martes, 12 de junio de 2018

MADE IN USA



EDITORIAL

Las colinas aparecen como inmortales. Las letras blancas brillan en lo verde. La palabra nos lleva inmediatamente a la meca del cine. Es Hollywood, ni más ni menos. Y es todo lo que lo rodea. Sus mujeres hermosas, rubias como la Monroe o morochas importadas como la Hepburn. Sus apuestos hombres de aspectos tan masculinos como los Humphrey Bogart, los Cary Grant o los Gary Cooper. Es la llegada a la gloria. El sueño americano en el país de las mil oportunidades. El de Mickey Mouse paseándose en la Quinta Avenida, el Empire State brillando en lo alto o la Estatua de la Libertad, cada vez más custodiada. El del rock de Elvis, la sensualidad de Madonna y la danza de Michael Jackson. Donde se mezclan unos y otros. La estupidez y la viveza de la familia amarilla más conocida del mundo. Las porristas universitarias y las masacres escolares. Los hot dogs, las hamburguesas y las gaseosas versión extra large. 


Los presidentes asesinados y los presidentes asesinos. La música de cada estado, desde el Blues de Misisipi hasta el punk neoyorkino. Los escritores malditos y sus rutas interminables. Los Estados robados y los Estados devueltos. Los mártires del pueblo y el Ku Klux Klan. Los deportes montados como un show y sus millonarios sponsors. Los superhéroes y los inmigrantes ilegales. Halloween y el Día de Acción de Gracias. La Blanca Navidad y el Papá Noel vendido al mejor postor. Las guerras como símbolo de nacionalismo barato. Disney y sus parques de lujo. Los pobres y el sueño de las zapatillas imposibles. Los indígenas olvidados y la bolsa de Wall Street. Los edificios interminables y los desiertos eternos. Los supermercados enormes y las gasolinerías rurales. La venta de armas y las balas perdidas por muertes absurdas. El ying y el yang del país más poderoso del mundo. El del último gran héroe y el idiota americano…
                      
Marcelo De Nicola.-

Canción elegida para la editorial



La magia de Charly, siempre presente


IMPRESIONES SOBRE MADE IN USA


Entonces aquella no era sino la muerte. Lloraba. Toda su humanidad yacía desparramada, desprolija sobre la mesa del bar. Su humanidad era insignificante, casi inexistente. Su yacer cómplice. Yo miraba desde la ausente oscuridad aquel sufrimiento, padre de todos los sufrimientos. Aquellas lágrimas que eran la única lágrima, que dibujaban un camino sobre la mejilla fría del espanto y que desembocarían sobre las grises aguas del Aqueronte. La noche completa se enredaba en su caótica melena y una medialuna furtiva parecía querer pescar a aquellos dos oscuros pececitos que tenía por ojos. Una muerte sin corona. Una muerte de barrio y de café al fondo, agazapada como una pantera herida. Susurraba nombres en todos los idiomas, hombres y mujeres se hacían en los labios mismos de la muerte y algo helado bailaba en mi espalda con cada sonido. Intenté acercarme pero su mano me detuvo delicada pero firme. Con su rostro aun escondido a medias entre la oscuridad y la vergüenza, su voz hablo ausente de todo sentimiento, de toda entonación sugerida. Mi nombre es la palabra sin sonido, un estruendo inacabable que al serlo todo ya no es nada, entonces mi historia no debe ser nunca escuchada. 


Y en un solo movimiento la muerte se levantó y se fue, llenándolo todo de una fría e insoportable ausencia. Será tal vez aquella soledad con la que nos convida la muerte, a la que nos enfrenta a través de la frialdad de lo ausente, el disparador o quizás la excusa de nuestro amigo Jean Luc Godard para entretejer las complejas peripecias que terminarán formando aquel relato sorprendente llamado Made In USA. El film poseerá una fotografía exquisita que se servirá de la estética Pop tanto para su paleta de colores como para la  construcción de sus encuadres. Cada recorte que conforma esta narración será compuesto con la sutileza pictórica y la inteligencia de quien construye una obra maestra. Palpitará la obra de Andy Warhol en aquella coherencia compositiva que se desarrollara a lo largo de este trabajo. El relato será un gran ejercicio de la correcta utilización de las convenciones establecidas bajo la pesada lista de los géneros. La construcción de los personajes así como el conflicto planteado, nos ubicaran rápidamente dentro del cine negro norteamericano clásico. Pero el maestro llevara la obra más allá. Buscará complejidad a través del extraordinario uso de otras herramientas comunicacionales. 


Allí estará el quiebre. Allí la película que creíamos estar viendo se desvanecerá en su esencia, invitándonos, tal como lo hiciera Alicia, a saltar dentro de la madriguera. Caeremos entonces, en un jardín repleto de preguntas, insolente de normas y carentes de toda regla. Se hablará sobre el lenguaje y sus carencias, de su triste traición ante la evocación. Se hablará de la guerra y de la ferocidad de las políticas ejercidas por las grandes potencias para someter al hombre, hambrear a los pueblos y satisfacer así su inagotable ansia de poder. Se hablara con crudeza, aun cuando la película coquetee con cierta tonalidad humorística. Se hablará a cámara rompiendo magistralmente aquella cuarta pared planteada por los teóricos dramaturgos, incluyendo al espectador como un personaje más que interpela a la trama dejando aquella forma pasiva y clásica. El experimento será arriesgado y pondrá en juego lo más preciado que una obra audiovisual posee que no es otra cosa que la atención del público. Seguramente habrá quien se levante abandonando la obra en aquella arriesgada pirueta. Pero también estaremos nosotros, los que decidamos quedarnos y jugar aquel juego, buscando en aquella interminable caída dentro de la oscura madriguera, lo que ya no somos, lo que tal vez alguna vez fuimos: algún sueño que valga la pena.-                       

Lucas Itze.- 

Canción post impresiones


Uno de los temas que suena en el film   



UNIVERSO GODARD

Jean Luc Godard nació en París, el 3 de diciembre de 1930. Vivió sus primeros años en Suiza, país en el cual nacieron sus padres, para trasladarse a París durante su adolescencia, donde estudiaba etnología en la Sorbona. En esta época comienza a descubrir su gran pasión por el cine, frecuenta de continuo la Cinemateca Francesa y los cineclub parisinos. En 1950 empezó a trabajar como crítico cinematográfico en varias revistas, entre ellas Cahiers du Cinéma, en las que utilizaba el seudónimo de Hans Lucas. En esta publicación coincidiría con la plana mayor de la nouvelle vague, es decir, con François Truffaut, Éric Rohmer, Claude Chabrol y Jacques Rivette. Al morir su madre en 1954, se trasladó de nuevo a Suiza donde trabajó como albañil, hecho que sirvió como argumento a su primer documental, Operation Béton

Al regresar a París, mientras seguía trabajando en Cahiers du Cinéma, rodó los cortometrajes Une femme coquette (1955) y Tous les garçons s' apellent Patrick (Los chicos se llaman Patrick) (1957) y le siguió otro llamado Charlotte et son Jules (1960). En el verano de 1959 comenzó el rodaje de su primer largometraje, À bout de souffle sobre un guion de François Truffaut —de quien fue por esos años muy amigo— y con la colaboración de Claude Chabrol. La película, protagonizada por Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg supuso una revolución en la manera de filmar al utilizar técnicas hasta entonces poco ortodoxas, como rodar cámara en mano, utilizar el estilo documental o saltar de un plano a otro. A pesar de no lograr ningún premio en el Festival de Cannes, ganó el Oso de Plata en el Festival de Berlín, así como el Premio Jean Vigo. 


A partir de ese momento llegaría a filmar, muchas veces, más de un film por año. En 1961 filma Una mujer es una mujer, premio especial del jurado en Berlín. En 1962 llegaron Vivir su vida, premiada en Venecia, y Los siete pecados capitales, siete episodios sobre los mismos filmados por otros tantos directores. En 1963 filma junto a Pasolini, Rosselini y Gregoretti, Rogopag, que es también un conjunto de episodios dirigidos por cada uno. También en ese año salieron a la luz Los carabineros, El soldadito y El desprecio, esta última con Brigitte Bardot, Jack Palance y Fritz Lang. En 1964 filma Banda aparte y Las más famosas estafas del mundo, junto a directores como Chabrol y Polanski entre otros y Una mujer casada. En 1965 filma otra película de episodios como Paris visto por… que contó además con la participación de Chabrol, Rohmer, entre otros. Y llegan dos de sus films más reconocidos: Alphaville, que ganó el Oso de Oro en Berlín, y Pierrot, el loco, con una impecable actuación de Jean Paul Belmondo. 


En 1966 llegan Made In Usa, y Masculino, femenino. En 1967 filma, anotá: El oficio más viejo del mundo (un grupo de cineastas filmando episodios sobre la prostitución), Loin Du Vietnam; Dos o tres cosas que yo sé de ella; La Chinoise (Premio del Jurado en Venecia) y Weekend. Luego de este film Godard decidió poner su cine al servicio del movimiento revolucionario que eclosionaba con el Mayo francés y, adherido a la ideología maoísta, abandonó sus métodos de trabajo anteriores. En mayo de 1968 el Festival de Cannes fue suspendido por la interrupción de las proyecciones que hicieron Godard, François Truffaut, Polanski y otros cineastas, en apoyo y solidaridad al movimiento estudiantil y obrero del Mayo francés. Ese año también dirigió One plus One, más tarde titulado Sympathy for the Devil, un documental que no sólo muestra cómo los Rolling Stones van dando forma a esta canción paso a paso, sino que también es un relato simultáneo de dos o tres discursos políticos y estéticos revolucionarios. 

Con el fin de diluir la propia autoría en un colectivo cinematográfico miliante, creó el Grupo Dziga-Vertov, como homenaje al cineasta soviético Dziga Vertov junto al estudiante de Filosofía Jean-Pierre Gorin, la actriz Juliet Berto y la propia Wiazemsky, entre otros, y muchos de sus filmes, que comenzaría a rodar en 16 mm, se nutrirían de influencias del cine de propaganda soviético. En sus propias palabras, eran «películas revolucionarias para audiencias revolucionarias» y se caracterizaron por una gran desconfianza en las imágenes «bellas», en beneficio de un sonido por veces hipertrofiado, y por un discurso netamente marxista, abandonando las historias de ficción para mostrar ensayos fílmicos de gran radicalidad. Gracias a este grupo en el año 1969 salen los documentales: Pravda y Britsh Song. También dirigiría otro film de episodios como Amor y Rabia junto a Bertolucci. Y La gaya ciencia. Siguiendo con el Grupo Dziga-Vertov en 1970 filma: Vladimir y Rosa; Luchas en Italia y El viento del este, esta película constituyó una suerte de manifiesto fundacional del grupo. En 1972 llegan dos documentales: One Paralell Movie y Letter to Jane, donde a partir de una foto de Jane Fonda publicada en L’Express en la que la actriz norteamericana aparece retratada en Hanoi junto a dos vietnamitas, Jean-Luc Godard y Jean-Pierre Gorin denuncian la hipocresía y falsedad de los medios de comunicación de masas. También ese año filma Todo va bien. Por primera vez se toma unos años para volver al filmar y lo hace en 1975 con Número dos

En 1976 filma otro documental, el bélico Aquí y allá. En 1978 filma Comment Ce va? A partir de los 80 vuelve a los documentales y al cine clásico como por ejemplo en Salve quien pueda de 1980, nominada a la Palma de Oro. Pasión en 1982, Nombre: Carmen en 1983 (León de oro en Venecia); y la polémica Yo te saludo, María en 1984. Una de las películas más polémicas del cine europeo de todos los tiempos, por su libre y moderna interpretación del embarazo de la Virgen María. El Papa Juan Pablo II la condenó duramente de forma pública, a su director Jean-Luc Godard le tiraron una tarta a la cara en el Festival de Cannes, y fieles católicos de todo el mundo protestaron delante de muchos de los cines en los que se proyectaba la polémica cinta. 


En 1985 filma Detective, y en 1986 filma Meeting Woody Allen, una charla sobre cine y televisión con el genio neoyorquino. En 1987 filma Cubre tu derecha y participa del film Aria. También vuelve a dirigir a Allen en El Rey Lear y realiza un documental sobre cine llamado Histories du Cinema, con la participación de dos de las actrices francesas del momento como Juliette Binoche, y Julie Delpy. Ya en los 90 filma mucho menos, aparecen Nouvelle Vague con Alain Delon, nominada a la Palma de Oro en Cannes; Alemagne 90; Helas pour moi. En 1995 Forever Mozart. En 2001 llega Elogio del amor, nominada a la Palma de Oro en Cannes. En el medio y luego filmó varios documentales y películas de episodios. En 2004 dirige Nuestra música, en 2010 Film Socialisme. Su último film fue Adiós al lenguaje, del año 2014, con la participación del 3D, algo que viene utilizando bastante en los últimos años. Ganó el Gran Premio del Jurado en Cannes.

FICHA TÉCNICA

Título original: Made in U.S.A. (Made in USA)
Año: 1966
Duración: 90 min.
País: Francia
Dirección: Jean-Luc Godard
Guion: Jean-Luc Godard (Novela: Donald E. Westlake)
Música: Ludwig van Beethoven, Robert Schumann
Fotografía: Raoul Coutard
Reparto: Anna Karina, Jean-Pierre Léaud, László Szabó, Marianne Faithfull, Ernest Menzer, Yves Afonso.

SINOPSIS

Paula Nelson deberá investigar en Atlantic City (Francia) la muerte de su amante, investigación que se presentará peligrosa debido a la atención que ésta consigue despertar entre los mafiosos de la ciudad. Inspirada en el cine negro americano, Godard realiza un ejercicio de intriga de deliberada incoherencia narrativa.

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