hacía sus tejes y manejes en el deporte internacional por excelencia sin hablar una palabra en inglés. Su anillo con la frase Todo Pasa y su apodo El Padrino bastaban para entender su importancia. Solo la muerte pudo destronarlo. Esa empatía de ciertos sectores con el poder hace que el ser humano se transforme en un individuo atroz y despiadado. Que con solo una mirada puede decidir quien vive y quien no. Y seguramente los medios miren para otro lado, la Iglesia calle y los demás suframos las consecuencias. Allá estarán ellos, apareciendo como por arte de magia y ocultándose en el momento justo. Durmiendo con los ojos abiertos y con una bala siempre preparada en la recámara. Hasta convertirse en el mismísimo diablo. Y sonriendo por tener siempre a mano una oferta que no podamos rechazar...

 

Marcelo De Nicola.-

 

Canción elegida para la editorial

 


IMPRESIONES SOBRE EL PADRINO


Una batalla por el sentido es siempre una batalla por lo real. Por allí estará aquel virus que es la palabra construyendo la historia, explicando cada uno de nuestros actos, generando un puente inexplicable entre aquella angustia inefable que nos oprime desde nuestro interior y aquel afuera nombrable, construido con solidez sobre una inconmensurable cantidad de ladrillos hechos de lenguaje. No hay nada fuera del texto, nos repetirá una y otra vez aquel filósofo francés llamado Jacques Derrida. El poder real, el poder verdadero no es otro, entonces, sino la palabra. No existirá nada por fuera de ella, nada podrá ser, nada podrá existir si antes no puede ser nombrado. La palabra limita, detiene y es por todo esto que tranquiliza. El yo siempre es liviano, dividido y disperso, necesita de la seguridad de la lengua para definirse. Como ya hemos dicho alguna vez desde este mismo foro, la palabra de dios es creadora, porque dios es palabra, verbo e idea. El hombre, desde la soberbia del conocimiento y  su perversa compulsión opresora respecto de las demás especies, de otros sistemas, motivado por su orgullo, imita a aquel dios generando sentido a través del lenguaje. Conoce entonces solo lo que nombra, crea significación, crea verdad, una verdad igual de arbitraria y por eso lábil, como el lenguaje del que se sirve. La verdad es un ejército de metáforas en permanente estado de combate escribió Nietzsche. Entonces la verdad es una cuestión de poder, una cuestión política. El bien y el mal, en este mismo sentido, ¿no tendrán una construcción similar? Lo cierto es que el poder narra, nombra y por lo tanto, genera su propia verdad, la única verdad. Pero nosotros sabemos que nada es definitivo, que siempre hay otras lecturas, otras verdades, incluso en esto mismo que hoy estamos diciendo frente a todos y todas ustedes. Francis Ford Coppola en el año 1972 dirigió la primera parte del film El padrino, historia tomada del libro homónimo del autor Mario Puzo y fue en aquel relato donde el director decidió centrarse en la narración misma de la construcción del poder real. 

Habrá otro poder soslayado entre las sombras, oculto allá en lo alto, con la mirada atenta de una fiera que observa su almuerzo, un poder que será muy diferente a aquel otro relatado desde los periódicos y noticieros. Muy lejos de los votos y de cualquier sistema representativo. Aquel poder que se narra a sí mismo y que impone sus propias leyes. Tal vez las dictaduras sufridas en Latinoamérica se asemejen un poco a la organización que ostenta este poder. No olvidemos jamás que el sistemático plan de ese operativo se materializo a través de la imposición de gobiernos de facto, de imperdonables e indiscriminadas matanzas, involucrando tanto a civiles como militares, al clero y a medios de comunicación, con el único nefasto objetivo de imponer un sistema económico. Un sistema que opere con sus reglas, que favorezca sus intereses, que siga colmando sus inagotables arcas. En aquel paño juega sus fichas el poder real, y cuando sus jugadas salen mal, cuando su dios reparte malas cartas y mira hacia otro lado, la sangre entonces lo baña todo. El film relatará la historia de la familia Corleone, una de las familias más poderosas de Nueva York. Contará como fue la construcción de su poder frente al puñado de familias que lo detentaba, las consecuencias propias de aquel manejo, hablará de las traiciones, de los códigos inquebrantables, de los lazos sanguíneos y su poder de unión frente a cualquier tipo de controversia. El drama estará llevado por personajes excelentemente construidos, con contradicciones, miedos y pasiones, personajes tridimensionales que crearan un verosímil sólido y cuyas interpretaciones serán dignas de quedar en la memoria de la historia mundial del cine. 

Las actuaciones estarán a cargo de jóvenes actores y actrices que luego, con el tiempo y el talento han sabido inmiscuirse dentro del star system y así convertir sus nombres en garantía de buen arte y gusto estético. Estará en aquel grupo nuestra gran amiga Diane Keaton, Robert Duvall, Robert De Niro y claro, Al Pacino. La historia de la familia Corleone estará dividida en tres relatos en los cuales descubriremos los interesantes giros experimentados por el protagonista Mike Corleone, papel inteligentemente interpretado por Pacino. El primero de los relatos se centrara en el conflicto de Michael por diferenciarse de los negocios de su familia. Pero aparecerá entonces la palabra, con todo su poder significando, nombrando, ordenando arbitrariamente según un interés particular y será Vito Corleone (Marlon Brando), padre de Mike, quien la ejerza y lo nombre sin ninguna pregunta, sin ninguna objeción, tal como funciona el sistema dictatorial del lenguaje, tal como ejerce su poder aquel virus, el próximo padrino. En la segunda parte del relato Mike jugará el juego de manera inteligente, con frialdad y distancia, con la paciencia de aquellos que jamás muestran todo el mazo. Veremos aquí las consecuencias de las palabras, de las decisiones. Será una segunda parte repleta de traiciones, de profundas pérdidas, de decisiones que marcarán al personaje para el resto de su historia. 

La tercer parte del relato, tal vez la más liviana, quizás la menos interesante, nos mostrará a un Corleone diferente, más negociador, tal vez más cansado, coqueteando entre el poder real y el poder político. Lo veremos con la fuerte intención de alejarse, tal como en su juventud, de aquel padecimiento que implica el ejercicio del poder. Las diferentes situaciones lo llevarán a la imposibilidad de escapar. Nadie escapa de aquel entorno que crea su propio verosímil, sus propias reglas y sus propias realidades. Que se narra y es a su vez relator de otras verdades. Nadie escapa del poder de la palabra, porque como ya sabemos el poder es infinito y cada vez que vence vuelve a crear nuevos enemigos para así poder seguir venciendo y de esa manera definirse él mismo entonces nuevamente, infinitamente, como el poder real.

 

Lucas Itze.-

 

Canción post impresiones

 


UNIVERSO COPPOLA


Nacido en Michigan un 7 de abril de 1939, viene de familia de artistas. Su padre Carmine era director de orquesta y su madre, Italia era actriz en el país que debe su nombre. Su hermana, Talia, también es actriz y protagonista de sus films. Luego vinieron sus hijos, Gian Carlo (fallecido a los 22 en un accidente de lancha), Roman y Sofía y sus sobrinos Nicolas Cage y Jason Schwartzman. Por una poliomelitis a los 9 años estuvo un año postrado y en ese tiempo su única distracción eran unas marionetas y películas familiares filmadas en Súper 8, lo que fue el inicio de todo. Luego de terminar la secundaria se inscribió en la escuela de Artes Dramáticas que culminó en 1960, año en que se graduó en la  Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en ambos lugares ya hizo contactos que luego colaborarían con su carrera. En los años ´60 empezó a hacer películas eróticas de bajo presupuesto, la primera fue The Bellboy and the Playgirls, Una comedia erótica alemana ("Mit Eva Fing die Sünde an" realizada en 1958), remontada con secuencias adicionales por Coppola en los inicios de su carrera. Luego conoce al director Roger Corman, uno de los grandes del cine de terror de la época (entre sus filmes más conocidos destaca su serie de películas basadas en historias de Edgar Allan Poe incluyendo La caída de la casa Usher (1960), El péndulo de la muerte (1961), El cuervo (1963) y La máscara de la muerte roja (1964)), quien rápidamente lo convirtió en su asistente personal. Su primer film importante fue uno de terror hecho justamente para Corman llamado Demencia 13. Como a Corman no le gustó el resultado final y contrató a alguien para finalizar el film, la relación se rompió definitivamente. En esa década siguieron films como Tú eres un gran chico, Más allá del arco iris y La gente de la lluvia, con la que logra el premio a mejor película en San Sebastián, lo que le da el empujón que necesitaba. En 1969 funda su propia compañía productora, American Zoetrope, de la que era presidente ejecutivo y George Lucas vicepresidente. 

Los ´70 arrancan con todo, ya que escribe el guion de Patton para Franklin J. Schaffner, logrando su primer Oscar en 1971. Entre 1971 y 1972 empezó la idea de adaptar la novela de Mario Puzo llamada El Padrino. 52 días de rodaje y peleas con las productoras por los actores terminaron dándole la razón a Coppola logrando una de las grandes películas de la historia. Ganaría el Oscar a mejor película y a guión adaptado. Ya siendo millonario se embarcó en dos proyectos que salieron el mismo año. Primero llegó La Conversación, con la que fue nominado a Mejor Película y guion original. Protagonizada por Gene Hackman en uno de sus más aclamados trabajos, era un sorprendente estudio del sonido dirigido por Walter Murch, por el que ganaría el Óscar al mejor montaje de sonido (no en vano Hackman encarna a un profesional de las escuchas telefónicas), para un relato sombrío y lento, de gran densidad psicológica, basada en los silencios y en la reflexión más que en una dinámica más habitual en el género de la intriga. Y además ganadora del Festival de Cannes. Una enorme película que se vio ensombrecida por su otra obra: El padrino 2. La segunda parte de la trilogía confirmó el talento de Coppola y lo llevó a ganar 6 oscars más, incluyendo película, dirección y guion adaptado... Cinco años más tarde llegaría otra de sus obras magnas: ApocalypseNow, uno de los grandes relatos sobre la crueldad de la guerra. 

Terminaban los 70 y Coppola dirigía cuatro films que entrarían para muchos, entre los mejores de la historia. Empezaba la caída, su estudio al ser ajeno a Hollywood solo producía deudas y Coppola tenía que vender hasta su casa y empezar a hacer films de encargo para salir adelante. Así arrancó 1981 con el musical Golpe al Corazón y dos años después llegarían dos films sobre jóvenes adolescentes que serían las grandes estrellas de los años siguientes: La ley de la calle y The Outsiders, con jóvenes promesas como Matt Dillon, Mickey Rourke, Diane Lane, Nicolas Cage, Ralph Macchio, Patrick Swayze, Emilio Estévez, Rob Lowe, Laurence Fishburne o Tom Cruise. Un año después dirige a otra estrella emergente: Richard Gere en Cotton Club. Luego siguen otros films de encargo donde siempre deja su marca: Peggy Sue, Jardines de piedra y Tucker. Para salir de la crisis económica, Coppola accedió a filmar la tercera parte de la trilogía El Padrino, que lo volvería a poner en las altas cumbres, pese a no ser tan genial como sus antecesoras. Eso le da la chance para hacer en 1992 su última gran película: Drácula de Bram Stocker, con un reparto de lujo. 

Los films que ha hecho después han tenido más críticas que elogios: Jack con Robin Williams en 1996, El poder de la justicia, una de las que se salva, con Matt Damon y Danny De Vito en 1997. Diez años después llegó Juventud sin juventud y en 2009 nos emocionamos cuando vino con Vincent Gallo a nuestro país a filmar Tetro, con actores nacionales como Sofía Gala, Rodrigo de la Serna, Leticia Brédice, Mike Amigorena o Erica Rivas. En 2011 dirigió su último film llamado Twixt, una cinta de terror con Val Kilmer. Sus próximos pasos son la superproducción Megalópolis, que se sigue esperando y para diciembre se dice que hará un nuevo final de la tercera parte de El Padrino. Veremos con que aparece el genio...

 

FICHA TÉCNICA

 

Título original: The Godfather

Año: 1972

Duración: 175 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Francis Ford Coppola

Guion: Francis Ford Coppola, Mario Puzo (Novela: Mario Puzo)

Música: Nino Rota

Fotografía: Gordon Willis

Reparto: Marlon Brando, Al Pacino, James Caan, Robert Duvall, Diane Keaton, John Cazale, Talia Shire, Richard S. Castellano, Sterling Hayden, Gianni Russo, Rudy Bond, John Marley, Richard Conte, Al Lettieri, Abe Vigoda, Franco Citti, Lenny Montana, Al Martino, Joe Spinell, Simonetta Stefanelli, Morgana King, Alex Rocco, John Martino, Salvatore Corsitto, Richard Bright, Tony Giorgio, Vito Scotti, Jeannie Linero, Julie Gregg, Angelo Infanti, Corrado Gaipa, Saro Urzi

 

Título original: The Godfather: Part II

Año: 1974

Duración: 200 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Francis Ford Coppola

Guion: Francis Ford Coppola, Mario Puzo (Novela: Mario Puzo)

Música: Nino Rota, Carmine Coppola

Fotografía: Gordon Willis

Reparto: Al Pacino, Robert De Niro, Diane Keaton, Robert Duvall, John Cazale, Lee Strasberg, Talia Shire, Gastone Moschin, Michael V. Gazzo, Marianna Hill, Bruno Kirby, Danny Aiello, Harry Dean Stanton, Troy Donahue, Roger Corman, Morgana King, Joe Spinell, Richard Bright, James Caan, Dominic Chianese, Francesca de Sapio, G.D. Spradlin, Frank Sivero, Oreste Baldini, Tom Rosqui, Leopoldo Trieste, Amerigo Tot, John Aprea, Abe Vigoda, Gianni Russo, Maria Carta, Mario Cotone, Fay Spain, James Murdock, Carmine Caridi, William Bowers, Joseph Della Sorte, Carmen Argenziano, Kathleen Beller, Ignazio Pappalardo, Peter Donat, Tom Dahlgren, Ivonne Coll, Richard Watson, Erica Yohn

 

Título original: The Godfather: Part III

Año: 1990

Duración: 163 min.

País: Estados Unidos

Dirección: Francis Ford Coppola

Guion: Francis Ford Coppola, Mario Puzo (Novela: Mario Puzo)

Música: Carmine Coppola

Fotografía: Gordon Willis

Reparto: Al Pacino, Diane Keaton, Talia Shire, Andy García, Eli Wallach, Joe Mantegna, George Hamilton, Bridget Fonda, Sofia Coppola, Raf Vallone, Donal Donnelly, Richard Bright, Al Martino, Helmut Berger, Don Novello, John Savage, Franco Citti, Mario Donatone, Vittorio Duse, Enzo Robutti, Robert Cicchini, Rogerio Miranda, Carlos Miranda, Vito Antuofermo, Jeannie Linero, Carmine Caridi, Don Costello, Al Ruscio, Mickey Knox, Rick Aviles, Michael Bowen, Brett Halsey, John Abineri, Brian Freilino, Gregory Corso, Marino Masé, Dado Ruspoli, Valeria Sabel, Remo Remotti, Giuseppe Pianviti, Simonetta Stefanelli, Paco Reconti, Mimmo Cuticchio, Nicky Blair, Diana Agostini, Jessica DiCicco, Catherine Scorsese