SINOPSIS
Henry Hill, hijo
de padre irlandés y madre siciliana, vive en Brooklyn y se siente fascinado por
la vida que llevan los gángsters de su barrio, donde la mayoría de los vecinos
son inmigrantes. Paul Cicero, el patriarca de la familia Pauline, es el
protector del barrio. A los trece años, Henry decide abandonar la escuela y
entrar a formar parte de la organización mafiosa como chico de los recados; muy
pronto se gana la confianza de sus jefes, gracias a lo cual irá subiendo de
categoría. (FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Hay que ser leales, no fieles. La lealtad es siempre un sentimiento mucho más noble y más genuino, en cambio la fidelidad posee aquel mal hábito de atar al otro, de exigirle, de pedir siempre algo a cambio, la maldita necesidad del premio. Para lograr la felicidad, si es que esta existe, el fiel precisa que aquel pacto previamente estipulado sea cumplido por ambas partes ya que de no ser así, de no darse esta plenitud en el cumplimiento, el fiel dará por quebrado el acuerdo. Ya no habrá compromiso, obligaciones ni lazos que unan a las partes. Ya no habrá premio. Aparecerá entonces desde lo más oscuro el reproche armado de feroces argumentos que vendrán a explicarnos el por qué aún aquella parte traicionada es merecedora de su perdida recompensa.
La lealtad, en cambio, funciona de otra manera ya que no tiene que ver con la razón. En la lealtad, no hay ganancia sino entrega, no hay seguridad sino imprevisibilidad. La lealtad no tiene que ver con la satisfacción ni la planificación, uno no es leal por lo que se recibe, ya que al recibir entonces, nuestro deseo se vería colmado. Uno es leal más allá de todo pacto, o mejor aún, uno es leal cuando el pacto se ha roto. Allí brillará entonces la entrega y no el premio. Allí seremos nosotros con la nobleza más pura quebrando todas las leyes, relacionándonos desde lo más profundo sin necesidad de vencedores ni vencidos. En aquel paño jugaran sus cartas los buenos muchachos.-Lucas Itze.-
Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES SOBRE BUENOS MUCHACHOS
Entre 1794 y 1795 Beethoven crea una composición para voz y piano dedicada a un amor no correspondido que en una sola pieza reúne dos poemas de Gottfried August Bürger, hablamos de “Seufzer eines Ungeliebten und Gegenliebe” y suena así. Podemos encontrar una semejanza en “fantasia coral” de 1808 entre los minutos
La metáfora será algo que brillará por su ausencia y por lo contrario será lo explícito la apuesta del director. La cantidad de detalles y recursos serán los que le darán una dinámica tan particular a los 145 minutos. Prueba de esto es la banda musical compuesta por una lista de 48 canciones que suenan a lo largo de todo el film y que inundarán de sentido cada aspecto de la película en donde cada una de ellas puede hace referencia desde a una época histórica, sentimientos de los personajes o relaciones interpersonales. Cada momento estará apoyado de fondo por una canción, y aquí no discriminará en los estilos que irán desde el jazz con Dean Martin con su infaltable canción para apoyar la idea de una época inundada de éxito, al blues, el Charleston y el rock que sobresale a partir de la segunda mitad. Veremos el ascenso, la cima y la caída de estos tres personajes aunque el protagonista será Henry Hill, interpretado por un exagerado Ray Liotta. En el fracaso radicará la belleza del relato. Si El Padrino fuese un bar sería Las Violetas de Almagro, Buenos Muchachos será el bar de Miguel. Y el bar de Miguel será aquel lugar donde también nos sentiremos cómodos. El fracaso se hará cuerpo y se sentará en cada mesa de aquel lugar. El olor a gloria oxidada creará una atmósfera única y será como un museo de la derrota y nosotros brindaremos desde aquella barra de madera gastada porque en ese oscuro callejón también veremos crecer las más bellas de las flores…
Alan Beneitez.
Canción post impresiones
UNIVERSO SCORSESE
Martin Scorsese
nació en la ciudad de Nueva York el 17 de noviembre de 1942, como el segundo de
los dos hijos de Charles Scorsese (1913-1993), planchador de ropa y actor, y
Catherine Scorsese (Cappa, de soltera; 1912-1997), costurera y actriz; ambos
trabajaban en el Garment District. De una infancia compleja por los ataques de
asma, iba a una escuela católica y hasta pensaba en ser sacerdote, aunque
tiempo después diría que esa vocación católica era, en cierto modo, a través
del cine. Luego terminó estudiando Bellas Artes haciendo un master en dicho
curso. En 1959 rodó con una súper 8 que fue su primer acercamiento al cine.
Mientras realizaba sus estudios en
Los ´90
arrancaron con todo gracias a Buenos
Muchachos, continuó con la remake de Cabo
de Miedo, con otro Robert De Niro genial. En 1993 filmó la romántica La edad de la inocencia, demostrando
que no sólo vivía de gangsters pero dos años después apareció para muchos, una
de sus mejores películas: Casino. En
1997 llegó otra polémica: Kundun,
sobre el Dalai Lama en el Tibet, film censurado en China. Cerró la década con
la pequeña pero no por eso menos encantadora Vidas al límite, nuevamente la alienación, esta vez en el mundo
nocturno de las ambulancias. Los 2000 lo vieron volver con todo, arrancando con
Pandillas de Nueva York, donde
vuelve a trabajar con Daniel Day-Lewis
y suma a su otro actor estrella: Leonardo
DiCaprio, que sería quien se ponga en la piel de Howard Hughes en su próximo film: El aviador. En 2006 llegaría por fin el anhelado Oscar gracias a Los Infiltrados, remake de un film
hongkones titulado Infernal Affairs.
En 2010 llegó
FICHA TÉCNICA
Título original: Goodfellas
Año: 1990
Duración: 148 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Martin Scorsese
Guion: Nicholas Pileggi, Martin Scorsese (Novela:
Nicholas Pileggi)
Música: Varios
Fotografía: Michael Ballhaus
Reparto: Ray Liotta, Robert De Niro, Joe Pesci,
Lorraine Bracco, Paul Sorvino, Chuck Low, Christopher Serrone, Debi Mazar, Gina
Mastrogiacomo, Frank Sivero, Illeana Douglas, Tony Darrow, Frank DiLeo, Frank
Vincent, Mike Starr, Catherine Scorsese, Michael Imperioli, Welker White,
Suzanne Shepherd, Margo Winkler, Samuel L. Jackson, Elaine Kagan, Beau Starr,
Kevin Corrigan, Bo Dietl, Julie Garfield, Henny Youngman
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