miércoles, 28 de mayo de 2014

TAXI DRIVER

Programa 12 (03-06-2013)


EDITORIAL

Bukowski escribió por ahí lo siguiente “si ocurre algo malo, bebes para olvidarlo, si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo, y si no ocurre nada, bebes para que pase algo”.
El hecho de pensar en cómo soporto tanto tiempo metiendo litros incontables de alcohol en su cuerpo hizo que reflexionara algunas cosas y de alguna manera llegué a la siguiente reflexión, crítica, o como la quieran llamar. Es sobre la costumbre que tenemos de generalizarlo todo o la mayoría de las cosas y antes que nada quiero aclarar que sólo por el hecho de haberme detenido, tomado un tiempo para darme cuenta de esto, no significa necesariamente que yo no tenga a veces esta costumbre.
Digo que generalizamos al decir, “el alcohol te mata” Creo que si había algo que lo mantenía alejado a este hombre de la muerte fue la maldita bebida. Generalizar es querer destruir, tirar abajo las villas, “porque estas son el escondite ideal de los delincuentes” cuando de una de ellas salió gambeteando del hambre y la miseria alguien como Maradona. Digo que generalizar es enrejar plazas y parques, porque “porque son un aguantadero de alcohólicos y faloperos” y hoy miles de besos se suicidan por las noches o se terminan extinguiendo en una fría y triste rutina de concreto.


Creo que esto es poco pero suficiente para decir que generalizar es disminuir la capacidad de pensar, es acostumbrarse a verlo todo por la superficie. A tener miedo, miedo a equivocarse porque “generalmente las personas que se equivocan son señaladas con el dedo, luego excluidas y por eso no llegan a nada” porque “generalmente las personas tienen que llegar a ser algo o alguien en la vida” y si “generalmente te adecuas a las reglas generales lo vas a lograr”. Error hermano, lo que habría que hacer generalmente es pasarse esa manera de hacer y pensar por las pelotas y salir a vivir. Yo me lo propuse hace un tiempo y hoy voy a subir la apuesta. También los invito a ustedes a hacer ese pequeño esfuerzo de no caer en esa costumbre, o por lo menos en darse cuenta cada vez que lo hagan y preguntarse ¿Por qué?
Hoy subo mi apuesta y estoy seguro que aparecerán nuevos colores y sus diferentes tonalidades le darán aún mas sentido a esta vida. Estoy seguro de que al terminar el programa saldré a la vereda, caminaré hacia la esquina donde está la avenida, y si decido tomarme un taxi, al subirme no voy a cruzarme con el típico experto en sociología, politólogo, un excelente economista y al tanto de la actualidad en deportes varios, y que además es buen atleta, con algunos logros en la espalda, todo un suertudo en el amor. Destacado chef y crítico de arte y literatura que además es amigo de todo el mundo y conoce grandes personalidades. Esta noche el taxista que me llevara a casa quizás sea sólo un pobre hombre enojado con la vida…

Alan Beneitez.

Canción elegida para la Editorial


IMPRESIONES SOBRE TAXI DRIVER



Escuchen, cabrones desgraciados: aquí tienen a un hombre que no pudo tolerarlo más. Un hombre que hizo frente a los pordioseros, a las putas, a los cabrones, a la suciedad, a la mierda. Aquí tienen a  alguien que les hizo frente. Aquí tienen… Si, claramente en esas líneas descubrimos a TRAVIS, el que dijo basta, el mismo que descubrió que el mundo era tan miserable, absurdo y patético como su vida, como la vida de todos nosotros. Ese personaje que no puedo dejar de relacionarlo con el de  Michael Douglas en “Un día de furia”. Ese personaje que un día decide patear el tablero y devolverle a la sociedad, de la manera más cruda, todo lo que ella le dio. Allí encontraremos, seguramente, resentimiento, violencia, intolerancia y sangre… mucha sangre. La película comienza con el vaho de una ciudad, con sus tinieblas, con el vapor de un Nueva York que hierve. Entre aquel humo pestilente aparece un taxi, recorriendo las calles, patrullándolas quizás. Veremos intercalado por montaje, unos planos cerrados de los ojos de TRAVIS, recorriendo de izquierda a derecha, lentamente, todo el cuadro. Todas las tomas hacia el exterior del taxi, en esta secuencia inicial, se caracterizaran por la distorsión o poca claridad de las mismas. En algún momento, un chorro de agua caerá sobre el parabrisas y Scorsese, el gran Scorsese, flamante director del film, optará por ese instante para mostrarnos, a través de una cámara subjetiva, esto es que la cámara toma la visión del personaje para narrar, la vista hacia el exterior. Otras tomas estarán distorsionadas simplemente desde montaje. De esta manera, el director, comienza mostrando (para el ojo atento) como se ve Nueva York a través de la mirada alterada de TRAVIS. 


Pronto entenderemos que su visión es muy poco alentadora. La película se desarrollara con una linealidad alarmante con el objetivo de que no perdamos ni un segundo de vista la transformación del protagonista. Ahí está el juego que nos plantea Martin Scorsese. Veremos varios sucesos que colmaran aquella copa que es TRAVIS, interpretado con la genialidad que solo Robert De Niro sabe entregar. Nos acompañara una voz over en todo el relato, que nos narrara a modo de diario íntimo los sucesos y sensaciones importantes para TRAVIS a través de los días. Se denomina voz over a la voz que narra sobre la imagen del personaje, en este caso es la voz del mismo protagonista que nos va ir contando a través de ese diario intimo, reflejo de su comienzo de obsesión por el orden y la limpieza, como se va transformando su visión y su manera de tramitar los distintos sucesos diarios. Se diferencia claramente de la voz en off porque en esta, el personaje se encuentra fuera de cuadro. La ciudad ira toreándolo a TRAVIS, ira midiendo su tolerancia. Se dice que un personaje correctamente creado, de esos que se sienten vivos en la pantalla, se logra trabajando su tridimensionalidad. Esto es definiéndole un aspecto físico, un perfil psicológico y otro social. TRAVIS brilla en su tridimensionalidad y por momentos nos conectamos tanto con él que hasta nos apiadamos de su pena. De él sabemos que es un ex Marín, sus estudios fueron realizados un poco por aquí, otro poco por allá, según nos relata él mismo. Sabemos que es un tipo muy perceptivo y sensible. Recuerdo acá la escena en que conoce a BETSY, él la describe como un ángel puro y blanco en contraposición con la miseria y la basura que él ve en la sociedad. Vale comentar que en esta escena sucede el primero de los dos cameos que hará el director dentro del film. 


La voz off va describiendo el momento en que TRAVIS ve por primera vez a Betsy y la imagen nos muestra a un tipo sentado mirando hacia un lado, todos creemos que se trata del protagonista, pero no, al girar la cabeza descubrimos al mismo Martin Scorsese que observa pasar a Betsy en un inmaculado vestido blanco. El segundo cameo será dentro del taxi, ahora en la piel de un pasajero que tras la infidelidad de su mujer, le comenta a TRAVIS que ha decidido matarla. Otra cosa que también sabemos sobre nuestro protagonista es que frecuenta los cines pornos, sufre de insomnio y lo más importante: su vida carece de sentido. Opta por cargarla de trabajo manejando un taxi durante el turno nocturno completo, horario en que la sociedad baja sus defensas y las calles se visten de nuestras queridas putas, de nuestros fraternales dealers. Este es el punto de ataque, la situación particular en la que decide el guionista comenzar a trabajar con el personaje. En otro momento de su vida, quizás TRAVIS no hubiese reaccionado de ninguna manera frente al conflicto. En esta situación puntual, no tiene escapatoria. TRAVIS dice una y mil veces que él no entiende de política, pero quiere limpiar las calles de su ciudad, desea a modo místico quizás, que una lluvia fuerte caiga y limpie toda la inmundicia de una buena vez. Y entonces, aquel monstruo creado por la misma sociedad, producto directo de ella, nace, sediento de parricidio. Su disparador final, la gota que rebalsa, se llama IRIS, aquella increíblemente joven Jodie Foster, una prostituta de unos escasos 12 años, a quien obsesivamente tratara de sacar de la calle para que vuelva con sus padres. Se sumaran el maltrato de BETSY, quien erróneamente interpreta su invitación al cine porno, se sumaran la artificialidad evidente del discurso político del candidato a presidente, el señor PALANTINE.


Todo hará hervor en la cabeza de TRAVIS, quien comenzara matando a un ladrón, luego a un proxeneta y a su ayudante para terminar intentando un suicidio fallido. Una bala que se niega a matarlo, a pesar de su insistencia, a pesar de su imperante deseo de acabar con todo su infierno. TRAVIS sobrevivirá a su día de furia. La sociedad, en un acto de ironía absoluto, lo nombra héroe por haber salvado a la pequeña e inofensiva IRIS. Allí lo vemos alejarse a TRAVIS, lejos ya de su total fracaso de vivir, manejando su taxi, a la espera quizás, de su nuevo desencuentro con la fe.
Y desencuentro es el tango que escucharemos a continuación. Abran paso que ya llega con su bandoneón blanco, nuestro querido amigo, el eterno Rubencito Juarez, a contarnos de una vez por todas como son las cosas. Adelante Rubén.-                      

Lucas Itze


Un pequeño homenaje de Los Fabulosos Cadillacs


Nos despedimos con: 



FICHA TÉCNICA

Título original: Taxi Driver
Año: 1976
Duración: 113 min.
País: Estados Unidos
Director: Martin Scorsese
Guión: Paul Schrader
Música: Bernard Herrmann
Fotografía: Michael Chapman
Reparto: Robert De Niro, Cybill Shepherd, Jodie Foster, Albert Brooks, Harvey Keitel, Peter Boyle, Leonard Harris, Martin Scorsese, Joe Spinell

Argumento

Robert De Niro es Travis, un hombre solitario, que padece insomnio crónico desde que volvió de la marina. Para sobrellevar el problema, trabaja como taxista en horario nocturno, recorriendo las calles de Nueva York, donde convive con las peores miserias de la ciudad.
Travis no tiene amigos y su único hobbie es ir al cine porno de trasnoche, pero encuentra en Betsy (Cybill Sheppard), a la mujer de sus sueños. Ella es una atractiva rubia que trabaja de voluntaria política para un candidato a presidente, Travis decide presentarse como voluntario, pero finalmente le confiesa que no sabe nada de política y sólo quería invitarla a tomar un café.
En sus viajes, Travis se cruza primero con Palantine, el candidato a presidente para el que trabaja Betsy, y también con Iris (Jodie Foster), una pequeña prostituta que busca escapar, pero que es sacada bruscamente por el joven para el que trabaja.
Finalmente Travis logra concretar una salida con Betsy al cine, pero esta termina de la peor manera. A partir de ahí, Travis entiende que es hora de un cambio.
El 8 de junio es cuando decide darle un giro a su vida, Travis se contacta con un traficante de armas, a quien le compra todo lo que posee. A partir de ahí empieza una rutina de trabajo físico y psicológico.
Decide ir a buscar a Iris, esa pequeña prostituta de 12 años para intentar convencerla que cambie de vida, pero no consigue resultados.
Finalmente, prepara una carta para Iris dejándole dinero para la vuelta a casa. Intenta asesinar al candidato a presidente, pero fracasa, y se va directamente al burdel donde trabaja Iris, y termina con todo lo que hay a su alrededor, inclusive intenta hacerlo con su vida misma.
Por suerte para él, sobrevive a los impactos de bala, y tanto para la prensa como para los padres de Iris, ha nacido un nuevo héroe…

TRAILER


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