Programa 56 (16-05-2014)
EDITORIAL
¿Cuándo
dejaremos de naturalizar esta absurda y mentirosa idea de la civilización? Me
niego a llamarlo de esta manera por las raíces despojadas de su tierra, por los
océanos, que ahora son más de lágrima y mugre que de agua. Porque en este
lugar, las únicas montañas que veo son de concreto y en ellas crecen pobres victimas
alienadas. Son rocas, que pudiendo evitarlo, se dejan dinamitar y regalan los
metales preciosos que llevan dentro. Olvidando sus doradas capacidades dejan correr
su vida con ríos de carcajadas artificiales y llorando monedas de 5 centavos.
Esta es la civilización que nos regalaron en nombre de Dios. ¿y quiénes serán
capaz de refutar eso? ¿Cómo romper con una idea que esta tan arraigada y sujeta
en lo más profundo de nuestras conciencia colectiva? ¿Cómo triunfa la vida ante
un rifle cargado y validado por la máxima autoridad? Sera cuestión de empezar a
aceptar que nos equivocamos y aprender de ello. De buscar hacia atrás
confesiones que sirvan para comenzar a construir, de una vez por todas, cosas a
favor de la vida.
La siguiente cita puede servir como ejemplo:
En
Cuzco en el 1589, el último sobreviviente de los conquistadores originales del
Perú, Don Mancio Serra de Leguisamo, escribió en el preámbulo de su testamento
lo siguiente:
“Encontramos
estos reinos en tal buen orden, y decían que los incas los gobernaban en tal
sabia manera que entre ellos no había un ladrón, ni un vicioso, ni tampoco un
adultero, ni tampoco se admitía entre ellos a una mala mujer, ni había personas
inmorales. Los hombres tienen ocupaciones útiles y honestas. Las tierras,
bosques, minas, pastos, casas y todas las clases de productos eran
regularizadas y distribuidas de tal manera que cada uno conocía su propiedad
sin que otra persona la tomara o la ocupara, ni había demandas respecto a
ello... el motivo que me obliga a hacer estas declaraciones es la liberación de
mi conciencia, ya que me encuentro a mí mismo culpable. Porque hemos destruido
con nuestro malvado ejemplo, las personas que tenían tal gobierno que era
disfrutado por sus nativos. Eran tan libres del encarcelamiento o de los
crímenes o los excesos, hombres y mujeres por igual, que el indio que tenía
100,000 pesos de valor en oro y plata en su casa, la dejaba abierta meramente dejando
un pequeño palo contra la puerta, como señal de que su amo estaba fuera. Con
eso, de acuerdo a sus costumbres, ninguno podía entrar o llevarse algo que
estuviera allí. Cuando vieron que pusimos cerraduras y llaves en nuestras
puertas, supusieron que era por miedo a ellos, que tal vez no nos matarían,
pero no porque creyeran que alguno pudiera robar la propiedad del otro. Así que
cuando descubrieron que teníamos ladrones entre nosotros, y hombres que
buscaban hacer que sus hijas cometieran pecados, nos despreciaron.”
Creo
que en este tipo de actitudes es en donde se encuentra Dios. Creo en seguir en
esa dirección, cultivando sonrisas, conquistando corazones, creyendo en
aquellos ojos sinceros e inocentes. Cosechando los frutos de estar rodeado con
las personas adecuadas. Sé que mi aldea es adepta a esas mismas creencias y los
que habitan allí todavía saben regalarse cielos y hasta construirlos. Las
puertas estarán abiertas dentro de este mundo en el que hay quienes sufren y
son víctimas mientras que otros disfrutan del poder de la Ira de Dios….
Alan
Beneitez
Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES SOBRE AGUIRRE,
LA IRA DE DIOS
“Gimen
los pies maltratados, la fe permanece sorda” escribió alguna vez el
gran Nicomendes Santa Cruz. En esas palabras escuchamos todavía el ruido a
cadenas arrastrándose sobre las plantas de un frondoso bosque. Todavía
escuchamos la palabra de dios esclavizando almas, justificando el dolor,
sirviendo un banquete repleto de muerte y miseria. Vemos la sangre derramada
sobre aquella tierra donde antes crecían flores. Vemos culturas devastadas y
oímos al viento quejarse en un silbido atroz, recordándonos eso de que el
hombre es el lobo del hombre. Descubrimos en todo aquello la mano de la
ambición, que como un fuego lleno de rabia devasta todo a su alrededor. Será la
ambición la fuerza que movilice al personaje de Aguirre, protagonista del film
de Herzog.
El mismo protagonista se definirá como “la ira de dios” y aclarará
en un pequeño monólogo que si su deseo es que los pájaros caigan de los
árboles, los pájaros caerán. Y el film no se privará de mostrarlo. El primer pájaro
será la corona que lo llevo a esas tierras, luego seguirá el mismo Pizarro y
continuará con cuanto hombre se interponga en su paso. La película contará con
una puesta en escena que muchas veces nos dará la impresión de estar frente a
un documental.
Trabajará con locaciones naturales lo que sumará de manera
invaluable al dramatismo del relato. La puesta de cámaras estará supeditada a
este irregular escenario lo que forzará algunas de las composiciones de planos.
Lejos de detenerse frente a este contratiempo, Herzog lo utiliza dramáticamente
logrando en el espectador la construcción de un verosímil sólido, recreando un mundo vivo y tan salvaje
como la ira del propio Aguirre.
Sentiremos el ahogo que genera aquella selva
interminable, transitaremos el desánimo de los personajes al no ver luz al
final del camino. El futuro de aquella expedición, representado quizás por el
personaje de la hija del protagonista, morirá junto con ella cuando una flecha
arrojada desde la nada atraviese su joven cuerpo. Será el triunfo de la selva. Será el triunfo
del sometido sobre la tiranía y el aniquilamiento colonialista. Y lo
disfrutaremos. Veremos alejarse aquella balsa derrotada, vacía por la misma
muerte que quienes la tripulaban querían imponer. Será aquella balsa vacía, una
metáfora de la victoria peruana, una bella metáfora dentro de un poema más
grande soñado por quienes hoy forman esta mesa, un poema salvaje y
revolucionario que nos hable de aquella patria grande, que nos hable de América
Latina.-
Lucas
Itze.-
Canción post análisis
Divididos nos dejó esta historia
También seguimos esperando fumar de la pipa de la paz
Y nos fuimos, esperando saber a donde estará la libertad...
FICHA TÉCNICA
Título
original: Aguirre der Zorn Gottes
Año:
1972
Duración:
94 min.
País:
Alemania del Oeste
Director: Werner Herzog
Guión: Werner Herzog
Música:
Popol Vuh
Fotografía:
Thomas Mauch
Reparto:
Klaus Kinski, Helena Rojo, Del Negro, Ruy Guerra, Peter Berling, Cecilia
Rivera, Dany Ades, Armando Polanah
Argumento
Siglo
XVI. Los soldados Españoles a las ordenes Don Gonzalo de Pizarro prosiguen su
destructor paso por Sudamérica, ordenando la conquista de El Dorado, y le da el
comando de la misión a Pedro de Arzúa. Luego de pasar por ríos del Amazonas, la
expedición se encuentra exhausta debido a los insectos, la maleza y el barro
que hacen cada vez más difícil la misión. Es entonces cuando aparece Aguirre,
quien toma el mando, y manda a asesinar a Arzúa, y dejando como líder a
Fernando de Guzmán.
La
locura por tener más riqueza y poder, hace que Aguirre descargue su ira con
todos, y con su tropa perdida en un Amazonas sin poder retornar, dando vueltas
en una balsa que desarma poco a poco, quedando a merced no sólo de los
indígenas, sino también de las enfermedades y el hambre…
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