SINOPSIS
Dos amigos y la prima de uno de ellos, que acaba de
llegar a Estados Unidos desde Budapest, viven en Florida diversas aventuras.
Popular película del cine independiente de los ochenta que se rodó en apenas 18
días con un equipo de sólo once personas: tres actores y ocho técnicos.
(FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Inquietantes sonidos en mi cerebro me alerta, quieren
decirme que todo fue una extraña trampa del tiempo. Todo se desmorona, caen mis
ropas y con ellas, los papeles que me daban un nombre, un lugar donde ubicarme,
papeles amarillentos, palabras encriptadas que brindaban información a los
demás acerca de mis gustos, mis pactos y mis secretos. Gustos atados con
alambre sobre una paleta de pocos colores disponibles. Pactos obligados del
amor, de las responsabilidades y mis tiempos. Depravados pactos sobre los
límites ilimitados del sexo y los placeres tatuados sobre la misma piel de la
moral. Secretos a los que nunca accedí y no todos acceden sin libertad y con el
peligro de andar teniendo la razón en un lugar donde escasea la justicia. Será
que nuestras copas chocaron por necesidad ante el peligro acechador del gigante
aquel llamado muerte, ante la falta de un sendero sin oportunidades. Nos acobijó
pactando nuestra compañía hasta el final. El deseo muerto, aquel que se pudrió
junto a nuestro cordón umbilical, lo inventamos a base de vino y risas tan
largas, que más que risas eran llantos. Ahora, que ya estoy alertado debo
decirte que a pesar de todo fue un gusto enorme haber sido tu socio, tu fiel
compañía, tu amigo inseparable, tu mejor amante pero también alertarte y creo
que a esta altura habrás comprendido que el mismo espanto que nos unió en el
infierno haga que solo seamos extraños en el paraíso.
Alan Beneitez.-
Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES
SOBRE EXTRAÑOS EN EL PARAÍSO
Detenerse
a pensar el paraíso conlleva por cierto a la convergencia de un conjunto de
ideas y características que resultan contradictorias en un principio,
insuficientes la mayoría de las veces y absurdas siempre. Ante semejante
panorama, nos es inevitable, a nosotros seres imperfectos, insuficientes,
contradictorios y absurdos hacernos aquella pregunta ¿Cómo será aquel paraíso
que nos prometieron? ¿Cuál será el premio que corone nuestra experiencia, qué
características tendrá aquella promesa performativa según la cual organizamos
nuestro intereses? Adán, según
cuentan las escrituras, vivió tan solo 7 horas en aquel paraíso pensado y
creado por el dios y luego, como todos bien sabemos fue expulsado. Ya en el
arrabal de aquellas tierras prometidas, el hombre vivió 900 años y según dicen
no pasó un solo día sin recordar su breve estadía en aquel barrio del paraíso.
Declaramos desde este espacio, que aquella idea tan popular con la que nos
presentaron ese lugar de retiro diseñado por los dioses nos resulta por lo
menos poco interesante, sospechoso y también lejano. Es tal vez por esto que
nos proponemos a pensar al paraíso no como un destino final sino como una
transitoriedad de nuestra existencia a la que nos asomamos con la fugacidad
propia de la felicidad y nos alejamos infernalmente con la tristeza.
Estar
felices es entonces habitar aquella tierra prometida aun a sabiendas de que
nuestra estadía resultará todavía más corta que la del primero de todos
nosotros, es visitar aquellas tierras aún con la certeza de que nuestra visita
no será más que una chispa muriendo en la noche de nuestra existencia. Nuestro
amigo Jim Jarmusch definió al
paraíso como una rareza y fue con esta idea que realizó su film Stranger Than Paradise. No será Adán
sino Eva la que llegue en profunda soledad desde Hungría a estas tierras
divinas. Este paraíso ideado para ella resultará decepcionante, frio y
distante. Jarmusch lo llamará el nuevo mundo y lo situará en la Nueva York de
los 80. El Adán para Eva será su primo Willie, quien la recibirá en su casa con
desgano e indiferencia. Tal como Adán y Eva, su relación será conflictiva y
basada en un tenso sometimiento machista. Sera Willie el que mande dentro de
ese mundo intentando imponer todo el tiempo sus modos y sus formas. Pero Eva,
tal como Lilith aquella primera mujer que escapó del paraíso, no negociará su
libertad. Habrá otro personaje dentro del relato que podrá resultar tal vez en
una derivación del propio Willie por contraposición y por su parecido físico.
Su nombre será Eddie y será algo así como su contracara, tendrán una relación
de sometimiento, de amo y esclavo, de víctima y victimario, y como ya hemos
charlado alguna vez en este foro, su distinción es compleja porque, como tal
vez suceda en este caso, habitan en la misma persona. El director buscará
confundirlos todo el tiempo desde la similitud de su vestimenta y acciones.
Habrá un tratamiento en la dirección de actores y el desarrollo dramático de
los personajes trabajado desde el guion que nos recordará al cine de Antonioni donde
se buscara narrar sobre el espacio necesario para armar sus emociones, evitando
atentar contra esta construcción con el uso agilizador de la elipsis.
Esto
generará que el conflicto crezca durante todo el relato de manera lenta y
dosificada. El montaje de las escenas estará planteado como actos, fundiendo la
mayoría de las veces a negro y evitando el fundido encadenado. Esta decisión
estética le dará una entidad a cada escena que jugará con el interés y la
curiosidad del espectador. La fotografía del film se basará en la economía de
movimientos de cámara y trabajará por lo general en los rangos de sub y sobre
exposición lo que resultará en imagines capaces de expresar y transmitir la
melancolía, decepción y tristeza experimentada por los personajes. Como dijimos
al comienzo de esta charla, los que esta mesa ocupamos relacionamos la idea de
paraíso con la de felicidad. Creemos enfáticamente y hasta militamos la idea de
que la felicidad a su vez se relaciona con la comunión y en su oposición, la
tristeza con la soledad. Conocemos varias formas de la soledad. No ser
comprendidos es estar solos. No poder comunicarnos o relacionarnos es también
estar solos. Pirandello negaba la
posibilidad de que hubiera un código que nos permita comunicarnos y por su
parte, Sábato, nos hablaba de que la
comunión se da como efímeros puentes que nos conectan con el otro. Hoy basta
mirar las noticias para entender que la falta de comunicación, de comprensión
sobre los problemas y necesidades del otro no solo entristecen sino que también
matan. Queremos dedicar estas palabras,
esta humilde charla, a la memoria de las maestras muertas en Chubut, Jorgelina
y Maria Cristina y pensando en ellas concluimos que la felicidad debe ser
compartida, debe incluirnos a todos sin olvidar a nadie y de no ser así, de
resultar una felicidad egoísta y selectiva, lo único que nos queda es preferir
la desdicha. Una desdicha en comunión, que de algún modo misterioso,
estamos seguros, se parecerá en algo a aquella felicidad pretendida.
Lucas
Itze.-
Canción
post impresiones
UNIVERSO JARMUSCH
Nacido
en Ohio un 22 de enero de 1953, se relacionó con el cine desde chico ya que su
madre escribía críticas de cine para un periódico local. Durante la
adolescencia empezó a interesarse por escritores de la talla de Jack Kerouac y William Burroughs y se acercaban al séptimo arte gracias a figuras
como Andy Warhol. Luego de la
secundaria se mudó a Chicago a estudiar
periodismo, donde lo echaron y terminó yéndose a la Universidad de Columbia,
con la intención de ser poeta. Luego se fue a París para un intercambio, donde
conoció un par de artistas que le cambiarían la vida, como una vez declaró “Fue ahí donde vi cosas que solo había leído
y había escuchado hablar, películas de muchos de los buenos directores
japoneses, como Imamura, Ozu, Mizoguchi. También películas de directores
europeos como Bresson y Dreyer, e incluso películas estadounidenses, como un ciclo
de películas de Samuel Fuller, que yo solo conocía de ver un par de ellas en
televisión por las noches. Cuando volví de París, todavía escribía y mi
escritura se estaba volviendo más cinemática en cierto modo, más descriptiva
visualmente”. A su vuelta, a fines
de los ´70, empezó a incursionar en el mundo del cine, compartiendo cursos con
futuros directores como Spike Lee o Tom DiCillio. Empezó a trabajar como
asistente de Nicholas Ray y colaboró
con Wim Wenders. Su primer film es Permanent Vacation en 1980 sobre un
joven vagando por las calles de Nueva York. Su siguiente película es Extraños en el paraíso con la que gana
la Cámara de Oro en Cannes y empieza
a ser conocido mundialmente. Ese mismo año empieza con el cortometraje Café y Cigarrillos, que estaba dividido
en tres partes. Luego filma Bajo el peso
de la ley, sobre tres personas que se encuentran en prisión. En 1989 llega Mystery Train, tres historias diferentes en la ciudad de Memphis.
En 1991 dirige Una noche en la Tierra
película donde Jim Jarmusch presenta el panorama nocturno de cinco grandes
ciudades (Los Angeles, Nueva York, París, Roma y Helsinki), a través de un
taxi.
En 1995 llega Dead Man, la
historia de un fugitivo en el Oeste de los Estados Unidos, con Johnny Depp. Dos años después hace el
documental Year of the Horse, sobre Neil Young y Crazy Horse. En 1999 rueda El
camino del samurái, la historia de un asesino a sueldo de Nueva York.
Realiza el largo Café y cigarrillos,
basado en su propio corto en 2003 y dos años después filma junto con Bill Murray Flores rotas, sobre un hombre que recibe una carta anónima de un
hijo suyo y decide ir a ver a sus últimas amantes para resolver el misterio. Gran premio del Jurado en Cannes.
En
2009 filma Los límites del control,
sobre un inmigrante en España se cruzará con diferentes personajes. Cuatro años
pasaron para su siguiente película, titulada Solo los amantes sobreviven, un drama romántico con vampiros como
protagonistas. En 2016 dirige Gimme
Danger, un documental sobre Iggy Pop.
Ese año también estrena Paterson, la
historia común y corriente de un chofer de autobuses de esa ciudad. Este año
estrenó su último film The Dead Don´t
Die, donde en la pequeña localidad de Centerville, los muertos vuelven a la
vida y un variopinto grupo de personajes tendrá que hacerles frente. Alguna vez
su amigo Tom Waits declaró “La clave, creo, para Jim, es que se quedó
canoso cuando tenía 15... Como resultado, siempre se sintió como un inmigrante
en el mundo adolescente. Ha sido un inmigrante -un benévolo y fascinado
extranjero- desde ese entonces. Y todas sus películas son sobre eso”.
Así
mismo, el director publicó alguna vez sus 5 reglas de Oro
REGLA No. 1: No hay reglas. Hay tantas maneras
de hacer una película como cineastas potenciales. Es una forma abierta. Como
sea, yo personalmente no sería capaz de decirle a nadie qué hacer o cómo hacer
algo. Para mí es como decirle a alguien cuáles deberían ser sus creencias
religiosas. A la mierda. Eso va en contra de mi filosofía personal – esto es
más un código que una serie de reglas. Por lo tanto, olvídate de las “reglas”
que estás leyendo en este momento y considéralas más bien simples notas para mí
mismo. Uno debería hacer sus propias “notas” porque no hay una única forma de
hacer nada. Si alguien te dice que hay una única forma, su forma, aléjate de él
tan rápido como puedas, tanto física como filosóficamente.
REGLA No. 2: No te dejes agarrar de esos hijos
de puta. Ellos no pueden ni ayudarte ni dejar de ayudarte, pero sí pueden
detenerte. La gente que financia películas, distribuye películas, promueve
películas y exhibe películas no son cineastas. No están interesados en permitir
que los cineastas definan y dicten la forma en que hacen sus cosas, así que los
cineastas no debemos tener ningún interés en permitirles dictar la forma en que
se hace una película. Carga un arma si es necesario.
Además,
evita a los diletantes a toda costa. Siempre hay personas por ahí que sólo
quieren meterse a hacer cine para volverse ricas, para volverse famosas o para
tener sexo. Generalmente saben tanto de cómo hacer cine como George W. Bush de
combate cuerpo a cuerpo.
REGLA No. 3: La producción está ahí para servir
a la película. La película no está ahí para servir a la producción.
Desafortunadamente en el mundo del cine esto se da casi universalmente al
revés. La película no se hace para servir al presupuesto, al cronograma o a las
hojas de vida de los involucrados. A los cineastas que no entienden esto
deberían colgarlos de los tobillos y preguntarles por qué de pronto el cielo
está para abajo.
REGLA No. 4: El cine es un proceso de
colaboración. Tienes la oportunidad de trabajar con otros cuyas mentes e ideas
pueden ser más fuertes que las tuyas. Asegúrate de que se mantengan enfocados
en su propia función y no en el trabajo de alguien más, o será un desastre.
Pero trata a todos tus colaboradores como iguales y con respeto. Un asistente
de producción que está deteniendo el tráfico para que el equipo técnico pueda
rodar un plano no es menos importante que los actores en escena, el director de
fotografía, el director de arte o el director. Las jerarquías son para aquellos
cuyos egos están inflados o fuera de control o para la gente que está en el
ejército. Aquellos con los que eliges colaborar, si escoges bien, pueden elevar
la calidad y el contenido de tu película a un nivel mucho más alto de lo que
cualquiera hubiera podido imaginarse por sí solo. Si no quieres trabajar con
otras personas pinta un cuadro o escribe un libro (y si quieres ser un maldito
dictador parece que por estos días lo único que hay que hacer es meterse a la
política…).
REGLA No. 5: Nada es original. Roba de
cualquier sitio que te llene de inspiración o alimente tu imaginación. Devora
películas viejas, películas nuevas, música, libros, pinturas, fotografías,
poemas, sueños, conversaciones intrascendentes, arquitectura, puentes, señales
de tránsito, árboles, nubes, ríos, luces y sombras. Selecciona para robar
solamente aquellas cosas que le hablen directamente a tu alma. Si lo haces, tu
trabajo (y tu robo) será auténtico. La autenticidad es invaluable; la
originalidad no existe. Y no te preocupes en ocultar tu robo – celébralo si
hace falta. En cualquier caso recuerda siempre lo que dijo Jean-Luc Godard: “De lo que se trata no es de dónde tomas las
cosas, sino de a dónde las llevas”.
FICHA TÉCNICA
Título
original: Stranger than Paradise
Año:
1984
Duración:
89 min.
País:
Estados Unidos
Dirección:
Jim Jarmusch
Guion:
Jim Jarmusch
Música:
John Lurie
Fotografía:
Tom DiCillo (B&W)
Reparto:
John Lurie, Eszter Balint, Richard Edson, Cecillia Stark, Danny Rosen, Tom
DiCillo.