Programa
26 (09-09-2013)
EDITORIAL
Despojarme
de todo. Arrojar lejos rencores y miedos. Dejar atrás mis viejos tormentos,
aquellas sombras inútiles. Ver arder mi ropa, las desatinadas camisas, mis
tontos zapatos. Sentir gloriosamente desprenderse de mi cabeza toda idea,
escuchar las teorías y teoremas jugar con el viento. Destrozar mi reloj,
detener esas malditas agujas definitivamente. Dejar las vergüenzas en una
esquina. Escupir con sangre mis cobardías y mis valentías. Dejar reír mis alegrías
en otras bocas, admirar mis sueños en otras cabezas. Soltar cada unas de mis
palabras, las que supe decirte y las que no. Vomitar con ganas los silencios,
perder mis ruidos en cualquier pared. Entregar mis inútiles manos, mi boca
completa, con la humedad de mi lengua y la ferocidad de mis dientes.
¿Entenderán ellos, siendo tan chicos, el sentido del viaje? ¿Llorarán esos ojos
inocentes la finalidad del fuego? Dejarlos también a ellos… sin adioses, sin
besos. El torpe intento de llevarme aunque sea la confianza de que lo harán
bien, que seguirán caminando con sus propios pasos, que esquivaran pozos, que
aprenderán de cada caída. El último intento de llevarme tus ojos, tu mirada que
me abriga.
Pero no… no, despojarme de
todo, de tus besos, tus manos, de esa luz que nos une. Soltar mi historia
también, embellecerme de olvido. Tirar mis lágrimas al fuego, perderles
cualquier tipo de respeto. Meter mi amor debajo de cualquier baldosa floja de
esta ciudad. Entregarle orgulloso mi nombre a un pájaro. Repartir, por última
vez, mis colores. Donar mis rojos a quienes lo necesiten, entregar mis verdes
sin remordimientos. Olvidar para siempre mis negros. Ya puedo ver a lo lejos el
bosque erguirse de un verde nunca visto. Mis ojos nuevos casi no distinguen
formas. Camino descalzo, por última vez, sobre este asfalto. La ciudad ni se
inmuta ante mis últimos pasos. El sol sube lento por la avenida y me regala la última
sonrisa. Camino nuevo hacia el fuego. Camino nuevo, hacia la vida. Quizás esta
sea mi última mentira. Atrás mío quedan el frio, los huesos y la carne que completan
esta estrofa. El punto final me detiene para siempre. Olvidame pronto. Seguí
alumbrándolo todo con tu sonrisa, como cuando nos vimos por primera vez. No
pierdas tiempo con mi recuerdo, por ahí andaré, despojado de todo, buscando la
aventura del hombre muerto.-
Lucas
Itze.-
Canciones elegidas para la editorial
IMPRESIONES
SOBRE DEAD MAN
El suicida
No
quedará en la noche una estrella.
No quedará la noche.
Moriré y conmigo la suma
del intolerable universo.
Borraré las pirámides, las medallas,
los continentes y las caras.
Borraré la acumulación del pasado.
Haré polvo la historia, polvo el polvo.
Estoy mirando el último poniente.
Oigo el último pájaro.
Lego la nada a nadie.
No quedará la noche.
Moriré y conmigo la suma
del intolerable universo.
Borraré las pirámides, las medallas,
los continentes y las caras.
Borraré la acumulación del pasado.
Haré polvo la historia, polvo el polvo.
Estoy mirando el último poniente.
Oigo el último pájaro.
Lego la nada a nadie.
—
Jorge
Luis Borges (1899-1986)
En
este bellísimo y oscuro poema, Borges nos entrega la ingeniosa idea de que al
morir, todo nuestro universo muere también con nosotros. Ese viaje al otro
plano, ese viaje a la otra aventura, es lo que narra a través del celuloide el
genial Jim Jarmusch. Dead Man viene a girar un poco más
la tuerca de los géneros. Es por esto que podemos decir que el film es algo más
que un Western, va más allá. Como dijimos en otras oportunidades, los géneros
no son mas que convenciones entre el que narra y el espectador. El cine, es un
arte de representación, y como tal, parece responder a la gama de posibles
relacionados a la comunicación que existe entre un emisor y un receptor. De
esta comunicación surge la creación de un verosímil, que según Aristóteles, es
aquello que se adapta a las leyes de un género preestablecido. Por lo tanto un
género se nutre de verosímiles, de convenciones entre emisor y receptor y es
utilizado como herramienta comunicativa.
Como receptores, al entender a Dead Man como un western, nos preparamos
a recibir cada una de estas convenciones. Encontraremos, entonces, aquellos
personajes recios y sucios, carentes de cualquier tipo de sensibilidad, con
habilidad sorprendente en el uso de armas. Estará también, la amenaza de los
indios, las noches bajo el estrellado cielo de Estados Unidos, las fogatas
humeantes, fundiéndose en la inmensidad del atardecer. El relato estará repleto
de planos americanos, tamaño de cuadro creado especialmente para este tipo de
Films. Cuando hablamos de planos nos referimos puntualmente al recorte de la
realidad que decide el director a través de la cámara. Siempre
medimos el tamaño de cuadro en referencia de la figura humana. Entonces, un
plano americano, mostrara a la persona desde las rodillas hacia arriba, con el
único objetivo de hacer visible la cartuchera donde descansa el arma de los
personajes.
Dead Man comienza con el
viaje de William Blake hacia un pueblo desconocido, ultima parada del tren que
lo transporta. Este viaje, que no será otra cosa más que un viaje interno
realizado por el mismo Blake, contara con algunas de las Funciones del Héroe
planteadas por Joseph Campbell en su libro “El héroe de las mil caras”. Por
allí encontraremos la llamada a la
aventura, la negativa al llamado,
aparecerá la ayuda sobrenatural,
encarnada por el personaje de Nadie, aquel
indio que siempre escucharemos con gran atención. Estará también el cruce del primer umbral, la mujer como tentación. Todos estos
pasos caminara Blake con el único objetivo de encontrarse a si mismo para
partir en paz hacia su muerte. Su recorrido será difícil, deberá destrozar
aquel hombre de cara aniñada que fue, aquel ser de gustos refinados y educados,
para dar lugar a la naturaleza, al bosque que esconde su pecho.
Aquella pantera
se ira asomando de a poco, con el rojo de la sangre, con la pólvora de las
balas disparadas, con la muerte de sus asesinos. Su viaje estará listo. Tendrá
su canoa, sus telas y la pintura india. No habrá sorpresa ni miedo en su
rostro, solo paz. La canoa se ira moviendo lento, Blake seguirá con sus ojos
abiertos, quizás recordándola a ella, que decidió dejarlo. Pensando, tal vez,
en su mirada, y con la certeza de que aquella muerte, que ahora lo alcanza, también
tendrá sus ojos.
Lucas
Itze.-
Canción post análisis
Una mas del poeta Morrison
Y nos fuimos con este homenaje de Divididos
FICHA
TÉCNICA
Título
original: Dead Man
Año:
1995
Duración:
120 min.
País:
Estados Unidos
Director:
Jim Jarmusch
Guión:
Jim Jarmusch
Música:
Neil Young
Fotografía:
Robby Müller (B&W)
Reparto:
Johnny Depp, Gary Farmer, Lance Henriksen, Michael Wincott, Crispin Glover,
Iggy Pop, Robert Mitchum, Steve Buscemi, Alfred Molina, Gabriel Byrne, John
Hurt, Mili Avital, Eugene Byrd, Billy Bob Thornton, Jared Harris
Sinopsis
William
Blake (Johnny Depp), es un contador que trabaja en Cleveland, y decide irse a a
un pueblito del Oeste de Estados Unidos, llamado Machine, desde donde le habían
enviado una oferta de trabajo.
Sin
embargo, cuando llega, se entera de que su lugar lo tomó otro. Todo se complica
cuando Charlie Dickinson, el hijo del propietario de la empresa, lo encuentra
en la cama con su mujer, a quien mata de un disparo. William, para defenderse,
termina matando a Charlie y escapando en un caballo.
Cuando
el padre de Charlie se entera, ofrece una recompensa para que lo encuentren
vivo o muerto.
William
empieza su viaje deambulando por el Oeste americano, donde se encuentra con un
nativo llamado Nobody (Nadie), quien lo acompañará en este curioso viaje,
mientras escapa de los caza recompensas. Allí descubrirá su otro yo, aprenderá
a matar a sangre fría, mientras se prepara para su viaje final…
Trailer
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