SINOPSIS
Ben (Viggo
Mortensen) es un hombre que ha pasado diez años viviendo en los remotos bosques
situados en el noroeste de los Estados Unidos criando a sus seis hijos, varios
de ellos junto a su mujer. Aislados totalmente de la vida moderna, de las comodidades
de las ciudades y de la sociedad de consumo, Ben es un padre devoto que ha
inculcado en sus hijos una peculiar forma de pensar y vivir la vida. Sin
embargo, una trágica noticia hace que la peculiar familia deba dejar
temporalmente su modo de vida en la naturaleza y volver a la civilización.
(FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Con la nostalgia
que nos impone aquel silencio brillante de la luna llena sobre la sofocante
noche del fin del mundo, me puse a andar. Poco me ataba ya a la torpeza de este
damero, a este adoquinado hastiado de transportar desventuras y rostros
ausentes. A esta ciudad de rectas y de esquinas, diseñada para que un ciego se
traslade en ella. ¿Dónde estábamos todos? ¿Qué quedaba de aquella danza que nos
unía alrededor del fuego de nuestras pasiones? ¿Dónde había quedado el riesgo
de la aventura? ¿Dónde? Toda mirada era la mirada de la ausencia y el horror.
Reflejaba la insoportable frialdad de estar en todos lados sin realmente
estarlo. Ya nadie se habitaba y todo se camuflaba bajo las turbias aguas de la
impersonalidad. Solo era el miedo lo que nos unía. Tristes sombras huyendo unas
de otras por la ferocidad fulminante de defender lo que ni siquiera es suyo.
Fue entonces cuando decidí dejarlo todo. Pisotear estos ojos mentirosos y
sumisos, olvidar para siempre estas manos que escriben debe y haber y se
manchan en la inmundicia de la tinta azul o negra respectivamente. Decidí
perderme, caminar sin rumbo y sin nombre, volver sin proponérmelo al pantano
salvaje de mi existencia. Decidí desandarme, deshacerme, deconstruirme,
convencer a mis sentidos de que todo era mentira y engaño. Advertirles a los
gritos que todo era una trampa y que todo se unía a través de la siniestra red
diseñada por el plan. Aquella noche, bajo el fuego olvidado de las estrellas,
velé al que era. Al amanecer, disipo las cenizas en el camino sin demasiado
ritual y entro en el bosque. Aquel, finalmente había dejado atrás aquella
cárcel que mi yo había sido para seguir adelante su camino dentro de la cárcel
que el otro le proponía ser.
Lucas
Itze.-
Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES SOBRE CAPITÁN FANTÁSTICO
Se suele recurrir
a la idea de un escape cuando estamos a punto de estallar. Hay algo en esa
fantasía de sentir el agua fría del rio pasando por nuestros pies descalzos,
que nos tranquiliza. Sentir el aroma de las hierbas en un cerro, el viento
húmedo a través de un bosque golpeándonos de frente. A veces, contemplar un
atardecer desde la ventanilla de un colectivo escuchando una canción quizás sea
otra manera farmacológica de huir para los que aún nos hace ruido el hecho de
tener que aceptar nuestra lejanía con la naturaleza. De alguna manera, cada
sujeto intenta retomar ese lazo de unión con lo natural. Con solo pensarse
realizando un viaje, estaremos buscando aquella conexión. Hay quienes, con el
simple hecho de pensarlo, les alcanza para concretarlo. Otros, en cambio,
necesitarán otros estímulos que refuercen esas ganas de partir. Y nada mejor
que la imagen y la historia de Capitán Fantástico
dirigida por Matt Ross para buscar
ese efecto instantáneamente. Ben, aquel personaje protagonizado por Viggo Mortensen, y su esposa intentarán
inculcarles a sus seis hijos saberes y valores que se encuentran por fuera de
la volátil ciudad y sus parámetros medidos por el poder del consumo. La idea
de la huida estará planteada de una manera
estricta y dogmática.
Decidirán vivir en el bosque, cultivar y cazar sus
alimentos, impartirán la educación de sus seis hijos bajo una modalidad de
estilo militar repartiendo las horas del día de manera organizada para cada
actividad. Sólo basta mencionar que vivir en el bosque, los convierte
instantáneamente en presa. De ese modo, encontraremos en los hijos una especie
de humanos más evolucionada física e intelectualmente. Preparados, desde la
primera infancia, para ganarle a cualquiera una pelea cuerpo a cuerpo o un
debate político, matemático o filosófico. Lo más destacado del film será la
fotografía y la velocidad retórica del guion. Con esto me refiero a que
persuade desde la velocidad de los sucesos, encadenados de una manera tipo
freestyle, rimando la descripción tridimensional de los protagonistas en un
contexto ajeno a ellos. El resultado será una linda y tibia manera de
invitarnos a evitar los extremismos. Ni el enfermizo abrazo vacío y frio al
consumismo ni la ilusión irrealizable de una vida por fuera de un sistema del
que es imposible salirse. Si bien, planteé la idea de la partida al comienzo
del texto como mera salida ocasional es porque como bicho de ciudad y parte del
sistema no me es posible hablar desde otro lugar que no sea desde nuestra
realidad.
Walter Benjamin escribió en
sus famosas tesis sobre la historia que "no hay nada afuera del capitalismo": todo lo que hagamos,
incluso el acto de nacer, moviliza el aparato social en forma de productos y
servicios de los que alguien siempre sale beneficiado, el poder es esencialmente
lo que reprime. Esa será la temática que tomará el director, será el discurso
político al que estamos acostumbrados a escuchar, la instantaneidad de la
noticia, el impacto visual. Nosotros, en este preciso momento y desde el barro
con el cual construimos esta trinchera, ejercitamos esta modalidad de la
comunicación veloz. Sólo tenemos una hora hasta el final (del programa.) No hay
espacio para profundizar, no hay manera sin contar con el tiempo necesario. El
amigo Michael Foucault decía que el
poder es esencialmente lo que reprime y ¿Qué es lo que reprime? Es la pregunta
que nos hacemos hace algunos años por estos lados. La ilusión de un nuevo viaje
es lo que golpea nuestra puerta en este bendito bosque celeste y blanco. Sólo
tenemos una hora hasta el final. Para decirles que se den cuenta, que escuchen,
que a ellos les queda menos tiempo, que se den cuenta que estamos cerca.
Alan
Beneitez.-
Canción post impresiones
UNIVERSO ROSS
Nacido en
Connecticut el 3 de enero de 1970, es un reconocido actor de la televisión,
donde trabaja desde los ´90. Sus papeles más importantes han sido en series
como Silicon Valley, Big Love o American Horror Story. También tuvo pequeños papeles en films como Doce monos, Buffalo Soldier, Los últimos
días de la disco, Psicópata
americano, El aviador o Buenas noches y buena suerte. Debutó en
la dirección con el corto El lenguaje
del amor en el año 1997 y luego en 2009 realizó Human Resources, donde echa un breve vistazo al mundo moderno del
trabajo en una oficina, un sistema de vida en el que el único escape, al menos
por Simon, es la locura. Su primer largo llegó en 2012 bajo el título 28 Hotel Rooms que narra la historia de
dos amantes que se encuentran en la habitación de diferentes hoteles. En 2016
logra reconocimiento internacional gracias a Capitán Fantástico, con la actuación de Viggo Mortensen y donde Ross logra el sorprendente premio a mejor
director en Cannes. En este momento está trabajando en el guion de su próximo
proyecto, adaptar la distópica novela de Tom
Sweterlitsch, Tomorrow and Tomorrow,
que presenta un futuro cercano en el que tras una explosión que acaba con la
ciudad de Pittsburgh, la ciudad es recreada en un entorno virtual conocido como
Archivo.
FICHA TÉCNICA
Título original: Captain
Fantastic
Año: 2016
Duración: 118
min.
País: Estados
Unidos
Dirección: Matt
Ross
Guion: Matt Ross
Música: Alex
Somers
Fotografía: Stéphane
Fontaine
Reparto: Viggo
Mortensen, George MacKay, Samantha Isler, Annalise Basso, Nicholas Hamilton, Shree Crooks,
Charlie Shotwell, Kathryn
Hahn, Trin Miller, Steve Zahn, Elijah Stevenson, Teddy Van Ee,
Erin Moriarty, Missi Pyle, Frank
Langella, Ann Dowd.
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