Ficción o realidad, esa es la cuestión. El mundo del cine conjuga personajes de todo tipo y color, cada semana nos ocuparemos de analizar diferentes obras del séptimo arte, con el fin de informarnos, debatir y recordar esas películas que nos hicieron reír, llorar, pensar, y sobre todo, sumergirnos en ese mundo apasionante. Todos los viernes de 20 a 21 hs, por FM Boedo, con la conducción de Lucas Itze y Marcelo De Nicola.
Me
encuentro en el piso, desparramado. No logro controlar mi cuerpo y mis ojos se
cierran dejando caer lágrimas que recorren mis mejillas. La sangre invade mi
cabeza enrojeciendo mi rostro. Solos y
sin mi permiso, escapan los gritos de mi boca. Eso, como un destello, penetro en mí y ahora es quien me controla.
Logro una ínfima recuperación cuando de repente, aquello que ocasiono esa
reacción vuelve. Caigo otra vez…
No
piensen que se alejo de mi lado inesperadamente la mujer a quien amo. Ni
tampoco que algún ser querido a dejado de estar entre los vivos dejando un
vacío en el alma para siempre. No explote de bronca e impotencia al no vencer
cosas en mí con nuevas y blancas convicciones. ¡No estoy llorando señores! Todo
lo contrario. Es que me cruce con un ángel y acaricio mi alma regalándome un
destello de risas. Me siento verdaderamente aliviado y con una paz pocas veces
vivida. Creo que soy muy afortunado al haberme cruzado con él.
Luego
de aquel episodio nos aferramos uno al otro. Entendemos que no es nada fácil
encontrarse con un ángel en esta vida. Estamos de acuerdo de que no venimos a
este mundo sólo para esperar a la muerte. Tenemos en claro que si hay algo en
que vale la pena gastarnos esta única ficha es en intentar construir desde el
amor, y ese amor se fortalece si hay alegría.
Don
Arturo Jauretche dijo una vez "Nos quieren ver tristes para vernos
derrotados; nada se hace sin alegría".
Preguntémonos entones porque un tiempo después de esas palabras vinieron
títeres malvados del poder y nos quitaron, entre otras cosas más, los
carnavales. Aprendamos de los niños que, felices, cuestionan todo y se
desarrollan a una velocidad extrema hasta que dejan de hacerlo. Por eso,
siguiendo esta última idea quiero
preguntarme…
¿Quién
pudiera desmentir fácilmente los absurdos idealismos sobre la moral, el
respeto, los modos, los buenos modales que pesan en la espalda acobardando a
las personas y no dejándolos ser ese ángel? ¿Quién sino que aquellos valientes
que llevan sus alas sucias de tanto usarlas?
Parece
quizás absurdo detenerse en este tipo de reflexiones pero son tan necesarias
como sonreír. En fin, no es hora de crear formulas ni buscarle explicaciones a
las cosas inexplicables, no es hora de tristezas ni broncas. Vayamos a buscar nuestras alas. Es tiempo de Valientes….
Alan
Beneitez.
Tema dedicado para la editorial
Seguimos con:
No podía faltar el amigo León
Y nos fuimos con...
FICHA
TÉCNICA
Título
original: Tiempo de valientes
Año:
2005
Duración:
110 min.
País:
Argentina
Director:
Damián Szifrón
Guión:
Damián Szifrón
Música:
Guillermo Guareschi
Fotografía:
Lucio Bonelli
Reparto:
Diego Peretti, Luis Luque, Oscar Ferreiro, Gabriela Izcovich, Martín Adjemián,
Tony Lestingi
Sinopsis
Mariano
es un psicoanalista que, a raíz de un accidente de tráfico, es condenado a
realizar trabajos comunitarios relacionados con su profesión. La tarea que el
juez le asigna es la de atender a Alfredo, un inspector de la Policía Federal
anímicamente devastado por la infidelidad de su mujer. Mariano tendrá que
improvisar sus sesiones de psicoanálisis mientras acompaña a Alfredo en sus
investigaciones. Casi sin darse cuenta, se irá sumergiendo en el universo
policial hasta el punto de convertirse en una especie de ayudante extraoficial
de Alfredo. Juntos tendrán que enfrentarse a inimaginables e inesperados
peligros para los que no parecen estar preparados.
Oh,
bello ángel blanco, ¿Que te han hecho? ¿Qué te has hecho? Eres una mujer en
cuerpo de niña, rodeada de todo tipo de miserias. La vida, a veces, es ruin y
frágil, como nuestro corazón. El mundo gira y gira, y vos estás ahí, en el
medio, agonizante de deseos y objetivos. Entonces, tu corazón le ordena a tu
cuerpo que también gire y gire. Y esa pequeña escultura de carne y hueso
termina ahogándose en un lago vacío de amor, de esperanza, de sentimientos.
Una
vida joven suele ser una vida alegre, eso nos han dicho, nos han enseñado, pero
tu vida, ángel blanco, nunca fue joven. Tu mundo fue un infierno de martirio,
soledad y desdicha rodeado de malas caricaturas disfrazadas de personas.
Siempre
estuviste sola, nadie te entendió. Nadie advirtió esa bella fragilidad que
habitaba en tu rostro, esa infantil mirada, esa tenue sonrisa.
Nadie
se dio cuenta que lo único que necesitabas es lo que todos deseamos: amor. Sólo
una pizca de amor, pero la debilidad humana también es perfectamente egoísta.
Y
el amor que necesitabas no era tan caro de conseguir, no se compraba vendiendo
oros y joyas. Ese amor suplicaba venir en forma de una palabra de aliento, un
oído atento, una mirada sin rencor, un abrazo fuerte, una palmada en la
espalda, una caricia en la mejilla. Quizás, por la misma mejilla que rodaban
esas lágrimas que nunca quisieron salir, pero que estaban ahí, que se veían
desde lejos, invisibles a la vista, pero brillantes a los ojos del corazón.
Pienso:
que mundo loco… desde algún lado estarás tratando de entender como es el juego
de la vida. Verás guerras, violaciones, humillaciones de todo tipo y te
preguntarás para que venimos a este mundo.
La
verdad, yo no la sé, este el juego y lo estamos jugando con las cartas que el
destino nos dio. Algunos tendrán más, otros menos. Unos llegarán al cielo, y
otros se perderán en un bosque, tratando de encontrar la salida.
Lo
que estoy seguro, es que hay miles de ángeles blancos como vos buscando
encontrar esa salida, escaparse del bosque, llegar al paraíso. Lo que tenemos
que hacer es encontrarlos, ayudarlos, arroparlos. No permitir que en este mundo
haya una sóla historia más como la tuya.
Me
propongo levantar una copa en alto, y brindar pidiendo un solo deseo: que en
este mundo no haya nunca más una Mouchette…
Marcelo
De Nicola Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES
SOBRE MOUCHETTE
¿Qué harán sin mí? El dolor en pecho… como si tuviera una piedra dentro. Esto nos dice la mamá
de Mouchette
al comienzo de la película y ya la tristeza es infinita. Es aquí donde la
angustia nos dará la mano para acompañarnos el resto del film. Que tristes son
tus ojos, Mouchette, tan llenos de tristeza. Que grandes y tristes…
Estamos frente a una película Bressoniana autentica. Con todos sus condimentos.
Aquí encontraremos esa intención de
unidad tan buscada por Bresson. Encontraremos también aquella idea de lenguaje a través de los
planos. Estarán también los modelos, esta es la forma que a él le gustaba
llamar a las personas que trabajaban delante de la cámara, no representando,
sino esperando ser modeladas para lograr aquel encuentro, piedra fundamental en la filmografía de Robert Bresson.
Según este exquisito artista, el trabajo del director es ir en busca de la
verdad (salud Italia, salud neorealismo!) Acá es donde distingue entre cine y
cinematógrafo. Emparenta al primero con un acto no muy diferente al teatro, en
donde el autor se contenta con reproducir una realidad dramática sin agregar
nada por su parte. Busca la expresión inmediata y definitiva a través de la
mímica, gestos, entonaciones de voz. El cinematografo busca una expresión no
inmediata sino mediata (sus medios no se pasan por alto) y no definitiva, sino
constantemente desplazada, relanzada y contradicha. El cinematógrafo es una
cuestión de escritura, esto es de puesta en relación de elementos discretos.
Acá entra en relación el montaje, la birome con la cual el cineasta pone en
relación estos elementos para generar sentido.
Bresson relaciona a la verdad con la realidad y dice que no es posible
conocer directamente la verdad de lo real, porque dicha verdad no tiene aval ni
significante. Sí cree, en cambio, que puede vislumbrarse, con dificultades y
fugazmente, en sus destellos e intermitencias. A esas intermitencias de la
percepción de la verdad de lo real, Bresson le dará el nombre de encuentro.
Rodar es ir a ese encuentro. Al entender estas bases, Mouchette se hace más
cruda aun. Ella padecerá todo el tiempo. El pueblo la acosa, la escuela no la
contiene, su padre le pega, su madre se muere. Y ella mira, y no contesta. Mira
con esos ojos gigantes, con su cara inocente, desconsolada. Mouchette, que
necesitada de un abrazo, de una caricia. Tu sonrisa nos ilumino cuando te vimos
jugar en los autitos chocadores, fue el regalo mas hermoso. Eras niña otra vez,
eras inocente otra vez. Hasta se deslizo el amor, tejido entre miradas
cómplices.
Descubriste que había otra mirada para vos, Mouchette. Que el mundo
podía pulir esas malditas aristas puntiagudas por una vez, y podía hasta ser
agradable, o quizás menos terrible. A pesar de las borracheras. A pesar del
odio. A pesar de la
muerte. Todo terminó con una bofetada de tu padre, que me
dolió tanto como a vos, pero fui menos fuerte que vos Mouchette. Yo lloré, con
la cara arrugada, como lloran los débiles, los que no estamos acostumbrados,
los que no venimos del barro como vos. Tus lágrimas cayeron también. Lo
hicieron despacio, lento, baqueanas de aquellas hermosas mejillas abofeteadas.
Las campanas de la iglesia sonando a cada rato, al mismo tiempo que alguien
intentaba matar a otro, al mismo tiempo que alguien te daba alcohol para
violarte y después te volvía a dar alcohol pero ahora para que te olvides.
El
llanto de tu hermanito, ese bebe cuya existencia no hacía mas que
desmoralizarnos, porque sabíamos que lo mas probable era que su suerte no fuera
mucho mas distinta a la tuya.
Es mucho para vos, hermosa Mouchette, es mucho. Decidiste
irte con tu mama, y cuando te vi entrando en el agua, te pensé nadando feliz,
como cuando eras un pececito en la panza de tu mamá. Y la angustia cedió un
poco. Entendí tu decisión, quisiste volver al único lugar en el que no podíamos
lastimarte, al único lugar que fuiste feliz. Adiós Mouchette, inocente
Mouchette, tesoro que no supimos ver. Te deseo buena vida, donde quieras que estés.-
Lucas Itze.- Canción post análisis
Un homenaje de Fito para la protagonista del film:
Y nos despedimos así:
FICHA
TÉCNICA
Título
original: Mouchette
Año:
1967
Duración:
78 min.
País:
Francia
Director:
Robert Bresson
Guión:
Robert Bresson (Libro: Georges Bernanos)
Música:
Jean Wiener
Fotografía:
Ghislain Cloquet (B&W)
Reparto:
Nadine Nortier, Jean-Claude Guilbert, Jean Vimenet, Marie Susini, Marie
Cardinal, Paul Hébert
Argumento
Mouchette
es una niña de 14 años que vive con su familia, en una población rural de
Francia. Su minimalista mundo es una pieza, donde vive con sus padres (su madre
enferma de muerte y su padre un alcohólico traficante de licores) y sus dos
hermanos, uno mayor que trabaja con su padre y otro un bebé al que ella debe
cuidar.
Asiste
a clase en la escuela, realiza las tareas domésticas, y trabaja en el bar del
pueblo los domingos. La sociedad en la que vive la desprecia, por la pobreza de
su familia y por la mala vida del padre. Ella es repelida y denostada, de hecho
sus compañeros de clase le dicen cara de rata o zorra para referirse a ella.
En
el pueblo también vive Mathieu, el guardabosque que se encarga de liberar a las
perdices atrapadas por los cepos de quienes quieren darle caza.
Mathieu
se trensa en una discusión con Arséne, un malviviente. Luego de herirlo, Arséne
se escapa y se encuentra en el bosque con Mouchette, quien andaba perdida a
causa de la lluvia.
Mientras
Arséne piensa que asesinó al guardabosque, se encuentra a Mouchette en su
cabaña, e intenta utilizarla de coartada. Después de que ella acepte ayudarlo,
Arséne sufre un ataque de epilepsia. Ella trata de atenderlo con amor, aunque
luego de reponerse, termina siendo violada por Arséne.
Luego
de pasar la noche en la cabaña, Mouchette regresa a su casa, con la intención
de hablar con su madre, la única persona que le tiene cariño. Sin embargo,
minutos después de llegar, la madre fallece.
La
niña, por pedido de su padre, va a buscar leche para su hermano, de paso, una
vecina le da una mortaja para cubrir el cuerpo de su madre. Mouchette se va
hacia el bosque, tiene pensado otros planes, la mortaja que recibió, va a ser
para cubrir su cuerpo… TRAILER
Bukowski escribió por ahí lo siguiente “si ocurre
algo malo, bebes para olvidarlo, si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo, y
si no ocurre nada, bebes para que pase algo”.
El hecho de pensar en cómo soporto tanto tiempo
metiendo litros incontables de alcohol en su cuerpo hizo que reflexionara
algunas cosas y de alguna manera llegué a la siguiente reflexión, crítica, o
como la quieran llamar. Es sobre la costumbre que tenemos de generalizarlo todo
o la mayoría de las cosas y antes que nada quiero aclarar que sólo por el hecho
de haberme detenido, tomado un tiempo para darme cuenta de esto, no significa
necesariamente que yo no tenga a veces esta costumbre.
Digo
que generalizamos al decir, “el alcohol te mata” Creo que si había algo que lo mantenía
alejado a este hombre de la muerte fue la maldita bebida. Generalizar es querer
destruir, tirar abajo las villas, “porque estas son el escondite ideal de los
delincuentes” cuando de una de ellas salió gambeteando del hambre y la miseria
alguien como Maradona. Digo que generalizar es enrejar plazas y parques, porque
“porque son un aguantadero de alcohólicos y faloperos” y hoy miles de besos se suicidan por las noches o se
terminan extinguiendo en una fría y triste rutina de concreto.
Creo que esto es poco pero suficiente para decir
que generalizar es disminuir la capacidad de pensar, es acostumbrarse a verlo
todo por la superficie. A tener miedo, miedo a equivocarse porque “generalmente
las personas que se equivocan son señaladas con el dedo, luego excluidas y por
eso no llegan a nada” porque “generalmente las personas tienen que llegar a ser
algo o alguien en la vida” y si “generalmente te adecuas a las reglas generales
lo vas a lograr”. Error hermano, lo que habría que hacer generalmente es
pasarse esa manera de hacer y pensar por las pelotas y salir a vivir. Yo me lo
propuse hace un tiempo y hoy voy a subir la apuesta. También los invito a
ustedes a hacer ese pequeño esfuerzo de no caer en esa costumbre, o por lo menos en darse cuenta cada vez que lo hagan y
preguntarse ¿Por qué?
Hoy subo mi apuesta y estoy seguro que aparecerán
nuevos colores y sus diferentes tonalidades le darán aún mas sentido a esta
vida. Estoy seguro de que al terminar el programa saldré a la vereda, caminaré
hacia la esquina donde está la avenida, y si decido tomarme un taxi, al subirme
no voy a cruzarme con el típico experto en sociología, politólogo, un excelente
economista y al tanto de la actualidad en deportes varios, y que además es buen atleta, con algunos logros
en la espalda, todo un suertudo en el amor. Destacado chef y crítico de arte y
literatura que además es amigo de todo el mundo y conoce grandes
personalidades. Esta noche el taxista que me llevara a casa quizás sea sólo un
pobre hombre enojado con la vida…
Alan Beneitez.
Canción elegida para la Editorial
IMPRESIONES SOBRE TAXI DRIVER
Escuchen, cabrones desgraciados: aquí tienen a un
hombre que no pudo tolerarlo más. Un hombre que hizo frente a los pordioseros,
a las putas, a los cabrones, a la suciedad, a la mierda. Aquí tienen
a alguien que les hizo frente. Aquí
tienen… Si, claramente en esas líneas descubrimos a TRAVIS, el que dijo basta,
el mismo que descubrió que el mundo era tan miserable, absurdo y patético como
su vida, como la vida de todos nosotros. Ese personaje que no puedo dejar de
relacionarlo con el de Michael Douglas
en “Un día de furia”. Ese personaje que un día decide patear el tablero y
devolverle a la sociedad, de la manera más cruda, todo lo que ella le dio. Allí
encontraremos, seguramente, resentimiento, violencia, intolerancia y sangre…
mucha sangre. La película comienza con el vaho de una ciudad, con sus
tinieblas, con el vapor de un Nueva York que hierve. Entre aquel humo
pestilente aparece un taxi, recorriendo las calles, patrullándolas quizás.
Veremos intercalado por montaje, unos planos cerrados de los ojos de TRAVIS,
recorriendo de izquierda a derecha, lentamente, todo el cuadro. Todas las tomas
hacia el exterior del taxi, en esta secuencia inicial, se caracterizaran por la
distorsión o poca claridad de las mismas. En algún momento, un chorro de agua
caerá sobre el parabrisas y Scorsese, el gran Scorsese, flamante director del
film, optará por ese instante para mostrarnos, a través de una cámara
subjetiva, esto es que la cámara toma la visión del personaje para narrar, la
vista hacia el exterior. Otras tomas estarán distorsionadas simplemente desde
montaje. De esta manera, el director, comienza mostrando (para el ojo atento)
como se ve Nueva York a través de la mirada alterada de TRAVIS.
Pronto
entenderemos que su visión es muy poco alentadora. La película se desarrollara
con una linealidad alarmante con el objetivo de que no perdamos ni un segundo
de vista la transformación del protagonista. Ahí está el juego que nos plantea
Martin Scorsese. Veremos varios sucesos que colmaran aquella copa que es
TRAVIS, interpretado con la genialidad que solo Robert De Niro sabe entregar.
Nos acompañara una voz over en todo
el relato, que nos narrara a modo de diario íntimo los sucesos y sensaciones importantes
para TRAVIS a través de los días. Se denomina voz over a la voz que narra sobre
la imagen del personaje, en este caso es la voz del mismo protagonista que nos
va ir contando a través de ese diario intimo, reflejo de su comienzo de
obsesión por el orden y la limpieza, como se va transformando su visión y su
manera de tramitar los distintos sucesos diarios. Se diferencia claramente de
la voz en off porque en esta, el personaje se encuentra fuera de cuadro. La
ciudad ira toreándolo a TRAVIS, ira midiendo su tolerancia. Se dice que un
personaje correctamente creado, de esos que se sienten vivos en la pantalla, se
logra trabajando su tridimensionalidad. Esto es definiéndole un aspecto físico,
un perfil psicológico y otro social. TRAVIS brilla en su tridimensionalidad y
por momentos nos conectamos tanto con él que hasta nos apiadamos de su pena. De
él sabemos que es un ex Marín, sus estudios fueron realizados un poco por aquí,
otro poco por allá, según nos relata él mismo. Sabemos que es un tipo muy perceptivo
y sensible. Recuerdo acá la escena en que conoce a BETSY, él la describe como
un ángel puro y blanco en contraposición con la miseria y la basura que él ve
en la sociedad. Vale
comentar que en esta escena sucede el primero de los dos cameos que hará el
director dentro del film.
La voz off va describiendo el momento en que TRAVIS
ve por primera vez a Betsy y la imagen nos muestra a un tipo sentado mirando
hacia un lado, todos creemos que se trata del protagonista, pero no, al girar
la cabeza descubrimos al mismo Martin Scorsese que observa pasar a Betsy en un
inmaculado vestido blanco. El segundo cameo será dentro del taxi, ahora en la
piel de un pasajero que tras la infidelidad de su mujer, le comenta a TRAVIS
que ha decidido matarla. Otra cosa que también sabemos sobre nuestro
protagonista es que frecuenta los cines pornos, sufre de insomnio y lo más
importante: su vida carece de sentido. Opta por cargarla de trabajo manejando
un taxi durante el turno nocturno completo, horario en que la sociedad baja sus
defensas y las calles se visten de nuestras queridas putas, de nuestros
fraternales dealers. Este es el punto de ataque, la situación particular en la
que decide el guionista comenzar a trabajar con el personaje. En otro momento
de su vida, quizás TRAVIS no hubiese reaccionado de ninguna manera frente al
conflicto. En esta situación puntual, no tiene escapatoria. TRAVIS dice una y
mil veces que él no entiende de política, pero quiere limpiar las calles de su
ciudad, desea a modo místico quizás, que una lluvia fuerte caiga y limpie toda
la inmundicia de una buena vez. Y entonces, aquel monstruo creado por la misma
sociedad, producto directo de ella, nace, sediento de parricidio. Su disparador
final, la gota que rebalsa, se llama IRIS, aquella increíblemente joven Jodie
Foster, una prostituta de unos escasos 12 años, a quien obsesivamente tratara
de sacar de la calle para que vuelva con sus padres. Se sumaran el maltrato de
BETSY, quien erróneamente interpreta su invitación al cine porno, se sumaran la
artificialidad evidente del discurso político del candidato a presidente, el
señor PALANTINE.
Todo hará hervor en la cabeza de TRAVIS, quien comenzara
matando a un ladrón, luego a un proxeneta y a su ayudante para terminar
intentando un suicidio fallido. Una bala que se niega a matarlo, a pesar de su
insistencia, a pesar de su imperante deseo de acabar con todo su infierno.
TRAVIS sobrevivirá a su día de furia. La sociedad, en un acto de ironía
absoluto, lo nombra héroe por haber salvado a la pequeña e inofensiva IRIS.
Allí lo vemos alejarse a TRAVIS, lejos ya de su total fracaso de vivir,
manejando su taxi, a la espera quizás, de su nuevo desencuentro con la fe.
Y desencuentro es el tango que escucharemos a
continuación. Abran paso que ya llega con su bandoneón blanco, nuestro querido
amigo, el eterno Rubencito Juarez, a contarnos de una vez por todas como son
las cosas. Adelante Rubén.-
Lucas Itze
Un pequeño homenaje de Los Fabulosos Cadillacs
Nos despedimos con:
FICHA TÉCNICA
Título original: Taxi Driver
Año: 1976
Duración: 113 min.
País: Estados Unidos
Director: Martin Scorsese
Guión: Paul Schrader
Música: Bernard Herrmann
Fotografía: Michael Chapman
Reparto: Robert De Niro, Cybill Shepherd, Jodie
Foster, Albert Brooks, Harvey Keitel, Peter Boyle, Leonard Harris, Martin
Scorsese, Joe Spinell
Argumento
Robert De Niro es Travis, un hombre solitario, que
padece insomnio crónico desde que volvió de la marina. Para sobrellevar el problema,
trabaja como taxista en horario nocturno, recorriendo las calles de Nueva York,
donde convive con las peores miserias de la ciudad.
Travis no tiene amigos y su único hobbie es ir al
cine porno de trasnoche, pero encuentra en Betsy (Cybill Sheppard), a la mujer
de sus sueños. Ella es una atractiva rubia que trabaja de voluntaria política
para un candidato a presidente, Travis decide presentarse como voluntario, pero
finalmente le confiesa que no sabe nada de política y sólo quería invitarla a
tomar un café.
En sus viajes, Travis se cruza primero con
Palantine, el candidato a presidente para el que trabaja Betsy, y también con
Iris (Jodie Foster), una pequeña prostituta que busca escapar, pero que es
sacada bruscamente por el joven para el que trabaja.
Finalmente Travis logra concretar una salida con
Betsy al cine, pero esta termina de la peor manera. A partir de ahí, Travis
entiende que es hora de un cambio.
El 8 de junio es cuando decide darle un giro a su
vida, Travis se contacta con un traficante de armas, a quien le compra todo lo
que posee. A partir de ahí empieza una rutina de trabajo físico y psicológico.
Decide ir a buscar a Iris, esa pequeña prostituta
de 12 años para intentar convencerla que cambie de vida, pero no consigue
resultados.
Finalmente, prepara una carta para Iris dejándole
dinero para la vuelta a casa. Intenta asesinar al candidato a presidente, pero
fracasa, y se va directamente al burdel donde trabaja Iris, y termina con todo
lo que hay a su alrededor, inclusive intenta hacerlo con su vida misma.
Por suerte para él, sobrevive a los impactos de
bala, y tanto para la prensa como para los padres de Iris, ha nacido un nuevo
héroe…
La noche era
espesa y pegajosa, entonces la noticia cayó a los oídos de la tribu con la
frescura de una llovizna leve. Todos los integrantes se alteraron y pronto
dejaron sus lugares. Solo el más anciano, guiado quizás por su eterna
sabiduría, mantuvo la calma y limito sus acciones a un abrir grande de ojos que
luego se transformo en pura sorpresa. Entonces se puso de pie y habló: Es una
gran noticia, dijo… La noche pronto se llenó de copas en alto, abrazos fraternales,
ojos húmedos, pero sobretodo, de esperanza. Borges dice que lo venidero nunca
se anima a ser presente del todo sin antes ensayarse y que ese ensayo es la
esperanza. ¡Bendita seas, esperanza, memoria del futuro, olorcito de lo por
venir, palote de dios! Esa noche nos fuimos todos llenos de esperanza. Aquel
olorcito del porvenir, aquella memoria del futuro ya crecía y se hacía notar
tiernamente en la pancita de su mamá. ¿Cómo acompañarte en aquel viaje en el
que sé que tenés que hacerlo todo vos? ¿Cómo te cuento esta ansiedad, este
adivinarte en ambos sexos? ¿Cómo explico que desde ahora sé que nadie en esta
tierra va a saber pronunciar mejor que vos la palabra “tío”? No lo se.
Simplemente me voy a dedicar a esperarte.
Tu aventura ya empezó y eso me pone feliz.
De este lado te espera un zoológico sin demasiado sentido, pero no te asustes,
hay algunas luces que van a brillar para vos siempre. Acá te esperan los
caballos de calesita, las frutillas de las plantas de la abuela, las rodillas
raspadas, los Beatles, Astor, Spinetta, Miller, el viejo Bukowski, algún
atardecer que sepa robarte el alma. Te esperan hermanos, primos. Te espera mamá y papá. Te espero yo. Ojala sepamos abrir nuestros oídos y nuestras manos para
recibir también todo lo que vos traes para nosotros. Pronto nos vamos a ver en
persona y vamos a salir a pasear por este mundo. Mientras tanto no voy a parar
de soñarte, ni ahora ni nunca. Ojala pronto perdamos la soberbia de querer
guiarte, de querer enseñarte. Las cosas están servidas para que vos las tomes,
nunca nos creas cuando nuestras palabras suenen seguras. Los que acá estamos hace un tiempo somos
tanto o mas novatos que vos en esto de vivir, simplemente el tiempo nos volvió
miserables y fingimos seguridades que nos son completamente ajenas. Nadie sabe
nada acá, pero todos tenemos una explicación para todo. Pasamos el día en la
triste misión de explicarle al vecino que el piso es duro, mientras él nos jura
que el cielo es azul. Pero ya vamos a tener tiempo para todo esto, te lo juro:
de boca de duende a oído de duende. Ojala entendamos pronto, que tanto vos como
nosotros, estamos aquí, en este pasillo absurdo, en busca de lo mismo: en
busca del destino.
Lucas Itze.-
Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES SOBRE EN BUSCA DEL DESTINO
Estamos frente
a un gran guión, de eso no hay dudas. Sólido en su construcción de personajes,
sólido en sus líneas narrativas, sólido por donde se lo mire. Es verdad que no
hay una gran originalidad en su historia, pero el relato esta tan bien armado
que poco nos importa eso. En este caso, las labores de guionista y dirección
están repartidas en distintas personas. Gus Van Sant, director del film, llevo
a la acción aquellas páginas llenas de sueños que es el guión y lo hizo con
grandeza. Se sabe que el guión cinematográfico no es una obra terminada, una
obra en si. Nos dice Jean Claude Carrier y Pascal Bonitzer en su libro “The End, práctica del guión
cinematográfico” libro que recomendamos abiertamente, que el guión es un
estado transitorio, una forma pasajera destinada a metamorfosearse y a
desaparecer, como la oruga que se convierte en mariposa. Insiste mas adelante y
agrega: es un objeto efímero, no esta concebido para durar sino para
desaparecer, para convertirse en otra cosa. Esa otra cosa, es nada más y nada
menos que el hecho audiovisual. En este caso, la película. Un gran
guión no asegura nunca una gran película, es solo un buen primer paso.
Entendamos al guión como lo que enciende la gigantesca maquinaria que es un
rodaje. A partir de él, cada área implicada en el rodaje (fotografía,
dirección, producción, actores, etc.) realizará una lectura egoísta del mismo y
aportaran desde su arte todo lo que puedan para llegar al objetivo final que es
la película, el producto audiovisual. Ahí comienza la oruga a transformarse en
mariposa, ahí lo que se escribió en soledad, toma dimensiones inimaginables y
alcanza lugares nunca proyectados.
En busca del destino es una bella
mariposa, su vuelo es melancólico, pero finalmente despliega sus alas y nos
inunda con sus colores maravillosos. El film comienza con un engaño. Empieza presentándonos
a Will, ese pibe de los suburbios, aquel genio de 20 años que coquetea con las
niñas mimadas de Harvard y sin muchas preguntas lo convertimos al instante en nuestro héroe. ¿Como no
hacerlo? En una misma noche ajusticia a los golpes a su opresor de jardín de
infantes, toma cerveza con amigos tan fieles e impresentables como los
nuestros, desenmascara la soberbia de un pseudo sabiondo disfrazado de tipo
duro, un triste recitador de autores, otro opresor, pero ahora de las ideas, al
cual también invita a pelear y termina ganándole a la chica. Creemos ver
en él representada la lucha de clases. Creemos ver en él la reivindicación del
humilde, la mojada de oreja a la maldita oligarquía, la tocada de culo final.
Pero no, la película tomara otro rumbo, otro destino y buscará profundizar más
su contenido. Iremos asistiendo de a poco al derrumbe del personaje y con esto,
también a su nacimiento. Gus Van Sant lo grafica muy bien este estadio de Will
con las escenas de él en la obra en construcción. Cada ladrillo que Will
voltea, cada martillazo que descarga sobre los muros, también lo hace sobre el
muro de sus defensas, sobre los muros de sus limitaciones. Su ayudante en esta
feroz batalla es nada más y nada menos que Sean Maguire, aquel psicólogo
interpretado por el siempre genial Robbin Williams. Un analista muy poco
ortodoxo, tan de barrio como Will, tan brillante como él. Aquella mirada tierna,
mirada que solo Robin Williams puede lograr, va a acompañarnos durante toda la
película y va a desarmarnos a nosotros también como espectadores. Pronto entenderemos las tragedias vividas por
Will, su soledad nos caerá encima como un balde de agua fría, su miedo a la
perdida nos quedara clarísimo y lloraremos junto a Skylar, aquella hada
hechicera, la ruptura de su amor.
Creo que la columna vertebral del relato está constituida por las distintas sesiones de Will con Sean. Ese trabajo junto al psicólogo
irá humanizando al personaje y de aquellas charlas rescataremos diálogos
geniales. Son en estos encuentros donde conoceremos al verdadero Will, al que
está escondido detrás de una lista interminable de citas, de datos precisos, de
cálculos imposibles. Veremos al Will que se parece mas a nosotros y ya no tanto
a lo que nos gustaría ser. Finalmente, la oruga se hará mariposa, y
reconoceremos al niño que es Will, a ese chico repleto de fantasmas.
Entenderemos, una vez más, que de nada sirve tenerlo todo sin apostarlo.
Entenderemos que la búsqueda del destino es constante, ya que nada nos
garantiza el éxito de nuestras decisiones. Ahí esta el sabor de todo esto.
Perdonen a este que escribe por la torpeza en su análisis, es que una vez más
decidí apostarlo todo y tuve que ocuparme de una chica…
Lucas Itze.-
Canción post análisis
Una de las canciones del film, en vivo para la ceremonia de los Oscar:
Y nos despedimos con un temazo:
FICHA TÉCNICA
Título original: Good Will Hunting
Año: 1997
Duración: 126 min.
País: Estados Unidos
Director: Gus Van Sant
Guión: Matt Damon, Ben Affleck
Música: Danny Elfman
Fotografía: Jean-Yves Escoffier
Reparto: Matt Damon, Robin Williams,
Minnie Driver, Ben Affleck, Stellan Skarsgård, Casey Affleck, Cole Hauser,
Philip Williams, John Mighton, Rachel Majorowski, Colleen McCauley, Matt
Mercier, Richard Fitzpatrick
Argumento
Will (Matt Damon), es un rebelde de los
suburbios de Boston que trabaja como personal de limpieza en la Universidad de
Masachussets, una de las facultades de matemáticas más importantes del mundo.
Luego del trabajo, suele juntarse a beber con sus amigos y a buscar pelea, en
una de ellas, Will cae detenido.
El profesor Gerald Lambeau (Stellan
Skaargard) es el más importante del organismo y siempre deja en la pizarra un problema
matemático difícil de resolver, hasta que un día el problema apareció resuelto,
pero nadie sabía quien lo había hecho.
Gerald descubre que esa persona es nada
menos que Will, entonces decide pagarle la fianza para salir de la cárcel, a
cambio de estudiar matemáticas y, sobre todo, ver a un terapeuta.
Will pasa por varios profesionales pero
con ninguno encuentra la forma de relacionarse, hasta que el profesor decide
llamar a un viejo conocido, Sean (Robin Williams), ex compañero, profesor y
psiquiatra de profesión.
Con Sean, Will se empieza a abrir, y
ambos empiezan a descubrir que sus vidas no son tan diferentes, que la vida los
ha golpeado a los dos de una manera violenta. Mientras tanto, Will se enamora
de Skylar (Minnie Driver), una estudiante de Harvard que le hace despertar el
amor, aunque el lo niegue de forma rotunda.
Por su parte, Gerald intenta por todos
los medios conseguirle un gran empleo a Will, mediante entrevistas que el
rechaza una tras otra y empieza una disputa con Sean porque sólo le importa
como “genio” y no como persona.
Cuando su chica se va a California a
estudiar, y su mejor amigo Chuckie (Ben Affleck) le dice que no sea estúpido y
que aproveche el don que la vida le dio, ahí es cuando Will decide aceptar una
oferta de trabajo, pero también hace caso de las enseñanzas del profesor Sean,
obedece lo que le dice su corazón y parte hacia California a buscar al amor de
su vida.
Programa 10 (20-05-2013): Entrevista a su director Leonardo Di Césare
EDITORIAL
Lucio
V. Mansilla, en su interesantísimo libro “Una excursión a los indios Ranqueles”
nos dice lo siguiente: Digan lo que quieran, si la felicidad
existe, si la podemos concretar y definir, ella está en los extremos. Yo comprendo
las satisfacciones del rico y las del pobre; las satisfacciones del amor y del
odio; las satisfacciones de la oscuridad y las de la gloria. Pero ¿Quién
comprende las satisfacciones de los términos medios; las satisfacciones de la
indiferencia; las satisfacciones de ser cualquier cosa? La felicidad es
un relámpago que no hace más que recordarnos la inmensa oscuridad que es esta
noche. Nuestra vida navega aturdida en un océano salvaje y caótico. Los
partidarios de los términos medios, intentaran llevar su nave lo mas recta
posible, imaginando siempre al final del recorrido islas con grandes palmeras,
convenciéndose a cada instante de la fortaleza de sus botes, aquellas tristes
cajas de manzanas.
Vivirán aventuras enlatadas, harán propias historias de otros,
apostaran poquito para ganar poquito. Experimentaran felicidades que juraran
eternas. Nosotros, al igual que Mansilla, estamos seguros que la gran apuesta
se realiza en los extremos. La vida nunca puede nacer sobre aquellas calles que
todos transitan; si nos detenemos un instante y observamos detenidamente, caeremos
en la realidad de que el pasto verde solo crece al costado del camino, allí
donde solo algunos se atreven a pisar. La apuesta de por si es difícil porque
viviremos en la fantasía de apostarlo todo, cuando en realidad no tenemos nada.
La única manera que conocemos para transitar este viaje es atado a la vela del
barco, recibiendo la ferocidad de la tormenta bien de frente, absorbiendo cada
latigazo que nos descargan las olas de este mar embravecido. Viviremos con el
único objetivo de entregar este cuerpo empapado de vida, esa es nuestra única
certeza. Así que si ella llega un día y toca a tu puerta, y te embruja con sus
ojos tiernos, no le temas. Abramos todas las ventanas y dejemos que las cosas
nos pasen. Dejemos que el mar destroce nuestra barca, siempre tendremos
nuestros brazos para seguir navegando. La buena vida esta ahí, esperándonos.
Tomémosla, aunque la sepamos efímera.
Lucas
Itze.-
Canción elegida para la Editorial
Durante la entrevista con Leo Di Césare sonaron estos temas:
Y nos fuimos con un tema dedicado a la protagonista...
Ficha Técnica
Título
original: Buena vida (Delivery)
Año:
2004
Duración:
94 min.
País:
Argentina
Director:
Leonardo Di Cesare
Guión:
Leonardo Di Cesare, Hans Garrino
Música:
Sebastián Volco, Pablo Della Maggiora
Fotografía:
Leandro Martínez
Reparto:
Ignacio Toselli, Mariana Anghileri, Oscar Núñez, Alicia Palmes, Sofía Da Silva,
Ariel Staltari, Pablo Ribba, Marcelo Nacci, Corina Romero
Sinopsis
Hernán,
un joven de 24 años que trabaja como Delivery en una agencia, se queda sólo en
su casa luego de que su hermano se vaya a España debido a la crisis económica
argentina.
El
está enamorado de Pato, quien trabaja en una gasolinería, y está buscando un
lugar para alojarse. Para ayudarla, le ofrece una de sus habitaciones de su
casa. Al poco tiempo, ambos comenzarán una relación, pero la llegada de la
familia de ella empieza a complicar las cosas. Película completa