SINOPSIS
Polémica película en la que el pionero del Free Cinema
inglés arremete contra la enseñanza superior y hace una sátira violenta y sin
matices de los colegios superiores y del establishment británico.
(FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Y un día reparaste en el texto. Descubriste las terribles ausencias, los imperdonables olvidos. Revisaste cada uno de sus párrafos, leíste nuevamente aquellas monótonas páginas con detenimiento y entonces, la pregunta se clavó en tu mente como el peor de los venenos. ¿Cuál fue el momento en el que dejaste de ser protagonista de tu historia? Desapareciste del texto. Aquel sujeto que solías ser fue devorado con angurria por el predicado de otro, el deseo de otro. Confundiste el límite y el relato se sublevó a tu voluntad. ¿Cuándo ocurrió aquel crimen? ¿Detrás de qué palabras, de qué miradas, entregaste lo único que tenías, tu único tesoro? Ser en función de te permitió fingir cierta soltura, elaborar esa mirada de tipo duro, de bandolerito de callejón que aprendió ciertos trucos que aún conserva. Te permitió hacer propias algunas anécdotas, jurarte ciertos saberes. Te anticipó la dirección de algunos golpes que nunca te llegarían, que nunca te pegarían porque estabas paseando en el relato de otro, absorbido en el sujeto que no eras. ¿Cuál fue el costo de aquella aventura? Creíste ser un tipo inteligente cuando solamente decías un par de cosas ingeniosas y hoy, en la soledad de tu abismo, pagas esa diferencia.
No estar, no ser, te permitió en
definitiva jugar a ser el dios de la aventura de otro, porque después de todo,
que otra cosa es un observador sino una deidad que se prohíbe salir a jugar.
Disfrutaste aquel sillón que te situaba tan alto, bien lejos del fuego cruzado
que propone toda semántica. Pero la pregunta sigue allí, imperturbable, tan
real como ninguna respuesta. Acechándote como una pantera hambrienta. ¿Qué
hubiera pasado si te hubieras limitado a contar tu historia, a transitar aquel
drama con la dignidad de un héroe, con el valor de un tipo que tiene bien en
claro aquello de que si tiene solución es un problema y si no es un destino?
¿Si hubieras entendido aquel límite que entregaste en sacrilegio? Si no
hubieras jugado a comerte el dolor de otro, al sadismo de ser comido por aquel
que soñaste salvar. Si hubieras entendido el precio de aquel alejamiento, de
aquella renuncia de ser. Si hubieras tenido el valor de sentir y el desprecio
por juzgar. Si hubieras aguantado el peso que siempre implica un corazón. Si…
Lucas Itze.-
Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES SOBRE IF…
La mirada se pierde en algún punto oscuro. La mente te traslada a un cúmulo de lugares inconexos que crees que no tienen que ver con tu vida. De pronto los recuerdos empiezan a caer como gotas de agua que golpean sobre tu frente. Las manos te sudan porque sentís esos ruidos molestos qué claman venganza. Fueron bastantes años de vejaciones. Las campanas vuelven a sonar como si la inquisición te llamara. La frustración vuelve a aparecer. Allí, lo que creías que todo iba a ser tan perfecto como natural, se transformó en un infierno. Aunque a decir verdad, fue natural... Era un secreto a voces que los altos mandos siempre pudieron ocultar. Desde siempre la iglesia, ciertos establecimientos escolares y los internados se consideraron como lugares de sanación. Los rebeldes, los exiliados, los descreídos de siempre, iban a parar a esos sitios. Y en nombre de la fe, la educación y la salud se convirtieron en los peores atropellos. Pero nadie jamás se preguntó qué pasaría si alguna vez todo se saliera de control… Si alguien decidiera sacarse el uniforme y empezar a dar batalla. Y llegar a la clásica pregunta ¿Y qué pasa si…? Creemos que Lindsay Anderson y David Sherwin, director y guionista del film If… se hicieron la misma pregunta… Estrenada justamente para la época de un mayo francés del ´68 que nos gritaba que la Revolución había empezado…
La película estará dividida, como si se tratara de una novela, en 8 episodios conformados por un guion lineal. Será una sátira sobre esos típicos colegios británicos y una crítica a esa sociedad burócrata e inoperante. Donde esa burocracia es más importante que la vida de los alumnos, quienes tienen una cadena de mando preestablecida. Los de la enseñanza inferior, serán sirvientes de los de la superior. Veremos los excesos de las autoridades y como poco a poco algunos de los alumnos empezarán a rebelarse. El líder sin dudas será Mike Travis, ese Malcolm McDowell pre Naranja Mecánica en una especie de ensayo para su personaje más icónico, quien ya desde el comienzo esconde ese incipiente bigote antes de afeitarse… en esas miradas empiezan a pasar cosas… La fotografía trabajará tonalidades que pasarán del color, generalmente opaco, a ciertas en escenas en blanco y negro algunas por cuestión económica y otras puramente artísticas. Y hablando de fotografía, serán las que aparecen en los cuartos de Travis y compañía las que nos den un collage de lo que puede pasar. Los íconos del Che Guevara, el indio Gerónimo, Lenin, los soldados de Vietnam y hasta la célebre Marilyn Monroe significarán la revolución que se anhela. El levantarse ante ese contrato establecido. Notaremos también un homenaje a esa célebre película de los años ´30, hablamos de Cero en Conducta del malogrado Jean Vigó. No veremos planos ni encuadres grandilocuentes. El director trabajará la realidad de manera cruda y también lo mezclará con ciertos tintes oníricos donde tendremos que abrir los ojos para determinar qué es lo real y que es lo fantástico.
Denunciará a todo el establishment educativo británico y mostrará
sin mostrar. Anderson abordará la juventud y la masculinidad pedida por la
sociedad mientras se suscitan acosos, superiores que bordean la pedofilia y el
temor hacia los homosexuales, todo frente a nuestros ojos. Será una gran crítica
a esa imagen de esa supuesta Gran Bretaña generadora de todo, como lo decía uno
de los profesores más eminentes. “¿Qué queda si la libertad cae? ¿Quién
muere si la libertad vive?”. Nos pregunta Travis, para finalmente escupir: “¿Cuándo
vivimos? Eso es lo que quiero saber”. Será nuestro anti héroe, un punk antes de la aparición del punk. Un visionario
del No Future que se confirmó
en la década de los ´70. Todas esas preguntas sin respuestas nos llevarán a
una tensión in crescendo, en el que los tres actos aristotélicos se unirán para
qué en el desenlace, explote todo, como en cualquier gran revolución. La lucha
de clases, el autoritarismo reinante y los castigos físicos se transformarán en
un combo que va directo hacia la explosión. Explosión que se da sobre el final,
cuando aparezca ese primer plano de Travis disparando frenéticamente entre
risas, mientras nosotros también hacemos una mueca alegre queriendo creer que la
fantasía se ha transformado en realidad.
Marcelo
De Nicola.-
Canción post impresiones
UNIVERSO ANDERSON
De origen escocés, Lindsay Anderson fue el hijo de un oficial de la armada británica. Nació en Bangalore, al sur de la India, el 17 de abril de 1923 y fue educado en prestigiosos colegios británicos. Ya graduado, Anderson trabajó al final de la Segunda Guerra Mundial como criptógrafo para las Corporaciones de Inteligencia, en el Centro Experimental Inalámbrico en Delhi. En agosto de 1945, Anderson ayudó a colgar una bandera roja en el tejado de la cantina de los Jóvenes Oficiales, a los pies de Annan Parbat, para celebrar la victoria del Partido Laborista en las elecciones generales que habían tenido lugar en el Reino Unido un mes antes, el 5 de julio. El coronel al mando no aprobó esta acción, pero no se tomó ninguna medida disciplinaria contra Anderson ni contra los otros jóvenes oficiales que habían participado en esta acción. Antes de dedicarse a la realización de cine y a la producción teatral, fue un destacado crítico de la revista Sequence (1947-1952), de la que fue cofundador, junto con Gavin Lambert y Karel Reisz. Más tarde también escribió para Sight and Sound del British Film Institute y para el semanario izquierdista New Statesman. Especialmente influyente fue un artículo suyo, "Stand Up, Stand Up", publicado en 1956 en Sight and Sound, en donde atacaba la supuesta búsqueda de objetividad y la falta de compromiso político pretendidos por los críticos cinematográficos de su tiempo. Como productor teatral, tiene en su haber unas 40 producciones, la mayoría para el Royal Court Theatre de Londres. Con algunas apariciones menores como actor, luego empezó su carrera como cineasta con algunos cortos de índole documental hasta que en 1963 lazó su ópera prima El ingenuo salvaje (o El llanto de un ídolo), la historia de una joven estrella de rugby, violento y arrogante, que se enamora de una joven viuda, que le hace una nueva manera de ver las cosas. Su debut logró el aplauso unánime de la crítica, sus actores fueron nominados a los Premios Oscar y la película fue elegida una de las mejores del año por los críticos. En 1967 dirige el mediometraje El autobús blanco, la historia de una joven que vive en Londres y regresa a su pueblo en un autobús de ese color. El film supuso el debut en la pantalla grande de un joven Anthony Hopkins. Luego llegó If… y en 1973 la segunda parte de la trilogía de Travis, esta vez Un hombre de suerte (Oh Lucky Man!), una original y surrealista crítica al capitalismo a través de las aventuras de un joven vendedor de café.
Su siguiente film fue In Celebration de 1975, donde en una ciudad minera de Yorkshire, tres hermanos universitarios vuelven a casa de sus padres proletarios para celebrar su 40 aniversario de boda, pero oscuros secretos les aguardan... Con Brian Cox como protagonista. Cierra la trilogía de Mick Travis en 1983 con Hospital Britannia donde Malcolm McDowell es un periodista que comienza un documental sobre un hospital. Su último film fue Las ballenas de agosto, que cuenta la vida de dos amigas de más de 80 años que van sufriendo los problemas de su edad y lo llevan de diferente manera.
Para el film contó con dos de las
grandes estrellas de la época dorada de Hollywood, la mítica Bette Davis (casi 80 años, actriz de
Eva al desnudo, Que pasó con Baby Jane, La loba o Jezabel) y la icónica Lilian Gish (94 años, actriz de Intolerancia,
El nacimiento de una nación, Pimpollos rotos, El viento, Duelo al sol, El
cazador…, quien es la actriz con la carrera cinematográfica más larga de la
historia hasta el momento, 75 años). Bette Davis murió en 1989, Lilian Gish en
1993, poco antes de cumplir 100 años y Lindsay Anderson se unió a ellas el 30
de agosto de 1994, mientras estaba en Francia, tras un infarto agudo de
miocardio. Tenía 71 años.
FICHA
TÉCNICA
Título original: If....
Año: 1968
Duración: 111 min.
País: Reino Unido
Dirección: Lindsay
Anderson
Guion: David Sherwin
Música: Marc Wilkinson
Fotografía: Miroslav Ondricek
Reparto:
Malcolm McDowell, David Wood, Richard Warwick, Robert Swann, Christine Noonan, Mona
Washbourne
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