EDITORIAL
Cuando dios me olvide, me
llevará la noche mansamente. Se irán mis colores en aquel degrade lento de
sombras hambrientas, y la tierra brindará con mi sangre y apoyará su
polvoriento cáliz de madera sobre el sucio mantel que vestirá la mesa ultima de
aquel banquete pagano. Caminaré descalzo, limpiando mi cuerpo de toda
existencia. Oiré viejas muertes acercase en jauría, feroces como lobos al
servicio de los caprichos de la luna, eficaces como la arena brutal del tiempo.
Caminaré tantas cuadras olvidando mi nombre, defendiendo el de ustedes con el
último sudor. Pesaran en mis hombros todo aquello que no hice y arderá en mi
legua cada silencio que calle.
Se llevará el olvido las mañanas, sus maños
pequeñas aun, las mansas orillas del rio acariciando nuestros pies. Caminaré y
en cada paso la noche se hará más densa y ya no habrá verbo que conjugar.
Abrázame fuerte, que tengo miedo, el olvido me espera en cualquier rincón.
Ahora entiendo el temor de aquellas palabras que nos dijimos hace tanto tiempo,
aquellas palabras que parecían tan ingenuas y que se perfumaron de ternura en
tus labios. Ahora entiendo lo abrumador que puede ser un “te amo” en aquel
lúgubre recorrido hacia el amanecer de una vida sin mí.-
Lucas Itze.-
Canción elegida para la
editorial
Uno de los temas que suena
en el film
IMPRESIONES
SOBRE MI VIDA SIN MI
Un pasillo como antesala
de un templado túnel. Azulejos de colores claros se multiplican en las paredes.
Puertas que se abren y se cierran. Ruidos que terminan con la calma de un
domingo de lluvia. Ya las gotas no se sienten. Apenas se oye el letargo de algunas
sirenas dispuestas a destruir cada atisbo de silencio. Las voces empiezan a
anunciar palabras inentendibles. Los sentidos empiezan a ausentarse. La música
empieza a apagarse lentamente. Un final se aproxima. Los recuerdos pasarán como
si alguien hubiese apretado play para comenzar la película. Será el último
suspiro. La batalla culminará sin darnos cuenta. Desaparecerán los colores y la
luz blanca será el inicio del túnel al que no queremos llegar. Y todo,
absolutamente todo, será un fondo blanco como un papel... Como así de blanco
será el inicio del film de Isabel Coixet,
Mi vida sin mí, basado en el relato Pretending
the bed is a raft (Simulando que la cama es una canoa) de Nanci Kincaid, mientras se escuchan
gotas de lluvia de fondo. Porque desde un primer momento, sabemos lo que va a
pasar. Porque ese fondo, nos indica el final del túnel. Porque esa lluvia, nos
muestra que Ann, la protagonista del film, está más viva que nunca.
Coixet nos
irá contando la vida de esa jóven a partir de una actuación enorme de Sarah Polley. Ella vive en Canadá, pero
las circunstancias en las que ha vivido, no le han permitido disfrutar su vida.
Madre casi adolescente, con 23 años vive con sus dos hijas y su marido en una
casa rodante detrás de la vivienda de su madre, un ser un tanto particular
enojada con la vida. Con su padre preso, ella se dedica a trabajar como
empleada de limpieza por la noche en una universidad y a cuidar de sus hijas,
mientras Don, su esposo, intenta ganarse la vida como puede. En el principio del
film, llegará la noticia que hará girar la curva dramática del personaje. Luego
de algunos desmayos, Ann irá al hospital, y tras varios chequeos, recibirá la
peor noticia posible: tiene cáncer, y le quedan dos meses de vida. Al revés de
lo que quizás cualquiera de nosotros haría, Ann lo tomará con una naturalidad
asombrosa, guardará su secreto para no herir a nadie y elaborará diez cosas que
quisiera hacer antes de morir, entre las que encontraremos algunas tan
disímiles como ir a la manicura, visitar a su padre en la cárcel, o sentirse
enamorada de otro hombre.
La directora decidirá contar la historia con unos
primeros planos que nos llevarán a ser testigos directos de lo que le sucede a
la protagonista. Los encuadres estarán trabajados de forma exquisita, como en
ese comienzo con la lluvia mojando la cara de ella. La fotografía utilizará
mayoritariamente el color rojo, ya que este predomina, y lo podemos ver desde
en su auto hasta las pequeñas cortinas donde ella vive. Ese rojo será el
despertar, no de la pasión, sino de la vida, y el contraste será justamente ese
frío color azul que veremos en la sala del hospital, donde ella recibirá la más
triste noticia. La banda musical será una protagonista más del film. Habrá
escenas realmente hermosas, como ese supermercado que nos remitirá a Bjork en
Bailarina en la oscuridad y otras que estrujarán el corazón, como cuando el
médico le dice que no puede mirarla a los ojos, mientras una lágrima rueda por
su mejilla. Ella encontrará en Lee otro amor, distinto, al que siente por Don.
No entraremos con el dedo acusador si ella actúa mal o bien. Los silencios,
hablarán más que las palabras. Los dos se saben presos de una relación
imposible. Él, porque sabe que ella tiene una familia. Ella, porque sabe que se
va a morir.
Quizás muchos se pregunten porque no hizo esas cosas antes. Porque
el ser humano, mis queridos amigos, suele ser preso de su cobardía, y se aferra
al famoso dicho, mañana será otro día. Aunque todos sabemos que no siempre eso
es lo que nos espera, como el perseguir esos sueños que a Ann se le escurrieron
demasiado rápido. Y ahí está la moraleja que nos intenta dejar Coixet, vivir la
vida hoy, antes que sea demasiado tarde. Nosotros seguiremos la de Ann sabiendo
ese final. Tendremos en los personajes secundarios justamente eso, extras que
serán los partícipes de su vida, pero que, al fin y al cabo, no podrán cambiar
ese destino. Ni su marido, ni su madre, ni su amante, ni sus propias hijas. El
nombre del título, remite a ella, pero también a Lee, porque su vida sin ella,
pierde sentido, ya que en poco tiempo, se convirtió en una parte de él. A pesar
de su semblante triste, el guion nos deja unos momentos irónicos, para calmar
esa amargura, y sacarnos al menos una sonrisa, que al final de todo, no será
más que una simple máscara.
Marcelo De Nicola.-
Canción post impresiones
Otro de los temas del film
UNIVERSO
COIXET
Nacida en Barcelona, Isabel
Coixet estudió Historia Contemporánea en Barcelona, pero fue su trabajo como
periodista en la revista Fotograma
la que la hizo acercarse al mundo del cine.
Su primer corto fue
titulado Mira y verás y fue rodado
en el año 1984. Con solo 24 años rueda su primer largo en 1988: Demasiado viejo para morir joven. La
historia de dos amigos que se ganan la vida como pueden, siendo mensajero y
taxista, respectivamente.
En 1996, ochos años
después viaja a Estados Unidos para realizar su segundo film: Cosas que nunca te dije, una historia
de amor que tuvo excelentes críticas y fue elegida la mejor película española
del año.
Dos años después se
interna en el Siglo XVII para filmar A
los que aman, otro drama romántico que no tuvo el mismo suceso que el film
anterior.
En 2003 dirige el
documental Viaje al corazón de la
tortura, donde la directora se dirige a diferentes países para entrevistar
a víctimas de la tortura.
Ese año dirige Mi vida sin mí, la historia de una
joven con una enfermedad terminal que decide elaborar una lista de las cosas
que quería hacer antes de morir. El film tuvo excelentes críticas en todo el
mundo.
En 2004 participa en el
documental Hay Motivo, sobre una
crítica al Partido Popular español y luego filma La Vida secreta de las palabras, film que trabajamos anteriormente.
En 2006 forma parte del
homenaje a Paris en Paris Je T´aime
y un año después rueda otro documental titulado Invisibles, junto Wim Wenders, Fernando de Aranoa, entre otros. El
segmento de Coixet habla sobre el Mal de
Chagas.
Vuelve a la ficción en
2008 cuando filma Elegy, con Ben
Kingley y Penélope Cruz, volviendo nuevamente al amor, esta vez entre un
profesor y una alumna.
Su amor por Japón la lleva
a filmar en 2009 Mapa de los sonidos de
Tokio, acerca de una asesina a sueldo interpretada por Rinko Kikuchi.
En 2010 vuelve al
documental al hacer un corto titulado Aral,
el mar perdido, sobre el cada vez más desierto mar de Aral.
Sigue con documentales en
los años siguientes, primero con Escuchando
al Juez Garzón, en una entrevista al juez hecha por un periodista, y luego
con Marea Blanca, sobre unos
trabajadores que fueron a limpiar vertidos tóxicos que dejó un petrolero
hundido.
En 2013 dirige Mi otro yo, un thriller sobre una chica
que es perseguida por otra que tiene sus rasgos idénticos, y además quiere
apropiarse de su propia vida.
También dirige Ayer no termina nunca, un film ubicado
en una España hundida en crisis y el reencuentro de una pareja cinco años
después de perder a su hijo por una negligencia hospitalaria por culpa de los
recortes.
En 2014 filma Aprendiendo a conducir, la historia de
una mujer en crisis matrimonial y decide sacar su carnet de conducir. Su
profesor, es un hindú que está con los mismos problemas que ella…
Este año se estrena su
último film: Nadie quiere la noche,
donde una mujer rica va al Polo Norte para encontrarse con su marido explorador
y la acompaña una humilde esquimal. Ambas tendrán que unirse para sobrevivir a
las bajar temperaturas. Con Juliette Binoche y Rinko Kikuchi.
Isabel Coixet, siempre
interesada en rodar documentales para denunciar aquello con lo que no está
conforme o para dar voz a sus protagonistas, rueda a finales de 2014 en el Chad
un documental narrado por Juliette Binoche que lleva el título de Talking about Rose. Prisoner of Hissène Habré. La pieza
relata la experiencia de un grupo de víctimas de la tortura en su lucha por
llevar al exdictador de Chad frente a la justicia, esfuerzo liderado por el
abogado especializado en derechos humanos estadounidense Reed Brody.
Durante 2015 y 2016,
Isabel Coixet dirige el proyecto Spain
in a Day, la versión española del proyecto de crowdsourcing documental
producido por Mediapro que pretende retratar la realidad de un país reflejada
por cientos de vídeos domésticos grabados durante un mismo día y que ha tenido
como precedentes directos Britain in a Day e Italy in a Day. En el caso de
Spain in a Day, los vídeos se grabaron durante el 24 de octubre de 2015 por
miles de voluntarios.
Su próximo proyecto, que
se estrenará en noviembre de 2017, se titula The Bookshop (La librería) y es una adaptación cinematográfica de
la novela de Penelope Fitzgerald del mismo nombre. La película se sitúa en un
pequeño pueblo de la Inglaterra de 1959, donde una mujer decide, en contra de la
educada pero implacable oposición vecinal, abrir la primera librería que haya
habido nunca en esa zona.
La canción que cantaba Ann…
FICHA
TÉCNICA
Título original: Mi vida
sin mí (My Life Without Me)
Año: 2003
Duración: 106 min.
País: España
Dirección: Isabel Coixet
Guion: Isabel Coixet
(Cuento: Nanci Kincaid)
Música: Alfonso de
Vilallonga
Fotografía: Jean Claude
Larrieu
Reparto: Sarah Polley, Scott Speedman, Mark Ruffalo, Amanda Plummer,
Leonor Watling, Deborah Harry, Maria de Medeiros, Alfred Molina.
SINOPSIS
Ann tiene 23 años, dos
hijas, un marido que pasa más tiempo en paro que trabajando, una madre que odia
al mundo, un padre que lleva 10 años en la cárcel, un trabajo como limpiadora
nocturna en una universidad a la que nunca podrá asistir durante el día... Vive
en una caravana en el jardín de su madre, en las afueras de Vancouver. Esta
existencia gris cambia completamente tras un reconocimiento médico. Desde ese
día, paradójicamente, Ann descubre un inusual placer de vivir, guiada por un
impulso vital: elaborar una lista de cosas que quiere hacer antes de morir.
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