Programa 66 (25-07-2014)
EDITORIAL
Gritos, llantos, de repente, un
fuerte golpe te deja en el piso, semi inconsciente. Unos cuantos minutos
después, volvés a la dura realidad. Tu madre sigue cocinando, tu padre, con una
botella de cerveza en la mano y el control remoto en la otra, te ignora.
Te levantas como podes,
tratando de hacer el menor ruido posible. En tu cabeza sólo hay una idea:
escaparse. Pero el miedo, como a muchos de nosotros nos ha pasado, no te deja
avanzar. Y quedas otra vez paralizado ante la alcohólica mirada de tu padre.
Tratas de empezar a recordar
porqué esta vez fuiste castigado. De repente notas una mancha de sangre en el
uniforme escolar. Te das cuenta que volviste a ser vencido en un combate entre
compañeros de colegio, y eso, a tu padre, lo enfurece. Piensa que sólo eres
alguien que no se deja respetar, como cree, el sí lo hace.
Es hora de la cena, tratas de
terminar lo antes posible para ir a la habitación, donde nuevamente
resplandecerán esos hermosos sueños donde ahí si sos el héroe y te quedas con
la chica más linda de la clase.
De fondo, la música es la misma
de siempre, gemidos, llantos, gritos y golpes se entremezclan en una especie de
rock psicodélico. El sueño te vence. Y es lo mejor que te pasa en el día.
Un nuevo día, con el alma
ultrajada te dirigís una vez más a esa especie de cárcel para niños. Sufrís
otra vez las mismas bromas pesadas, alcanzas a notar la leve sonrisa de tus
compañeras, ansiás convertirte en un ángel y desaparecer para siempre. Pero
tenes algo porque reírte, porque brindar. Es el último día. Quizás, es el
momento ideal para que cambie todo.
10 años después… La furia se
hizo carne en vos. Con la mano derecha manipulas un arma que se bambolea de acá
para allá, como en una hermosa danza árabe. Mientras sentís llantos
desconsolados recordas como llegaste a esto. Ahí es cuando vuelve la imagen de
tu viejo, a quien en algún momento le robaste el arma y escapaste en busca de
nuevos desafíos. No supiste más nada de ellos. Tampoco te interesaba, la
verdad.
Encontraste en un viejo
callejón gente que tenía los mismos problemas, ignorados por la sociedad,
intentando reconstruir sus sueños. Y de repente, sentiste el poder que nunca
tuviste. Encontraste ese gen que te habían arrancado de chico. Y fuiste por
más, mucho más. Y cuando el hombre tiene poder, puede obtener cualquier cosa. Y
cuanto más tenes, más querés, como si fuera una ciencia exacta.
Ahora volves a la realidad,
miras hacia tú alrededor, y solo ves cuerpos y sangre por todos lados.
Decidiste quedarte con el lado salvaje y vengarte de todo lo que te hizo mal.
De repente, decidís también vengarte de tu propia vida, esa que nunca
terminaste de disfrutar. El gatillo resuena en el silencio más profundo, más
terrorífico, finalmente fatal. Quizás en otro lado encontrarás algo de
justicia, y, porque no, algo de paz. Buscarás la libertad, beberás los acordes
más hermosos de los vientos, y sentirás, de una vez por todas, que habrás
atravesado La Ola…
Marcelo De Nicola
Canción elegida para la
Editorial
IMPRESIONES PARA LA OLA
La
Ola arranca con todo, un hombre de unos 40 años escuchando el ramonero Rock and
Roll High School en el auto cantando a todo lo que da, y luego ingresando con
la remera de su banda favorita al establecimiento donde trabaja. Ahí nos
enteraremos que da clases de historia, y por lo menos a mí, ya me cae bien de
entrada.
Lo
que Dennis Gansel (guionista junto a
Peter Thorwarth), director del film logra, es que el público, o al menos
nosotros como público, nos metamos de lleno a medida que se van sucediendo las
situaciones, y vamos viendo florecer diferentes actitudes, sobre todo cuando
los alumnos, van acercándose a la antesala de un Nacional Socialismo que muchos
creían pensar que nunca más aparecería.
Porque
lo que empezó como un juego, rápidamente se transformó en una ola (justamente
como el nombre de la película) de cambios de actitud, desigualdad, competencia
hasta llegar al límite de la violencia.
El
filme, basado en un experimento californiano de los años 60, nos va a llevar a
una estructura claramente lineal, donde por momentos algunas escenas con ritmo
de videoclip de MTV, hacen que de repente suba su intensidad, cosa que no creo
que haya sido una buena elección. La excelente y cuidada fotografía de Torsten Breuer y la buena banda sonora de Heiko
Maile, ayudarán claramente al film.
El
trabajo actoral es bastante interesante, más teniendo en cuenta que son los
típicos estereotipos de adolescentes (la inteligente, el olvidado, la rebelde,
el inmigrante, etc), donde destaca la muy buena actuación de Jürgen Vogel, en el papel de Rainer Wenger, el
profesor.
La
historia te va llevando sin pausa, mientras uno se va sumergiendo en la vida de
cada uno de los personajes.
Pero
todo no va sobre ruedas, ya que encontramos algunos puntos flojos que quizás le
restarían algún que otro punto. Uno de los más precisos es haber profundizado
más en la historia de los estudiantes (sobre todo Tim y el conflicto familiar
en el que se ve envuelto, que no queda del todo claro).
El
final es algo predecible, y de mi parte, con el disparo final de Tim no había
más nada que mostrar… Por último, la duración del conflicto es otro de los
temas polémicos, ya que creemos que una semana es poco para que se cambie tan
drásticamente todo, aunque también eso lo notamos en el film anteriormente
trabajado aquí, hablamos de El Experimento.
A
modo de reflexión, Gansel nos invita a pensar que todos somos influenciables,
no importa en el país que vivamos ni las condiciones sociales en las que
estemos. Nos hace preguntarnos, si una persona, desde su lugar de profesor de
una escuela, logra convencer a sus alumnos con una total facilidad, que es lo
que pasaría si ese mensaje vendría desde las más altas esferas gubernamentales.
Desde siempre las dictaduras se manejaron desde los lugares más siniestros y
oscuros, llevándose todo por delante, incluso la vida de miles de personas.
Hoy,
en el mundo, es una época difícil. Cuesta creer cuando uno ve por la tele como
derriban aviones en Ucrania, como el gobierno ruso decide que hacer o dejar de
hacer con un país vecino, y ni hablar como miles de palestinos están siendo
masacrados por las fuerzas armadas de Israel, con la complicidad, como siempre,
de los Estados Unidos. Y a los que ellos llaman guerra, cuando sin embargo, del
otro lado, sólo quieren defender ese pequeño pedazo de tierra que les dejaron…
Lamentablemente,
esto va a seguir pasando, mientras la industria del miedo y el poder siga
sumando dinero y víctimas, esperamos alguna vez derribar para siempre a esos
que hacen un mundo peor y de enfrentarnos a esos seres siniestros, es tiempo de
aplastar a Mal Bicho que sigue riéndose de nosotros…
Marcelo
De Nicola
Canción post Análisis
Y porque somos rebeldes, sonó esto
Y nos fuimos al palo con los Ramones
FICHA TÉCNICA
Título
original: Die Welle
Año:
2008
Duración:
110 min.
País: Alemania
Director: Dennis Gansel
Guión: Dennis Gansel, Peter
Thorwarth (Novela: Todd Strasser)
Música:
Heiko Maile
Fotografía:
Torsten Breuer
Reparto:
Jürgen Vogel, Frederick Lau, Jennifer Ulrich, Max Riemelt, Christiane Paul,
Elyas M'Barek, Jacob Matschenz, Cristina Do Rego, Maximilian Mauff, Maximilian
Vollmar, Ferdinand Schmidt-Modrow, Tim Oliver Schultz, Amelie Kiefer, Fabian
Preger, Odine Johne
Sinopsis
En
Alemania, durante la semana de proyectos, al profesor de instituto Rainer
Wenger (Jürgen Vogel) se le ocurre hacer un experimento para explicar a sus
alumnos el funcionamiento de un régimen totalitario. En apenas unos días, lo
que parecía una prueba inócua basada en la disciplina y el sentimiento de
comunidad va derivando hacia una situación sobre la que el profesor pierde todo
control.
Trailer
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