Ficción o realidad, esa es la cuestión. El mundo del cine conjuga personajes de todo tipo y color, cada semana nos ocuparemos de analizar diferentes obras del séptimo arte, con el fin de informarnos, debatir y recordar esas películas que nos hicieron reír, llorar, pensar, y sobre todo, sumergirnos en ese mundo apasionante. Todos los viernes de 20 a 21 hs, por FM Boedo, con la conducción de Lucas Itze y Marcelo De Nicola.
En los
asfixiantes pasillos de la
Estación Central, en Río de Janeiro, una antigua maestra se
gana la vida escribiendo las cartas que le dictan los analfabetos. Endurecida
por la soledad y por la adversidad, Dora ha ido cayendo en una estoica
indiferencia. Sin embargo, cuando una de sus clientes muere atropellada a la
salida de la estación, decide hacerse cargo de su hijo y llevarlo a casa de su
padre en una remota zona del nordeste de Brasil. (FILMAFFINITY)
EDITORIAL
La pobreza es el
principal sinónimo del olvido. Allí en ese limbo quedan las últimas palabras,
que perecen como el fatal aliento de la medianoche. Donde las vías se
entrecruzan para tomar caminos inciertos. Donde esas voces lloran tangos
embebidos en whisky barato y cigarros encontrados. Olores de estación que se
sienten al caminar por la madrugada. Mientras se escuchan esos fantasmas que
deambulan cada noche en los vagones vacíos esperando ser rescatados por la
señora memoria. Sabiendo que cada moneda encontrada podría significar un nuevo
destino o no irse a dormir con la panza vacía. Allí estarán ellos siendo nadie
entre la multitud. Donde ciertos ojos se posan en cientos de amores que nunca
tendrán. Donde habitarán las miradas más rancias y la conciencia social brille
por su ausencia. Donde habrá letras y números pero para muchos serán solo
garabatos de colores.
Y algunos tantos de repente desaparecerán al llegar la
mañana. Y con el tiempo también serán olvido. Y las razzias enseñarán a correr
y a esconderse en el medio de esa estación gigante con aroma a cenizas. Y las
vías muertas entonces serán las que ofrezcan la libertad menos pensada. Para
encontrar un nuevo camino y que florezca un recuerdo menos cruel. Y dónde
quizás la música se transforme en baile para apagar tanta lluvia en el corazón.
Ese corazón que se escapa de todo pero que siempre vuelve a esos malditos
momentos, porque sabe que el olvido es la peor de las miserias. Y será entonces
que aparecerá la memoria para construir unos cimientos que parecían imposibles.
Y allí entonces renacerán de una vez los recuerdos más bellos mezclados con los
más espantosos. Para salir a ver la luz del sol y volver a acordarse cuando
todo era oscuridad. Pero siempre con la frente en alto escapando del olvido, como
si seguiríamos corriendo por la Estación Central.
Marcelo De
Nicola.-
Canción elegida
para la editorial
IMPRESIONES SOBRE ESTACIÓN CENTRAL
La ignorancia ha
sido a través de toda la historia del conocimiento, la herramienta más precisa
de sumisión, explotación, exclusión y control de todas las épocas. Sócrates dio
pelea a los sofistas los cuales mercantilizaban el saber y buscaban a través de
la venta de conocimiento formar gente para el poder. Gente que gobierne y
conduzca al pueblo, pero ¿con que intereses? ¿Con que valores e ideales? Dicen
que Sócrates sostuvo en algunos de sus diálogos, tal vez refutando a algunos de
los sofistas, que un saber que no tenía a
la verdad como objetivo era un saber corrupto. Por su parte, Platón creía
fervientemente que debían gobernar los que sabían, los preparados, los
seleccionados y criados para tal motivo. Su ímpetu lo llevó a fantasear una
escuela especial para formar líderes en donde a los estudiantes se le hiciera
creer que habían sido seleccionados por los mismos dioses. Él pensaba que la
condena a muerte misma de Sócrates, su maestro, había sido producto de la
ignorancia. Al respecto argumentaba lo siguiente: el mal no existe, el mal es la ignorancia. Educando a la sociedad no
habría errores. Con la misma agudeza, criticaba a la democracia
definiéndola como una forma de degradación de la política. ¿Pero quienes
participaban de aquella democracia de fines del siglo V? Solo el 12% de la población tenía un derecho
participativo y activo dentro de aquella forma de gobierno, el otro 88%,
integrado por mujeres, esclavos, extranjeros, claro, quedaba por fuera. El
propio Epicuro dirá en su momento, ya en la etapa helenista, esa belleza de: nos duele aquello de lo que dependemos,
proponiendo claro la autarquía. Y
avanzará con algo más bello aún, el axioma principal tal vez de este que
escribe. Dirá: huye del dolor, busca el
placer. Aquel placer se logrará entre otras maneras, a través del saber. Solo a través de la búsqueda del
conocimiento, solo a través de la muerte misma de la ignorancia, se logrará la aponía, o sea la ausencia del dolor, la ataraxia, la imperturbabilidad del alma
y la tan deseada y antes mencionada autarquía.
Ya en el siglo XX Ortega y Gasset,
en su libro La rebelión de las Masas,
distinguirá entre el hombre masa y el
humano de selección, describiendo al
primero como aquel hombre ignorante y falto de complejidades, aquel sujeto
falto de individualidad y de pensamiento crítico, destinado a la dominación y
al segundo como al hombre que busca elevar su pensamiento rigiéndolo por
instancias superiores.
Una vez más, la educación, el saber, como forma de
liberación ante la tiranía del poder. La educación, el saber, como acceso a tal
vez el único paraíso real, que no es otro sino el conocimiento. Latinoamérica es quizás el ejemplo que tenemos más
próximo de aquella batalla contra el sometimiento y el analfabetismo. Basta
mirar a nuestros lados y ver el lugar que se le da a la educación en las
regiones más próximas. Basta mirar hace poco tiempo atrás en nuestro propio
país la devastación realizada por la derecha en materia educativa, empujando al
abismo a la educación pública, mediante el recorte de presupuesto, la
persecución constante de educadores, la eliminación imperdonable de núcleos de
aprendizaje, el desfinanciamiento sistemático de programas educativos claves
para la inclusión. Allí hubo una intención y una política clara y estremecedora
de construcción de sujeto. Un sujeto aislado, poco crítico y fácilmente
gobernable a través de slogans publicitarios sonoros y vacíos de contenido. El
film de Walter Salles llamado Estación Central, representa
sustancialmente a este sujeto que venimos desarrollando y las consecuencias
propias sobre un Brasil golpeado históricamente por deficiencias económicas y
educativas. Como bien sabemos, la clase media brasilera es mínima o
inexistente, por lo que la brecha social pasa a ser un profundo abismo. Tal
como en la Grecia
del Siglo V, los excluidos, los olvidados, los nadies nos diría Galeano, son la inmensa mayoría,
dejando de esta manera las decisiones y el acceso a la educación, a la salud, y
claro también a la dignidad, a un puñado de privilegiados. El film se centrará
en Dora, una maestra jubilada que
vive con lo mínimo en uno de los monoblocks de Rio de Janeiro y que para
sustentarse, esto no es más que comprar comida y pagar un alquiler, se sienta
todo el día en la Estación Central de
trenes para ofrecer aquello que la distingue de la inmensa mayoría que la
rodea: saber leer y escribir. Dora pasará todo el día escribiendo cartas para
aquellos que no tienen las herramientas para hacerlo. Lejos de brindar un
servicio, aparecerá allí un juego perverso según el cual ella misma decidirá
que carta mandar al correo y que carta romper, rasgando de la misma manera los
sueños y deseos de aquel que la dictó. Se instalará de esta manera la idea y el
funcionamiento del poder que otorga el saber frente al desconocimiento, el
sujeto de selección en contraposición del hombre masa.
Dora conocerá a Josué,
un niño de no más de 10 años, quien al morir su madre en un sorpresivo accidente
quedará varado solo por completo en la estación. Ella conocerá su historia a
través de las cartas dictadas y entonces decidirá acompañarlo en un
interminable viaje con el objetivo de encontrar a su padre. La estructura
narrativa del film será lineal y tomará la forma de road movie en donde los
periplos se irán presentando a medida que los protagonistas avancen en su
viaje. La paleta de colores será la que el cine brasileño nos tiene
acostumbrados resaltando los rojos y las diferentes tonalidades de verdes. El
tratamiento del lenguaje audiovisual se acercará más a lo que se entiende como
formato televisivo en donde abundará la economía de planos y las cámaras fijas,
depositando la mayor tensión dramática sobre las líneas de diálogos y las
actuaciones de los protagonistas. Todo se irá volviendo más denso y doloroso a
medida que los personajes se adentren en su camino hacia la búsqueda de Jesús,
el padre de Josué, que no es otra búsqueda que la de la verdad, de la identidad,
la cual es siempre una búsqueda de lo esencial, lo inmutable, de la propia
sangre. Aquellas menciones dentro del film a lo religioso, tanto en los nombres
de los personajes como en las costumbres y tradiciones que se reproducen en los
distintos pueblos, pueden invitarnos a realizar una lectura cartesiana de la obra. En el paso de la
edad media a la edad moderna hay un cambio en la pregunta filosófica. La
pregunta pre socrática por excelencia era ¿Cuál
es el principio de todas las cosas?, se intentaba comprender qué era el mundo, había una prevalencia
de la búsqueda cosmológica, el logos
al servicio de la compresión del cosmos. Ya con la etapa clásica, el
cuestionamiento filosófico se modifica a uno cuyo eje es antropológico y en donde el objetivo es entender el alma humana y
no el alma del mundo, el orden de lo humano, por lo tanto, el orden social. Se
producen entonces un movimiento en la relación del pensamiento el cual en un
inicio estaba ligado a la religión
para pasar a relacionarse directamente con la ciencia. El siglo XVII
es el llamado siglo de la transición ubicado entre el renacimiento y el iluminismo.
Si en la edad media el principio de autoridad estaba puesto en la escolástica, o sea en la estructura de
pensamiento que depositaba a la verdad en la comprensión de los textos
autorizados, que no eran otros que la
Biblia o los textos de
los filósofos griegos antiguos, con la modernidad este principio se modifica y
pasa a tener su eje en la razón.
Con
la modernidad y principalmente con Descartes hay un distanciamiento con la
iglesia (sin poder aún desprenderse del todo) y un cambio de paradigma donde
todo conocimiento tiene como fuente de legitimación la propia racionalidad, el propio
yo. Se pasa de un saber puesto en las autoridades (o sea en los textos) a
un saber puesto en la individualización
de cada ser. De esta manera es el ser humano el que se resignifica y la
ciencia pasa a ser la actividad central. Se cuestionarán todos los conceptos de
la época dados hasta entonces por ciertos y entendidos como verdades absolutas
e inamovibles, verdades obvias, a través del ejercicio de aquello que se
denominó la duda metódica. Algo del
manejo de esta duda estará presente en Dora, quien desconfiará de todas las
creencias impuestas por el entorno.
Cuando todos crean, Dora desconfiará. Cuando todos recen y alcen sus alabanzas,
Dora se apoyará en la ciencia utilizando la lectura y la escritura. Poseerá el saber y buscará la verdad a través del mismo.
Claro está que con poseer solo el saber no basta. Alguien puede almacenar datos
y no por ellos saber usarlos. De aquellos repetidores de saberes nos
distanciamos fervientemente. Los que este programa integramos preferimos
siempre la mesa de la inteligencia, que se encuentra bien lejos de la de
aquellos charlatanes de feria. Y nos aventuramos a creer que Dora y Josué
también prefieren nuestra misma mesa porque en su relación puede verse aquel
destello propio de lo inteligente. Porque inteligente no es aquel que posee
todas las respuestas sino aquel capaz de construir pensamiento. Aquel que logra
relacionar dos cosas que antes estaban separadas. Aquel que une, lo que antes
no estaba unido.
Lucas Itze.-
Canción post
impresiones
UNIVERSO SALLES
Walter Moreira Salles Jr., más conocido solamente como Walter Salles,
nace en Río de Janeiro, Brasil el 12 de abril de 1956. Con la chapa de
ser el hijo del banquero Walter Moreira Salles, el joven puede
elegir los mejores lugares para estudiar. Pero primero se inclina por algo no
tan común: Economía, especialidad que estudia en la Pontificia Universidad
Católica en Rio de Janeiro. Luego, realizó una maestría en comunicación
audiovisual en la
Universidad de California. Empezó con documentales como Japón,
un viaje en el tiempo: Kurosawa pintor de imágenes en 1986, Franz
Krajcberg, o poeta do vestigios o Chico en el país de la
delicadeza perdida, sobre Chico Buarque. Aunque se hizo
conocido en 1991 con su primer cinta de ficción llamada Exposure, el
gran arte, basada en una obra homónima de Rubem Fonseca. Fue en
su momento el film más caro de Brasil, y contó con actores de varios países. El
film, trata la historia de un fotógrafo estadounidense que busca venganza tras
el asesinato de amante y la violación de su novia. En 1995 junto con Daniela Thomas,
dirigen Tierra Extranjera, ambientada en las crisis del Brasil
de Collor de Melho, donde nos narra la historia de Paco, quien se
exilia en España, pero antes, tendrá que pasar por Lisboa, donde encuentra el
amor y el peligro a la muerte. En 1998 salen dos películas, en lo que será su
año que lo termina de lanzar a la fama. Primero nuevamente junto a Daniela
Thomas hacen una coproducción con Francia llamada El primer Día, la
historia de un joven que escapa de la cárcel el primer día del 2000. Ese año, en soledad, dirige para muchos su obra
maestra: Estación Central de Brasil, donde Dora, es una maestra que
escribe las cartas dictadas por los analfabetos. Un día, una clienta muere
atropellada por un colectivo, y ella decide hacerse cargo de su pequeño hijo, y
van en búsqueda de su padre, recorriendo el nordeste del país. La película fue
nominada al Oscar como mejor film extranjero además
de que su protagonista (Fernanda Montenegro), fuese nominada a mejor
actriz. Además, ganó el Globo de Oro, el BAFTA, el Oso de Oro en Berlín, el
Festival de Sundance y muchos premios alrededor del mundo. Tres años después volvió con Abril
desesperado, en Argentina llamada Detrás del sol, donde cuenta
la historia de enfrentamiento y venganza entre dos familias terratenientes de
Brasil. Otro éxito de crítica y nominaciones como mejor película extranjera en
los Globo de Oro y los BAFTA. Si estaba en un buen momento, se terminó de
confirmar en 2004, cuando llevó al cine los viajes del Che Guevara y Alberto
Granado en el film Diarios de motocicleta, con Gael
García Bernal y Rodrigo de la Serna.
Otra vez lluvia de
nominaciones y premios, llevándose el Oscar a Mejor Canción para el
uruguayo Jorge Drexler y su nominación a mejor guion. El
film se llevó el BAFTA, el César, el Premio del Jurado en Cannes, entre otros
premios.
Con la plata de esos films, se muda a Hollywood
para dirigir una remake de un film japonés. Agua turbia, así se
llamó, contó con la participación de estrellas como Jeniffer Connelly, John
C. Reilly y Tim Roth y por primera vez, Salles se
mete en el mundo del terror, al contar la historia de una joven que se muda y
en su nuevo hogar empieza a aparecer una mancha de humedad que se extiende por
toda la casa. Empieza a participar en diferentes películas de cortos,
como París, je t´aime, Cada quien con su cine, o Historias
de los Derechos Humanos. En 2008 se vuelve a unir a Daniela Thomas para el
film Línea de Pase, la historia de cuatro hermanos de padres
diferentes, que viven con su madre, una empleada doméstica que espera otro hijo
de un padre desconocido, basada en una historia real.
En 2012 dirige En el camino, su última película de ficción, ya que después participó del
documental Venice 70, que son 70 cortos sobre el futuro del cine
creado para el 70 aniversario del Festival de Venecia. Sus últimos trabajos
fueron el documental sobre la vida del director chino Jia Zhang-Ke,
según la crítica, uno de los más importantes de nuestro tiempo, director de
films como Pickpocket, Platform, The World o Naturaleza
muerta. Y otra película de episodios rodada en China bajo el nombre Where Has the Time Gone?
Guerra de
Bosnia, 1993. Dos soldados de bandos distintos, un bosnio y un serbio, se
encuentran atrapados entre las líneas enemigas, en tierra de nadie. Un sargento
de los cascos azules de las Naciones Unidas se dispone a ayudarlos,
contraviniendo las órdenes de sus superiores. Los medios de comunicación no
tardan en convertir el asunto en un show mediático de carácter internacional.
Mientras la tensión bélica crece y la prensa espera pacientemente nuevas
noticias, los dos soldados intentarán por todos los medios salir con vida de
tal situación. (FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Hemos llegado a
un punto en el que terminamos de darnos cuenta de que no existe en el mundo
lugar exento de hostilidad. Si no son la miseria y la bestialidad del hambre,
son las bombas que caen sorprendiendo multitudes distraídas. Si el hambre y las
bombasson ajenas en un territorio
determinado será entonces la tranquilidad y el sistema enajenando mentes que
buscarán repentinamente instalarse en un lugar público y matar a balazos todo
aquello que respire a su alrededor. Es que con dudas o certezas sabemos que hay
detrás de todo aquello alguien moviendo los hilos para que esto suceda. La
caída del muro de Berlín significó para el mundo el asentamiento definitivo del
capitalismo como forma de acomodar las relaciones llegando al punto actual en
el que nos encontramos con una oligarquía financiera a nivel mundial que está
en puja con las democracias de las naciones. La fragmentación de la hegemonía
unipolar hacia una multipolar es una teoría que se viene escuchando hace no
tanto tiempo y por el solo hecho de haber trascendido, de haber llegado a
nosotros es que puede que sea insignificante el cambio que a raíz de ese
traslado de poder pueda darse. Quizás eso solo demuestre que ya no alcanza la
fuerza política cuando la económica, la invisible es la que verdaderamente
tiene en su poder las herramientas necesarias para cambiar realidades.
El poder
a disposición de unos cuantos tontos que solo tienen dinero metiendo la cola
con sus cipayos en los parlamentos para desfragmentar las urgencias, para
mediatizar el valor del debate y generar cansancio, crispación y sobre todo
descreimiento en el sistema democrático. Por eso estemos atentos, que ya vimos
la “balcanización” de varios países que solemos catalogar como del primer
mundo. Nuestro territorio es inmensamente grande. Hay señales, que son
fueguitos pero que nos alertan desde el sur y desde la cordillera que si no
despertamos pronto estaremos atravesando procesos similares. En este mundo
hostil, nuestro territorio, esta nación es un oasis si pensamos que por las
noches podremos cerrar los ojos tranquilamente y no se desfragmentará una bomba
sobre la terraza de nuestra casa. Que nuestros hijos podrán ir al colegio y ningún
enajenado los masacrará a tiros. Pero que esa calma nos relaje puede ser
peligroso cuando por detrás de cuestiones menores que ocupan las agendas se
está intentando fragmentar nuestro territorio. El tiempo pondrá las cosas en su
lugar. Hoy sabemos que dentro del barrio las cosas se solucionan porque los de
afuera la secan y no la llenan…
Alan Beneitez.
Canción elegida
para la editorial
IMPRESIONES PARA EL ÚLTIMO DÍA
24 de marzo de 1999. Yugoslavia. Aviones se
disponen a salir con sus misiles a cuestas. La Guerra de Kosovo está en su
punto más álgido. Desde febrero de 1998 los combates son cada vez más
sangrientos. Las fuerzas yugoslavas (compuestas por Serbia y Montenegro),
tratan de destruir a cualquier albano-kosovar que encuentren a su paso. El ejército
de Liberación de Kosovo (ELK) viene haciendo estragos desde la separación de
los ex países yugoslavos. Buscando su independencia, más de 1500 civiles y
combatientes fueron asesinados por paramilitares serbios y afines, intentando
culminar la limpieza étnica que empezaron. Entre ese 24 de marzo y el 11 de
junio, habrá bombardeos en varias ciudades. El 23 de abril, durante la
madrugada, la sede de la Radio Televisión
de Yugoslavia en Belgrado fue destruida en un nuevo bombardeo. 16 personas
fallecieron. El presidente de la empresa, fiel al morbo que envuelve a los
medios de comunicación, impidió que evacuen el lugar antes de los ataques.
Quienes generaron los ataques no fueron los Kosovares, y mucho menos los
serbios. Los misiles llevaban la marca de la OTAN, la Organización del
Tratado del Atlántico Norte, que constituye un sistema de defensa colectiva, en
el cual los Estados miembros acuerdan defender a cualquiera de sus miembros si
son atacados por una potencia externa. Sin previa autorización de las Naciones
Unidas, los miembros de la OTAN
decidieron actuar para detener toda acción militar, violencia y represión. Pero
al igual que en Hiroshima, la sangre se limpió derramando más sangre a su paso.
El cineasta Emir Kusturica por
entonces declaró: “Sería mejor que la OTAN
en vez de tirar bombas les pagara un pasaje a las Bahamas a todos los
albaneses". Entre 1991 y 2001, mientras Yugoslavia se separaba, se
libraron muchas guerras. Una de las más importantes se dio entre abril de 1992
y diciembre de 1995 en lo que se llamó la Guerra de Bosnia, una de las primeras guerras
televisadas para los de nuestra generación y hacía de Sarajevo lo que hoy
llamaríamos Trending Topic. Hasta
allí nos traslada Danis Tanovic para
su film El último día (o En tierra de nadie en otros países de
habla hispana). El director, nacido en Zenica y que estudió en Sarajevo, vivió
parte de esa guerra en vivo y en directo y aquí nos muestra el conflicto entre
serbios y bosnios. Tanto la música como el guión tienen la firma del director.
Al igual que los grandes estandartes del cine balcánico, como el ya nombrado
Emir Kusturica o el interesante Goran
Paskjalevic, la película unirá el drama con la comedia negra y esos
personajes bien reconocidos de esos lares. Esa identidad eslava que es tan
parecida a la latina, con sus bailes y sus risas. Es para ellos el antídoto
perfecto para paliar tanto dolor, tanta bronca y tanta muerte con la que
convivieron siempre. El film comienza con una canción que suena de fondo. Entre
la niebla y la penumbra empezaremos a ver a unos soldados que deciden pasar la
noche en esa oscuridad. Con los primeros rayos del sol arrancarán nuevamente,
pero las balas apagarán cualquier chispa de luz. La historia será tan simple
como dolorosa. Dos bandos se enfrentan. Una trinchera, la llamada Tierra de nadie, será el lugar donde,
después de algunas peripecias, coincidan un soldado bosnio y uno serbio.
Los
dos serán completamente opuestos. Ciki, el bosnio, aparecerá con una remera de
los Rolling Stones, como sacándole la lengua a la guerra. Nino, el serbio, nos
recordará a Upham, el tímido personaje de Rescatando al Soldado Ryan. La
proximidad de la muerte hará que en algún momento esa timidez e inexperiencia
desaparezcan. Serán dos personajes tridimensionales aunque no sepamos casi nada
de ellos. Y la aparición de un tercer soldado, llamado Cera, casi como invitado
especial a ese convite, será el cónclave dramático que arrastrará todo el
metraje. Asistiremos a un gran guión, ya que no hace falta crear grandes
locaciones sino casi todo estará contado desde un mismo lugar, por lo que el
trabajo para crear el espacio escénico será excepcional. La película,
co-producida por seis países, estará rodada en Eslovenia y la fotografía
natural utilizada por el belga Walther Van Den Ende, de quien ya hablamos hace
poco en Totó, el héroe, no hace más que realzar ese paisaje solitario. En
palabras propias del director, trató de mostrar un típico día caluroso de
verano, con la naturaleza armónica y los colores vivos contrastando con la oscuridad
del ser humano. Por eso el relato está contado como una comedia negra, como
ellos mismos repiten como un mantra: Historia negra, humor negro.
Un célebre
músico bosnio, llamado Dr. Nelle, líder de la banda Zabranjeno Pusenje acerca
de eso alguna vez dijo “El humor de Sarajevo derivaba de la
situación de estar tanto al margen como dentro de la cazuela de la
civilización. No hay que olvidar que las relaciones allá estaban basadas en la
premisa: "tu vecino es tu mejor amigo en tiempos de paz, pero tu peor enemigo
durante la guerra". El humor fue una especie de defensa ante esta clase de
esquizofrenia.”. Y ese es un perfecto resumen del film. La locura ante
la inminente llegada de la muerte. La violencia como modo usual de defensa. Y
las armas como muestras claras de poder. La cámara será un testigo silencioso
de esa lucha en esa pequeña trinchera. En muchas ocasiones estará posicionada
de tal manera que uno parecería estar escondido detrás de algún objeto, por lo
que el encuadre será cuidado al máximo. Los planos generales servirán para
mostrar la naturaleza del paisaje pero también encontraremos primeros planos de
esos rostros desesperados por vivir y sudorosos debido al intenso calor.
También se servirá de unos pocos planos detalles, y un cúmulo de planos picados
y contrapicados durante gran parte del tiempo que aparecen los soldados en esa
especie de fosa. Mientras la curva dramática de los personajes se acrecentaba,
el director ponía el dedo en la llaga para crear una feroz crítica a dos
puntales claves. Por un lado, la aparición de los Cascos Azules de la ONU para intentar
detener el conflicto.
Las Naciones Unidas, creada para mantener la paz y con un
Consejo de Seguridad formado por los 5 países más importantes con derecho de
veto, formado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China, los verdaderos dueños del poder, nos
enrostraban la inutilidad de sus componentes y esa histórica pelea entre
franceses e ingleses cuando hay una causa externa a sus conflictos, en países
del tercer mundo donde para ellos la vida no vale nada, porque además, ya están
hartos de ser meros espectadores, como se queja uno de los suyos. Por otro
lado, la llegada de los medios de comunicación, intentando
demostrar que las imágenes de ellos son más importantes que la vida misma, sólo
buscando un poco de sangre sin ni siquiera informar cuáles son las razones del
enfrentamiento. Veremos entonces el lado más salvaje y demencial del ser humano
pero más que nada por parte de los que le gustan jugar desde afuera pero
sintiéndose más protagonistas que los que la sufren desde adentro. Hace un
tiempo, una ciudadana serbia me comentó: “tengo 35 años y viví en cuatro países
distintos sin moverme de mi casa. Todavía siento a veces los ruidos de las
bombas, era una niña”. Y muchos niños dejaron de ser tal, mientras los
Cuerpos de Paz miran para otro lado y los medios nos siguen bombardeando, ya
sea en Argentina... o en Bosnia.
Marcelo De
Nicola.-
Canción post
impresiones
UNIVERSO TANOVIC
Danis Tanovic
nació el 20 de febrero de 1969 en Zenica, Bosnia-Herzegovina. Luego se mudó a
Sarajevo, la capital, donde realizó sus estudios para terminar estudiando piano
en el Conservatorio de Música de
Sarajevo. Luego entró en la
Academia de Artes, pero la Guerra le impidió seguir su
camino y abandonó la carrera en 1992. Durante la guerra, se unió al equipo de
filmación del ejército de su país en peligrosas misiones. Varias de esas
filmaciones, aún se siguen utilizando películas y noticias sobre la guerra de
Bosnia. Luego de dos años decide dejar el equipo de filmación para trasladarse
a Bélgica, donde termina sus estudios, mientras que empieza a filmar varios
documentales aclamados por la crítica. En 2001 escribe, musicaliza y graba su
primera película: El último día. El
film es un éxito que logra el premio a mejorguión en Cannes y el Oscar a Mejor
película extranjera. En 2005 llega su segundo film, basado en una historia
de Krzysztof Kieślowski (Tres
colores, El decálogo) y Krzysztof
Piesiewicz, llamado L´enfer, un
drama psicológico de historias cruzadas entre un padre que sale de prisión y
sus tres hijas. En 2008 junto a su colega Dino
Mustafic crean el partido político Naša
stranka (Nuestro Partido), partido político de centro y centro-izquierda,
social-liberal, favorable a la integración de Bosnia y Herzegovina en la Unión Europea y en la OTAN. En 2009 filma en
Irlanda con Colin Farrell, Testigo de
guerra sobre dos fotógrafos que son enviados a la guerra de Kurdistán.
Vuelve a su país para filmar Cirkus
Columbia, nuevamente sobre la guerra de Bosnia, de la que luego hizo un
mediometraje titulado Prtljag, sobre
un joven que vuelve a su país a buscar los restos de sus padres, que no han
aparecido.
En 2013 filma La mujer del
chatarrero, un drama social sobre una mujer que sufre un aborto espontáneo
y necesita una operación urgente pero no tiene el dinero para pagarla. Logró el
Gran Premio del Jurado en el
prestigioso Festival de Berlín. Se
muda a India para dirigir Tigers,
sobre un agente comercial que descubre que un medicamento infantil provoca
terribles efectos y se enfrenta a la corporación que lo fabrica. En 2016 llega Muerte en Sarajevo, un drama coral que
tiene lugar en el hotel más importante de la ciudad donde se unirán
diplomáticos para una conmemoración, aunque todo se complicará con el correr de
las horas. Logra el Oso de Plata
nuevamente en Berlín. Este año llegó
su film más criticado, filmado en el Reino Unido y titulado The Postcard Killing, sobre un
detective de Nueva York que investiga el asesinato de su hija en Londres.
FICHA TÉCNICA
Título original: No Man's Land
Año: 2001
Duración: 98 min.
País: Bosnia y Herzegovina
Dirección: Danis Tanovic
Guion: Danis Tanovic
Música: Danis Tanovic
Fotografía: Walther Van Den Ende
Reparto: Branko
Djuric, Rene Bitorajac, Filip Sovagovic, Katrin Cartlidge, Simon Callow,
Serge-Henri Valcke, Georges Siatidis
Nelly Lenz, una
alemana judía superviviente de Auschwitz, regresa a su Berlín natal con la cara
desfigurada y acompañada por su gran amiga Lene Winter, de la Agencia Judía.
Nelly pide a un eminente cirujano que le reconstruya el rostro para que sea lo
más parecida a como era antes. Recuperada de la operación empieza a buscar a su
marido Johnny, un pianista. Pero el reencuentro no es lo que ella esperaba.
(FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Platón trabaja
desde su filosofía, o sea desde su búsqueda del conocimiento, la necesidad de
demostrar que algo es estable. Tal
vez sea la condena a muerte de Sócrates, su maestro, la que organice o dirija
aquella búsqueda, aquella forma de ejercitar el pensamiento, de interpelar lo
estipulado y por eso también, lo heredado. Sócrates muere condenado por una
sentencia dictada por un tribunal de la época. ¿Hace esto que la muerte de
Sócrates sea justa? Platón se preguntará entonces ¿Qué es la Justicia?
En el desarrollo de su pensamiento surgirá la necesidad de sostener que hay una
realidad
realmente real, un absoluto, una realidad objetiva e inamovible, una
realidad inmutable. Platón ubicará aquella realidad en un mundo diferente al
corporal y planteará que al estar atados a un cuerpo finito y que siente,
estamos condenados a un acceso sectario y parcial de la realidad. Esbozará
entonces un concepto que será tal vez el origen de todas nuestras tristezas.
Dirá Platón que no solo somos cuerpo, sino que hay una parte en nuestro ser que
es absoluta y que es nuestro acceso a la verdad. Llamará a aquella parte: alma. Dará forma a aquella idea y la
conoceremos como dualismo ontológico
platónico según el cual se plantea una escisión no solo del ser humano sino
también de la realidad. Vinculará al alma con el mundo de lo incorpóreo, de las
ideas y al cuerpo con lo aparente, lo sensible. Dirá, tal vez con cierta
pedantería, que el alma es lo verdadero, que el cuerpo, es la cárcel del alma. El cuerpo muta, se degrada y
siente. El cuerpo se muere, entonces allí no puede estar la verdad. La búsqueda
sobre la verdad es también una búsqueda sobre la identidad. Identidad es una
palabra que deriva del termino latino IDEM,
o sea, lo mismo. Buscar la verdad, buscar la identidad de las cosas es realizar
un viaje hacia aquello estable e inmutable, hacia un mundo, claro, que no es
este que percibimos, el nuestro.
Preguntarnos quienes somos es tal vez
exigirnos la búsqueda de algo en nosotros que se repita siempre del mismo modo.
Pero si somos transformación permanente, somos aquello inestable, esa cárcel
que Platón deshecha y exime de toda verdad, en dónde entonces buscar lo
inalterable, la matriz, lo primario. ¿Seráposible
aquella búsqueda? ¿Podremos lograr esa división entre lo que cambia y lo que permanece? ¿Cuál de todos estos caminos será el que nos conduzca a
nuestra esencialidad? Tal vez la
respuesta sea no sea la esperada, ni la más optimista y pensemos como David Hume que las impresiones no nos
proporcionan la existencia de una substancia que contiene las cualidades percibidas
por los sentidos. No hay una impresión de un “yo”, y por ende, no hay idea de
un “yo”. No se puede atrapar al “yo”, solo tenemos percepciones. ¿Pueden imaginarse en qué estado de soledad nos deja
aquella idea? ¿Cómo construir una unidad sino de manera ficticia? La idea de
unidad se logra siempre a través del ejercicio propio de la memoria, después de
todo es la memoria la que nos unifica en lo que somos, pero ¿hay algo que sea
menos corrompible y subjetivo que la memoria? La identidad nos ordena y por eso
también nos delimita. Supone un juego constante con la diferencia en donde se
prioriza aquello que me constituye y me aleja de aquello que no es propio, de
la otredad, lo otro, el otro. La identidad entonces, queridos amigos, queridas
amigas: tranquiliza. Es quizás una
respuesta creativa ante ese abismo oscuro producto de aquella conciencia de
deriva que es lo humano. A aquel campo de batalla en donde, como decía Nietzsche, no existe un yo sino
múltiples facetas que conviven en estado de tensión. Viene a tranquilizar
aquella sensación de que el ser no
tiene ningún sentido así como tampoco lo tiene su muerte. Aquel vacío
existencial que conlleva este naufragio hacia la nada.La identidad, entonces, podemos entenderla
como una construcción, no es el destino sino el viaje. Una salida elegante, una
mentira que nos acerca a la verdad. La verdad, que no es otra cosa que una
mentira exitosa. La verdad, otra construcción.
Lucas
Itze.-
Canción elegida
para la editorial
IMPRESIONES SOBRE PHOENIX
Encerrados solo por los límites de nuestra piel la
vida nos da la oportunidad de ser. Tener una identidad, dejar brillar aquella
luz particular que nos representa en la infinitud de las almas. Solemos jugar y
decir que esa sensación solo es fugaz porque al momento de darnos un nombre,
aquel al que responderemos hasta el día de nuestra muerte, ya nos carga la
responsabilidad de portarnos como Juan, Miguel, Laura o Jesús. Nacer en una
fecha y horario particular, por ejemplo, también determinará aspectos que solo
los nacidos en esa fecha y horario obtendrán. Y hasta nos enseñarán a aceptar
todo aquello como un regalo. Es que en definitiva si bien pareciera que son
aptitudes universales y naturales funcionan como moldes. En ese sentido
podríamos hablar sobre los procesos de sociabilización que nos explica Max
Weber como fundamentales para el desarrollo humano en vías de encajar
en este engranaje social. Habrán dos instancias según el sociólogo que serán
fundamentales: el proceso primario y de mayor relevancia será aquel entorno
familiar que sentará las bases de la personalidad del niño, determinará en ese
proceso costumbres, nociones sobre el bien, el mal, desarrollará las emociones
y formas de expresarlas. Luego estarán las instituciones para el proceso
secundario que acompañarán la individualidad del sujeto haciendo de espejo y en
el reflejo se darán la afirmación o rectificación de la personalidad. En ese
sentido podríamos pensar en una idea de inestabilidad originaria que necesita
de objetos estables para desarrollarse. La familia es un concepto, una idea tan
antigua como la humanidad. Hoy establecida como institución funciona como
objeto estable en la idea que estamos trabajando. Instituciones más novedosas
como los países y estados tendrán luego, también, su rol de objeto estable. La
identidad de una persona estará conformada por un conjunto de convenciones
establecidas a partir de instituciones que se perciben como la representación
máxima de la estabilidad. Pareciera ser muy simple pero la dinámica histórica
nos muestra que una guerra puede destruir todo aquello que consideramos sólido
y establecido. Cuando una bomba cae en una ciudad nos enrostra que la estabilidad
solo son dos jóvenes enamorándose un verano.
Ave Fénix, la historia escrita en común entre Christian Petzold y el
fallecido Harun Farocki, es una adaptación de la novela "Retorno
de las cenizas", de HubertMontelhet, que tuvo
anteriormente dos versiones cinematográficas. Estrenada en 2014 en Alemania,
nos encontraremos con una historia de posguerra, un drama que buscará jugar con
el metamensaje
para simbolizar el proceso de reconstrucción de un país azotado por la segunda
guerra mundial. Mientras que el mensaje será aquel rostro de Nelly
Lenz protagonizado por Nina Hoss, veremos el rostro
desfigurado de Nelly, por primera vez, al mismo tiempo que los escombros del
edificio en el que ella vivía antes de la guerra y por los que camina unos
segundos hasta que desiste enseguida al verse reflejada en un espejo roto. Le
dirá a continuación a Lene (Nina Kunzedorf), su
amiga, que ella ya no existe. A partir de ese momento podremos captar aquel
juego propuesto por el director alemán. Se reforzará desde el dialogo que
mantendrán dentro del vehículo la importancia en la semántica en la palabras
utilizadas: reconstrucción / restauración. La conversación será sobre aquella
cara irreconocible pero también sobre las calles de Berlín. Ella, cantante,
buscará a su esposo Johnny (Ronald Zerfeld), pianista, con la esperanza de
encontrar en él pedazos de lo que fue ella para, de alguna manera, volver a
reconocerse. Aquel será el nudo de la historia en la que se desarrollaran ideas
sobre la traición, el miedo, los valores, el amor, y la identidad.
Este último
concepto será el que sobresalga a partir de planos que buscaran afirmar la idea
mostrando siluetas humanas indefinidas a través de vidrios esmerilados o
reflejados en otros objetos. Quedará afirmada la idea de que el concepto de
realidad tal como Platón explicó alguna vez se encuentra delimitado siempre bajo
algún reflejo. La imposibilidad de llegar a lo genuino aun hasta nuestras
propias verdades, aquellas que solo nos definirían a nosotros mismos podría
llegar a ser solo un buen reflejo de nuestras propias sombras. Tanto la
fotografía como la puesta en escena estarán muy bien utilizadas por lo que el
retrato de la época será casi perfecto. La banda musical esta realizada por Stefan
Will, pianista, compositor y podríamos decir que socio de Petzold
ya que ha trabajado la música de la mayor parte de sus realizaciones. Con
respecto a la música podemos decir que tendrá un rol minimalista pero de gran
importancia porque el film comienza y finaliza con “Speak Slow” de Kurt
Weill, compositor alemán que
obtuvo el éxito definitivo con "La ópera de cuatro cuartos"
en 1928, escrita en colaboración con el dramaturgo Bertolt Brecht.
La
resolución, casi como una conclusión final será la letra de la canción.
Phoenix quedará resuelta en esos últimos minutos que son el punto más
alto de la película, siendo la trama en algunos pasajes
un poco endeble en la verosimilitud de los acontecimientos que construyen las
relaciones y que van develando información acerca de los personajes y de la
historia a cuenta gotas, pero que sin embargo, retomando lo dicho sobre el metamensaje,
importará poco y funcionará por lo que representa simbólicamente el largometraje.
La veremos a Nelly resuelta en dejar aquellos espejos rotos atrás y decidida en
confiar solamente en los suyos. Aceptando sus nuevas formas pero sobre todo
sintiendo que después de tanto tiempo puede estar en pie…
Alan Beneitez.-
Canción post
impresiones
UNIVERSO PETZOLD
Nació en Hilden
Haan, Renania del Norte-Westfalia, el 14 de septiembre de 1960. Luego de la
secundaria, estudió teatro y filología en Berlín. En 1988 entró a la Escuela de Cine de Berlín,
donde se recibió en 1994. En esos años, más precisamente en 1992 dirigió el
mediometraje Das warme Geld, sobre
dos amigas que roban en bares para sobrevivir. Su primer largo fue para la
televisión y llegó en 1995. Se tituló Pilotinnen,
y trataba sobre la vida de una representante de cosméticos que ve peligrar su
trabajo. Un año después filma también para la
TVCuba libre, una road movie sobre dos
indigentes que fueron pareja y se vuelven a reencontrar. En 1998 dirige Die Beischlafdiebin, otro telefilm con
una ladrona como protagonista. Su gran salto se da en el año 2000 cuando
estrena La seguridad interior, sobre
dos terroristas de izquierda que huyen de la policía hace 15 años y se complica
la situación cuando la hija se enamora de un desconocido.
Logra el premio a Mejor película en Alemania. Luego filma
otro telefilm llamado Toter Mann, en
la que la protagonista es quien se transformaría en su actriz fetiche: Nina Hoss. En 2003 llega Wolfsburg, la historia de un hombre
depresivo que atropella a un niño en bicicleta y entra en contacto con la madre
de ella, sin decir quien es. En 2005 filma Fantasmas
sobre una mujer que busca a su hija desaparecida desde los 3 años, hasta que
cree dar con ella. Nuevamente trabaja con Nina Hoss en Yella, quien gana el Oso de plata en Berlin luego de interpretar a
una mujer que renuncia a todo para buscar una nueva vida. En 2008 llega Triangulo, otro drama romántico con
tres protagonistas que llevan complejas historias de vida. Hace un parate para
otra peli para la tv llamada Dreileben
y continúa con Barbara, uno de sus
mejores films, que tiene a una enfermera que es enviada a trabajar a un pequeño
pueblo de Alemania Oriental como castigo.
Nina
Hoss nuevamente como protagonista, gana el premio a Mejor director en
Berlín. Luego llega Phoenix en 2014
y cuatro años después estrena Transit,
nuevamente sobre la Segunda Guerra
Mundial, esta vez con un refugiado alemán que está en Marsella y quiere llegar
a México bajo la identidad de un escritor muerto pero se enamora de una joven
que no quiere escapar. Nominada a mejor película extranjera en varios
festivales.
Lo último que ha filmado llegó este año: Undine, sobre una historiadora llamada Ondina (como las ninfas
acuáticas de la mitología griega) que da conferencia sobre el desarrollo urbano
de Berlín. Pero cuando su amante la abandona, el mito se apodera de ella y solo
quiere venganza de una sola manera: matándolo para regresar a las aguas.
FICHA TÉCNICA
Título original: Phoenix
Año: 2014
Duración: 98 min.
País: Alemania
Dirección: Christian Petzold
Guion: Christian Petzold, Harun Farocki (Novela:
Hubert Monteilhet)
Música: Stefan Will
Fotografía: Hans Fromm
Reparto: Nina Hoss, Ronald Zehrfeld, Uwe Preuss,
Nina Kunzendorf, Michael Maertens, Uwe Preuss, Imogen Kogge, Eva Bay, Kirsten
Block, Megan Gay, Valerie Koch