martes, 25 de junio de 2019

DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS - WHERE THE WILD THINGS ARE



SINOPSIS

Adaptación de un cuento para niños de Maurice Sendak. Cuando Max, un niño desobediente, es enviado a la cama sin cenar, se zambulle en un mundo imaginario creado por él y que está poblado por feroces criaturas que le obedecen ciegamente. (FILMAFFINITY)

EDITORIAL

Había una vez dijeron tantas veces, contándonos historias fantásticas, creyendo en hadas y magos, jugando a ser príncipes o princesas, sin detenernos a pensar que la vida era mucho más que un simple cuento de medianoche. Entre lunas y estrellas planeamos un viaje quien sabe a dónde, escondidos en los bosques más frondosos, atravesando desiertos inmaculados, bebiendo gotas de lluvias eternas.  Allí donde nos enfrentábamos al mundo, y donde la chica más bonita del barrio era nuestra compañera de aventuras. Donde los malos eran los más malos que podíamos imaginarnos. Aunque lamentablemente la realidad nos cachetearía de lo lindo ya cuando de grandes comenzábamos a ver las atrocidades a las que estaba dispuesto a hacer el ser humano. Y nos adentramos en un mundo salvaje donde no gana el más fuerte como siempre nos contaron. Tuvimos que empezar a sobrevivir a cuentagotas, escapando de las fauces de los lobos hambrientos de poder y venganza. Notamos que ese salvajismo que presenciábamos en sueños no estaba en la selva sino en cada barrio, cada pueblo, cada ciudad. Desoímos las verdades escupidas por nuestros ancestros que fueron mutilados como animales. Diseñamos estructuras cada vez más complejas para movernos de un lado a otro y así ir contaminando todo a nuestro paso. Los sueños enloquecieron y no había ningún ser especial que visitaba nuestra habitación por las noches. Las pesadillas se volvieron frecuentes pero no por monstruos salvajes sino por personas de carne y hueso. Quedarán solo los recuerdos que se evaporan en el viejo túnel del olvido. Allí tendremos que ir a descansar de tanto en tanto para volvernos un poco más felices, hasta que alguien pase esa última página y nos encuentre con la vieja leyenda que no queríamos escuchar, la del este cuento se ha acabado.

Marcelo De Nicola.-

Canción elegida para la editorial


IMPRESIONES SOBRE DONDE VIVEN LOS MONSTRUOS


El día se desvanece y con el también el mundo. Por lo menos aquel mundo hostil y predecible, aquel mundo cronometrado, factible y fáctico. El día cae, y los fantasmas aúllan a las sombras que se alargan y se engordan o adelgazan con los caprichos propios de una misteriosa luna inexorable. Estamos solos, como siempre lo hemos estado, pero ahora sin aquel barullo del futuro y del progreso, sin aquel papel picado de colores que arrojamos para vestir a una fiesta a la cual jamás fuimos invitados. Allí parados, en la esquina de nuestros deseos, con una ansiedad espantosa, esperando sin hacerlo a ese pibe que fuimos. Gritaran urgentes aquellos tipos razonables, aquellos tipos para los que el día no muere ni por un instante, que aquel niño ya se ha ido, que nuestra espera es en vano y que nada ganaremos con la letanía exasperante de la espera interminable. Tal vez no se equivoquen. A ellos les dejamos las ambiciones de un mundo sostenido por ganadores y perdedores. Nosotros seguiremos volviendo a aquella esquina todas las veces que podamos, conscientes de nuestras ausencias, con la esperanza intacta de regresar cualquier día con nuestras rodillas enmugrecidas de vida. Porque pensarnos y buscarnos, tal vez también sea rescatarnos. Roberto Juarroz, nos regaló hace tiempo estos versos:


Pienso que en este momento
tal vez nadie en el universo piensa en mí,
que sólo yo me pienso,
y si ahora muriese,
nadie, ni yo, me pensaría.

Y aquí empieza el abismo,
como cuando me duermo.
Soy mi propio sostén y me lo quito.
Contribuyo a tapizar de ausencia todo.

Tal vez sea por esto
que pensar en un hombre
se parece a salvarlo.

Salvarnos de la abismal ausencia de estar todos juntos. Del ensordecedor silencio de la masa. De pedir con espantosa angustia a unos ojos ciegos y torpes que nos juren de una buena vez que no estamos muertos. Salir al patio a jugar con la misma seriedad que solíamos hacerlo, para en un descuido gobernar aunque sea por un instante aquel espanto en que nos hemos convertido. Spike Jonze nos invitará jugar, no sin cierta amargura, en aquel universo fílmico que llamó Where the Wild Things Are. La película estará estructurada de manera clásica por los tres actos aristotélicos, sosteniendo durante todo el relato una narrativa lineal. El film se centrará en una noche de la vida del pequeño y exultante Max. El primero de los actos se ocupará de presentar a Max, el protagonista de la obra, y su entorno familiar, dejando deslizar con cuidada sutileza la ausencia de la figura paterna y la profunda angustia, tristeza y enojo que esto le provoca. Encontraremos un primer punto de giro que se iniciará con una discusión con su madre la cual llevará al protagonista a tomar la decisión de huir corriendo de su casa para perderse en las profundidades de la noche. Allí se iniciará el segundo acto dando desarrollo al conflicto el cual crecerá de manera dosificada y rítmica. Cambiará aquí también la estética de la película. Se construirá y organizará el relato a partir de las convenciones típicas del cine de fantasía. Llegará Max a este nuevo escenario a través de un extraño y salvaje viaje en un minúsculo barco que luchará contra la marea embravecida. 


Empezaran también las fuertes simbologías a adueñarse de la narrativa. ¿Serán las peligrosas aguas del mar golpeando sin respiro el navío de nuestro protagonista el reflejo metafórico de su sensación tras discusión con su madre? Max llegará a una isla donde se encontrará con unos grandes y peludos monstruos. Él no les tendrá miedo, nosotros tampoco. Lejos de huir de ellos, los desafiará y así ganará su confianza para terminar conquistándolos. Ellos lo declararan su rey. Notaremos cierta familiaridad entre los monstruos y Max. Creeremos ver en ellos alguna relación con los distintos estados de ánimos vividos por nuestro protagonista en el primer acto del film. Estará allí entonces, la angustia, la confianza, el odio. Max intentará gobernarlos que no será otra cosa que intentar gobernarse a sí mismo. Les prometerá alejar a la soledad y no lo logrará. Intentará organizarlos y también fallará. Pondrá lo mejor de sí, pero fallará. Decidirá ante su fracaso volver con su madre y en aquella vuelta notaremos nos sin cierto sabor amargo un pequeño cambio en él. Max habrá crecido. Él no lo notará, pero nosotros sí, su madre también. Max entenderá ahora que sus actos tienen consecuencias y eso lo alejará un poco de aquel patio de juegos en donde nos lo encontramos por primera vez. Nos despediremos de el en silencio y lentamente. Lo veremos igual de solo que antes, con su mirada más atenta. Con nuevos fantasmas. Con otros miedos.

Lucas Itze.-                       

Canción post impresiones


UNIVERSO JONZE


Spike Jonze nació bajo el nombre de Adam Spriegel, en Maryland el 22 de octubre de 1969. En los 90, se convirtió en uno de los grandes directores de videos musicales, de bandas como Beastie Boys, Sonic Youth, Chemical Brothers, REM, Björk, Weezer, entre otras.
Su primera película llegó en 1999, con la colaboración de Charlie Kauffman y sorprendió a propios y extraños: Quieres ser John Malkovich, donde un titiritero interpretado por John Cusack, encontraba un piso en donde accedía al cerebro del mismísimo John Malkovich. Nominado a los Oscar y Globo de Oro como mejor director, y mejor guión original.


En 2002 llega Adaptation, nuevamente en dupla con Kauffman, una gran historia autobiográfica sobre un guionista un poco confundido, que confundió, paradójicamente, hasta a los propios jueves de los Oscar, que lo nominaron a él y a su hermano ficticio a mejor guion.


Apareció en 2009 con el film fantástico Donde viven los monstruos, esta vez con guión propio, la película, basada en un cuento infantil, recibió críticas dispares.
Luego filma dos mediometrajes bastante exitosos como Scenes from the Suburbs (junto a la banda Arcade Fire) y I'm Here, una historia de amor entre robots.


En 2013 filma Her, con Joaquin Phoenix, quien interpreta a un hombre solitario que se enamora de la voz de un sistema operativo. Por el film, se llevó el Oscar a mejor guion en la gala más importante de Hollywood.

FICHA TECNICA

Título original: Where the Wild Things Are
Año: 2009
Duración: 101 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Spike Jonze
Guion: Spike Jonze, Dave Eggers (Libro: Maurice Sendak)
Música: Carter Burwell, Karen O
Fotografía: Lance Acord
Reparto: Max Records, Catherine Keener, Pepita Emmerichs, Mark Ruffalo, Max Pfeifer, Madeleine Greaves, Joshua Jay, Ryan Corr, Steve Mouzakis.

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