jueves, 31 de octubre de 2019

MOEBIUS



SINOPSIS

En un futuro no muy lejano, un misterioso accidente ocurre en el metro de Buenos Aires: un coche que circulaba por la vía desaparece, perdiéndose en el tiempo debido a un extraño fenómeno que solo un científico puede resolver. Film futurista de ciencia-ficción realizado íntegramente por alumnos de una escuela de cine argentina y dirigido por el profesor y cineasta Gustavo Mosquera. (FILMAFFINITY)

EDITORIAL

Un pasaje escondido donde están todas las voces que quisieron callar. Ayer, hoy y mañana. De este o del otro lado del muro de nieve. Ellos intentando que haya una única voz. Nosotros demostrando lo contrario. Todo es oscuro, ruinoso y tétrico. Unas vías muertas donde los roedores son los reyes del palacio. Solo se escuchan sus pasos y sus murmullos. Cada tanto, algún goteo salido de una hendija abierta se suma a los acordes. Las sombras aparecen y desaparecen. Las miradas se posan en ciertos espectros abatidos por el horror. La historia se tergiversa. Y después de tanto espanto, la claridad. El sol vuelve a salir. Las caras arrugadas por el peso del tiempo vuelven a esbozar mínimas sonrisas. El ambiente se siente un poco cargado. Los rencores están a la orden del día. La sociedad comienza a pensar por fin en un estado de bienestar. 


Los nadies sueñan con ser parte del sistema. Los que cayeron intentan levantarse. El arco iris envuelve todo el fondo. El humo se disipa, aunque siempre está ahí, latente. Y de repente, la regresión. La noche vuelve a instalarse y las ratas empiezan a manejar los hilos. La mano derecha del poder vuelve a cazar sus presas con más hambre que nunca. Sienten el derecho de manejarse a sus anchas y volver por todo lo que han perdido. Son los perros de presa a los que les soltaron el collar para completar la faena. Y todo vuelve a estallar. Y la vida desaparece en un instante. Y esa palabra hace sangrar oídos. Y nuevamente es caos, humo, descontrol, miseria. Y otra vez a caminar las añejas vías buscando un lugar por donde escapar. Y nuevamente esas voces que gritan desde distintos puntos, aunque nunca sabremos bien de dónde. Y mientras la tierra gira, el país se mueve por un círculo infinito. Donde a pesar de estar cada vez más despiertos, notamos que siempre vuelve todo al mismo lugar, como si camináramos sobre una cinta de Moebius.
                                              
Marcelo De Nicola.-    

Canción elegida para la editorial


IMPRESIONES SOBRE MOEBIUS

“Vivimos en un mundo donde ya nadie escucha". Corre el año 1996 y la comunicación, en los términos que la conocemos hoy, pareciera que nos queda tremendamente lejana. Aun sin la masiva utilización de los teléfonos celulares, esta herramienta a la que muchos le adjudican hoy toda la culpa de la incomunicación figurándonos a la gente que en lugares públicos como plazas, bares o transportes públicos pintan solitarias las almas que se detienen en el destello de sus pantallitas y no logran conectar con lo que sucede a su alrededor, quizás no sea más que una excusa que busque, de alguna manera, normalizar la incomunicación que genera todo un sistema aún más complejo desde hace ya tiempos más lejanos. Corre el año 1996 y lo que nos orientaba los rostros hacia abajo, era el mismo sometimiento pero no materializado. ¿A quién adjudicarle entonces esa frase en los 90? El film que elegimos para hoy está basado en un cuento de ciencia ficción titulado A Subway Named Möbius del astrónomo y escritor estadounidense Armin Joseph Deutsch. Dirigido por el director Gustavo Mosquera y titulado Moebius, es una adaptación perfectamente lograda. A través del argumento, buscará en las profundidades de la ciudad de Buenos Aires; particularmente en el entramado de los subtes, encontrar aquello que inexplicablemente desapareció: Una formación entera con pasajeros a bordo y como no también, aquellas respuestas que sólo encontramos en la profundidad de las heridas de una sociedad que aun sangra pero parece no querer escuchar porque. La historia rondará alrededor de esa inexplicable desaparición. 



La estética de esta ciencia ficción es fría, agobiante, claustrofóbica en algunos momentos y no obstante cautivadora, Daniel Pratt será el personaje encargado de dar una respuesta a las autoridades que han quedado anonadadas ante semejante suceso. Topólogo de profesión, encontrará una explicación matemática e introducirá en su argumento la teoría del efecto Moebius (cosa que intentaremos explicar en otro momento). El director realizó esta película junto a sus estudiantes de cine por lo tanto, nos encontraremos con una elaboración que desde la fotografía, la dirección y el guion buscarán y lograrán sacarle el máximo provecho. Podremos separar estos tres elementos y cada uno de ellos nos estaría contando una historia diferente, pero que en forma conjunta terminan de cerrar esta atrapante historia. “Vivimos en un mundo donde ya nadie escucha” rezará desde el guion la película, invitándonos a escuchar y de paso a observar. Será el subte que no aparece una inteligente manera de referenciar a los desaparecidos de la última dictadura, serán los gerentes del subte y los representantes del gobierno quienes tendrán apellido mientras que el maquinista será simplemente Edmundo enrostrándonos en la cara el juego de la Jerarquía y la naturalización de ese simple recurso que viene a condicionarnos desde la entrada. 



Y el protagonista en medio de todo el caos, acaso el más capacitado para resolver el misterio y aquel que más cercano a la realidad se encuentre estará solo y sin nadie alrededor con la voluntad de querer escucharlo. Pero también aparecerá poéticamente ella, la esperanza puesta en los ojos de la niñez. Todos los personajes buscaran aquella respuesta tranquilizadora y que más le convenga, recuerden que estamos en el 96´y aun no sabíamos de esta nueva expresión llamada pos verdad que encierra esa actitud de aceptar deliberadamente un relato distorsionado aún a sabiendas de sus falacias y que solo tiene el fin de mantener a salvo las emociones y creencias personales por sobre los hechos objetivos. En este foro no vamos a cometer el error de creernos que lo que acabamos de contar es lo que el director quiso transmitir, pero el arte nos da la libertad de transformar las obras en interpretaciones y acá estamos haciéndolo como nos gusta. Si tomaremos, como siempre, el agobiante y hermoso camino de poder escuchar y observar la verdad para poder transformar la realidad, aunque duela, aunque parezca que estamos en un espiral interminable en donde las cosas y los hechos se repiten hasta el hartazgo, aunque a veces nos sintamos solos, aunque eso implique el riesgo de que algún día, otra vez, nos perdamos para siempre…

Alan Beneitez.-

Canción post impresiones




UNIVERSO MOSQUERA

Gustavo Mosquera nació en 1958 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Egresó del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales  luego de una secundaria sin mayores problemas. Por aquellos tiempos, los militares reinaban Argentina, por lo que debió optar por algo más seguro. Su familia preocupada por su seguridad con el tema de la libertad de expresión le sugirió la ingeniería electrónica en la que también recibió su título. Recuerda con cierto dejo de displicencia como los militares solían detenerlo por la calle para hacer las requisas de identificación tanto personal como de ideología. Luego de mostrar su documento, Mosquera solía responder que era ingeniero electrónico, a lo que los oficiales respondían con sorna “está bien, esos no son peligrosos”. Aun así, agradece que la electrónica no solo le proveía un salvoconducto para permanecer seguro, sino que le enseñó muchos conceptos matemáticos y tecnológicos que posteriormente trabajó a fondo en su obra.  Luego comenzó a trabajar en su cortometraje “Arden los Juegos”, con Mario Pasik, donde una pareja busca resguardo en un edifico abandonado tras una pandemia que ha causado el aniquilamiento de gran parte de la humanidad. 

El film tuvo un guion con palabras “diferentes” para que no sea censurada. Su primer trabajo fuera del INCAA fue con el presidente democrático Raúl Alfonsín, el cual lo convocó para darle vida a un documental con el que planeaba llevar la capital federal del país a Viedma. El proyecto llevó el nombre de “Viedma Hoy” pero debido a la complicada situación política y social de la época debió ser archivada con tantos otros trabajos. Fue en base a todas estas complicaciones que en la década del '80 comenzó a pensar sobre el futuro que sobrevendría a la Argentina, dando nacimiento a “Lo Que Vendrá”. Este trataba el Buenos Aires apocalíptico del futuro, con un toque de queda constante, problemas gremiales en los hospitales públicos y la poca esperanza que uno de los protagonistas destilaba al decir “Lo que vendrá será peor”. El film contaba con estrellas como Hugo Soto y Juan Leyrado, los músicos Charly García y Rosario Bléfari y algunas actrices que serían futuras estrellas en los noventa: Inés Estévez, Alejandra Flechner y Verónica Llinás. Allí por primera vez una película argentina utilizó una Steadycam, la única en el país que estaba en la televisión pública. Luego de algunos años realizando trabajos menores, sorprendió a todo el mundo con la impresionante “Moebius” en 1996. En ella un grupo de trenes subterráneos desaparecía de los túneles de Buenos Aires, inexplicablemente en lo que el topólogo protagonista trataba de explicar como un túnel infinito. El concepto utilizado en la película, lleno de teoremas matemáticos complicadísimos, llevó al director de gira por todo el mundo, dándole la posibilidad de establecerse en los Estados Unidos. A pesar del prestigio ganado, no puede terminar el documental Radio Olmos, rodado durante un memorable concierto de rock realizado en el Instituto Penal de Olmos, propuesta que en su momento atemoriza a quienes podría haberlo distribuido o estrenado. Decide emigrar a los Estados Unidos y se radica en Los Angeles: Vive de las charlas y conferencias a propósito del fenómeno Moebius y, durante 2002, trabaja en la preproducción del thriller Un largo hola y un corto adiós, que recibe el respaldo de John Woo (quien por ese entonces filmaba con Tom Cruise, Misión Imposible 2)  Las complicaciones con el casting, donde tuvieron un año y medio de demora para decidir los actores -la última provocada por el actor Kevin Bacon-, que llevó un gasto para la producción de 350 mil dólares y el vencimiento de los derechos para el rodaje terminaron impidiendo su concreción. Entre los proyectos que esperan financiamiento figuran versiones fílmicas de las historietas Parque Chas y El eternauta. Sobre esto en un programa radial declaró: “Entrar en este sistema es tremendo, es un verdadero monstruo, es una máquina de picar carne, que es todo lo contrario de Radio Olmos. Este año, después de tanto tiempo, gracias a la producción de Alejandro Taranto, sale justamente Radio Olmos, recital histórico en la cárcel con el Ruso Verea como conductor y las bandas Hermética, Massacre, Attaque 77, A.N.I.M.A.L., Lethal y Pilsen, más una sorpresa: la participación estelar de los legendarios punks británicos U.K. Subs.

FICHA TÉCNICA

Título original: Moebius
Año: 1996
Duración: 88 min.
País: Argentina
Dirección: Gustavo Mosquera R.
Guion: Pedro Cristiani, Gabriel Lifschitz, Arturo Onatavia, Natalia Urruty
Música: Mariano Núñez West
Fotografía: Abel Peñalba
Reparto: Guillermo Angelelli, Roberto Carnaghi, Anabella Levy, Jorge Petraglia.

PELÍCULA COMPLETA

miércoles, 30 de octubre de 2019

Y TU MAMÁ TAMBIÉN



SINOPSIS

Aunque pertenecen a clases sociales muy distintas, Julio y Tenoch son grandes amigos. En una fiesta conocen a Luisa, una deprimida chica española casada con un primo de Tenoch. Para superar la crisis, Luisa decide acompañar a los dos chicos en un viaje sin rumbo fijo. La aventura pondrá a prueba su amistad y marcará sus vidas para siempre. (FILMAFFINITY)

EDITORIAL

La última vez que nos vimos te comentábamos aquella idea de Sartre desarrollada en su primer obra filosófica llamada el Ser y la Nada según la cual nos decía que el fundamento del ser es la libertad. Hay ser porque el humano es libre, esto es que solo puede ser gracias a aquel vacío que es su libertad. Aquella entidad, desde la nada que es su ahora, será arrojada en su devenir hacías sus proyectos y en la medida que los realice se irá realizando a sí mismo. De alguna manera se irá eligiendo a sí mismo. De este modo, será por lo que es, pero también por lo que no es. Ahora bien, ¿es realmente nuestra libertad libre? Aquella libertad según la cual somos, ¿Goza realmente de todo los matices que debería o es que esta libertad es subyugada y por esto delimitada según ciertos intereses de construcción y necesidades, diseñados perversamente con anterioridad, respondiendo a parámetros impuestos y caprichosos? Es preciso destacar entonces que la mano que delinea aquella supuesta libertad no es otra que la del poder por el que estamos atravesados, que geopolitiza nuestros cuerpos, nuestros territorios y claro también nuestros deseos. Es esa mano, aquella terrible mano, la que también entiende que si hay poder, también habrá un contra poder, y diseñará entonces los parámetros de rebeldía sobre los que el verdadero orden también se instala y respira una salud de estabilidad más o menos constante. 


En su alegato último, justo antes de ser condenado a muerte, Vanzetti dijo con firmeza, mirando a los ojos de los jueces que debían ejecutar las leyes de las que el poder se sirve para legitimarse, lo siguiente: nunca he cometido un crimen. No solo he luchado toda mi vida por desterrar los crímenes, los crímenes que la ley oficial y la moral oficial condenan, sino también el crimen que la moral oficial y la ley oficial no condenan y santifican: la explotación y la opresión del hombre por el hombre, y si hay alguna razón por la cual yo estoy en esta sala como reo, si hay alguna razón por la cual dentro de unos minutos va usted a condenarme, es por esa razón y ninguna otra. En este sentido entonces, podemos concluir que ninguna ley es natural más allá que su apariencia, su uso y su asentamiento la instalen en ese lugar. Toda ley es manipulable y tal como lo alega Vanzetti, supeditada a la miserable voluntad del humano. Las leyes adoctrinan, modelan estéticas, imprimen morales, pero nunca engrandecen o amplían las libertades, y con esto la felicidad y el desarrollo del humano. Si el ser es en consecuencia de su libertad, y son las mismas leyes las encargadas de cuartarla y disciplinarla, entonces toda ley está concebida para ser quebrada. El ser buscará siempre su libertad porque es allí donde rige su esencia, delineando de esa manera su carácter disruptivo. Atentará contra los regímenes, contra las morales y los encauses diseñados con la efectividad y la constancia con la que el viento vence a la roca volviéndolo todo efímero y contradictorio; efímero y contradictorio, como el humano mismo.

Lucas Itze.-

Canción elegida para la editorial




IMPRESIONES SOBRE Y TU MAMÁ TAMBIÉN


La ruta se torna larga y a veces con vaivenes insospechados. No hay una meta, solo un punto al cual llegar. Allí vemos lo efímeros que son los sueños. Que todo lo que parece eterno en un minuto se desvanece. Que como dice el recordado compositor brasileño Renato Russoel para siempre, siempre se termina”. Que en la finitud de la vida, todos estamos condenados. Y que uno se da cuenta de eso con el pasar del tiempo. Llevamos en la inconsciencia el sinónimo de la inmortalidad. La vitalidad nos hará pensar en que somos invencibles. Cuando llegue la madurez entenderemos que la batalla ya está perdida de antemano. Y habrá que librarla de la mejor manera posible. El paso de la niñez a la adolescencia deja secuelas y el paso de la adolescencia a la adultez terminará de formarnos. En ese segundo pasaje están Tenoch y Julio, los protagonistas del film Y tu mamá también de Alfonso Cuarón, excelentemente interpretados por Diego Luna y Gael García Bernal. Veremos a dos amigos de clases sociales diferentes pero que a pesar de eso comparten casi todos sus días juntos. Cuarón irá directo a la yugular desde el comienzo, mostrándonos a Tenoch y a su novia teniendo sexo en la primera escena. 


Pero la inteligencia del mexicano estará en sorprendernos de entrada para luego ir condimentando la cinta a lo largo del metraje. No todo será explícito y ahí es donde el espectador tendrá que pensar por sí mismo. La presentación de los personajes nos mostrará a dos jóvenes que viven la vida en plena ebullición: sexo, fiestas, drogas y amigos son el común denominador de sus charlas o encuentros. Con sus novias de viaje, ambos asistirán a una fiesta donde conocerán a Luisa (Maribel Verdú), la novia española del primo de Tenoch, diez años mayor que ellos, a quien de puros caraduras, invitan a una playa. Luego de algunas idas y vueltas, ella aceptará irse con ellos. Allí comenzará otra película. Cuarón nos llevará por una Road Movie por los campos mexicanos, saliendo del smog y el ruido de la capital. Entre charla y charla, asomará la voz en off de un narrador que nos llamará la atención porque corta el sonido de cuajo cada vez que aparece. Este nos irá contando detalles pasados y futuros no sólo de los protagonistas, sino también del país. Ahí está la parte de lo que el espectador tiene que masticar para encontrar su propio sabor. Mientras la cámara se posa dentro o fuera del auto, escucharemos las charlas novatas de los adolescentes para tratar de seducir a la madura Luisa. 


Mientras tanto, notaremos que el país sigue en estado de alerta, las marchas son moneda corriente, el ejército registra a los campesinos y la pobreza se hace cada vez más evidente. Cuarón logrará momentos que parecen salidos del Dogma. La música que sonará saldrá de los radiograbadores, estéreos y fonolas que aparecerán en el film. La luz será casi natural en un 90 por ciento, por lo que el director de fotografía Emmanuel Lubezki hará un trabajo casi de artesano. La cámara en mano tendrá momentos de gran belleza y habrá planos secuencias muy bien logrados, como una de las escenas finales en el bar que dura alrededor de siete minutos. La unión actoral estará tan bien conseguida que por momentos parecerá que asistimos a un verdadero encuentro de amigos donde parece todo improvisado. La cinta se filmará en el mismo orden cronológico que el guion para solidificar ese relato. A lo largo de ese viaje de poco más de 24 horas cambiará todo. Se romperán los manifiestos y las amistades. Luisa será el motor de ese cambio emocional, hormonal y psicológico de los personajes. Será la madurez ante la salvaje furia adolescente. Será la guía y el experimento. Será la enseñanza y el descubrimiento de sus propios yo. Será el fin de su viaje pero servirá para que ellos puedan encontrar su propio camino.
                            
Marcelo De Nicola.-

Canción post impresiones




UNIVERSO CUARÓN

Nació en la ciudad de México el 28 de noviembre de 1961, y creció cerca de los estudios Churubusco, los estudios de cine más antiguos de Latinoamérica. Empezó a filmar a los 12 años cuando le regalaron su primera cámara. Luego empezó a estudiar en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de la UNAM conoció a la futura madre de su hijo Jonás, al director Carlos Marcovich y al fotógrafo Emmanuel Lubezki. Allí realizó el corto Vengeance is mine pero decidió irse de la institución al no encontrar el apoyo para comercializarlo. Además de trabajar como conserje en el Museo Nacional de Arte, empezó a hacer sus primeros pasos como ayudante de dirección en Nocaut dirigido por José Luis García Agraz, entre otros filmes.  Su primer cortometraje se llamó Cuarteto para el fin del tiempo y lo filmó en 1983. Luego le llegó el turno de entrar a Televisa para dirigir capítulos de la serie de terror La hora marcada, donde conoció a Guillermo Del Toro. En 1991 escribe junto a su hermano Carlos (también director) el guion de su ópera prima: Sólo con tu pareja, una comedia sobre un casanova al que una enfermera y antigua amante le da la falsa noticia de que tiene SIDA y decide quitarse la vida, pero conoce a alguien que está pasando por una situación similar y todo empieza a cambiar. El film logró el mejor guion en México y llamó la atención de los productores de Hollywood, quienes lo invitaron a trabajar allí. Empezó con algunos episodios de la mítica serie Fallen Angels (junto a Steven Soderbergh, Tom Hanks y Peter Bogdanovich, entre otros) hasta que en 1995 le ofrecen dirigir la remake de La Princesita, basada en la novela de Frances Hodgson Burnett. La cinta es un éxito y consigue dos nominaciones al Oscar, mejor dirección artística y mejor fotografía, para su amigo y colaborador: el Chivo Emmanuel Lubezki. Luego de trabajar con Warner, se pasa a Fox donde le piden adaptar la novela de Charles Dickens, Grandes Esperanzas


El film cuenta con grandes estrellas del momento como Ethan Hawke y Gwyneth Paltrow junto a dos leyendas: Anne Bancroft y Robert De Niro. Cuarón demuestra su versatilidad visual pero no obtiene grandes críticas. Vuelve a México donde se asocia con el millonario Jorge Vergara para crear su propia productora: Producciones Anhelo. En 2001 escribe junto a su hermano Y tu mamá también, que a pesar de no ser la elegida por México para los Oscars (la elegida fue El crimen del padre Amaro), logra el reconocimiento al ser nominada a Mejor Guion Original. La película se transforma en una de las más taquilleras de la historia del país. Además logra los premios a mejor película extranjera para los Críticos de Los Ángeles, Chicago y diferentes festivales del mundo. Vuelve a unirse a Warner cuando le ofrecen dirigir uno de los tanques de Hollywood: Harry Potter y el prisionero de Azkaban, la idea fue de la misma escritora J.K. Rowling, que había quedado encantada con La Princesita. 


Cuarón estaba algo inseguro sobre dirigir la película, pero al leer el guion se convenció. Nunca había leído los libros hasta que dirigió la película. Rowling asegura que Cuarón dirigió la película tan acertadamente que hasta le dieron escalofríos ver la manera en la que se conectó con la historia, ya que agregó - sin tener información privilegiada - pistas a futuros libros. El director aseguró que los dos años que trabajó en Harry Potter fueron los más bellos de su vida. Su próximo film llegó en 2006: Niños del hombre basado en la novela de P.D. James. La cinta está ambientada en 2027 y el ser humano está al borde de la extinción: los hombres han perdido la capacidad de procrear y se ignora por qué razón todas las mujeres del planeta se han vuelto estériles. Al mismo tiempo, el mundo se estremece cuando muere un muchacho de 18 años, la persona más joven de la Tierra… El nombre y el país del protagonista, tuvieron eco aquí, se llamaba Diego Ricardo y era argentino. El film fue éxito y recibió tres nominaciones al Oscar (Guion adaptado, fotografía y montaje). 


Ese año también produjo el film de su amigo Del Toro que fue otro gran éxito: El laberinto del Fauno. Durante el festival de Cannes 2007, Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu, firmaron con Universal Pictures una excelente negociación donde Universal financiará las primeras 5 películas de Cha Cha Chá Films, productora conformada por este trío de cineastas, este apoyo es por más de 100 millones de dólares. La primera película de Cha Cha Chá Films es la ópera prima de Carlos Cuarón, Rudo y cursi, protagonizada por Diego Luna, Gael García Bernal y con la participación del actor argentino Guillermo Francella. Posteriormente, la compañía se declaró en quiebra. Siete años tardó en volver a filmar pero volvió con todo. Junto a su hijo Jonás escribieron Gravedad, una de las mayores experiencias visuales de los últimos años, y para muchos, una nueva manera de descubrir el cine en 3D. 


Cuarón cuenta la historia de dos astronautas (Sandra Bullock y George Clooney) que reparan un satélite fuera de su nave y la lluvia de meteoritos destruye todo quedando ambos a la deriva en el espacio. Lujo  visual, pocas palabras y una catarata de premios en todo el mundo. 7 Oscars de 10, incluido el de mejor director y montaje (lo hizo él) como ejemplo de ellos. Mejor película en los Globos de Oro y casi 100 por ciento de críticas positivas en las páginas más importantes de cine. Luego crea la serie de ciencia ficción Believe y se pone a trabajar en su próximo film, el más autobiográfico de su carrera: Roma, distribuida por Netflix, donde se cuenta la historia de Cleo, una sirvienta de una familia de clase media-alta de la Ciudad de México. Otro éxito tremendo, con 186 premios hasta el momento en todos los festivales del mundo. 


Sin dudas, Alfonso Cuarón es hoy por hoy, uno de los directores más importantes del cine, porque además escribe, monta y como en Roma, es el encargado de la fotografía. Hoy México, gracias a los tres amigos del cine (Del Toro e Iñarritu), está viviendo su segunda época de Oro, ya que 5 de los últimos seis ganadores del premio más importante, se lo han llevado ellos: Cuarón por Gravedad y Roma, González Iñarritu por Birdman y El Renacido y Del Toro por La Forma del Agua….

FICHA TÉCNICA

Título original: Y tu mamá también
Año: 2001
Duración: 105 min.
País: México
Dirección: Alfonso Cuarón
Guion: Alfonso Cuarón, Carlos Cuarón
Música: Varios
Fotografía: Emmanuel Lubezki
Reparto: Maribel Verdú, Gael García Bernal, Diego Luna, Daniel Giménez Cacho, Diana Bracho, Emilio Echevarría, Ana López Mercado, Andrés Almeida, Nathan Grinberg, Verónica Langer, María Aura, Mayra Sérbulo, Silverio Palacios, Arturo Ríos, Juan Carlos Remolina

martes, 29 de octubre de 2019

EL SÉPTIMO SELLO - DET SJUNDE INSEGLET (THE SEVENTH SEAL)


PROGRAMA 278 (10-10-2019)

SINOPSIS

Suecia, mediados del siglo XIV. La Peste Negra asola Europa. Tras diez años de inútiles combates en las Cruzadas, el caballero sueco Antonius Block y su leal escudero regresan de Tierra Santa. Blovk es un hombre atormentado y lleno de dudas. En el camino se encuentra con la Muerte que lo reclama. Entonces él le propone jugar una partida de ajedrez, con la esperanza de obtener de Ella respuestas a las grandes cuestiones de la vida: la muerte y la existencia de Dios. (FILMAFFINITY)

EDITORIAL

Un árbol seco, sin hojas.
Un glaciar desintegrándose.
Un bosque prendiéndose fuego ante la desidia del poder.
Un tsunami arrasando todo a su paso.
El último animal de su especie cayendo ante una bala disparada por un cazador furtivo.
Una oruga volviéndose mariposa para volar por única vez.
El aire contaminándose de todos los tóxicos que generamos.
Una rosa marchitándose por dentro.
Un rayo que perforó cientos de sueños.
Un motor que frenó su marcha.
Los laboratorios y sus negocios millonarios.
Un cigarrillo que se apaga para siempre.
Las balas de los que nos tendrían que defender. 
El poder y sus políticas saqueadoras.
La prensa y sus mentiras impunes.
La iglesia y sus ojos que no ven.
Una infancia perdida.
El hambre y sus víctimas más débiles.
Las fotos en blanco y negro de los que ya no están.
La plaza que sigue escuchando pasos.
Los pañuelos que siguen llorando tu nombre.
Un grito que nunca tuvo eco.
Las guerras con vencedores vencidos.
El Apocalipsis creado por el hombre.
Un último suspiro.
La muerte en todas sus formas.
Y el sonido de su risa mientras juega al ajedrez con Dios…

Marcelo De Nicola.-

Canción elegida para la editorial



IMPRESIONES SOBRE EL SÉPTIMO SELLO


El nihilismo viene a poner sobre la mesa aquella álgida discusión sobre la nada. Por lo general se relaciona a la nada con el no ser, con la destrucción, con el vacío, cargando de esta manera su significación de una connotación éticamente negativa. Pero cabe aquí preguntarnos: ¿Es la destrucción algo realmente negativo tal como nos sugieren? ¿O aquello tal vez no es más que una visión capitalista de la destrucción? Hemos compartido más de una vez en este espacio aquella reflexión de nuestro amigo Vicente Zito Lema sustraída de las teorías anarquistas, la cual rezaba que: destruir es fácil. Destruir y construir es la gran aventura. Construir sin destruir, no supera la ilusión. En un mundo que se nos presenta sólido, en donde el poder se naturaliza sobre aquella solidez, destruir es revolucionario. Asimismo, entonces, podemos comprender al nihilismo nietzscheano como deconstructivo ya que mostrará, expondrá, la nada que habita en aquellos grandes valores que se nos presentan como últimos, definitivos y naturales. Reducirá a la nada a aquellos conceptos absolutos evidenciando en su construcción la inminente existencia de un plan de elaboración minuciosa y con nefastos fines controladores que llegaran hasta la geo politización misma del cuerpo.

Ahora bien, la libertad es el fundamento del ser, el hombre libre es el fundamento del ser. Hay ser, porque el hombre es libre, porque, tal como decía Sartre refiriéndose al ser para si en detrimento del ser en sí, el hombre es una nada en su ahora arrojada hacia sus proyectos. En la medida que va realizando sus proyectos se va realizando a sí mismo, se va eligiendo a sí mismo. La nada es previa al ser. Para que algo sea es necesario que al mismo tiempo no sea, y esta dialéctica, claramente angustia. Pero por qué entonces la elección de buscar entender el ser y relacionarlo con lo positivo, con lo que hay, con lo establecido y no así dedicarse a entender a la nada. Si en definitiva, en aquel devenir, uno es no siendo. Uno es un recorte de la nada. Aceptar aquella perspectiva del ser es aceptar una idea absoluta del ser que se nos presenta desde una idolatría que atenta contra nuestra capacidad de libertad. Dirá Sartre también que un hombre es lo que hace con lo que hicieron de él, y allí también habrá olor a libertad. Aquel pensamiento Sartreano nos hará recordar definitivamente a Antonius Block, el caballero cruzado que protagoniza esa joya cinematográfica que es El Séptimo Sello del infalible Ingmar Bergman


Su personaje será disruptivo y planteará una fisura sobre aquella idea del ser. Antonius Block, planteará desde el no ser. Hablará desde la ausencia. Se animará a cuestionar luego de haber dedicado largos años de su vida a luchar y matar por su nombre, la existencia real de dios. “Yo quiero entender, no creer” dirá en uno de los pasajes que compartirá con su muerte que viene a buscarlo. Y en aquella frase dicha desde la propia angustia comenzará a desnaturalizar esa idea fundacional de la fe sobre la creación del Ser y la existencia de una entidad previa y por eso superior. Entidad que más adelante comparará con la nada en otro de los pasajes, tal vez el más bello, el más transgresor, en el cual le pregunta a la muerte sobre qué hay después de la vida, quien nos recibe cuando todo se acaba. A lo que la muerte responde: quizás no haya nadie. Ya sé, le dice Antonius, no lo digas. El miedo nos hace crear una imagen salvadora y a esa imagen la llamamos dios. 


Uno de los grandes valores del film de nuestro amigo Bergman, fiel a su estilo, serán los diálogos. Estarán trabajados obsesivamente, desde la reacción corporal sobre el texto así como también desde la proyección propia de la palabra. La tonalidad será claramente en clave teatral, no cinematográfica sin atentar esto último en nada a la dinámica del film. La fotografía será otra de las gemas que el relato nos dejará. Asistiremos durante el devenir de la cinta a una clase maestra de iluminación cinematográfica, de puesta de cámara y de composición de cuadro. Algunos de sus encuadres nos recordaran a la genialidad de otro exponente del género, el señor Carl Dreyer, más puntualmente a su trabajo realizado en el film La Pasión de Juana de Arco. Notaremos una cierta similitud no solo en la fotografía diseñada para ambos films sino también en el parecido físico de algunos personajes. La cinta resultara profunda, filosófica, deconstructiva y revolucionaria para su época pero también para la nuestra. Se cuestionará directamente la entidad de los grandes pilares sobre los que las sociedades fueron construidas. Quedará entonces rebotando aquella pregunta perturbadora… ¿por qué el ser y no la nada?

Lucas Itze.-

Canción post impresiones



UNIVERSO BERGMAN


Hijo de un pastor luterano y de una dominante madre de origen valón, Ingmar Bergman nació en el seno de una familia muy estricta, en la que la buena conducta y la represión de los instintos se consideraban virtudes. No resulta pues extraño que, tanto él como su hermana Margareta, se refuguaran en un universo imaginario: juntos compraban trozos de película para el proyector familiar y construyeron también un teatro de marionetas. Bergman no contaba aún veinte años cuando dejó a sus padres para instalarse en Estocolmo. Desde entonces, se dedicó al teatro universitario y fue en esta época, entre finales de los 30 y comienzos de los 40, cuando entabló amistad con Erland Josephson y Vilgot Sjöman. En 1942, tras el estreno de una de sus obras, La muerte de Punch, Bergman fue invitado a formar parte del equipo de guionistas de la Svensk Filmindustri, donde pasó dos años revisando guiones, mientras seguía escribiendo obras favorablemente acogidas por la crítica. Ya su primer guión, Tortura, llevado a la pantalla por el importante cineasta sueco Alf Sjöberg, se basa en un recuerdo personal: el terror que inspirara a Bergman uno de sus profesores, que le hizo objeto de todo tipo de vejaciones y engaños en Estocolmo. Al año siguiente, 1945, la Svensk Filmindustri ofrece a Bergman la oportunidad de dirigir su primera película, Crisis, adaptación de una obra danesa cuyo protagonista, como en casi todos sus primeros trabajos, es un alter ego apenas encubierto del autor, que expresa así sus temores, ansiedades o aversiones o aspiraciones personales. Ese mismo año también dirigió Llueve sobre nuestro amor. Si Barco hacia la India (1947) y Puerto (1948) son perfectamente representativas de este periodo, las dos últimas obras de esta década, La sed (1949) y Hacia la felicidad (1949), muestran una nueva preocupación en Bergman, que aborda el tema de la pareja enredada en una lucha sin cuartel. Prisioneros el uno del otro, los amantes protagonistas de sus películas se entregan a un combate cuerpo a cuerpo, un torneo oratorio despiadado con evidentes resonancias de Strindberg. En el medio aparecen películas como Música en la nocheLos demonios nos gobiernan o Esto no puede ocurrir aquí. Los años 50 permitieron afianzarse a Bergman. Al principio de la década rodó dos brillantes historias de amor que exaltaban a la vez el esplendor del verano sueco y los fuegos efímeros de la pasión: Juegos de verano, también llamada Juventud, divino tesoro (1950), que fue presentada en Punta del Este, y esto llevó al éxito del director en lugares tan lejanos a sus país, como lo son Argentina, Uruguay y Brasil. También dirigió Un verano con Monika (1952), donde alcanzó su plenitud la sexualidad de Harriet Andersson. La carrera de Bergman en Suecia estuvo a punto de verse frenada a causa de la desfavorable recepción crítica de Noche de circo (1953), un análisis mordaz del deseo, el sentimiento de culpa y la vulnerabilidad humana. y un año después llega Una Lección de amor


Pero la obtención por parte de Sonrisa de una noche de verano del Premio Especial del Jurado en el Festival de Cannes de 1955, volvió a situarle en posición privilegiada en Europa y Estados Unidos y le permitió abordar un proyecto que acariciaba desde tiempo atrás: El séptimo sello (1956), alegoría sobre la vida y la muerte donde refleja a la vez su concepción afectiva e intelectual de Dios y su intuición del posible holocausto nuclear. 
El clamoroso éxito obtenido por el film ofreció la posibilidad de dirigir, uno tras otro, cuatro importantes títulos: el primero fue Fresas salvajes (1956), con el director de cine Victor Sjöstrom como protagonista. Bergman recurriría nuevamente a sus recuerdos de infancia para efectuar un acercamiento lúcido y benévolo a la vejez, con toda su carga de lamentos y recriminaciones. Rodó después En el umbral de la vida (1957), un ejercicio de apariencia más documental que disecciona las reacciones de tres mujeres ante la maternidad. En El rostro (1958), un mago que no es otro que el propio Bergman, se gana la vida fascinando al público y exponiéndose a la vez a sus sarcasmos. Finalmente, El manantial de la doncella (1959) es una cruel historia de violación, asesinato y venganza, basada en una balada medieval. 


En el transcurso de los años siguientes, el estilo de Bergman experimentaría un cambio sensible. El cineasta aborda una etapa aparentemente austera. Una técnica más depurada y, una temática más profunda se ponían al servicio de un pensamiento inquieto y desgarrado. Tras filmar El ojo del diablo, llega la trilogía formada por Como en un espejo (1961), Los comulgantes (1962) y El Silencio (1963) que le permitió ajustar cuentas definitivamente con su educación religiosa. Dejando a un lado su preocupación por el lugar del hombre en el Universo para considerar el del artista en el seno de la sociedad, Bergman, se convirtió en portavoz intelectual de su tiempo, persuadido de que el ser humano había llegado a una fase crítica de su evolución y de que la apatía del mundo moderno era tan sólo el reflejo de un cierto desencanto. Luego dirige ¡Esas mujeres! parodiando al cine de Fellini. Persona (1966), una obra profundamente marcada por la influencia de Jung y el psicoanálisis, reunió a Bergman, que entonces vivía en la desolada isla de Faro, con la actriz noruega Liv Ullman


A su alrededor, el cineasta tejió en los años siguientes una serie de dramas que destacan por su crudeza y violencia, como La hora del lobo (1967), Vergüenza (1968) o Pasión (1970), que fue la primera en color. En 1971, Bergman rodó en inglés La carcoma, con Elliot Gould, que supuso un completo fracaso comercial. Por contra Gritos y susurros (1972), alucinante estudio en blanco y negro de los últimos días de vida de una mujer enferma de cáncer y del comportamiento de sus hermanas, es encumbrada como una de sus obras maestras. El director sueco siempre fue consciente del impacto de la televisión, y desde 1969, año en que realizó El rito para la pequeña pantalla, mantuvo una relación fluida con el medio, también destino original de Secretos de un matrimonio (1973) y la adaptación de La flauta mágica (1974). En 1976 dirigió Cara a Cara, y luego un escándalo fiscal llevó a Begman a exiliarse en Munich, donde dirigió para Dino de Laurentiis El huevo de la serpiente (1977), ambiciosa reconstrucción del Berlín inmediato a la posguerra. La película se hizo eco del desasosiego y las preocupaciones del realizador como ocurrió también en De la vida de las marionetas (1980), donde se reflejan la impotencia y el sentimiento de fracaso de un individuo perseguido por la sociedad. En 1978 dirigió Sonata de otoño, con la que tuvo varias nominaciones. En 1982, presentó Fanny y Alexander y anunció que sería su última producción para la pantalla grande. 
Fuertes connotaciones autobiográficas aclaran retrospectivamente los temas de su obra: la fascinación por el mundo de los actores, el temor a los tabúes religiosos, la complicidad con el universo femenino, el descubrimiento de la muerte... Todo dentro del marco de una gran familia de Upsala a principios del siglo XX, visto a través de los ojos de un niño de doce años que, una vez más, puede considerarse el alter ego de Bergman. A partir de entonces, trabaja regularmente en el medio televisivo, para el que dirige títulos como Después del ensayo (1983), Los dos bienaventurados (1986), En presencia de un payaso (1997), o Saraband mientras que sus guiones son llevados al cine por otros cineastas, generalmente cercanos a su entorno, como su hijo Daniel Bergman, firmante de Niños del domingo (1992), el danés Bille August, que trasladó a la pantalla Las mejores intenciones (1992), y su ex-compañera sentimental, la actriz y directora Liv Ullman, realizadora de Confesiones privadas (1997) e Infiel (2000). Bergman falleció el 30 de julio del 2007, el mismo día que se otro grande del cine europeo: Michelangelo Antonioni.

FICHA TÉCNICA

Título original: Det sjunde inseglet (The Seventh Seal)
Año: 1957
Duración: 96 min.
País: Suecia
Dirección: Ingmar Bergman
Guion: Ingmar Bergman
Música: Erik Nordgren
Fotografía: Gunnar Fischer (B&W)
Reparto: Max von Sydow, Gunnar Björnstrand, Nils Poppe, Bibi Andersson, Bengt Ekerot, Gunnel Lindblom, Maud Hansson, Ake Fridell.