miércoles, 25 de septiembre de 2019

EXTRAÑOS EN EL PARAÍSO - STRANGER THAN PARADISE



SINOPSIS

Dos amigos y la prima de uno de ellos, que acaba de llegar a Estados Unidos desde Budapest, viven en Florida diversas aventuras. Popular película del cine independiente de los ochenta que se rodó en apenas 18 días con un equipo de sólo once personas: tres actores y ocho técnicos. (FILMAFFINITY)

EDITORIAL

Inquietantes sonidos en mi cerebro me alerta, quieren decirme que todo fue una extraña trampa del tiempo. Todo se desmorona, caen mis ropas y con ellas, los papeles que me daban un nombre, un lugar donde ubicarme, papeles amarillentos, palabras encriptadas que brindaban información a los demás acerca de mis gustos, mis pactos y mis secretos. Gustos atados con alambre sobre una paleta de pocos colores disponibles. Pactos obligados del amor, de las responsabilidades y mis tiempos. Depravados pactos sobre los límites ilimitados del sexo y los placeres tatuados sobre la misma piel de la moral. Secretos a los que nunca accedí y no todos acceden sin libertad y con el peligro de andar teniendo la razón en un lugar donde escasea la justicia. Será que nuestras copas chocaron por necesidad ante el peligro acechador del gigante aquel llamado muerte, ante la falta de un sendero sin oportunidades. Nos acobijó pactando nuestra compañía hasta el final. El deseo muerto, aquel que se pudrió junto a nuestro cordón umbilical, lo inventamos a base de vino y risas tan largas, que más que risas eran llantos. Ahora, que ya estoy alertado debo decirte que a pesar de todo fue un gusto enorme haber sido tu socio, tu fiel compañía, tu amigo inseparable, tu mejor amante pero también alertarte y creo que a esta altura habrás comprendido que el mismo espanto que nos unió en el infierno haga que solo seamos extraños en el paraíso.
                                                  
Alan Beneitez.-

Canción elegida para la editorial



IMPRESIONES SOBRE EXTRAÑOS EN EL PARAÍSO


Detenerse a pensar el paraíso conlleva por cierto a la convergencia de un conjunto de ideas y características que resultan contradictorias en un principio, insuficientes la mayoría de las veces y absurdas siempre. Ante semejante panorama, nos es inevitable, a nosotros seres imperfectos, insuficientes, contradictorios y absurdos hacernos aquella pregunta ¿Cómo será aquel paraíso que nos prometieron? ¿Cuál será el premio que corone nuestra experiencia, qué características tendrá aquella promesa performativa según la cual organizamos nuestro intereses? Adán, según cuentan las escrituras, vivió tan solo 7 horas en aquel paraíso pensado y creado por el dios y luego, como todos bien sabemos fue expulsado. Ya en el arrabal de aquellas tierras prometidas, el hombre vivió 900 años y según dicen no pasó un solo día sin recordar su breve estadía en aquel barrio del paraíso. Declaramos desde este espacio, que aquella idea tan popular con la que nos presentaron ese lugar de retiro diseñado por los dioses nos resulta por lo menos poco interesante, sospechoso y también lejano. Es tal vez por esto que nos proponemos a pensar al paraíso no como un destino final sino como una transitoriedad de nuestra existencia a la que nos asomamos con la fugacidad propia de la felicidad y nos alejamos infernalmente con la tristeza. 


Estar felices es entonces habitar aquella tierra prometida aun a sabiendas de que nuestra estadía resultará todavía más corta que la del primero de todos nosotros, es visitar aquellas tierras aún con la certeza de que nuestra visita no será más que una chispa muriendo en la noche de nuestra existencia. Nuestro amigo Jim Jarmusch definió al paraíso como una rareza y fue con esta idea que realizó su film Stranger Than Paradise. No será Adán sino Eva la que llegue en profunda soledad desde Hungría a estas tierras divinas. Este paraíso ideado para ella resultará decepcionante, frio y distante. Jarmusch lo llamará el nuevo mundo y lo situará en la Nueva York de los 80. El Adán para Eva será su primo Willie, quien la recibirá en su casa con desgano e indiferencia. Tal como Adán y Eva, su relación será conflictiva y basada en un tenso sometimiento machista. Sera Willie el que mande dentro de ese mundo intentando imponer todo el tiempo sus modos y sus formas. Pero Eva, tal como Lilith aquella primera mujer que escapó del paraíso, no negociará su libertad. Habrá otro personaje dentro del relato que podrá resultar tal vez en una derivación del propio Willie por contraposición y por su parecido físico. Su nombre será Eddie y será algo así como su contracara, tendrán una relación de sometimiento, de amo y esclavo, de víctima y victimario, y como ya hemos charlado alguna vez en este foro, su distinción es compleja porque, como tal vez suceda en este caso, habitan en la misma persona. El director buscará confundirlos todo el tiempo desde la similitud de su vestimenta y acciones. Habrá un tratamiento en la dirección de actores y el desarrollo dramático de los personajes trabajado desde el guion que nos recordará al cine de Antonioni donde se buscara narrar sobre el espacio necesario para armar sus emociones, evitando atentar contra esta construcción con el uso agilizador de la elipsis. 


Esto generará que el conflicto crezca durante todo el relato de manera lenta y dosificada. El montaje de las escenas estará planteado como actos, fundiendo la mayoría de las veces a negro y evitando el fundido encadenado. Esta decisión estética le dará una entidad a cada escena que jugará con el interés y la curiosidad del espectador. La fotografía del film se basará en la economía de movimientos de cámara y trabajará por lo general en los rangos de sub y sobre exposición lo que resultará en imagines capaces de expresar y transmitir la melancolía, decepción y tristeza experimentada por los personajes. Como dijimos al comienzo de esta charla, los que esta mesa ocupamos relacionamos la idea de paraíso con la de felicidad. Creemos enfáticamente y hasta militamos la idea de que la felicidad a su vez se relaciona con la comunión y en su oposición, la tristeza con la soledad. Conocemos varias formas de la soledad. No ser comprendidos es estar solos. No poder comunicarnos o relacionarnos es también estar solos. Pirandello negaba la posibilidad de que hubiera un código que nos permita comunicarnos y por su parte, Sábato, nos hablaba de que la comunión se da como efímeros puentes que nos conectan con el otro. Hoy basta mirar las noticias para entender que la falta de comunicación, de comprensión sobre los problemas y necesidades del otro no solo entristecen sino que también matan. Queremos dedicar estas palabras, esta humilde charla, a la memoria de las maestras muertas en Chubut, Jorgelina y Maria Cristina y pensando en ellas concluimos que la felicidad debe ser compartida, debe incluirnos a todos sin olvidar a nadie y de no ser así, de resultar una felicidad egoísta y selectiva, lo único que nos queda es preferir la desdicha. Una desdicha en comunión, que de algún modo misterioso, estamos seguros, se parecerá en algo a aquella felicidad pretendida.

Lucas Itze.-

Canción post impresiones


UNIVERSO JARMUSCH


Nacido en Ohio un 22 de enero de 1953, se relacionó con el cine desde chico ya que su madre escribía críticas de cine para un periódico local. Durante la adolescencia empezó a interesarse por escritores de la talla de Jack Kerouac y William Burroughs y se acercaban al séptimo arte gracias a figuras como Andy Warhol. Luego de la secundaria  se mudó a Chicago a estudiar periodismo, donde lo echaron y terminó yéndose a la Universidad de Columbia, con la intención de ser poeta. Luego se fue a París para un intercambio, donde conoció un par de artistas que le cambiarían la vida, como una vez declaró “Fue ahí donde vi cosas que solo había leído y había escuchado hablar, películas de muchos de los buenos directores japoneses, como Imamura, Ozu, Mizoguchi. También películas de directores europeos como Bresson y Dreyer, e incluso películas estadounidenses, como un ciclo de películas de Samuel Fuller, que yo solo conocía de ver un par de ellas en televisión por las noches. Cuando volví de París, todavía escribía y mi escritura se estaba volviendo más cinemática en cierto modo, más descriptiva visualmente”.  A su vuelta, a fines de los ´70, empezó a incursionar en el mundo del cine, compartiendo cursos con futuros directores como Spike Lee o Tom DiCillio. Empezó a trabajar como asistente de Nicholas Ray y colaboró con Wim Wenders. Su primer film es Permanent Vacation en 1980 sobre un joven vagando por las calles de Nueva York. Su siguiente película es Extraños en el paraíso con la que gana la Cámara de Oro en Cannes y empieza a ser conocido mundialmente. Ese mismo año empieza con el cortometraje Café y Cigarrillos, que estaba dividido en tres partes. Luego filma Bajo el peso de la ley, sobre tres personas que se encuentran en prisión.  En 1989 llega Mystery Train, tres historias diferentes en la ciudad de Memphis. En 1991 dirige Una noche en la Tierra película donde Jim Jarmusch presenta el panorama nocturno de cinco grandes ciudades (Los Angeles, Nueva York, París, Roma y Helsinki), a través de un taxi. 


En 1995 llega Dead Man, la historia de un fugitivo en el Oeste de los Estados Unidos, con Johnny Depp. Dos años después hace el documental Year of the Horse, sobre Neil Young y Crazy Horse. En 1999 rueda El camino del samurái, la historia de un asesino a sueldo de Nueva York. Realiza el largo Café y cigarrillos, basado en su propio corto en 2003 y dos años después filma junto con Bill Murray Flores rotas, sobre un hombre que recibe una carta anónima de un hijo suyo y decide ir a ver a sus últimas amantes para resolver el misterio. Gran premio del Jurado en Cannes


En 2009 filma Los límites del control, sobre un inmigrante en España se cruzará con diferentes personajes. Cuatro años pasaron para su siguiente película, titulada Solo los amantes sobreviven, un drama romántico con vampiros como protagonistas. En 2016 dirige Gimme Danger, un documental sobre Iggy Pop. Ese año también estrena Paterson, la historia común y corriente de un chofer de autobuses de esa ciudad. Este año estrenó su último film The Dead Don´t Die, donde en la pequeña localidad de Centerville, los muertos vuelven a la vida y un variopinto grupo de personajes tendrá que hacerles frente. Alguna vez su amigo Tom Waits declaró “La clave, creo, para Jim, es que se quedó canoso cuando tenía 15... Como resultado, siempre se sintió como un inmigrante en el mundo adolescente. Ha sido un inmigrante -un benévolo y fascinado extranjero- desde ese entonces. Y todas sus películas son sobre eso”.

Así mismo, el director publicó alguna vez sus 5 reglas de Oro
                
REGLA No. 1: No hay reglas. Hay tantas maneras de hacer una película como cineastas potenciales. Es una forma abierta. Como sea, yo personalmente no sería capaz de decirle a nadie qué hacer o cómo hacer algo. Para mí es como decirle a alguien cuáles deberían ser sus creencias religiosas. A la mierda. Eso va en contra de mi filosofía personal – esto es más un código que una serie de reglas. Por lo tanto, olvídate de las “reglas” que estás leyendo en este momento y considéralas más bien simples notas para mí mismo. Uno debería hacer sus propias “notas” porque no hay una única forma de hacer nada. Si alguien te dice que hay una única forma, su forma, aléjate de él tan rápido como puedas, tanto física como filosóficamente.
REGLA No. 2: No te dejes agarrar de esos hijos de puta. Ellos no pueden ni ayudarte ni dejar de ayudarte, pero sí pueden detenerte. La gente que financia películas, distribuye películas, promueve películas y exhibe películas no son cineastas. No están interesados en permitir que los cineastas definan y dicten la forma en que hacen sus cosas, así que los cineastas no debemos tener ningún interés en permitirles dictar la forma en que se hace una película. Carga un arma si es necesario.
Además, evita a los diletantes a toda costa. Siempre hay personas por ahí que sólo quieren meterse a hacer cine para volverse ricas, para volverse famosas o para tener sexo. Generalmente saben tanto de cómo hacer cine como George W. Bush de combate cuerpo a cuerpo.
REGLA No. 3: La producción está ahí para servir a la película. La película no está ahí para servir a la producción. Desafortunadamente en el mundo del cine esto se da casi universalmente al revés. La película no se hace para servir al presupuesto, al cronograma o a las hojas de vida de los involucrados. A los cineastas que no entienden esto deberían colgarlos de los tobillos y preguntarles por qué de pronto el cielo está para abajo.
REGLA No. 4: El cine es un proceso de colaboración. Tienes la oportunidad de trabajar con otros cuyas mentes e ideas pueden ser más fuertes que las tuyas. Asegúrate de que se mantengan enfocados en su propia función y no en el trabajo de alguien más, o será un desastre. Pero trata a todos tus colaboradores como iguales y con respeto. Un asistente de producción que está deteniendo el tráfico para que el equipo técnico pueda rodar un plano no es menos importante que los actores en escena, el director de fotografía, el director de arte o el director. Las jerarquías son para aquellos cuyos egos están inflados o fuera de control o para la gente que está en el ejército. Aquellos con los que eliges colaborar, si escoges bien, pueden elevar la calidad y el contenido de tu película a un nivel mucho más alto de lo que cualquiera hubiera podido imaginarse por sí solo. Si no quieres trabajar con otras personas pinta un cuadro o escribe un libro (y si quieres ser un maldito dictador parece que por estos días lo único que hay que hacer es meterse a la política…).
REGLA No. 5: Nada es original. Roba de cualquier sitio que te llene de inspiración o alimente tu imaginación. Devora películas viejas, películas nuevas, música, libros, pinturas, fotografías, poemas, sueños, conversaciones intrascendentes, arquitectura, puentes, señales de tránsito, árboles, nubes, ríos, luces y sombras. Selecciona para robar solamente aquellas cosas que le hablen directamente a tu alma. Si lo haces, tu trabajo (y tu robo) será auténtico. La autenticidad es invaluable; la originalidad no existe. Y no te preocupes en ocultar tu robo – celébralo si hace falta. En cualquier caso recuerda siempre lo que dijo Jean-Luc Godard: “De lo que se trata no es de dónde tomas las cosas, sino de a dónde las llevas”.

FICHA TÉCNICA

Título original: Stranger than Paradise
Año: 1984
Duración: 89 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Jim Jarmusch
Guion: Jim Jarmusch
Música: John Lurie
Fotografía: Tom DiCillo (B&W)
Reparto: John Lurie, Eszter Balint, Richard Edson, Cecillia Stark, Danny Rosen, Tom DiCillo.

lunes, 23 de septiembre de 2019

EL DISCRETO ENCANTO DE LA BURGUESÍA - LE CHARME DISCRET DE LA BOURGEOISIE



SINOPSIS

Don Rafael Costa, embajador de Miranda, y el matrimonio Thévenot están invitados a cenar en casa del matrimonio Sénechal, pero a causa de un malentendido tienen que ir a un restaurante. Cuando llegan, no pueden cenar porque el dueño del lugar ha muerto. A partir de ese momento, las reuniones de este selecto grupo de burgueses se verán siempre interrumpidas por las circunstancias más extrañas, algunas reales y otras, fruto de su imaginación. (FILMAFFINITY)

EDITORIAL

Ellos allá, nosotros acá. Siempre en la vereda de enfrente. Ellos con sus trajes a medida y vestidos exclusivos. Con servidores a su merced. Ellos despreciando cualquier punto de vista diferente. Ellos y su lujuria de la cual pueden ufanarse solo ellos, porque el placer no debería ser para los pobres. Ellos con sus credenciales vips para no hacer filas en ningún evento. Ellos regalando las sobras para creer que hacen un acto limpio y bondadoso. Ellos, cobardes cómplices de los saqueos más nefastos, ahí… en tu televisor, regodeándose de sus victorias. Mientras a nosotros se nos atraganta lo poco que tenemos para cenar. Ellos blindados siempre por el periodismo más indulgente. Ellos transando con la iglesia, el ejército y los empresarios de turno. Ellos esperando tener todo y creyendo que nunca van a caer. Pero cuando caigan… ay, cuando caigan. Los veremos revolcados en el piso pidiendo una limosna de compasión. Buscarán una vez más sacarle lustre a sus apellidos y descubrirán el rencor del pueblo. Se desbordarán los límites de la memoria para que sus caras estén siempre signadas por la vergüenza. Y será el tiempo de nosotros. Nosotros viendo como una vez la justicia se vuelve justa. Nosotros enarbolando la bandera de la igualdad y de las oportunidades. Nosotros apostando a esos sueños que parecían imposibles. Nosotros disfrutando las sonrisas de los niños en lugar de pedirles que trabajen. Nosotros viendo como las clases más altas bajan la guardia. Nosotros, en definitiva, gozando de ciertos beneficios que tuvieron ellos. Y ellos tratando de despertar de esa pesadilla y volver a disfrutar del discreto encanto de la burguesía.

Marcelo De Nicola.-

Canción elegida para la editorial

UNIVERSO BUÑUEL


Luis Buñuel nació el 22 de febrero de 1900 en Calanda, Teruel (España). Hijo primogénito de Leonardo Buñuel González y María Portolés Cerezuela. Con seis años asiste al Colegio de los Hermanos Corazonistas, donde comenzaría sus primeros estudios con clases en castellano y francés. Entre 1908 y 1915, estudia bachillerato en el Colegio del Salvador de Jesuitas, que completa con otras materias en el Instituto General y Técnico de Zaragoza. Su infancia transcurre en Zaragoza. Pasa los veranos en Calanda, y a partir de 1915 en San Sebastián, pero acude siempre a su pueblo natal en los días de Semana Santa. Completa el bachillerato en el instituto de Segunda Enseñanza de Zaragoza. Fue en esa época en la que conoció a José Ignacio Mantecón y Juan Vicens, dos de sus grandes amigos. En 1917 parte a la capital española y se radica en la Residencia de Estudiantes para cursar estudios de ingeniero agrónomo obligado por su padre. 


Allí conoció al pintor Salvador Dalí y al poeta Federico García Lorca, así como a otras destacadas personalidades de la generación del 27, tales como Rafael Alberti, Emilio Prados, José Moreno Villa, Pedro Garfías, Manuel Altolaguirre y Pepín Bello. Todos ellos ejercieron una decisiva influencia en la obra de Buñuel, muy especialmente en sus primeros años. Poco tiempo después deja sus estudios de Ingeniería Agrónoma para estudiar Ciencias Naturales como alumno del famoso entomólogo Ignacio Bolivar. Organiza el equipo de atletismo de la Residencia. Comienza su afición por el boxeo y participa como miembro de la Real Sociedad Gimnástica Española en el campeonato amateur de España de peso pesado. Debido a su gran interés por el teatro, monta con García Lorca y Dalí una parodia de Don Juan Tenorio. Se interesa por el cine cómico norteamericano, en actores como Buster Keaton, Harold Lloyd y Ben Turpin. Formó las primeras proyecciones de cine club en España. Colabora con poemas en las revistas Ultra y Horizonte. 

Estudia Historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid. Trata con Miguel de Unamuno, Juan Ramón Jiménez, Manuel de Falla, José Ortega y Gasset, etc. En el año 1924 obtiene su licenciatura en Filosofía y Letras. Louis Aragón imparte en la Residencia una conferencia sobre el surrealismo en 1925. En este mismo año se traslada a París y trabaja como asistente de Epstein. Reescribe y dirige Hamlet, divertimento que representa con sus amigos. Posteriormente conoce a Jeanne Rucar, joven profesora francesa de gimnasia con la que se casara dos años después. Al año siguiente Buñuel dirige en Amsterdam la puesta en escena de El retablo de Maese Pedro, con música de Manuel de Falla. Publica poemas y crítica de cine en Cahiers d'Art y La gaceta Literaria, cuyo cine club dirige. Una película de Fritz Lang, Las tres luces, le impresiona vivamente y decide dedicarse al cine. Ingresa en la Academie du Cinema de París donde se trasladó para seguir los cursos cinematográficos de Jean Epstein. Escribe su primer guion, para la celebración del primer centenario de la muerte de Goya (que no se pudo llevar a cabo por falta de presupuesto) en 1927. Participa en el rodaje de los cortos Étude cinematografique sur un arabesque y Thémes et variations de la realizadora Germaine Dulac. El 2 de abril de 1929 inicia la filmación de El perro andaluz (gracias a un préstamo que le hizo su madre), corto mudo de diecisiete minutos, verdadero manifiesto del espíritu surrealista. Dos días antes de que finalice el rodaje se incorpora Dalí e interpreta a un marista arrastrado por el suelo. 


En 1930, Buñuel dirige La Edad de Oro, que verá la luz por primera vez en la ciudad de Londres el 2 de enero de 1931. Fue producida por el vizconde de Noailles y su estreno en París causó un gran escándalo, suspendiéndose su exhibición. Obra polémica por sus principios morales y por su ataque a las costumbres establecidas. En 1931, la Metro-Goldwyn Mayer lo contrata por seis meses y se instala en Hollywood, donde conoce a Charles Chaplin, Dolores del Río, y Eisenstein entre otros. A los cuatro meses de su llegada el contrato es cancelado por negarse a supervisar el acento y pronunciación del castellano de la actriz Lily Damita. Vuelve a Europa poco antes de la declaración de la República Española. En 1932 Buñuel se aleja de la corriente especulativa del surrealismo, aproximándose al ala comunista del movimiento, colaborando con la Asociación de Escritores y Artistas Revolucionarios. En los meses de abril y mayo rueda el documental Las Hurdes, siendo prohibido por la censura por considerarlo denigrante para España. Durante 1933 trabaja en el doblaje de películas para la Paramount en París y para la Warner Bros en Madrid. Realiza adaptaciones de las novelas de André Gide, Les Caves du Vatican y de Emily Brönte, Cumbres borrascosas. En 1934 contrae matrimonio con Jeanne en París, naciendo su primer hijo, Juan Luis. Un año después, funda la productora Filmófono con Ricardo Urgoiti y estrenan Don Quintin el amargao y La hija de Juan Simón. Al poco tiempo del inicio de la Guerra Civil española es trasladado a Francia por el Ministro de Asuntos Exteriores para coordinar misiones de propaganda. Ayuda a André Malraux a rodar Sierra de Teruel y a Joris Ivens en Tierra de España (The Spanish Earth). 

En 1936 supervisa el montaje de España leal en armas, un documental a partir de las filmaciones de corresponsales de guerra, dirigido por Jean-Paul Le Chanois. El gobierno republicano envía a Buñuel a Hollywood para supervisar las películas que planearon allí sobre la guerra civil española. Al finalizar ésta, en 1939, queda desempleado. Poco tiempo después, nace su segundo hijo, Rafael. Ingresa en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, en 1941, como productor asociado en el Área documental. Al año siguiente, comienza a ejercer como supervisor de documentales por Nelson Rockefeller y solicita la ciudadanía estadounidense. En octubre se publica en inglés La vida secreta de Salvador Dalí. La información contenida en este libro referente a Buñuel provocará un escándalo que obligará a Buñuel a dimitir de sus cargos al año siguiente. En 1945 parte a Hollywood, donde coincide con José Rubia y con otros exiliados españoles. Uno de sus proyectos es el rodaje de Los basureros de Los Ángeles, en colaboración con Man Ray. Otro proyecto será La novia de los ojos asombrados. En 1946 llega a México para filmar una adaptación de La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca, pero este proyecto se suspende y Oscar Dancigers le propone asumir la dirección de Gran Casino con Jorge Negrete, la cual fracasa rotundamente. En 1949 se nacionaliza mexicano. Dirige La gran calavera, protagonizada por Fernando Soler, Rosario Granados y Andrés Soler, comenzando la colaboración con Luis Alcoriza. La edición corre a cargo de Carlos Savage, con quien trabajará en numerosas películas. Un año después rueda Los olvidados, cuya acogida fue un tanto fría. 


Del 8 de enero al 3 de febrero de 1951 filma La hija del engaño. En abril inicia el rodaje de Una mujer sin amor con argumento y producción a cargo de Manuel Altolaguirre. En mayo se premia en Cannes a Los olvidados con la cual empieza una serie de películas de clara denuncia social y sobrio realismo, siendo el redescubrimiento de Buñuel. En agosto inicia el rodaje de Subida al cielo con argumento y producción a cargo de Manuel Altolaguirre. En 1952 comienza El bruto y Robinson Crusoe (en inglés y en color). Pasado un año rueda: Abismos de pasión y La ilusión viaja en tranvía, y al año siguiente El río y la muerte. En 1955 filma Ensayo de un crimen, cuyo éxito le abre las puertas de la cinematografía francesa. Rueda en Córcega Eso se llama la aurora, filmada en Francia y con Lucía Bosé. Al año siguiente, en 1956, rueda La muerte de este jardín, una coproducción franco-mexicana y Nazarín en 1958, por la que le conceden la Palma de Oro en Cannes y que está a punto de valerle el premio de la Oficina Católica de Cine, a lo que contesta: "Si me la hubiesen dado, me habría visto obligado a suicidarme... Gracias a Dios, todavía soy ateo". Inicia la filmación de Los ambiciosos. En el 61 vuelve a España, donde comienza el rodaje de Viridiana, sórdido relato que remite a la mejor tradición del Siglo de Oro y del cual recibe la Palma de Oro en Cannes y los furibundos ataques del Vaticano. Un año después dirige Un ángel exterminador

En 1963 dirige Diario de una camarera iniciándose la colaboración con el productor Serge Silberman y con el guionista Jean-Claude Carriere. En la película de Carlos Saura Llanto por un bandido, Buñuel interpreta el papel del verdugo, y En este pueblo no hay ladrones de Alberto Isaac interpreta a un cura. Un año después, Buñuel plantea Cuatro misterios rodando: Las Ménades de Cortazar, Gradiva de Jensen, Ilegible, Hijo de flauta de Buñuel y Larrea y Secuestro (con guión de Buñuel). Da un giro radical y comienza Simón del Desierto inspirándose en ideas de Lorca. Se presenta en la Mostra de Venecia y obtiene el León de Plata. El rodaje de Bella de día (Belle de jour) se inicia en Francia en 1966, obteniendo un enorme éxito de público y el León de Oro en la Mostra. El rodaje de La vía láctea tiene lugar en 1969, estrenándose en París. En 1970 regresa de nuevo a España, para rodar en la ciudad de Toledo Tristana, una película sobre la obra de Galdós con un reparto de lujo: Catherine Deneuve, Fernando Rey y Franco Nero. El discreto encanto de la burguesía se rueda en 1972, y obtiene el Oscar a la mejor película extranjera


En 1974, rueda El fantasma de la libertad (Le fantôme de la liberté) filmada en París, con argumento de Buñuel y Carreré. Buñuel interpreta un pequeño papel. En el mes de Junio de 1977 Buñuel termina el rodaje de su última película Ese oscuro objeto del deseo, filmada en España y Francia, y gracias a la cual recibe en México el Premio Nacional de Artes. En 1982 se publica Mi último suspiro, memorias dictadas a Jean-Claude Carrieré. El 29 de julio de 1983 fallece Luis Buñuel en Ciudad de México a los 83 años de edad.

FICHA TÉCNICA

Título original: Le Charme discret de la bourgeoisie
Año: 1972
Duración: 100 min.
País: Francia
Dirección: Luis Buñuel
Guion: Luis Buñuel, Jean-Claude Carrière
Fotografía: Edmond Richard
Reparto: Fernando Rey, Paul Frankeur, Delphine Seyrig, Jean-Pierre Cassel, Stéphane Audran, Michel Piccoli, Bulle Ogier, Julien Bertheau, Milena Vukotic, Maria Gabriella Maione, Claude Piéplu, Muni, François Maistre, Pierre Maguelon, Maxence Mailfort

viernes, 20 de septiembre de 2019

VIVIR - IKIRU



SINOPSIS

Kanji Watanabe es un viejo funcionario público que arrastra una vida monótona y gris, sin hacer prácticamente nada. Sin embargo, no es consciente del vacío de su existencia hasta que un día le diagnostican un cáncer incurable. Con la certeza de que el fin de sus días se acerca, surge en él la necesidad de buscarle un sentido a la vida. (FILMAFFINITY)

EDITORIAL

La gran tragedia en esta experiencia que es la vida radica en el simple hecho de su finitud. Saber que en definitiva vamos a morirnos reduce el goce de cualquier festividad a los pocos segundos. Uno, tal vez dos, no más. Escondida tras el eco de todas nuestras risas se esconden las gélidas manos de la bella dama, aguardándonos con aquella paciencia de lo eterno. Tal como señalaba Borges la muerte es una vida vivida, la vida es una muerte que viene. ¿Cómo evitar pensar entonces que aquello que viene no estará colmado de ausencias? ¿Cómo no reflexionar a cada instante sobre aquel inconveniente de haber nacido, de haber sido arrojados a este vacío sin manera alguna de ser completado? La aventura será imposible, y lo sabemos. Serán escasas, entonces, las buenas noticias. Seguramente el amor, el conocimiento (tal vez) y sin dudas, el arte. Esa será quizás la triada que le acerque algún sentido a todo esto, y ojo, no hablo de perdurar, ya que sabemos fugaz también a ese sentido otorgado, sino de condimento, de sabor, de olvido a aquel temor inefable. Tal como decía Unamuno, quien les habla se ha manifestado ya varias veces a favor de la inmortalidad de bulto en contraposición a la sombra de inmortalidad. Asimismo, también hemos reparado en más de una ocasión que aquella inmortalidad le quitaría inevitablemente intensidad a nuestra experiencia. Quien se sabe inmortal, va un poco a menos; ya no existe el riesgo porque tampoco existe el tiempo por lo que solo resta esperar a que las cosas sucedan. 


Allí surge entonces el aburrimiento, que no es otra cosa que saber que nada cambiará. Tal vez la solución sea ser inmortales pero sin tener el conocimiento de serlo. Mientras tanto solo resta seguir preguntándonos día a día, de manera casi militante, cual es el sentido de todo esto, aun cuando sepamos que nuestro pesimismo nos gritará en la cara que todo carece del más mínimo de los sentidos. Que allí en la muerte, en aquel instante último de conciencia, se acabará todo. Asumiendo el sinsentido sobre el que se desarrolla todo este relato, esta experiencia, oscilaremos entre la sensación de placer y frustración. Aparecerán tus ojos como un faro en el naufragio mismo de la noche, pero más temprano que tarde nos invadirá el desengaño. Se irá de a poco la magia y ya todo tendrá su nombre y su lugar. Inventaremos nuevos placeres anticipando angustiosamente las nuevas frustraciones. Simone de Beauvoir escribió acerca de la muerte de Sartre, su gran amor, lo siguiente: Su muerte nos separa. Mi muerte no nos unirá jamás. Nos quedará queridos amigos seguir buscando aunque sepamos que el acorde final de esta canción siempre será el desencanto. Allí estará lo humano, tal vez de eso se trate vivir.

Lucas Itze.-

Canción elegida para la editorial


IMPRESIONES SOBRE VIVIR


Nos hemos cansado de hablar en estas tertulias de lo que nos genera la rutina. Nosotros, oficinistas alienados, somos el complemento necesario para que el tiempo juegue su carta más cruel y tirana. Allí, frente a una computadora o vendiendo nuestra libertad en cualquier otro empleo, nos obsesionamos soñando cuando será el momento de largar todo y disfrutar. Y como suele pasarnos, eso casi nunca llega. Pero la esperanza estará ahí, siempre dispuesta a darnos una mano, aunque nos esconda la otra. Pasarán los años, llegarán los últimos momentos hasta que nos recibirá la muerte con sus muecas de cansancio, porque ella, tampoco le escapa a la rutina. Hace dos días encontrábamos en las efemérides que 79 años antes, nacía nuestro amigo y sabio consejero, Don Eduardo Galeano. El uruguayo, poco antes de que la parca se lo lleve para jugar en su equipo, dijo “La muerte acude aunque nadie la llame. No le hagas caso. Ni siquiera escuches su silencio: sería un homenaje que ella no merece. Me aburre pensar en la muerte, y sospecho que más aburrido será ser el centro de la fiesta fúnebre, mintiendo lo mucho que me duele abandonar este valle de lágrimas.” Esas palabras quedarían muy bien en la boca de Kanji Watanabe, el protagonista de Vivir, el film del maestro Akira Kurosawa. Este arranca con la imagen de una radiografía y una voz en off relatándonos parte de la vida de Kanji. El narrador será un personaje omnipresente en buena parte de la película. La radiografía será no sólo sobre ese cáncer que lo está matando y que todavía no lo sabe, sino que también será una imagen de su vida. Esa vida anodina, como empleado estatal en el ayuntamiento de Tokio, que pasa sin que nada cambie. “No hace nada, y en este mundo no hacer nada es lo mejor para mantener el trabajo” nos cuenta el narrador para entender un poco como fueron esos últimos 30 años del protagonista. 


Kurosawa nos contará esta historia de un poco más de dos horas en los ya clásicos tres actos aristotélicos. El comienzo será la presentación del personaje y su rutinaria vida, donde el tiempo no pasa nunca, como él lo comprueba cada vez que mira su reloj insistentemente. El director además dividirá la narración en dos partes. Por un lado veremos cuáles son las reacciones de Watanabe al enterarse que le quedan seis meses de vida donde intentará hablarlo con su hijo pero la poca predisposición de él lo hará cambiar de parecer. Se encontrará entonces con dos personajes que le abrirán mundos opuestos a los que accederá sin tanta confianza. Al principio será un escritor bohemio, gran conocedor de la vida nocturna, con quien compartirá noches de alcohol y juergas con mujeres. Se dará cuenta que eso tampoco lo llenará. Luego será el turno de Toyo, una joven y divertida ex compañera de trabajo, quien logre cambiarle la visión de ese mundo que lo rodea y él pueda entender que todavía quedan cosas por hacer. El desenlace será el comienzo de esa segunda parte, contemplando una elipsis que arrancará con un plano detalle de su fotografía. Caeremos en la cuenta de que estamos en el velatorio, y allí su familia y compañeros de trabajo empezarán a recordarlo. Kurosawa recurrirá a pequeños raccontos para recrear los meses anteriores al deceso de Watanabe. La división también se verá en los encuadres, donde primeramente encontraremos planos que nos abruman y nos asfixian pero más adelante ofrecerá planos más amplios. A esa idea se sumará la fotografía, a pesar de ser en blanco y negro, que ganará en claridad, cosa que en la oficina solo se veía con el sol entrando desde alguna ventana. 


Como siempre en el cine del japonés, aparecerán los factores externos para ponerle un condimento especial, como en este caso la lluvia y la nieve que junto al paso de los autos y los ruidos mismos de una gran ciudad, compondrán una excelente banda sonora, que logra conectarte con el film. La banda musical también será de vital importancia, donde la clásica canción nipona La vida es corta resuena más de una vez durante la película. Las composiciones de planos se nutrirán en muchas ocasiones de planos medios, y muchas veces la cámara estará a media altura. Tampoco faltarán los travellings o los planos detalle como mencionamos anteriormente en el comienzo de la segunda parte, en una escena que termina con la cámara fuera de la sala velatoria, en unos cortes de planos geniales. Asistiremos a un montaje maravilloso, donde cada raccord entre plano y plano es de una sincronía perfecta. También será importante el arte escénico, que dota de gran verosimilitud cada secuencia. El guion no será lineal, como marcamos cuando hablamos de los raccontos, y como nos acostumbra el cine asiático, valdrá más los gestos y las miradas que las palabras, con Takashi Shimura el actor principal, dando una lección en ese sentido. Porque a veces solo es necesario mirar y dejar que las palabras no arruinen ese silencio. Y como intentó Watanabe, si algún día nos vienen a buscar, dejar algún legado y no ser simplemente un ave de paso. Y a pesar de que la soledad, la rutina, el tiempo y hasta la misma muerte intenten desesperanzarnos, siempre tendremos un motivo para mirar más allá y al igual que nuestro protagonista, encontrar un por qué para sentirnos vivos.
                  
Marcelo De Nicola.-

Canción post impresiones


UNIVERSO KUROSAWA


Akira Kurosawa, el más conocido de los directores de cine japonés, nació en el distrito Omori de Tokio el 23 de marzo de 1910. Era el menor de siete hermanos de una acomodada familia de comerciantes de Osaka. Su familia era descendiente de una línea de antiguos samuráis. Hasta 1921 Kurosawa realiza sus primeros estudios, mostrando un especial interés por el mundo de la pintura. Desde muy pequeño se movió en un ambiente cultural, ya que tanto su padre como su hermano mayor lo llevaban al cine, le leían novelas y le hacían que se interesase por la cultura. En 1922 Akira comenzó sus estudios de bachillerato en el Instituo Keika. Un año después sería testigo de un hecho que le marcaría mucho, el gran terremoto de Kantó, que produjo un gran número de víctimas, y del cual Akira y su hermano fueron testigos directos, ya que el Instituto de Keika también fue destruido. En 1927 finaliza el bachillerato, y en vez de matricularse en la Escuela de Bellas Artes, prefiere elegir una formación menos académica y más libre. En estos años, Akira continúa con su afición a la pintura, y además empieza a interesarse cada vez más por la literatura, el teatro, y el cine. Comienza a descubrir el cine europeo del que se siente un gran admirador, Charles Chaplin, Buster Keaton o De Mille son algunos de sus directores favoritos. 
En 1929 decidió unirse a la Liga de Artistas Proletarios, sin embargo, dos años más tarde y desilusionado de este grupo, decide comprometerse con organizaciones políticas más radicales. Este entusiasmo le duraría poco, ya que en la primavera de 1932 decide abandonar el movimiento proletario. Cuando Akira cumplió 23 años sufre uno de los hechos más traumáticos de su vida, el suicidio de su hermano mayor, y cuatro meses después la muerte de otro de sus hermanos. Durante estos años continúa con su afición a la pintura, pero sus dudas acerca de su talento hacen que la abandone poco a poco. En 1936 el cineasta japonés se apunta en un programa de aprendices de director en los estudios Nikkatsu. Allí comenzará a trabajar como ayudante del director Kajiro Yamamoto. Durante estos años se dedicará a aprender, a escribir guiones y a dirigir su primera película. En 1943 debutó como director con la película Sanshiro Sugata (La leyenda del gran judo). Sus siguientes películas fueron supervisadas por el gobierno japonés, Ichiban utsukushika (La más bella, 1944), Zoku Sugata Sanshiro, Tora no o wo fumu otokotachi (1945), Waga seishum ni kuinashi (No añoro mi juventud, 1946), Yoidore tenshi (El ángel borracho, 1949) o Nora inu (El perro rabioso, 1949). En 1950 rodaría Rashomon, una película que cambiará su vida, ya que gracias a ella sería conocido internacionalmente. Ganó el León de Oro en el Festival de cine de Venecia del año 1951. 


Este sería el principio de una serie de reconocimientos a nivel internacional, ya que cuatro años después Ikiru (Vivir) recibirá el Premio del Jurado en el Festival de Berlín de 1954. En esta década de los cincuenta rodará películas tan conocidas como Los siete samuráis (1954), El trono de sangre (1957) o La fortaleza escondida (1958). Akira Kurosawa inicia la década de los sesenta con la película Los canallas duermen en paz, en donde analizaba el problema de la corrupción. Sus siguientes trabajos fueron Mercenario (1961), Tsubaki Sanjuro (1962), Infierno de odio (1963) y Barbarroja (1965). Durante los siguientes años Kurosawa tendrá problemas para trabajar, y de hecho hasta 1970 no rodaría ninguna película. Ante esta problemática, el director fundará su propia productora llamada Yonki no kai junto a otros compañeros. Con ella rodará su siguiente trabajo Dode’ska-den (1970). El inicio de la década de los setenta no fue bueno para Akira, ya que los periódicos publicaron que había sufrido un intento de suicidio. Nuevamente Kurosawa estará durante cinco años inactivo hasta que en 1975 vuelve al trabajo con su película Dersu Uzala, con la que consiguió el Oscar de la Academia de Hollywood. 


En la década de los ochenta rodó Kagemusha (1980) y Ran (1985). Ya en los noventa rodó Los sueños de Akira Kurosawa, y, además, fue galardonado por la Academia de Hollywood con un Oscar honorífico a toda su carrera. Sus siguientes trabajos fueron Rapsodia en Agosto (Hachigatsu no Rhapsody, 1991), y Madadayo (1993). Akira Kurosawa murió en Shinjitai el 6 de septiembre de 1998.

FICHA TÉCNICA

Título original: Ikiru
Año: 1952
Duración: 143 min.
País: Japón
Dirección: Akira Kurosawa
Guion: Akira Kurosawa, Shinobu Hashimoto, Hideo Oguni
Música: Fumio Hayasaka
Fotografía: Asakazu Nakai (B&W)
Reparto: Takashi Shimura, Nobuo Kaneko, Kyôko Seki, Makoto Kobori, Kumeko Urabe, Yoshie Minami, Miki Odagiri, Kamatari Fujiwara