sábado, 19 de junio de 2021

PÁJAROS DE VERANO

PROGRAMA 331 (04-06-2021)

 

SINOPSIS

 

Basada en una historia real que explica el origen del narcotráfico en Colombia, la película se sitúa en los años 70 cuando la juventud norteamericana abraza la cultura hippie y con ella a la marihuana. Esto provoca que los agricultores de la zona se conviertan en “empresarios” a un ritmo veloz. En el desierto de Guajira, una familia indígena Wayuu se ve obligada a asumir un papel de liderazgo en esta nueva empresa. La riqueza y el poder se combinan con una guerra fratricida que pondrá en grave peligro a su familia, a sus vidas y a sus tradiciones ancestrales.

 

EDITORIAL

 

No habitar este mundo es huir para siempre de la soberanía de la palabra. Huir de este mundo, es abandonar los limites, es olvidar aquel sueño del todo para saborear aquel otro gusto indefinido de la nada. Cuando muere la palabra se lleva consigo a aquel orden autoritario de lo dicho, de lo estipulado, lo convenido. Si la palabra muere, las paredes de cartón de este escenario arderían purificando su hechizo. Dios dijo, entonces hubo. En la muerte misma de la palabra  moriría al fin el inventario divino. Una nebulosa sin color y sin forma tomaría las calles anestesiando los nervios furiosos que mantienen girando todavía al mundo. Sosegando definitivamente el delirio que baila en cada llama. La figura del otro caería herida de muerte quebrando de esa manera para siempre el curioso espejo, astillando con certeza el mapa profundo de la geografía de toda identidad. Seriamos semejantes no en la farmacológica igualdad sino en la soledad profunda de la diferencia. 



La pura libertad, la travesura final. La aventura prometida. Viene el otoño, se siente en los huesos. Un vendaval furioso arrastra los cadáveres retóricos, las pesadas significaciones chocan con violencia contra las frágiles paredes del entendimiento. Vuelan los significados vulnerables estrellándose por primera vez contra la razón. Los significantes descubren su música nunca dicha. Ya no hay eco porque ya no hay quien lo escuche, ya no está ese que lo imagine, aquel que lo nombre. Ya no hay sangre ni lazos, la chispa madre humea desangrándose para siempre. No hay distancias y el tiempo tropieza en su carrera absurda. No hay tu nombre sobre mi nombre, ni noche que devore el bosque. Esta sombra espesa que se parece tanto al olvido. Una caricia helada como el último relámpago. Una noche de tierra llena dibuja el ocaso en las fauces profundas de nuestro paraíso.  

 

Lucas Itze.-

 

Canción elegida para la editorial

 


IMPRESIONES SOBRE PÁJAROS DE VERANO

 


El valor de la palabra ha caído en desuso. Hoy se escuchan tantas voces que las palabras quedan vírgenes de inteligencia. Ya nada de lo dicho es eterno. Como hemos hablado muchas veces en este foro, La palabra limita, detiene, y por todo eso tranquiliza. Es gracias a ella que todo tiene un nombre. Todo a imagen y semejanza del ser humano. Según Philip. K. Dick “La herramienta básica para la manipulación de la realidad es la manipulación de las palabras. Si puedes controlar el significado de las palabras, puedes controlar a la gente que debe usar las palabras”. En algunas culturas, esa palabra era todo. El pueblo Wayúu, conformado por nativos que representan ciertos sectores de Colombia y Venezuela, le daba a la palabra la ley más sagrada. De allí surge El Palabrero, elemento central para cumplir ésta máxima. En él reside el rol de resolver los problemas mediante la mediación o negociación de los conflictos entre diferentes clanes. Su voz es indiscutible. Será para nosotros una cultura desconocida. Pero hasta en esas culturas históricas, el poder y la ambición pueden destruir ritos ancestrales. Ciro Guerra nos había mostrado pinceladas de estos pobladores en films como La sombra del caminante y El abrazo de la serpiente. Esta vez nos adentra un poco más, especialmente en el pueblo Wayúu y con Cristina Gallego como dupla de dirección. Basada en un guión de Maria Camila Arias y Jacques Toulemonde, estamos ante una película sin género definido, porque abarca varios matices. 



El film arrancará casi al estilo documental, donde veremos a esta etnia nativa con sus usos y costumbres, sus ritos de iniciación y la aparición del “palabrero”, personaje central de la historia. En esa primera escena, Úrsula le dice su hija Zaida “Si hay familia, hay prestigio. Si hay prestigio, hay honor. Si hay honor, hay palabra, Si hay palabra, hay paz”. En ellas encontraremos en esta cultura la importancia de las mujeres, como una especie de matriarcas de la familia. Pero la historia no girará exclusivamente a lo relacionado con esas costumbres sino que relatará gran parte de los hechos reales del comienzo del narcotráfico entre fines de los ´60 y principios de los ´80. La película trabajará un guión lineal que utilizará las elipsis narrativas para contar la historia. Estará dividida en cinco jayeechi, típico canto guajiro para los migrantes, al estilo La Divina Comedia de Dante Alighieri. Con una bella fotografía de David Gallego, quien nos deslumbró con ese blanco y negro en El abrazo de la serpiente, aquí también tendremos imágenes de una fuerte carga visual y pictóricos paisajes. Eso servirá para que en los planos generales ese desértico paisaje parezca más inmenso. La música guajira, sus cantos y poemas nos llevarán indefectiblemente hacia allá. Además veremos momentos surrealistas con sueños que parecen salidos de cuadros de René Magritte. Estaremos también ante un reparto coral que se moverá como pez en el agua. 



Todas las actuaciones, desde los protagonistas hasta los pequeños papeles, estarán a la altura, llevando veracidad a lo que se está contando. Será el dinero el que en un principio moverá todo. Rapayet, el protagonista, intentará casarse con Zaida pero la dote exigida por Úrsula será imposible para él. Durante un encuentro fortuito con unos hippies americanos que buscan marihuana, Rapayet encontrará el modo de tener dólares frescos y así podrá casarse con Zaida. La semilla del capitalismo ya había germinado y de repente, una parte de una sociedad se convertía en empresarios, sin estar preparados para esa batalla. A partir de ahí los directores nos mostrarán la pelea entre las viejas costumbres de las etnias y el creciente negocio narco. Lo que antes se disputaban las familias, ahora se volvía cada vez más riesgoso. El poder, la ambición y la violencia escalarán a un ritmo insostenible. Los clanes empezarán su disputa a ver quien tiene la mayor parte del negocio. Y a partir de ahí, todo se corrompe. Ni la palabra logrará salvarlos. La violencia sobre la palabra debe ser castigada anuncia el palabrero. Y como advertían desde el comienzo, sin palabras, no hay paz. Será la ruina y el film se transformará en una historia de gángsters. Dos polos opuestos que se unen de forma brillante. Será el final de la historia para los clanes pero el comienzo de otra historia más fuerte y más redituable. Y a muchos no les quedó otra opción que escapar y dejar atrás todo. Porque esos pájaros de verano se terminaron convirtiendo en los pájaros negros que terminaron destruyendo hasta la ley sagrada de las palabras.

 

Marcelo De Nicola.-

 

Canción post impresiones

 


UNIVERSO GUERRA

 


Ciro Alfonso Guerra nació el 6 de febrero de 1981 en César, uno de los 32 departamentos que forman la República de Colombia. En la Universidad Nacional de ese país cursó sus estudios de cine y televisión. Su primer se llamó Silencio y lo filmó en el año 1998. Luego llegaron Alma e Intento. Ya en el 2004 llega su primer largometraje: La sombra del caminante, la historia de un hombre que perdió una pierna y no puede encontrar trabajo y se hace amigo de un “silletero”, alguien que carga gente a sus espaldas. También los une el pasado violento del país, lo que hará redescubrir su propio pasado. En 2009 llega Los viajes del viento, ambientada en 1968, cuenta la historia de un juglar que lleva cantos con su acordeón y decide hacer su último viaje, yendo a devolverle el instrumento a su anciano dueño. 



En 2015 llegó El abrazo de la serpiente, que logró la nominación al Oscar como mejor película extranjera, además de lograr premios o menciones en grandes festivales como Cannes, San Sebastián o La Habana. En 2018 llegó su última película filmada en su país: Pájaros de verano, que narra la historia real del origen del narcotráfico en Colombia, entre fines de los ´60 y principios de los ´70. Donde tienen que aparecer los nuevos “empresarios”, entre ellos una familia indígena que tiene que aprender a llevar los nuevos negocios. Otra vez nominaciones y premios en distintos festivales. En 2019 Netflix estrena la producción colombiana Frontera Verde, donde Guerra es uno de los productores y dirige algunos capítulos. Son 8 capítulos de una serie sobrenatural sobre unas muertes que aparecen en los profundo del Amazonas. Su último film fue el primero hecho en Estados Unidos, basado en la novela de John Maxwell Coetzee dirige Waiting for the Barbarians, con Johnny DeppMark Rylance y Robert Pattinson. Narra la historia de un magistrado británico que comienza a cuestionar su lealtad al Imperio durante la colonización mientras se viene una inevitable guerra contra los Bárbaros. El 24 de junio de 2020, un reportaje publicado en la revista Volcánicas11 reseña los testimonios de siete mujeres que narran situaciones en las cuales Guerra las habría acosado sexualmente, en algunos casos de manera violenta. Un testimonio adicional narra como el director habría abusado sexualmente de una mujer que se encontraba en su casa, ubicada en la ciudad de Bogotá. Las agresiones habrían ocurrido entre los años 2013. Frente a las acusaciones el cineasta publicó un video rechazándolas  y haciendo un llamado a que la justicia revele la verdad de los casos. No obstante las autoras del reportaje han mencionado en reportajes posteriores que el objetivo de la denuncia fue hacer un llamado de atención sobre la normalización de la violencia sexual en la industria audiovisual colombiana que obstaculiza el crecimiento profesional de las mujeres y las afecta física y emocionalmente. Veremos como sigue esta historia, mientras, esperemos si seguirá trabajando en América o volverá a Colombia...

Mientras tanto, Cristina Gallego (nacido en Bogotá en 1978) fue productora de todos los films de Ciro Guerra, quien fue su marido durante varios años, hasta que decidieron codirigir Pájaros de Verano.

 

FICHA TÉCNICA

 

Título original: Pájaros de verano

Año: 2018

Duración: 125 min.

País: Colombia

Dirección: Ciro Guerra, Cristina Gallego

Guión: Maria Camila Arias, Jacques Toulemonde

Música: Leonardo Heiblum

Fotografía: David Gallego

Reparto: Carmiña Martínez, José Acosta, Natalia Reyes, Jhon Narváez, Greider Meza, José Vicente Cote, Juan Bautista Martínez

 

PELÍCULA COMPLETA

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