EDITORIAL
La noche ha golpeado con su hacha
mortecina, ha robado en un solo descuido todos los colores, todas las luces que
no perciben que en un instante ya son tiniebla. Es la hora del lobo, de la
soledad más infinita. El silencio estalla en un rocío frio que congela los
sentidos, los arboles cómplices callan su historia y ofrecen sus hojas al
pálido ojo de la luna. Pero yo estoy aun aquí, y también soy la noche. Estoy de
pie ante la nada abismal, con mi oscuridad fingida, ocultando mi rostro, el de
la vergüenza, ante la ignorancia pura de lo que es existir. Si fuera oscuridad,
tomaría de tu luz. Si aún existiera, tus ojos lo confirmarían. ¿Soy? ¿Seré?
¿Habré sido? La muerte sopla en mi bosque que es noche y es ausencia. La
muerte, que es haber conseguido pero también es olvido. ¿Serán estas manos un
recuerdo que se apagan lento como una estrella que ilumina en su reflejo a un
mundo que es sustancia y atributo? ¿Habrá sido esta pena? ¿Para qué, digo yo,
tanta vida? El viento, ya no encuentra piedras. Ya nadie responde. Después
de la oscuridad, la luz.-
Lucas Itze.-
Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES
SOBRE POST TENEBRAS LUX
La imagen se desdobla. La mente viaja hacia
lugares incomprensibles. Los pensamientos se suceden pero no encuentran una
lógica. ¿Será Dios quien maneja todos los hilos? ¿O será el mismísimo Diablo el
encargado de hacer girar estas marionetas llamadas seres humanos? La respuesta
la tendrá cada uno y todas serán válidas. El hombre al saberse el más racional
y por lo tanto más inteligente de la manada elegirá su propio concepto. El será
la nada y el todo. Será Dios y el Diablo. Será olvido y perdón. Será creación y
destrucción. Será vida y muerte. Será la oscuridad y también la luz después de
las tinieblas. Todo eso lo veremos en el indescifrable film del mexicano Carlos Reygadas. Y también tendremos
preguntas y respuestas, aunque todas pueden ser diferentes. De eso se trata el
arte de alguna manera. El film estará compuesto básicamente por escenas, que
serán alrededor de veinte. Arrancará de una manera brillante, poca veces vista.
Una niña caminando en un campo, rodeada de diferentes animales como vacas o perros,
mientras se avecina una tormenta. Los sonidos nos envolverán inmediatamente. La
cámara, casi a la altura de la pequeña, nos posicionará desde un lugar
particular.
La profundidad de campo de la misma nos llevará al infinito. El
lente distorsionado haciendo foco en el centro y con los bordes duplicados
serán los que nos marcarán que el director nos está proponiendo un juego. El
tema es saber si somos capaces de jugarlo. A lo largo del film, notaremos que
esos márgenes difusos solo aparecerán cuando los personajes estén al aire
libre. En otro momento el encuadre será no convencional, aunque muy bien
logrado. Luego de ese comienzo que nos deja con la boca abierta, veremos los
títulos y un plano quieto del comedor de una casa, en una imagen que pareciera
sacada de un cuadro de Vermeer. La
puerta se abre y con una caja de herramientas en mano, veremos la entrada del
Diablo quien, en un travelling lento, sigilosamente se acerca a las
habitaciones. Luego será la presentación de los personajes, una familia
conformada por el padre, la madre y los dos hijos.
Veremos a ella preguntándole
sobre el sueño a su hija y nos vendrá a la mente la imagen inicial, pero como a
lo largo de toda la película, no tendremos una respuesta definitiva. El guión
tendrá una historia no lineal, veremos escenas que no sabemos si durante el
relato que vamos viendo, fueron anteriores o posteriores. La cámara en mano
también estará presente. La banda sonora será de una calidad exquisita, al
igual que la fotografía que nos presentará postales en cada escenario natural
que veamos. Reygadas contará con
actores no profesionales, entre ellos sus hijos, que le darán una mayor
veracidad a la historia principal. Sabremos que Juan, Natalia y sus hijos viven
en una población rural pero vienen de una familia de clase alta. Quizás se
fueron para evitar esa contaminación de relaciones artificiales y así sentir a
la naturaleza en primera persona aunque ciertos momentos nos indican que
todavía el ser humano está por encima de cualquier raza animal. Habrá inocencia,
risas, dolor, orgías, música, violencia, y, por lo tanto, muerte.
Durante el
metraje nos encontraremos con varios directores de los que charlamos en esta
misma mesa. Estará Tarkovski, estará
Dreyer, y más acá en el tiempo,
veremos a Lucrecia Martel, a Malick y su árbol de la vida y al
tailandés Weerasetakul mientras su
tío Boonme se debate entre lo real y lo fantástico. Habrá imágenes
poderosamente fuertes y esa tormenta que se avecina cambiará cada vez que los
niños están en pantalla. Porque siempre en ellos recaerá la esperanza de un
mundo puro y genuino. Aunque una vez más los mayores se encarguen de
arruinarlo, ya sea mediante una bala o la tala de un árbol. Esas últimas
imágenes nos hacen recordar que por cada árbol que muere, un corazón se apaga.
Y seguirán las preguntas: ¿Estará filmada desde la visión de un niño? ¿O será
el propio diablo? ¿Es una crítica a la sociedad y su violencia natural? ¿Será
la naturaleza la encargada de poner todo en su lugar? ¿Que será real y que será
sueño? Elegimos que las respuestas las debatiremos en una esquina, nada menos
que junto al diablo y la muerte, ya que seguramente tendrán más ideas que
quien escribe...
Marcelo De Nicola.-
Canción post impresiones
Nacido en México en 1971, se recibió como
abogado en la Escuela Libre de Derecho y se dedicó al Derecho Internacional. Se
fue a Bélgica donde allí empezó en el mundo del cine, con su primer corto
llamado Maxhumain. En el 2000 fundó
su productora y dos años después llegó Japón,
su primer largometraje. La historia de un hombre que deja la ciudad para irse
al campo a esperar su muerte. Allí conoce a una vieja viuda que le hace renovar
sus instintos y deseos más profundos. Obtuvo varias nominaciones en su país
natal y una mención especial en Cannes.
Tres años después llega Batalla en el cielo, una historia de
culpa, sexo y poder que tuvo críticas dispares y fue nominada a la Palma
de Oro en Cannes. Vuelve a centrarse en la vida rural en 2007 cuando estrena
Luz Silenciosa, donde cuenta la
historia de una familia menonita y sus complicados problemas amorosos. Aplausos
de la crítica y ganador del Premio del Jurado en Cannes, además
de otros festivales.
Participó en 2010 en el film Revolución, una serie de cortometrajes en homenaje a los 100 años
de la revolución mexicana. Luego de Post Tenebras Lux el director mexicano está
estrenando Nuestro tiempo, la
historia de una familia en un campo ganadero y un futuro triángulo amoroso. Las
críticas han sido bastantes duras en este último film. Veremos que nos trae a
futuro uno de los grandes nombres del nuevo cine mexicano.
FICHA
TÉCNICA
Título original: Post Tenebras Lux
Año: 2012
Duración: 120 min.
País: México
Dirección: Carlos Reygadas
Guion: Carlos Reygadas
Música: Gilles Laurent
Fotografía: Alexis Zabe
Reparto: Adolfo Jiménez Castro, Nathalia
Acevedo, Willebaldo Torres, Rut Reygadas, Eleazar Reygadas.
SINOPSIS
Juan y su familia urbana viven en el campo
mexicano, donde ellos disfrutan y sufren un mundo aparte. Y nadie sabe si estos
dos mundos son complementarios o si se esfuerzan por eliminar el uno al otro.
(FILMAFFINITY)