lunes, 26 de diciembre de 2022

YEELEN DE SOULEYMANE CISSÉ

PROGRAMA 393 (09-12-2022)

 

SINOPSIS

 

Un viejo hechicero africano, representante de una tradición secreta imperante en su etnia, persigue a su hijo para destruirlo -según dice- por no respetar sus mismos preceptos religiosos. En su huida, las diversas peripecias por las que atraviesa el joven se convierten en las pruebas de un penoso proceso de maduración... (FILMAFFINITY)

 

EDITORIAL

 

El viejo bebió la última gota de sangre para terminar con la maldición. Su tribu lo había erigido líder y no debía nunca verse vencido. Allí, en un paraje desértico, el cielo era infinito. Las estrellas nunca morían. El sonar de los tambores marcaban el inicio del ritual. Los olores se mezclaban con algunos bramidos inentendibles. El humo empezaba a enceguecer las miradas. El fuego asumía el control. Mujeres, hombres y niños bailaban a ritmo frenético. Los cuerpos desnudos se tambaleaban de derecha a izquierda. Los pies levantaban polvo en cada salto. Desde arriba, un pájaro observaba todo, sin entender lo que pasaba debajo de sus alas. No era el único que no entendía. Varios asistentes a la ceremonia, tampoco lo sabían con exactitud. Pero tenían que ser parte de la velada. Algunos hundían sus ojos en la arena para no mirar. En el medio, una víctima como objetivo. 



Sus huesos parecían estrujarse poco a poco. Su sangre se mezclaba cada vez más con la arena. Su pulso iba cada vez más en descenso. Su última palabra casi no había sido oída. Apenas podía balbucear alguna que otra vocal. El infierno tan temido era su próxima estación. La venganza empezaba a condimentarse. Diferentes polvos y líquidos se esparcían sobre su cuerpo. El solo imploraba que sea lo más rápido posible. La traición aparecía como sinónimo de muerte. La muerte, como sinónimo de espanto. El corazón poco a poco dejaba de latir. El viejo bebía un sorbo de la última gota de sangre. De la sangre de un joven al que sus ojos se le empezaban a cerrar. Es la sangre de un hijo a un padre. Es un padre olvidando ser padre. Es el final de una locura ancestral. Es la muerte que gana la batalla. Es el alma que se levanta y luego de varios estallidos, de repente se transforma en luz...

 

Marcelo De Nicola.-

 

Canción elegida para la editorial

 


IMPRESIONES SOBRE YEELEN

 


El fin de año lleva consigo, casi inevitablemente, la necesidad de una suerte de balance de aquellos hechos más trascendentes que ocurrieron en el transcurso del mismo. Aquella ilusión de cierre, un cierre casi administrativo, con olor a caja chica y a fondo rotatorio, pareciera actuar sobre algunas almas como una especie de meta a alcanzar. Una meta alcanzada es siempre una esperanza que acciona con facilidad un doble juego. Por un lado, aparece la satisfacción embriagadora de lo concluido, aquella delicia indiscutible de la tarea terminada, y por el otro, la sensación inminente de que ya no somos los mismos. En este sentido, y entregándonos al juego administrativo del balance final, podemos concluir que por lejos, hemos tenido años mucho mejores que este 2022 que finaliza. Cuando menos lo pensábamos, una potencia declara una guerra sangrienta y pone a todo el mundo a bailar a su ritmo. Un virus mortal nos demuestra que la acumulación de bienes no asegura de ninguna manera la permanencia sobre esta roca. Todos somos igual de vulnerables frente a lo desconocido sin importar lo que tu cuenta bancaria quiera contarte. Una mañana cualquiera nos enteramos que Pablo ya no está entre nosotros, otro día, nos sentimos muchos más solos y desesperanzados con la ausencia de Hebe. Sentimos un desasosiego inmenso frente a la perversa impunidad de un imbécil que gatilla en la cabeza de la referente política más importante de toda la Argentina, desasosiego que se convertirá luego en bronca y desaliento al ver días más tarde el atropello de las derechas, que en sociedad con el partido judicial y el apoyo obsceno de los medios de comunicación, dan el fallo más tendencioso y fantasioso de la historia. De un plumazo estos tipos se llevan puesto un 6 de diciembre a las 17:30 horas el estado de derecho. La democracia sufrirá de esa manera un golpe del que costará mucho trabajo reponerse. Los femicidios desayunan con nosotros cada mañana. 



La depresión en la juventud crece de manera insospechada, la vida de todos se llenan de antidepresivos y los medicamentos psiquiátricos pasan a formar parte de los gastos mensuales. Jerry Lee Lewis nos deja y entendemos que con él se va una parte del rock and roll que jamás volveremos a escuchar. La pantalla funde a negro para siempre con la despedida de nuestro hermano Jean Luc Godard. La lista sigue, claro, pero para qué nombrarla. Solo un hechizo lograría hacernos creer  que del 31 al primero nuestra suerte podría ser capaz de cambiar. De todas formas el pensamiento mágico sigue instalado en nuestra sociedad a modo de grito ahogado, de botella tirada al mar con melancólica esperanza. Todavía el vecino sigue usando la cintita roja contra la envidia, todavía otros no caminan por las veredas impares para no invocar a los demonios, y nuestro compañero de oficina elige rezar para ganar un mundial. Quebrar la relación causa/efecto inspira siempre cierto sentido de libre albedrío, cierta libertad instalada allí lejos en el futuro. Pero lo cierto es que el destino está más escrito de lo que nosotros creemos y la pluma que lo sentencia no es otra que la de la ciencia. Hermoso seria que un jarrón se cayera al piso aquí en Argentina y un cerezo naciera en Okinawa, que una mariposa se pose en una flor naranja para que el verso de un poema se complete. Bien sabemos que el universo, en toda su inmensidad no funciona de esa manera. Dios, o sea, la naturaleza; y aunque lo desconozcamos, la naturaleza tiene sus propias reglas. Decía nuestro amigo Spinoza, que la realidad se expresa de infinitas formas, pero que el ser humano solo la capta con dos: extensión y entendimiento, cuerpo y alma. Somos minúsculos frente a una totalidad infinita. Yeelen, aquel maravilloso film del director africano Souleymane Cissé, desarrollará su propuesta dramática en aquel plano mágico donde el binomio causa / efecto se rompe y la vida, entonces, se sucede en un marco incomprensible para aquel hombre de Spinoza de sensibilidad acotada. Soma, padre de Nianankoro, tendrá una visión donde su hijo lo mata, es por ello que el hijo escapará del alcance de su padre para salvar su vida. 



El film nos recordará a la maravillosa cinta de Pier Paolo Pasolini, Edipo Rey, no solo por el tipo de historia narrada, sino también por la estética elegida para contar el relato. La estructura trabajada por el director, productor y guionista de la obra, será aquella clásica descripta minuciosamente por Joseph Campbell en su libro El Héroe de las mil caras, psicoanálisis del mito. Campbell llegará con su trabajo a la conclusión de que hay una estructura en ciertos tipos de relatos mitológicos que se repiten de manera casi idéntica. Un héroe abandona el mundo ordinario para enfrentarse a un adversario y regresar a su hogar renovado profundamente como persona. Pensemos unos instantes en cuantas películas conocemos cuya trama se adapte a esta estructura. Campbell ira más profundo en su análisis y describirá 12 etapas de transición realizadas por el héroe. Nos hablará que el relato comenzará mostrándolo en el Mundo Ordinario; que habrá una Llamada a la Aventura; que el héroe Rechazará aquella llamada en un primer momento; que luego de aquel rechazo aparecerá en juego el Encuentro con el Mentor (por lo general un ser muy extraño); que este encuentro lo ayudará a Cruzar el Umbral; que habrá una instancia de Pruebas, Aliados y Enemigos; que habrá un Acercamiento a la Cueva más Profunda, a un conflicto interno antes desconocido por el protagonista; que habrá una instancia a la que llamara La gran Prueba; que esto llevará a una Recompensa; que el héroe comenzara un Camino de Vuelta, habrá también una instancia de Resurrección del héroe para culminar luego con su Regreso con el Elixir, su regreso modificado. Yeelen está planteada en estos términos, con cada uno de estos pasos clásicos narrados por Campbell



El film manejará una fotografía pocas veces vista en el cine africano. Habrá un cuidado notorio en las puestas de cámaras, en la elección de las paletas de colores, habrá una intención clara en los encuadres realizados. El héroe deberá enfrentar su destino, porque tal como reza todo manual de construcción del guión, si el conflicto dramático está armado correctamente, el protagonista no podrá escapar jamás a su enfrentamiento con la desestabilización de la armonía aparente. La resolución del conflicto dramático de Yeelen se dará en aquel mundo mágico de significaciones rotas, de palabras poderosas y figuras intimidantes. Al principio de la charla, hablábamos de que solo un hechizo podría salvar nuestro año. Hace algún tiempo, le preguntaron al mago Luis Piedrahita, quién creía él que era el mejor mago. Sin dudarlo un instante contesto con firmeza: Derek DelGaudio. Explicaba Luis que el mago Derek ejerce una magia completamente distinta a la vista hasta el momento y dio para graficar su argumento el siguiente ejemplo. Alguna vez DeGaudio realizó la siguiente magia en uno de sus shows: el mago anunció que haría desaparecer a una persona y pidió un voluntario cualquiera del público. Un señor de unos 50 años se ofreció amablemente a pasar al escenario.  Al subir, Derek le preguntó a qué se dedicaba y el hombre contesto que era plomero. El mago entonces, anunció a su público que haría desaparecer a un plomero. En medio de la tensión y la expectativa, tomó una cantidad de sobres blancos cerrados e hizo elegir al participante uno de ellos. El plomero tomó uno cualquiera, lo abrió, sacó una carta escrita de su interior y comenzó a leerla en silencio. En un primer momento el hombre sonrió, luego su gesto fue serio para terminar llorando desconsoladamente. 



Derek, el mago, entonces le pidió que le cuente al público que fue lo que había ocurrido. El plomero entonces dijo aun entre lágrimas: es una carta. Quién la escribe, pregunto el mago. Mi madre, respondió el hombre. El mago entonces pregunto si la madre del participante se encontraba entre el público, a lo que respondió que no. El hombre respondió que su madre vivía a varios kilómetros de donde estaban. El mago entonces insistió y preguntó si había hablado recientemente con ella, a lo que contesto que no, que no se comunicaba con ella hacía unos 12 años. Derek sorprendido, pregunto, entonces, qué es lo que decía esa carta. El plomero dijo que la carta hablaba de su infancia, de un perro que él había tenido cuando era chico, también contó que en ella lo llamaba con su sobrenombre de pequeño y que revelaba unos datos muy personales que lo habían emocionado profundamente hasta las lágrimas. Todos veían que la conmoción de aquel hombre era imposible de impostar, que su emoción no podía ser más que real. Fue entonces cuando Derek miró al público y les dijo: bueno… creo que ninguno de nosotros está viendo aquí a un plomero. El plomero que subió al escenario hace unos instantes, ya no está aquí entre nosotros. Por lo general los trucos de magia poseen una base visual en donde ya sabemos desde el comienzo lo que va a suceder. Alguien toma una carta de un mazo y sabe que el mago luego de algunas vueltas va a adivinarla. La mejor manera de conseguir una ilusión es realizar el truco de forma verdadera, sin tanques de oxígeno escondidos, sin cartas debajo de ninguna manga, ni engaños absurdos preparados de antemano. El mago Derek, tal como lo vimos, operó sobre el discurso, consiguió que se haga imposible sospechar lo que venía después. Desde este humilde espacio, consideramos que la verdadera magia está allí, no en el engaño traicionero, sino en lo que nos demostró Derek, en operar sobre nuestro discurso para transformarnos eternamente. Pero claro, quizás Derek no sea un mago, sino un poeta.        

 

Lucas Itze.-       

 

Canción post impresiones

 


UNIVERSO CISSÉ

 


Nacido en Bamako el 21 de abril de 1940, fue criado en el seno de una familia musulmana. Fue un cinéfilo apasionado desde su infancia. Asistió a la escuela secundaria en Dakar y regresó a Malí en 1960, después de la independencia nacional. Su carrera cinematográfica comenzó como ayudante de proyección de un documental sobre la detención de Patrice Lumumba. Esto provocó su deseo de crear sus propias películas, y obtuvo una beca para la Escuela de Cine y Televisión de Moscú. En 1970 regresó a Malí y se incorporó al Ministerio de Información como camarógrafo, donde produjo documentales y cortometrajes. Dos años más tarde, produjo su primer mediometraje, Cinq jours d'une vie (Cinco días de una vida), que relata la historia de un joven que abandona una escuela coránica y se convierte en un ladrón callejero de poca monta. Cinq Jours se estrenó en el Festival de Cine de Cartago. En 1974, Cissé produjo su primer largometraje en lengua bambara, Den muso (La chica), la historia de una joven muda víctima de violación. La niña queda embarazada y es rechazada tanto por su familia como por el padre de la niña. Den Muso fue vetada por el Ministro de Cultura de Malí, y Cissé fue arrestado y encarcelado por haber aceptado financiación francesa para producirla. Cuatro años más tarde, Cissé produjo Baara (Obra), que recibió un premio en el Festival Panafricano de Cine y Televisión de Ouagadugú en 1979. En 1982 produjo Finyé (Viento), que cuenta la historia de jóvenes malienses insatisfechos que se levantan contra el gobierno. Esto le valió su segundo premio en el mencionado festival en 1983.



Entre 1984 y 1987, produjo Yeelen (La luz), una aclamada película que ganó el Premio del Jurado en el Festival de Cannes de 1987 y fue nominado a una Palma de oro ese mismo año. En 1995 produjo Waati (Tiempo), que compitió por la Palma de oro en el Festival de Cannes de 1995. Luego llegó el largometraje Tell Me Who Your Are de 2009. Su último film fue en 2015 y se tituló O Ka, sobre la historia de un artista y sus recuerdos con su infancia en Bamako.

 

FICHA TÉCNICA

 

Título original: Yeelen

Año: 1987

Duración: 101 min.

País: Mali

Dirección: Souleymane Cissé

Guion: Souleymane Cissé

Música: Salif Keita, Michel Portal

Fotografía: Jean-Noel Ferragut, Jean-Michel Humeau

Reparto: Issiaka Kane, Aoua Sangare, Niamanto Sanogo, Balla Moussa Keita, Soumba Traore, Ismaila Sarr, Youssouf Tenin Cissé, Koke Sangare

 

PELÍCULA COMPLETA

 

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