martes, 15 de julio de 2014

AGUIRRE, LA IRA DE DIOS - AGUIRRE DER ZORN GOTTES

Programa 56 (16-05-2014)


EDITORIAL

¿Cuándo dejaremos de naturalizar esta absurda y mentirosa idea de la civilización? Me niego a llamarlo de esta manera por las raíces despojadas de su tierra, por los océanos, que ahora son más de lágrima y mugre que de agua. Porque en este lugar, las únicas montañas que veo son de concreto y en ellas crecen pobres victimas alienadas. Son rocas, que pudiendo evitarlo, se dejan dinamitar y regalan los metales preciosos que llevan dentro. Olvidando sus doradas capacidades dejan correr su vida con ríos de carcajadas artificiales y llorando monedas de 5 centavos. Esta es la civilización que nos regalaron en nombre de Dios. ¿y quiénes serán capaz de refutar eso? ¿Cómo romper con una idea que esta tan arraigada y sujeta en lo más profundo de nuestras conciencia colectiva? ¿Cómo triunfa la vida ante un rifle cargado y validado por la máxima autoridad? Sera cuestión de empezar a aceptar que nos equivocamos y aprender de ello. De buscar hacia atrás confesiones que sirvan para comenzar a construir, de una vez por todas, cosas a favor de la vida. 


La siguiente cita puede servir como ejemplo:
En Cuzco en el 1589, el último sobreviviente de los conquistadores originales del Perú, Don Mancio Serra de Leguisamo, escribió en el preámbulo de su testamento lo siguiente:
“Encontramos estos reinos en tal buen orden, y decían que los incas los gobernaban en tal sabia manera que entre ellos no había un ladrón, ni un vicioso, ni tampoco un adultero, ni tampoco se admitía entre ellos a una mala mujer, ni había personas inmorales. Los hombres tienen ocupaciones útiles y honestas. Las tierras, bosques, minas, pastos, casas y todas las clases de productos eran regularizadas y distribuidas de tal manera que cada uno conocía su propiedad sin que otra persona la tomara o la ocupara, ni había demandas respecto a ello... el motivo que me obliga a hacer estas declaraciones es la liberación de mi conciencia, ya que me encuentro a mí mismo culpable. Porque hemos destruido con nuestro malvado ejemplo, las personas que tenían tal gobierno que era disfrutado por sus nativos. Eran tan libres del encarcelamiento o de los crímenes o los excesos, hombres y mujeres por igual, que el indio que tenía 100,000 pesos de valor en oro y plata en su casa, la dejaba abierta meramente dejando un pequeño palo contra la puerta, como señal de que su amo estaba fuera. Con eso, de acuerdo a sus costumbres, ninguno podía entrar o llevarse algo que estuviera allí. Cuando vieron que pusimos cerraduras y llaves en nuestras puertas, supusieron que era por miedo a ellos, que tal vez no nos matarían, pero no porque creyeran que alguno pudiera robar la propiedad del otro. Así que cuando descubrieron que teníamos ladrones entre nosotros, y hombres que buscaban hacer que sus hijas cometieran pecados, nos despreciaron.”
Creo que en este tipo de actitudes es en donde se encuentra Dios. Creo en seguir en esa dirección, cultivando sonrisas, conquistando corazones, creyendo en aquellos ojos sinceros e inocentes. Cosechando los frutos de estar rodeado con las personas adecuadas. Sé que mi aldea es adepta a esas mismas creencias y los que habitan allí todavía saben regalarse cielos y hasta construirlos. Las puertas estarán abiertas dentro de este mundo en el que hay quienes sufren y son víctimas mientras que otros disfrutan del poder de la Ira de Dios….

Alan Beneitez

Canción elegida para la editorial


IMPRESIONES SOBRE AGUIRRE, LA IRA DE DIOS


Gimen los pies maltratados, la fe permanece sorda” escribió alguna vez el gran Nicomendes Santa Cruz. En esas palabras escuchamos todavía el ruido a cadenas arrastrándose sobre las plantas de un frondoso bosque. Todavía escuchamos la palabra de dios esclavizando almas, justificando el dolor, sirviendo un banquete repleto de muerte y miseria. Vemos la sangre derramada sobre aquella tierra donde antes crecían flores. Vemos culturas devastadas y oímos al viento quejarse en un silbido atroz, recordándonos eso de que el hombre es el lobo del hombre. Descubrimos en todo aquello la mano de la ambición, que como un fuego lleno de rabia devasta todo a su alrededor. Será la ambición la fuerza que movilice al personaje de Aguirre, protagonista del film de Herzog.


El mismo protagonista se definirá como “la ira de dios” y aclarará en un pequeño monólogo que si su deseo es que los pájaros caigan de los árboles, los pájaros caerán. Y el film no se privará de mostrarlo. El primer pájaro será la corona que lo llevo a esas tierras, luego seguirá el mismo Pizarro y continuará con cuanto hombre se interponga en su paso. La película contará con una puesta en escena que muchas veces nos dará la impresión de estar frente a un documental.
Trabajará con locaciones naturales lo que sumará de manera invaluable al dramatismo del relato. La puesta de cámaras estará supeditada a este irregular escenario lo que forzará algunas de las composiciones de planos. Lejos de detenerse frente a este contratiempo, Herzog lo utiliza dramáticamente logrando en el espectador la construcción de un verosímil  sólido, recreando un mundo vivo y tan salvaje como la ira del propio Aguirre. 


Sentiremos el ahogo que genera aquella selva interminable, transitaremos el desánimo de los personajes al no ver luz al final del camino. El futuro de aquella expedición, representado quizás por el personaje de la hija del protagonista, morirá junto con ella cuando una flecha arrojada desde la nada atraviese su joven cuerpo. Será el triunfo de la selva. Será el triunfo del sometido sobre la tiranía y el aniquilamiento colonialista. Y lo disfrutaremos. Veremos alejarse aquella balsa derrotada, vacía por la misma muerte que quienes la tripulaban querían imponer. Será aquella balsa vacía, una metáfora de la victoria peruana, una bella metáfora dentro de un poema más grande soñado por quienes hoy forman esta mesa, un poema salvaje y revolucionario que nos hable de aquella patria grande, que nos hable de América Latina.- 

Lucas Itze.- 

Canción post análisis


Divididos nos dejó esta historia


También seguimos esperando fumar de la pipa de la paz


Y nos fuimos, esperando saber a donde estará la libertad...

      
FICHA TÉCNICA

Título original: Aguirre der Zorn Gottes
Año: 1972
Duración: 94 min.
País: Alemania del Oeste
Director: Werner Herzog
Guión: Werner Herzog
Música: Popol Vuh
Fotografía: Thomas Mauch
Reparto: Klaus Kinski, Helena Rojo, Del Negro, Ruy Guerra, Peter Berling, Cecilia Rivera, Dany Ades, Armando Polanah

Argumento

Siglo XVI. Los soldados Españoles a las ordenes Don Gonzalo de Pizarro prosiguen su destructor paso por Sudamérica, ordenando la conquista de El Dorado, y le da el comando de la misión a Pedro de Arzúa. Luego de pasar por ríos del Amazonas, la expedición se encuentra exhausta debido a los insectos, la maleza y el barro que hacen cada vez más difícil la misión. Es entonces cuando aparece Aguirre, quien toma el mando, y manda a asesinar a Arzúa, y dejando como líder a Fernando de Guzmán.
La locura por tener más riqueza y poder, hace que Aguirre descargue su ira con todos, y con su tropa perdida en un Amazonas sin poder retornar, dando vueltas en una balsa que desarma poco a poco, quedando a merced no sólo de los indígenas, sino también de las enfermedades y el hambre…

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