SINOPSIS
Corea del Sur,
1986. Una joven aparece brutalmente violada y asesinada. Dos meses después, se
producen una serie de violaciones y asesinatos en circunstancias similares.
Para buscar al asesino, se organiza un destacamento especial, encabezado por un
detective de la policía local (Park Doo-man) y un detective de la policía de
Seúl (Seo Tae-yoon), que ha solicitado ser asignado al caso. (FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Sigo escuchando ese jadeo constante. Mientras la noche se hace más oscura, la respiración aumenta a un nivel irritante. Los pasos se hacen cada vez más cercanos. Veo manchas y huellas a cada momento. Se doblegan los esfuerzos para dar con ese monstruo pero es siempre la misma historia. El engaño se ha consumado. 6 de la mañana, el reloj cacarea sin sentido. Nuevo día. Otra vez la taza de café echando vapor frente a mis ojos todavía dormidos, que nunca descansaron. Suena el celular. La misma noticia de siempre. Otra vez el horror y la vida que se apaga. Y nuevamente a empezar. Pericias, datos, perfiles de víctimas, búsqueda de coincidencias. Siempre un plan nuevo arruina todo. Está más adelante que yo. ¿Seré su propio juego? No hay indicios, ni un mísero argumento para acercarse a la verdad. Mis pies se entumecen por las heladas lluvias. Mi cuerpo abatido busca encontrar un consuelo en recortes de diarios viejos y en bibliotecas desvencijadas intentando hallar una solución.
Nada está inventado, siempre hay
un mentor, quizás como falsa creencia. Lleno páginas de informes sólo para
distraerme de lo cotidiano. Los medios encaran preguntas sin respuestas y sólo
entorpecen la búsqueda. Son los jueces condenatorios que necesita la sociedad.
Los meses se suceden casi sin sentido. Mi vida ya no tiene una rutina
ordinaria. Ya lo sé. Estoy encerrado en un juego donde solo él tiene la llave.
Entonces será el tiempo de cambiar de cuerpo y de mente. De seguir sus trucos y
adivinar el próximo golpe. Habrá que embarrarse para que en el lodo encuentre
las respuestas. Pero no se cómo. Sólo esas mentes perversas pueden jugar ese
partido. Somos solo árbitros necesarios para su historia. Somos los que tenemos
el silbato para pitar el final. Pero estamos lejos de eso. Y el tiempo se
acorta. Y otra vida sigue en peligro. Y ahí estoy. Frente al espejo, con la
cara demacrada y los labios secos por el frío. Ni el café ya me salva. Sólo
busco esa llave. Esa maldita llave que me lleve a entrar en la memoria
de un asesino...
Marcelo De
Nicola.-
Canción elegida
para la editorial
IMPRESIONES SOBRE MEMORIES OF MURDER
Hemos charlado algunas veces, en el abrigo de estas noches que ya son tan suyas como nuestras, sobre el peso y la importancia que logra adquirir la mirada. La mirada del otro, la mirada ajena, aquella oscura laguna donde nos reflejamos inevitablemente. Aquella mirada que limita, que es siempre preformativa e insuficiente. Aquella que muta, se corrompe, se degrada e inexorablemente muere. ¿Cuál es la verdad que puede surgir de aquel órgano falible y embustero? ¿Qué es lo que podemos asegurar al estructurar y organizar la realidad a través de aquel dispositivo previo y heredado creador de subjetividades? Platón pensaba que el mundo que percibimos con los sentidos es un mundo aparente, es un mundo que no es verdadero porque está hecho de materialidad, la cual siempre es inestable. Según el pensador griego, al estar atados a un cuerpo que siente estamos condenados a un acceso sectario de la realidad. La finitud nos condena siempre a parcializar. Protágoras alguna vez sentencio: Homo Mensura, el hombre es la medida de todas las cosas. La mirada inexacta creando sentido, la sociedad imperturbable sentenciando la historia. Es un hecho que el haber rescatado a la verdad del mundo de las ideas no valido jamás la mirada ejercida por la otredad sobre el objeto ni sobre su modo de conocerlo.
Pero lo que sí podemos asegurar es que aquel rescate heroico trajo a la pregunta, a la desconfianza sobre toda certeza impuesta y naturalizada, sobre aquellas verdades narradas en los textos sagrados. El saber, las verdades, ya no se irían a buscar a los escritos realizados por las autoridades, sino que se depositarían en cada uno de los seres humanos, en la individualización de cada ser. La duda como método de búsqueda y acceso a la verdad. La duda como método de desconfianza al modo en que la verdad se nos presenta. Y aquí estará el juego que se plantea en el film de Bong Joon – ho llamado Memories of Murder. La película narrará la historia de unos detectives obsesionados en la siempre fallida búsqueda de un asesino en serie. Uno de ellos, el protagonista, el detective Kim Roe-Ha se jactará de su particular y polémico método para detectar culpables, el cual consistirá en mirar al sospechoso directo a los ojos. Su mirada, la del detective, será la sentencia, será el juicio y obviamente la verdad. Los hechos, las pruebas y los testigos no justificarán su dictamen sino que funcionara al revés. Será a través de su dictamen inexorable que las pruebas se produzcan, los hechos se narren y los testigos declaren. Por otro lado, también involucrado en la intensa búsqueda del asesino, estará el detective Seo Tae-Yoon, cuyo método se basará justamente en el ejercicio de la duda sobre las realidades impuestas por su compañero.
Dudará de los testimonios por él
obtenidos y de la tortura como herramienta para conseguirlos, dudará de la
culpabilidad de los sentenciados, y claro, dudará ferozmente de su modo de
trabajo. La fotografía del film estará bastante buscada construyendo así un
relato audiovisual que contará con encuadres acertados y en algunos casos
compuestos de manera delicada y pictórica. La estructura del film será lineal
sorprendiendo llegando el final con una elipsis de casi 20 años. Las
actuaciones impregnarán de dinamismo y naturalidad las más de dos horas de
película, aportando de esa manera a la fluidez en la dosificación del conflicto
dramático que no perderá de vista jamás la atención del espectador. El relato
comenzará con la llegada del detective rudo a la escena del crimen. Unos niños
jugaran por ahí cerca, entorpeciéndolo todo. Uno de ellos se quedará al lado
del protagonista y comenzará a hacerle burla, a repetir miméticamente cada
palabra dicha por él. Será fácil reconocerlo en la torpeza de aquel niño, en el
juego básico de la mímica. Ya en el final de la cinta, luego de haber recorrido
toda la curva dramática, nuestro detective llegará modificado al tercer acto y
se repetirá la misma escena pero ahora varios años después. Una niña será en
este caso la que irrumpa en el cuadro y lo hará desde la duda. Lo hará con una
pregunta. Lo hará desde la seriedad imperiosa y urgente de la curiosidad
infantil. Será entonces que entenderemos que lo único incuestionable, queridos
amigos y amigas, es la evidencia del aquí y ahora.
Lucas Itze.-
Canción post
impresiones
UNIVERSO BONG JOON-HO
Nacido en Daegu,
Corea del Sur el 14 de septiembre de 1969, viene de una familia de artistas
(padre diseñador, abuelo autor). Recibido en Sociología en
En 2008 participa del film Tokyo sobre la capital japonesa junto a Michel Gondry y Leos Carax. En 2009 filma Madre, la historia de una madre que busca defender a su hijo con retraso madurativo de la acusación de asesinato de una mujer. Logra el Premio a mejor película en habla no inglesa en diferentes festivales o asociaciones. En 2013 adapta el cómic francés Le Transperceneige, titulado Snowpiercer, donde el calentamiento global puso en jaque el planeta y los sobrevivientes viajan en un tren que recorre el mundo... Aunque las clases sociales se dividen por vagones. Con un elenco internacional el film se convirtió en un éxito y hoy tiene un reboot con una serie estadounidense. En conjunto con Netflix en 2017 llega Okja, otra vez con Tilda Swinton como protagonista. La historia de un cerdo inmenso que es cuidado en Corea del Sur y vendido a una multinacional estadounidense que hará que su antigua cuidadora haga todo por que lo devuelvan a su sitio. El 2019/2020 fueron sus años más importantes. Ya que con Parasite, la historia de dos familias que pertenecientes a mundos distintos y que empiezan a unirse con resultados imprevisibles, se convirtió en un éxito impensado.
El film logró
FICHA TÉCNICA
Título original:
Salinui chueok
Año: 2003
Duración: 130
min.
País: Corea del
Sur
Dirección: Bong Joon-ho
Guion
Bong Joon-ho,
Shim Sung-bo (Historia: Kim Kwang-rim)
Música
Tarô Iwashiro
Fotografía
Kim Hyeong-gyu
Reparto
Song Kang-ho,
Kim Sang-Kyung, Kim Roe-ha, Song Jae-ho, Byeon Hie-bong, Koh Seo-hee, Park
No-Sik, Park Hae-Il, Choi Jong-ryol, Jeon Mi-seon, Tae-ho Ryu, Seo Young-hwa,
Woo Go-na, Lee Ok-joo, Yoo Seung-mok, Lee Hun-kyung, Hyeon-jong Sin, Lee
Jae-eung, Jung In-sun, Byung-Gil Kwun
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