SINOPSIS
En 1980, en la frontera de Texas, cerca de río Grande, Llewelyn Moss (Josh Brolin), un cazador de antílopes, descubre a unos hombres acribillados a balazos, un cargamento de heroína y dos millones de dólares en efectivo. (FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Es triste el mundo. Su carácter efímero de millones de años lo viste de domingo y de azules y lejanos “hasta luegos” que rebotan en el eco de cualquier historia. Puedo oír la tristeza del mundo susurrando su muerte desde los relojes, robándose los colores con su canción hipnótica de mar que se acerca, deja su secreto y se despide. Si alguna vez pudiéramos escapar de la soberbia del lenguaje, de la colonización de la especie, de aquel horrible holocausto de lo distinto y ya sin ese peso en nuestros hombros transitar otros mensajes, otras historias, nuevos finales. Pero el mundo se hace más triste de esa manera, en aquel juramento tácito de la dureza del piso y la blancura de las nubes, en el obsceno ultraje de los matices que ejercemos con cada nombre.
Está allí la tristeza del
mundo en el cenicero sucio de puchos aplastados, en los poemas perdidos en el
abismo vanidoso de una idea, en la copa aun con vino que con una dignidad
desconocida vigila todavía de pie la mesa vacía que en su aburrimiento juega
con las caricias del viento. Allí está el triste mundo desvaneciéndose en sus
rutinas, con su tristeza que se amarillenta como las hojas de un libro lleno de
tiempo, ese mundo que ahora parte de nosotros roído en sus puntas, con la
sincronía de una danza conocida. Pero también esta aquel barullo del futuro que
nos recibe como una murga embravecida y que se acerca sin forma alguna como
toda novedad. Se acerca aquello inevitable y sobre esas manchas de futuro proyectaremos
nuestra triste esencia para sabernos nuevos, para reservarnos un lugar en aquel
mañana prometido, en aquel mañana paradójicamente interesante porque aún está
libre de nosotros. En aquel mañana que nos hace más fuertes, porque nos jura
que allí, no habrá lugar para los débiles.
Lucas Itze.-
Canción elegida
para la editorial
IMPRESIONES SOBRE SIN LUGAR PARA LOS DÉBILES
El pasado acecha con ese color sepia que intimida. Los recuerdos se humedecen pero el presente es cada vez más agrio. Y el futuro aparece como algo desolador. Como esos desiertos del Lejano Oeste. Hasta allá nos llevan esos talentosos cineastas que son los Hermanos Coen. Esta vez, cosa extraña en ellos, eligen adaptar una novela aunque los personajes tienen ese rasgo cien por ciento Coeneano, si se me permite el término. Hablamos del Best Seller de Cormac McCarthy, titulado No Country for Old Men y llamado Sin lugar para los débiles por estos lares. Una voz en off empezará su monólogo mientras unas increíbles imágenes de ese amanecer desértico comienzan a aparecer como poemas visuales. La primera marca de la casa ya está a la vista. Escucharemos atentos al sheriff de un pueblo extrañar esos viejos tiempos donde los propios comisarios casi ni llevaban armas y donde la muerte se presentaba de otra manera. Otra época. Otros códigos. Otra vida. La historia estará ambientada en los ´80 y será contada de modo lineal. La fotografía de un maestro como Roger Deakins será excelsa. Se centrará en esos colores otoñales, con una paleta de marrones, ocres o beige bien de las típicas películas del Oeste, como si se tratara de un film de Sergio Leone. Se servirá de la luz natural para crear contrastes entre luces y sombras pero también utilizará objetos como un espejo o un viejo televisor para jugar con sus reflejos.
Habrá planos de una belleza típica de los Coen y cada encuadre estará cuidado al máximo. Los planos generales, que serán bastantes durante el film, serán casi fotografías perfectas y como dijeron los directores, los paisajes serán también personajes que no se separarán de la historia. El montaje será perfecto y como en toda su filmografía, habrá que estar atento a ciertos planos detalles, ya sea un zapato, una moneda o una rejilla de ventilación. Los leves movimientos de cámara en algunas escenas nos detallarán la habitual perfección que intentan obtener en cada toma, acercándose de modo tan leve que parecerán tomas fijas, donde el claro ejemplo es la charla del psicópata con un empleado de una estación de servicio y su moneda de la “suerte”. La música será obra de Carter Burwell, otro habitual colaborador de Ethan y Joel. Será un sonido minimalista, compuesto en cierta parte por tazones cantadores o campanas metálicas que creaban un estilo budista en los pocos momentos donde no había silencios. La presentación de los personajes será lenta, tanto como el ritmo del film. Un maletín con dos millones de dólares en las manos equivocadas pueden desatar un caos. Será Llewelyn Moss (Josh Brolin), un cazador veterano de Vietnam, quien se tope con ese dinero luego de una balacera entre traficantes mexicanos en la frontera texana, donde solo queda uno malherido pidiendo agua. Por la noche, para aliviar la culpa decide volver con un bidón y allí empezará el juego.Ya es muy tarde para echarse atrás. Lo acecharán unos narcos pero también habrá un caza recompensas que buscará ese maletín sin importar quien esté enfrente. Ese hombre parco, con un corte de pelo extraño y de pocas palabras, no será otro que Anton Chigurh, interpretado de manera genial por Javier Bardem, a quien veremos asesinar a un policía aun esposado en el comienzo del film. A medida que avanza el metraje se irán desarrollando los personajes pero nunca conoceremos bien a ninguno. Cada uno elegirá sus acciones y sufrirá sus consecuencias. Habrá un hombre que escapará con un maletín y que tratará de salvaguardar a su mujer del lío donde está metido, habrá dos cazas recompensas: uno dispuesto a todo y otro (Woody Harrelson) tratando de dar con él y finalmente habrá un sheriff (Tommy Lee Jones) que los persigue sin entender porque hay tanta violencia. En el medio veremos la simpleza entre tanto terror. Empleados de hoteles, gasolineras o farmacias se entremezclan con la brutalidad más impensada. Habrá parajes desérticos y un pueblo dormido, donde por las noches la oscuridad y el silencio solo serán interrumpidos por las balas. ¿Será el dinero lo que mueve a todos? Creemos que eso sería algo muy simple conociendo a los Coen y ellos no suelen dejar respuestas así de fáciles. Quizás cierta ética o códigos sean los que movilicen más que el dinero. ¿Ya sabemos como va a terminar esto? Le pregunta Anton a Moss. Moss lo sabe y nosotros también pero ahí estará la ética de no dejarse vencer y luchar hasta el final, peleando su propia guerra. Como también los códigos que el comisario Bell hace tiempo siente que no existen. Será ese país que describe Mc Carthy en su novela, al que se llegó gracias a la venta de armas, de drogas, la ley seca, las guerras (Vietnam incluida), el capitalismo salvaje y la historia del siglo XX en adelante los que condujeron a ese final teñido de odio, rencores, asesinatos y donde los viejos ya no sirven. Será ese viejo quien todavía anhela esos momentos que le aparecen hasta en los sueños, el fiel testigo de toda esa vorágine de sangre y muerte. Quizás por no pertenecer a ese mundo es quien llega tarde, cuando la faena terminó. Será por eso que espera el retiro porque se siente ajeno a ese mundo donde la moral no existe. Y será ese asesino el fiel reflejo de un sistema que te atrapa hasta dejarte sin nada. Porque Anton Chigurh sólo persigue una única meta, cumplir con su objetivo. Moldeado solo para eso. Como si se tratara de un obrero, un empleado o un oficinista donde importa más el deber que la recompensa. Un ratón de laboratorio. Se verá en el final que ciertas normas si existen para él. Habrá un accidente donde saldrá herido por respetar un semáforo. Y se irá en busca de su próxima víctima, porque así lo indica su ley.Marcelo De
Nicola.-
Canción post
impresiones
UNIVERSO COEN
Los hermanos Coen nacieron ambos en Minnesota, con
casi tres años de diferencia. Después de graduarse en
Luego, empezaron a filmar sus propios films pero antes contaremos un par de cosas sobre ellos: Ambos colaboran en la escritura, producción y dirección de sus películas, si bien es frecuente que Joel aparezca como director e Ethan como productor en los títulos de crédito. En la industria cinematográfica, de hecho, se les conoce por el apodo de "el director bicéfalo" (the two-headed director). Usan el seudónimo Roderick Jaynes para algunos de los montajes de sus películas. Muchos actores que han trabajado con ellos cuentan la anécdota de que al estar tan compenetrados, al hacer una pregunta, sobre el guion o sus personajes a cada uno de ellos, reciben exactamente la misma respuesta de cada hermano. Los hermanos Coen se han convertido en los mayores exponentes del cine independiente norteamericano. Ahora sí, vayamos a su filmografía: debutan en el año 1984, con el film Sangre fácil y demostrar que el humor negro iba a ser un clásico de sus películas. Se llevaron el trofeo en el importante Festival de Sundance al cine independiente como mejor película. Tres años después llega Arizona Baby, con un joven Nicolas Cage, otra comedia que obtuvo excelente críticas. En 1990 llega uno de sus puntos más altos con Muerte entre las flores, en una gran película sobre la mafia en los años 20, con excelente actuaciones de reconocidos personajes de los Coen como John Turturro y Steve Buscemi.
Un año después dirigen Barton Fink, sobre un escritor con un bloqueo mental. Nuevamente varios reconocimientos, sobre todo en Cannes donde un film se llevó los tres premios principales luego de 44 años (Película, director, y actor). En 1994 salen a escena con Un gran salto, donde se dan el lujo de dirigir a Tim Robbins, y nada menos que a Paul Newman. Vuelven con todo dos años después con una de sus mejores películas, como es el caso de Fargo. Unas actuaciones geniales de todos los protagonistas, conocidos por sus trabajos con estos directores, en un film que se cansó de cosechar premios y excelentes críticas en todo el mundo.
En 1998, cuando parecía que la vara había quedado muy alta, llega El Gran Lebowski, sin dudas, una de las mejores comedias de los últimos años. El Dude, Walter y Donny ya son personajes que están en la memoria de casi todos. Vuelven con una comedia simple en el 2000, pero no por ellos menos efectiva con Donde estás hermano (O brother). Con un excelente trabajo de George Clooney no solo como actor (ganador del Globo de Oro) sino también como parte importante para la música. En 2001 filman El hombre que nunca estuvo con Billy Bob Thornton y Scarlett Johansson.
Dos años después llega El amor cuesta caro (Intolerable Cruelty), con George Clooney y Catherine Zeta Jones, quizás su film más comercial. Se sacan las ganas de hacer un remake y trabajar con Tom Hanks en 2004 al filmar El quinteto de la muerte, que no obtuvo buenas críticas. Luego de participar en dos episodios de cortos como Paris, Je T´aime y A cada uno con su cine, en 2007, llegaría su obra más multipremiada: Sin lugar para los débiles, basada en el famoso best seller de Cormack McCarthy, les daría su primer Oscar a Mejor Película (además de guion y director), y una actuación demoledora de Javier Bardem, junto a un cúmulo de estrellas de la talla de Tommy Lee Jones, Josh Brolin y Woody Harrelson. Un año después vuelven a su clásica comedia negra con actores de la talla de George Clooney, Brad Pitt y John Malkovich en Quémese después de leerse. El film, que para la crítica no fue tan buena, tiene igualmente escenas memorables. Vuelve un año después a pelear por todos los premios importantes con Un hombre serio, protagonizada por Michael Stuhlbarg, sobre la historia de un simple muchacho que le pasan todas las cosas malas juntas. En 2010 vuelven a juntarse con Jeff Bridges en otra gran película, en la remake titulada Valor de ley (la original es con John Wayne en 1969). Un gran elenco y otra catarata de nominaciones en todo el mundo.
En 2013 fiman: A propósito de Llewyn Davies, que gira en torno a la vida de un cantante folk, protagonizada por Oscar Isaac. Otra vez llovieron buenas críticas y premios por todo el mundo. Luego llegó Hail Caesar, sobre el Hollywood de los años 50, donde Eddie Manix, es un investigador a sueldo de los estudios para proteger a las estrellas del momento de sus historias más escandalosas: infidelidades, abuso de drogas, arrestos, amenazas... Un reparto de lujo: George Clooney, Ralph Fiennes, Scarlett Johanson, Frances McDormand, Jonah Hill, Tilda Swinton y Josh Brolin, entre otros. Su último trabajo fue La balada de Buster Scruggs, donde cuentan seis historias ambientadas en la frontera norteamericana del Lejano Oeste, con actores como Tim Blake Nelson, Zoe Kazan, Tom Waits, James Franco, Liam Neeson, entre otros.FICHA TÉCNICA
Título original: No Country for Old Men
Año: 2007
Duración: 122 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Joel Coen, Ethan Coen
Guion: Ethan Coen, Joel Coen (Novela: Cormac
McCarthy)
Música: Carter Burwell
Fotografía: Roger
Deakins
Reparto: Josh
Brolin, Tommy Lee Jones, Javier Bardem, Kelly MacDonald, Woody Harrelson,
Stephen Root, Garret Dillahunt, Tess Harper, Barry Corbin, Rodger Boyce, Beth
Grant, Caleb Landry Jones