Programa 57 (23-05-2014)
EDITORIAL
La
belleza de tu cuerpo. Mi sueño dormido sobre tus brazos y tus sabanas. La
belleza de tu cuerpo, cubierto por el sudor del amor. Ella que amanece antes
que el sol, hace tanto tiempo ya. Ella con su cuerpo frágil como lirios, con
sus ojos tristes, fatigados. Su mano ahorca mi muñeca, dibuja sueños sobre mi
pecho, sueños que sueñan ser promesas. Quizás un regreso, un mentiroso hasta
luego, un veneno amargo. Tu boca muere erótica recorriéndome, inventándome. Tu
boca me regala un nombre nuevo. Me nombra desde un lugar que no conozco, un
lugar dentro mío, que no conozco. Los cuerpos proponen ritmos, ensayan
caricias, arden sabrosamente. No te vayas, quédate. Quédate en esta prisión de
sabanas, regálame más soles como este. No apartes tu fuego porque muero, muero
solo y triste, muero de frio y de angustias, de frías angustias muero. Muero
lejos de tus ojos y de tu pelo, con la peor de las muertes, el olvido.
Se
avecinan tiempos de guerra a metros de mi almohada, se aproxima un crudo
invierno bajo estas sabanas cuando cruces aquel portal hacia el abismo. Mis
dedos se enredan en la profundidad de tu pelo, dibujan los límites de tu
espalda, aprenden omoplatos, recuerdan costillas, descienden y sonrojan tus
caderas. El olvido devastará tus ojos y tu lengua, se alimentará aquel cuervo
con tu nombre prohibido. Alejará para siempre tu perfume de flor recién
abierta. Quizás mienta tu recuerdo, quizás me jure valor para entrar en aquel
bosque oscuro armado solamente de alguna vieja anécdota. Perderé tu memoria
entre las punzantes ramas muertas. Muerdo tus piernas, me alimento del más
húmedo de los bocados, sacio por un instante la única sed verdadera. Me entrego
pétreo ante la profundidad oscura de aquel ojo que solo sabe de la tierra. Me
derramo en un espasmo de muerte necia. Caerá la bomba antes de que el sol
emerja. Caerán nuestros cuerpos lejos, padeciendo la violencia. Recordaremos
Hiroshima, en aquella pieza oscura, entre el silencio de las sabanas quietas.
Sera Hiroshima quizás lo que quede. Será Hiroshima tu recuerdo. Hiroshima será
tu nombre… Hiroshima, mi amor, en aquella tarde vieja.-
Lucas
Itze.-
Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES SOBRE
HIROSHIMA MON AMOUR
“Pensaré en
esta historia como en el horror del olvido” Le dice EL. EL, que no necesita nombre, entonces
nunca es nombrado. Se lo dice a ELLA, ella que también es solo ella. Lo que
realmente importará, hasta quizás más que ellos mismos, será el furioso amor
que calcine sus huesos en Hiroshima. Ella, habrá padecido la más angustiosa y
dolorosa historia de amor. Habrá padecido la pena de un amor prohibido. El
encierro. La locura. Sus dedos se habrán desangrado contra los muros húmedos y
mugrientos de aquella tumba que fuera el sótano del aislamiento. Será aquella
desdicha tan terrible como la de la Mouchette bressoniana. Calará tan profundo
en nosotros, como lo hicieran esos ojos eternamente negros. Volverá la
primavera para ella un día, en un intento de olvido. Hiroshima, entonces,
aparecerá tal vez como una promesa de paz. El relato comenzará de manera
soberbia, brillante. Sentiremos desde el inicio aquella estela de obra maestra.
Veremos imágenes dolorosas, veremos como por primera vez aquel hongo siniestro.
Respiraremos su aliento a muerte.
Confundiremos por montaje los cuerpos de los
dos amantes con los cuerpos despellejados por el horror. Ella dirá con un tono
monocorde, carente de entonación o puntuación, que lo ha visto todo, que ha
visto todo de Hiroshima. Ha visto sus museos, sus hospitales, ha visto sus
hierros retorcidos. El, en el mismo sentido, le jurará que no ha visto nada.
Margerite Duras, brillante guionista del film, organizará el relato de manera
no lineal. Aparecerán raccontos, entre las cervezas de los protagonistas donde
se desarrollará el personaje de ella. Armaremos de a poco su
tridimensionalidad, conoceremos las aberraciones de su pasado, justificaremos
sus silencios y algunas negativas. De él sabremos poco. El será Hiroshima, Ella
quizás la enfermera que venga a sanar el olvido. Ella dirá adiós. Ellos
quedaran mirándose como sombras que se alejan. Ella se irá, y volverán a ser fulanos
de nadie.-
Lucas Itze.-
Canción post análisis
Y andábamos con ganas de encontrarnos...
Siempre existirá el amor después del amor
FICHA TÉCNICA
Título
original: Hiroshima, mon amour
Año:
1959
Duración:
88 min.
País:
Francia
Director:
Alain Resnais
Guión:
Marguerite Duras
Música:
Georges Delerue & Giovanni Fusco
Fotografía:
Sacha Vierny & Takahashi Michio (B&W)
Reparto:
Emmanuelle Riva, Eiji Okada, Bernard Fresson, Stella Dassas, Pierre Barbaud
Argumento
Una
joven actriz francesa está en Hiroshima, catorce años después de la bomba
atómica que destruyó a la ciudad, para filmar una película sobre la paz.
Allí
conoce a un japonés, y comparten horas de amor, comunicación y, sobre todo,
recuerdo. Las imágenes de la memoria entreveran, por una parte, el trauma
sufrido en la adolescencia por la joven, en tiempo de guerra, cuando se enamoró
de un joven soldado alemán.
Luego de que él muera antes sus propios ojos, ella
fue condenada a vivir en el sótano de su propia casa.
Ella
recuerda en cada imagen de su nuevo amante, a su viejo amor. Pero pronto debe
volver a su Francia natal, y aunque el no quiera, llegará el momento de
despedirse…
Trailer
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