SINOPSIS
Relato sobre los
orígenes, el desarrollo y el fin del enfrentamiento entre el Frente de
Liberación Nacional (FLN) de Argelia y las autoridades coloniales francesas. El
protagonista, Ali
EDITORIAL
Vaya uno a saber cómo será el mundo más allá del
año 2000. Tenemos una única certeza: si todavía estamos ahí, para entonces ya
seremos gente del siglo pasado, y, peor todavía, seremos gente del pasado
milenio.
Sin embargo, aunque no podemos adivinar el mundo que será, bien podemos imaginar el que queremos que sea. El derecho de soñar no figura entre los treinta derechos humanos que las Naciones Unidas proclamaron a fines de 1948. Pero si no fuera por él, y por las aguas que da de beber, los demás derechos se morirían de sed.
Deliremos, pues, por un ratito. El mundo, que está patas arriba, se pondrá sobre sus pies:
-En las calles, los automóviles serán pisados por los perros.
-El aire estará limpio de los venenos de las máquinas y no tendrá más contaminación que la que emana de los miedos humanos y de las humanas pasiones.
-La gente no será manejada por el automóvil, ni será programada por la computadora, ni será comprada por el supermercado, ni será mirada por el televisor.
-El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia y será tratado como la plancha o el lavarropas.
-La gente trabajará para vivir, en lugar de vivir para trabajar.
-En ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a hacer el servicio militar, sino los que quieran hacerlo.
-Los economistas no llamarán nivel de vida al nivel de consumo ni llamarán calidad de vida a la cantidad de cosas.
-Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas.
-Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos.
-Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas.
-El mundo ya no estará en guerra contra los pobres, sino contra la pobreza, y la industria militar no tendrá más remedio que declararse en quiebra por siempre jamás.
-Nadie morirá de hambre, porque nadie morirá de indigestión.
-Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura, porque no habrá niños de la calle.
-Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero, porque no habrá niños ricos.
-La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla.
-La policía no será la maldición de quienes no pueden comprarla.
-La justicia y la libertad, hermanas siamesas condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse, bien pegaditas, espalda contra espalda.
-Una mujer, negra, será presidenta de Brasil, y otra mujer, negra, será presidenta de los Estados Unidos de América. Una mujer india gobernará Guatemala, y otra, Perú.
-En Argentina, las locas de
-
-
-Todos los penitentes serán celebrantes, y no habrá noche que no sea vivida como si fuera la última, ni día que no sea vivido como si fuera el primero.
EDUARDO GALEANO.-
Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES
SOBRE
Alguna vez, un gran amigo de este programa, hablo del señor Jorge Wagensberg, aquel pensador español al cual citamos incansablemente, se pregunto si es el azar el producto de nuestra ignorancia o es una prerrogativa de la naturaleza. Por ignorancia cósmica o privilegio de la madre natura, apareció en mis manos retornando desde el mismo olvido, mi ejemplar de aquel libro maravillo llamado “Montoneros: La buena historia”. En sus primeras hojas, su autor Pepe Amorín a quien conocí en una actividad militante, tuvo la amabilidad de escribirme una breve dedicatoria que decía lo siguiente: y también para un Lucas: con el deseo de que no te “montonericen”. Con ser peronista basta y sobra. Ese “y también para” agregaba mi nombre con una amabilidad realmente inmerecida a una lista de personas de gran peso no solo para el movimiento sino también para la historia. Aquella lista, claro, la encabezaba José Sabino Navarro. Pensar mi nombre entre la talla de aquellos otros hizo que me pierda en un devenir desordenado de anécdotas y reflexiones. Tal vez comprender lo que nos pasa, entender un poco este mundo en el que vivimos, acaso sea solo comprender dos cosas: el cambio y la relación entre un todo y sus partes. Por aquellas épocas que narra la obra de Amorín el cambio era inevitable, un deber y un derecho.
Las partes, claro, buscaban revelarse de aquel todo que los oprimía, los cuartaba, los precarizaba, les imponía un modelo económico y por supuesto, los perseguía y mataba. Tal era la dinámica. Inyectar el miedo a una sociedad sometida. Otra vez Wagensberg: El conocimiento combate el miedo, escribió en uno de sus ensayos. El origen y objeto de todo conocimiento está en reducir el miedo, el miedo a existir. Y allí fue donde cayó gran parte de su ensañamiento, en los libros, en el saber y en los que buscaban fervientemente existir sin pedir permiso, existir sin el temor de hacerlo. Atacaron de esa forma entonces a la libertad, porque la libertad es la capacidad para pensar los propios límites, y cómo hacerlo, cómo reflexionar si los autores estaban silenciados, si los libros ardían en la hoguera misma del espanto. Perder la libertad es más que perder el derecho a elegir, si es que alguna vez aquello fue un derecho, si es que alguna vez realmente elegimos algo. Perder la libertad, queridos amigos y amigas, es perder la privacidad, perder nuestra vida privada, es estar obligado a que todos nuestros actos sean públicos. Perdemos claramente libertad también por temor al otro y es ante aquella presencia cuando preferimos entonces el dictado cobarde de leyes. El otro nos condiciona, nos limita: Sartre dice que un hombre es lo que hace con lo que hicieron de él.
Entendemos así la libertad siempre
condicionada por la otredad. Jean Paul fue más a fondo y dijo que un grupo es una serie de libertades que se
unen, al formarse el grupo, lo fundamental es el juramento a lo que van a ser
fieles, aún a sabiendas de que el destino de cualquier grupo es resquebrajarse
y disolverse. Como fue el de Montoneros.
Como fue el del Frente de Liberación
Nacional narrado casi de forma documental en el film de Gillo Pontecorvo. La película narrará
la génesis y la decadencia de aquel grupo revolucionario. Se servirá de una
fotografía en escala de grises y notaremos en su devenir cierta búsqueda Eisensteana en la elaboración de
algunos planos generales que recordaran sin mayor esfuerzo a aquella obra
magistral que fue El Acorazado Potemkin.
Contará la narración fílmica con actuaciones soberbias y naturales que ayudaran a la construcción de un verosímil
fuerte y aportaran indiscutidamente herramientas a la idea de género documental
que la película intenta instalar. Estaremos frente a un relato valiente y
doloroso, en el que el director y guionista planteara la teoría de los dos
demonios a modo de trampa al espectador distraído para desbaratarla casi
instantáneamente. Bien sabemos que el equilibrio es el estado de la materia en
que ya ha ocurrido todo lo que podía llegar a ocurrir, y el drama de este film
lo planteara terminando el tercer acto. Pero sucederá algo inesperado. Leeremos
aunque no aparezca escrito jamás aquello de “Nos quisieron enterrar pero no sabían que éramos semillas”. Y entonces
las semillas florecerán en el momento exacto, con la bella rebeldía de la
naturaleza. Florecerán libres,
independientes, justas y soberanas, como aquella patria con la que tantos de
nosotros aún soñamos.
Lucas Itze.-
Canción post
impresiones
UNIVERSO PONTECORVO
Nacido en Pisa
el 19 de noviembre de 1919, siguió los pasos de Bruno, su hermano que fue uno de los grandes físicos nucleares (de
allí el premio Pontecorvo a las Investigaciones Nucleares) y se licenció en
química. Pero cambió de planes y empezó a ejercer el periodismo, siendo enviado
como corresponsal a Francia para trabajar en diferentes periódicos. Sus
primeros pasos en el cine fueron gracias a Yves
Allegret, que lo contrató para ayudante de dirección. La vinculación entre
el periodismo y el cine, lo hizo interesarse por los documentales. Mientras
tanto, era un anti fascista declarado y miembro del Partido Comunista Italiano
de quien fue parte de la resistencia italiana hasta 1943. En su vuelta a
Italia, compró una cámara
En 1979 filma Operación Ogro,
en la que relataba el atentado contra el presidente del Gobierno de España
durante la dictadura franquista —y posible sucesor—, Luis Carrero Blanco, por
parte de ETA en 1973. Ese fue su último film de ficción por lo que después se
dedicó a documentales como por ejemplo El
adiós a Enrico Berlinguer, 12
registi per 12 cittá, donde 12 directores italiano muestran 12 ciudades del
país. Pontecorvo filma sobre Udine y además aparecen directores como Antonioni, Bertolucci o Monicelli,
entre otros. Un mundo diverso es posible,
La primavera del 2002 y finalmente, Firenze, il nostro domani, todos sobre
sucesos que pasaban en su país y en conjunto de varios directores. Además entre
1992 y 1996 presidió
FICHA TÉCNICA
Título original: La battaglia di Algeri
Año: 1966
Duración: 120 min.
País: Italia
Dirección: Gillo Pontecorvo
Guion: Franco Solinas, Gillo Pontecorvo
Música: Ennio Morricone
Fotografía: Marcello Gatti (B&W)
Reparto: Jean Martin, Yacef Saadi, Brahim Haggiag,
Fusia El Kader, Samia Kerbash, Ugo Paletti, Mohamed Ben Kassen, Michele
Kerbash, Tommaso Neri
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