SINOPSIS
Mory, un pastor que conduce una moto decorada con
cuernos de vaca, y la estudiante Anta, se conocieron en Dakar. Se sienten
marginados, están hartos de Senegal y de África, por lo que sueñan con irse a
París. Para conseguir el dinero para el pasaje recurrirán a diversas
estratagemas. (FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Podemos pensar el concepto de patria como aquel lugar propio de pertenencia, aquel espacio de contención cuya dinámica no difiere demasiado al de una casa. El padre, la madre y los hermanos conviviendo unidos, compartiendo juntos una historia común, una identidad. En este sentido, tomando esta alegoría entre la casa y el concepto de patria, podemos llegar a la conclusión de que toda la gramática destinada a explicar el sentido de lo patriótico es siempre una gramática familiar. Hagamos un pequeño recorrido sobre el origen de algunas palabras relacionadas directamente a este concepto. La palabra patria, por ejemplo, es un derivado del latín pater, patris, o sea, país del padre. Pensemos ahora en el término nación. Esta palabra deviene del termino latino natío – onis, o sea lugar de nacimiento. Vayamos, por último, a la otra palabra utilizada por nosotros como parte de la gramática que remarcamos en torno a la idea de patria, vayamos pronto, entonces, al término hermandad. Esta palabra deriva del latín germanus cuyo significado es hermano, muy a diferencia de hermana, cuyo vocablo latino es soror. Construir un sentido de patria es construir un imaginario donde toda la población se sienta parte de un mismo tronco, como si de una familia se tratara. Teniendo en cuenta el recorrido etimológico recién realizado, llegamos a inferir con claridad, que aquello que nos contiene, también del mismo modo, nos excluye. Nacemos en la tierra del padre donde todos somos hermanos.
Una gran porción de
la población queda excluida frente a esta propuesta de proyecto nacional. ¿Qué
sucede entonces cuando es la propia patria la que te expulsa, la que te aparta
situándote en un lugar diferente al resto? ¿Podríamos entonces no tener patria?
¿La patria nos constituye de manera esencial o accidenta? O mejor aún, ¿hay
algo esencial en el ser humano que nos constituya como propio? Hemos mencionado
alguna vez desde este mismo foro que el concepto de patria se relaciona con
todo aquello que nos identifica como propio, y que el otro es aquello que yo no soy, o sea, es todo lo que no es
propio. En el mundo globalizado en el que vivimos, teniendo en cuenta que la
división política de los países es un hecho moderno y cambiante, un hecho
arbitrario destinado a generar unidades de ordenamiento social en función de
las nuevas condiciones de trabajo y del desarrollo tecnológico y productivo que
se va desplegando con los cambios de época, teniendo en cuenta todo esto,
¿podemos seguir pensando lo propio como algo cerrado y definitivo o es que en
lo más propio siempre habita el otro? Este tiempo que nos toca vivir, colmado
de nacionalismos esencialistas, que siempre fueron dogmáticos, violentos y
excluyentes, plantearse la libertad, plantearse el verdadero sueño de ser libre
e independiente, de ser autónomo, respetado y aceptado es deconstruir
definitivamente una idea de patria que se reafirma en contra del otro. Esa
es la única fuga posible, la fuga definitiva y radical de nosotros mismos.
Lucas Itze.-
Canción elegida
para la editorial
IMPRESIONES SOBRE TOUKI BOUKI
Buscar la libertad es siempre una ilusión compleja. Soñar con ese destino ideal nos hace dejar de lado todo lo bueno para centrarse en lo malo. La pobreza, la modernidad y la sociedad capitalista empujan a la gente a buscar un lugar mejor. Los sueños empiezan a perseguirse. La pelea entre lo tradicional y lo novedoso empieza a ser moneda corriente. El exilio surge como única salida. Esos barcos enormes, como sinónimo de salvación. Los que tienen suerte viajarán así. Otros morirán en las orillas intentando llegar en balsas que se destruyen a la primera ola. Ousmane Sembéne es considerado el “padre del cine africano”. En los años ´60, filma La negra de... la historia de una joven senegalesa que se va a trabajar como sirvienta de sus jefes a Francia. Sufrirá el racismo, la tragedia se hará presente y el film se convertirá en uno de los primeros en mostrar ciertas realidades ocultas. Será la puerta de entrada del cine de “la África negra” al mundo. Ya en los comienzos de la década del ´70, un joven de 28 años daría la otra puntada. Una década importante para el cine de ese continente que empezaba a emerger. Con un presupuesto de 30 mil dólares y solo dos cortos encima, Djibril Diop Mambéty sorprendió con su ópera prima titulada Touki Bouki (El viaje de la hiena). Allí veremos otra vez la idea de libertad. El sueño de escapar de esa pobreza que arruina generaciones. Y otra vez esa París idealizada como destino soñado. El de Mory, un pastor que tiene una moto decorada con cuernos de vaca y el de Anta, una joven estudiante que quiere también un estilo de vida mejor. La película mostrará fuertes imágenes de un matadero al principio. Costará mantener la mirada. Serán metáforas entrelazadas a lo largo del metraje. Dominador y dominado. La tradición contrastará con la modernización de ese país neocolonialista. Estará siempre presente esa dicotomía. Lo viejo y lo nuevo. Lo rural y lo urbano. Y los amantes como parte de esa historia, también uniendo sus diferencias de clase.
El film beberá de algún sorbo de
La intercalación
de imágenes mostrará rituales, amuletos, matanza de animales y transpiración en
los rostros como firma de un continente. La cámara por momentos seguirá a Mory
como si fuera una mochila en su parte trasera, mientras anda en esa moto que es
tan protagonista como los seres humanos. El guión se irá dosificando
lentamente. Habrá una crítica política y social. Mory piensa en irse y volver
como un rey. De ser un pastor a ser “Monsieur Mory”, en una idea meramente
narcisista. Ese desprecio del que se va es algo muy común que Mambéty lo reseña
más de una vez, esa idealización foránea de que todo lo de afuera es siempre
mejor. Y ahí aparecerán también el abandono de los jóvenes a las tradiciones y
el futuro como una incógnita. También será un adelantado a su época gracias a
un personaje central en el desarrollo de la trama. Hablamos del homosexual al
que Mory le robará dinero y ropa para comprar los ansiados pasajes a París. El
director mostrará de que lado está parado y su consecuente respeto por la
igualdad. Y las metáforas de fondo, el mar como liberación tanto en lo sexual
como en lo personal. Porque ahí está la salida. Y será la diferencia entre lo
fantástico y lo real lo que quedará entre tinieblas. Entre simbolismos quedarán
marcadas ciertas preguntas. Fantasía que aparecerá con ellos desfilando, quizás
como una imagen de lo que será. Y la importancia de la sociedad a esas
apariencias, vitoreando a quienes antes mortificaban. Sobre el final, el
círculo se cerrará, aunque las preguntas seguirán ahí. La moto del protagonista
robada y casi destruida, como otro símbolo de esa civilización en parte
ausente. Mientras en el barco estará esa gnete de bien, blanca y radiante,
haciendo chistes sobre las máscaras africanas y hablando de lo inculto de sus
habitantes. A ese barco subirán lleno de sueños para encontrar esa ansiada
libertad sin saber que serán los nuevos esclavos de ese mundo globalizado. Aunque
allá abajo, otros elegirán quedarse para que ciertas tradiciones, nunca sean
conquistadas.
Marcelo De Nicola.-
Canción post impresiones
UNIVERSO
MAMBÉTY
Nació el 23 de enero de 1945. Perteneciente a la
etnia wolof, nació en el seno de una familia musulmana en Colobane, cerca de
Dakar, la capital del Senegal. Hijo de un clérigo musulmán y miembro de la
tribu Lebou, Mambéty rodó en su ciudad natal algunas de sus películas. Su
interés por el cine comenzó con el teatro y después de graduarse en la escuela
de interpretación de Senegal, trabajó como actor en el Teatro Nacional Daniel Sorano de Dakar hasta que fue expulsado por
motivos disciplinarios.
En
En el momento de su muerte, el director había
estado trabajando sobre una trilogía de películas cortas llamadas Contes des Petites Gens (Cuentos de
Personas Pequeñas). El primero de los cortos fue Le Franc (1994), sobre un hombre que gana la lotería para no perder
el billete lo pega con pegamento en la puerta de su casa, pero cuando tiene que
ir a reclamar el premio no puede despegar el billete así que arranca la puerta
y va todo el camino con ella hasta donde debe buscar el premio. Luego seguiría
el segundo,
FICHA
TECNICA
Título original:
Touki Bouki (Journey of the Hyena)
Año: 1973
Duración: 90 min.
País: Senegal
Dirección: Djibril Diop Mambéty
Guión: Djibril Diop Mambéty
Fotografía: Georges Bracher
Reparto: Magaye
Niang, Mareme Niang, Aminata Fall, Ousseynou Diop, Christoph Colomb, Ndou
Labia, Mustapha Ture
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