SINOPSIS
Corea, década de
1930, durante la colonización japonesa. Una joven, Sookee, es contratada como
criada de una rica mujer japonesa, Hideko, que vive recluida en una gran
mansión bajo la influencia de un tirano. Sookee guarda un secreto, y con la
ayuda de un estafador que se hace pasar por un conde japonés, planea algo para
Hideko. (FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Su boca derramó
el último beso antes de que todo se apagara. Fue princesa de los mendigos y
soñadora de los suburbios que rebotaba entre máscaras sin ojeras. Sus ojos
latían al ritmo del corazón, parpadeante entre navidades de terciopelo en un
inhabitable palacio de aire. Las manos acariciaron cada parte de su cuerpo
envenenado de pudor y energía. Las piernas temblaban ante las gotas de sudor
que bajaban hacia un abismo infinito. Los dos cuerpos fueron un todo y se
derramó el concepto de pasión por las cuatro paredes. Ya no había misterios. Ya
no había rangos de poder. Entre esas sábanas cualquier piedra podía ser un
diamante. No había piedra preciosa alguna para romper los estigmas.
De repente,
el fruto se abría para siempre y los ritos inmaculados del placer cercenaban
cualquier plan inquisidor. Fue solo un segundo donde las aguas se quedaron
quietas y los pájaros evitaron cualquier tipo de canto. Fue ese momento donde
el sol besó a la luna y la oscuridad resplandeció de golpe. Allí, los dos polos
de la sociedad se unieron de forma inmaculada. Ya no había oros ni carruajes
ostentosos. Ya no había harapos ni uniformes desclasados. Ya no había castigos,
traiciones ni muerte. Solo había una lujuria desenfrenada que desarmaba
cualquier protocolo. Solo quedaban risas englobadas en una sinfonía perfecta. Y
sus cuerpos descubriendo su propio rubí, escondidos entre los sueños de la
doncella.
Marcelo
De Nicola.-
Canción
elegida para la editorial
IMPRESIONES SOBRE LA DONCELLA
Suponemos desde
esta mesa, o tal vez creemos suponer lo que ya nos deriva en un reflejo de
afirmación, que si hay una mentira, por contraposición, entonces, también hay
una verdad. Pero ¿Qué es la verdad? ¿Existirá una sola verdad? En caso de que
hubiera varias, ¿no perdería de esa forma valor la verdad? ¿Tendrá que ver con
lo real o será una construcción de los hombres? ¿Tendremos acceso a la verdad o
se nos ocultará siempre? ¿Qué es entonces la verdad? Alguna vez compartimos en
este espacio aquel trabalenguas de Aristóteles respecto a la verdad según el
cual decía que decir de lo que es que es y de lo que no es que no es, es
verdadero. Asimismo, decir de lo que es que no es y de lo que no es que es, es
falso. Una manera de entender la verdad podría ser como una relación con la
correspondencia, es decir corroborándola constantemente con lo real. Pero, ¿es
posible ese acceso a lo real? Y de llegar a serlo, ¿es ese acceso objetivo y
universal? ¿No hay en el conocer condicionamientos culturales e históricos que
atentan contra aquella objetividad imprescindible para aquel concepto de verdad
por correspondencia? A pesar de esto, por lo general, y es así como empezamos
esta charla, nos manejamos con cierta correspondencia entre nuestro decir y lo
real, lo verdadero. Creemos, o suponemos, que existe cierta correspondencia
entre lo que decimos y lo que es. El decir, la palabra una vez más como
construcción del ser, de lo real, de lo verdadero. Como alguna vez dijimos, la
verdad es una x vacía.
No hay relación del pensamiento a la cosa pero lo que
tal vez sí haya es una relación interna entre los enunciados. De esta manera,
lo verdadero estaría relacionado con la construcción propia de un relato y la
sumisión ante la aceptación del mismo. La verdad entonces miente. Es
artificial, arbitraria e impuesta como el lenguaje que la construye. Decía Federico en aquel texto “Sobre la verdad y Mentira en sentido
extramoral” que el conocimiento depende del lenguaje y que este es una
construcción humana. Agrega que el humano está profundamente sumergido en
ilusiones y ensueños, que su ojo se desliza tan solo sobre la superficie de las
cosas y ve formas, su sensación no conduce por ninguna parte a la verdad, sino
se contenta con recibir estímulos externos. Los hombres no huyen de ser
engañados sino del perjuicio que aquel engaño pueda provocar. Allí con toda
seguridad ubicaremos al arte, que como bien decía Picasso es una mentira que nos acerca a la verdad. En esta misma
línea se desarrollara aquel relato cinematográfico dirigido y adaptado por Park Chan – Wook llamado The Handmaiden, aunque también conocido
como La Doncella. La película
trabajará una estructura no lineal dividiendo la acción en tres puntos de vista
diferentes sobre una misma situación. Estaremos frente a una obra adaptada al
lenguaje cinematográfico desde otro sistema, con otros códigos y reglas como el
literario. En este pasaje de un sistema a otro encontraremos ciertos aspectos
muy logrados y otros no tanto.
El film poseerá una fotografía con encuadres
elaborados y típicos del cine oriental los cuales centraran su atención en la
búsqueda casi obsesiva del balance perfecto en el peso de la imagen. La paleta
de colores tenderá a las tonalidades frías contraponiendo en ciertas ocasiones
con rojos intensos. Encontraremos la persistencia aun de lo literario en cierto
abuso de la voz over emulando el monólogo interno de los personajes. Hubiera
estado mejor recibido quizás la sutileza de lo sugerido. El sabroso trabajo
sobre lo no dicho, sobre aquel vacío que incita inevitablemente al juego. Por
otra parte podremos rescatar las actuaciones perfectamente equilibradas,
logradas y naturales, generando aquel sentido de verdad del que la mentira se
nutre. Se trabajará en la narración del relato el uso de los códigos del
Thriller psicológico con todas sus convenciones clásicas y estará también el
sexo y el morbo con algún guiño al Marqués
de Sade subiendo la temperatura durante todo el metraje. El film se basará
en un engaño continuo que nos llevará a pensar que siempre detrás de una
máscara encontraremos otra más y detrás de esa habrá otras por caer. El amor
también aparecerá de entre las sombras propias de los personajes intentando ser
lo más verídico que estos caracteres puedan construir. Y tal vez lo sea, tal
vez se logre aquella verdad tan buscada aunque sea por un instante, pues como
bien todos sabemos, el amor, así como la verdad es lábil e inaprensible y
nadie, pero nadie puede detenerla en un solo lugar.
Lucas
Itze.-
Canción
post impresiones
UNIVERSO PARK CHAN WOOK
Park nació en
Seúl el 23 de agosto de 1963. Ya luego de sus estudios secundarios, empezó a
estudiar Filosofía en la Universidad de
Sogang. Allí creó un club cinematográfico llamado Comunidad Fílmica de Sogang, donde además publicaba artículos sobre
cine contemporáneo. Su idea era ser crítico de cine pero luego de ver Vértigo se inclinó por ponerse detrás
de las cámaras. Empezó como asistente de Yu
Yeong-Jin en Khamdong y de Kwak Jae-yong en A Sketch of a Rainy Day. Su primer film fue en 1992 y se llamó Moon Is the Sun's Dream, un thriller
que mezcla romance, mafia y prostitución. En 1997 dirige Threesome, la historia de tres personas: un saxofonista con
impulsos suicidad, un joven con un coeficiente intelectual menor y una madre
soltera que quiere convertirse en monja. Un atraco unirá la vida de los tres.
Siguió con el cortometraje Judgment
en 1999 sobre dos padres que luego de un terremoto, reclaman el mismo cuerpo
desfigurado de un joven. Un año después filma Área común de seguridad, donde aparecen los cadáveres de dos
soldados norcoreanos son hallados en el "Área de Seguridad
Compartida" que separa las dos Coreas, aparentemente asesinados por un
soldado surcoreano. Luego de acusaciones cruzadas, la oficial suiza a cargo,
comienza a investigar y el caso se convierte en un misterio, ya que hay 16
balas en los cuerpos, y del arma del soldado sólo pueden haber salido 15... Con
este film empieza a ser reconocido en su país y en el mundo. Luego llegaría el
éxito gracias a su llamada Trilogía de
la Venganza. La primera fue Sympathy
for Mr. Vengeance de 2002, que cuenta la historia de un sordomudo que busca
desesperadamente 10 millones para comprar en el mercado negro un riñón para su
hermana enferma.
Al año siguiente llega su film más premiado: Oldboy, la historia de un hombre de
negocios coreano que un día es secuestrado y confinado durante años en una
celda en la que sólo hay una televisión. Y, sin embargo, ignora por qué razón
está allí... Logró el Gran Premio del
Jurado en Cannes. La trilogía se cierra con Simpatía por la mujer venganza, que sigue a una chica de 20 años
que cayó presa por el crimen de un niño de 6 y trece años después sale y quiere
vengarse, aunque no se sabe de quién… En 2006 llega I´m a Cyborg, But That´s Ok, sobre una joven que cree que es un
ciborg, mientras está internada en un psiquiátrico. Por su condición, ella
decide alimentarse de pilas y baterías, aunque ahí adentro se enamora de un
joven que vive oculto tras una máscara. En 2009 llega Thirst, la historia de un sacerdote que se va a misionar a África,
allí se enferma gravemente pero al salvarse, la gente piensa que tiene poderes.
Sin embargo una recaída lo lleva a la muerte, pero al otro día despierta siendo
un vampiro… Premio del Jurado en Cannes.
En 2011 junto a Park Chan-kyung
filmaron un mediometraje de 30 minutos llamado Paranmanjang filmado íntegramente con un Iphone 4 y un presupuesto
de 130000 dólares. En 2013 dirige el corto Day
Trip y ese mismo año filma por única vez en Estados Unidos cuando estrena Lazos Perversos, un thriller sobre una
adolescente que pierde a su padre en un accidente de tránsito y tiene que
convivir con un tío que desconocía y con su inestable madre.
Luego volvió a su
país para filmar La doncella, basada
en la novela Falsa identidad de Sarah Waters, con el que logró premios
en el BAFTA inglés y en festivales
estadounidenses. El año pasado filmó en el Reino Unido la miniserie The Little Drummer Girl, basada en la
novela de espionaje de John Le Carré,
ambientada en el terrorismo imperante de los ´70, con el Mossad como principal
brazo del mismo.
FICHA TÉCNICA
Título original: Ah-ga-ssi
(The Handmaiden)
Año: 2016
Duración: 145
min.
País: Corea del
Sur
Dirección: Park
Chan-wook
Guion: Park
Chan-wook, Jeong Seo-Gyeong (Novela: Sarah Waters)
Música: Jo
Yeong-wook
Fotografía: Chung
Chung-hoon
Reparto: Kim
Min-hee, Kim Tae-ri, Ha Jung-woo,
Cho Jin-woong, Moon So-ri, Kim Hae-sook, Lee Yong-nyeo, Lee Dong-hwi,
Yoo Min-chae