SINOPSIS
La historia comienza cuando un ejecutivo se lanza
al río Han para suicidarse... e inesperadamente despierta en una isla desierta
en medio del río, donde vive apartado de la civilización. Una joven, recluida
en su habitación durante años, lo observa de lejos... (FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Jugar a ser Dios con la fragilidad de tu mirada. Domesticar tus ambiciones para obtener de esa forma el aliento más salvaje de todos tus gritos. Encarcelar tu animal en oscuras celdas de palabras escritas por nadie. El texto es el tiempo que sucede, es la crueldad del emblema. Ya no veras más la luna arrojado sobre las hierbas ni sabrás los secretos que susurran las estrellas. El plan baila frenético sobre cada una de las fibras nerviosas de tu cuerpo. Se oculta expectante bajo la opiante sombra del azar y la suerte. Esta allí desnudando tus decisiones, hablándote, pensándote, tirando los dados sobre el paño verde de tus actos. El alma disciplina. El alma como herramienta política que modifica al cuerpo, lo moraliza. El alma, perverso calabozo del cuerpo. La noche inminente cae soberbia y pesada sobre la soledad de tu mundo. ¿Dónde están las puertas en este laberinto? ¿Sobre que almohada descansa el sueño prometido?
Yo solo buscaba un jardín, no fue otra la razón por la que salte
dentro de aquella madriguera repleta de ecos extraños, distantes y deformes. Yo
solo buscaba un jardín. Y hoy son cada vez menos los puños en alto que como
antorchas iluminan nuestro camino. Dios es cómplice y el traidor debe morir. Pero
cuidado, aquella muerte es también la muerte del hombre, del hombre tal como lo
conocemos. De ese animal enajenado, de esa bestia encadenada apartada para
siempre de su jauría. Ya tus manos no son tus manos, ya tus manos son de otro porque
el deseo tampoco es tuyo. El deseo. La astucia del plan no lo dejará morir
nunca, le dará un lugar allí a lo lejos. Cerca como para verlo y sentirlo, pero
lejos como para alcanzarlo jamás. Abonará aquel jardín con esperanza, esa
memoria del futuro, aquel truco siniestro que garabatea la mano gélida de la
frustración. La esperanza, que nos hará seguir intentándolo aun sabiendo que
aquello que buscamos está construido del mismo material del que están hechos
los sueños. La esperanza, aquella feroz
condena a ser otro naufrago en la luna.
Lucas Itze.-
Canción elegida
para la editorial
IMPRESIONES SOBRE NÁUFRAGO EN
Agarrá el celular. Empezá a bucear entre los contactos y fijate cuantos grupos de WhatsApp tenes... Tomá un papel, armate una lista de todas las personas con la cual chateas a menudo en esos grupos. Ahora de ese número, pensá a cuantas personas viste cara a cara en estos últimos años, incluso antes de la pandemia... Quizás la respuesta te sorprenda... Estamos en la era de un mundo virtual pero en el que estamos más solos que nunca. Somos náufragos en medio de una ciudad alienada pero a la vez desierta, donde todos nos sentimos vacíos y frágiles. Somos nuestra propia isla intentando escapar de la locura. Las metrópolis tienen esa doble vida. Y las personas pasan a ser descartables, casi un número, como los que te tatuaban en ciertos campos de concentración. Y las deudas se multiplican hasta que solo la muerte sea la única capaz de pagar esos montos. Y la muerte, justamente, era lo único que lo aliviaba (o así intuía) a Kim Seung-geun, el protagonista de Náufrago en la luna, film del surcoreano Lee Hae-jun. Este comienza con una conversación telefónica para luego conocer al protagonista quien en un primerísimo primer plano contesta: “ahora ya no me quedan deudas”. Cuando el plano se abra, veremos a un hombre en un puente, preparado para saltar al río Han, que yace abajo pero con todo el temor a cuestas. El plano cambiará y lo veremos de espaldas del otro lado de la autopista. Un micro pasará y cuando la imagen quede limpia, el hombre ya no estará, mientras un estruendo de agua se escucha de fondo.
Sabremos luego que estamos en
Al comienzo intentará por todos los medios tratar de escapar y pedir ayuda pero con el paso del tiempo abrazará la magia de la naturaleza y entenderá que tiene una libertad que nunca había tenido. No habrá deudas, las tarjetas de crédito serán solo un mero plástico inservible y empezará a vivir gracias a la pesca y a la agricultura. No tendrá a la pelota llamada Wilson, pero en una referencia al Náufrago de la dupla Tom Hanks/Robert Zemeckis, tendrá a su propio compañero, un espantapájaros con una lata como cabeza, con quien dialogará en inglés, en otra clara muestra del capitalismo reinante. Latas, papeles y basura por doquier veremos en esa pequeña costa pero son también los que adornan la habitación de una joven que como no podía ser de otra manera, también se llama Kim (Jung-yeon en este caso) quien hace de su dormitorio su propia isla. El guión entonces nos lleva a la historia de esta joven mujer que padece el hikikomori, situación en que una persona no sale de su habitación. Será ella, alguien que se hace pasar por otras personas en las redes y cuyo escape es mirar y fotografiar la luna el día que la ciudad descansa, la única persona que de cuenta de la existencia del extraterrestre de la isla, como ella lo llama. Será a partir de ahí que se unirán las historias de estos dos personajes tridimensionales y que de la mano llevarán la curva dramática del film, con pasos de comedia incluidos.
Marcelo De
Nicola.-
Canción post
impresiones
UNIVERSO LEE HAE-JUN
Lee Hae-jun
nació en Seúl el 18 de agosto de 1973. Estudió publicidad en
FICHA TÉCNICA
Título original: Kimssi pyoryugi (Kim's Island)
Año: 2009
Duración: 116 min.
País: Corea del Sur
Dirección: Lee Hey-jun
Guion: Lee Hey-jun
Música: Kim Hong-jip
Fotografía: Kim Byung-seo
Reparto: Jung Jae-young, Jeong Ryeo-won, Yang
Mi-kyeong, Park Yeong-seo, Min-Heui Hong, Jang So-yeon, Gyo-Hwan Koo, Jeong-Won
Lee
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