EDITORIAL
Escuchen el silencio, que es la última
nota. El día cae, y su bullicio de colores muere en el anonimato de la noche.
Pero miren hacia arriba, ¿no son también las estrellas acaso luces? ¿No esconde
la luna en su palidez una terrible angustia? ¿No ruge acaso en su parpadeo una
canción desesperada? ¿Es la noche tan callada, el movimiento más perfecto? El
silencio oscuro, entonces, ahora es magia, ahora es música. Viene agazapado,
entre dulces melodías, un último acorde. Es la noche. Es la muerte. Es el
silencio, la última nota.-
Lucas Itze.-
Canción elegida para la editorial
Los Piojos con el coro Chiquicanto
IMPRESIONES
PARA LOS CORISTAS
Desde que nacemos, no sólo estamos
iniciando una nueva vida, sino que también, por loco que suene, estamos
haciendo música. Cada ruido, cada llanto, cada paso, puede estar inmediatamente
ligado a una nota musical. Sólo habría que saber hallar la forma en que todo se
encastre, para que nos quede definida una hermosa melodía. La música, ha sido
enviada por alguna deidad divina para liberar los sentidos, para acallar a las
bestias, para endulzar el alma. Cuando uno escucha música, no importa el tipo
que sea, se traslada y se mimetiza con el sonido, creando un universo paralelo
enormemente único. Se han escuchado infinidad de historias con respecto a ella,
como cuando ese amigo de esta casa, Ricardo
Mollo, tocaba la guitarra para su querido Gustavo Cerati, quien a pesar de su condición hospitalaria luego
del accidente cerebro vascular, respondía ante esas melodías que salían como
una caricia. Y no solo un instrumento es sinónimo de música, también las voces
son las que juegan un papel fundamental para darle una belleza divina. Así ve
la vida ese bonachón profesor llamado Clément
Mathieu, alguien que no tiene trabajo, y que va a terminar siendo profesor
en un internado en el film Los Coristas, dirigido por Christophe Barratier. El director, co guionista junto a Philippe Lopes-Curval, se basa en dos
experiencias muy propias para escribir el guion.
Primero, en la película La Jaula de los ruiseñores de 1945, que
trata una temática muy parecida y a la que quiso homenajear haciendo esta
especie de remake. Segundo, a su propia infancia, ya que luego del divorcio de
sus padres, pasó algunos meses en un internado. El film arrancará muy lejos de
Francia, donde se desarrollará la acción, sino lo hará en Estados Unidos, donde
un músico recibe la noticia de la muerte de su madre. Una vez en su país, lo
visitará alguien que hace mucho tiempo no ve. A partir de ahí, se iniciará el racconto
con Mathieu como protagonista, al que lo escucharemos también desde la voz en
off, relatando parte de los sucesos vividos 50 años antes, en 1949. El film nos
trasladará a esa época post Segunda Guerra Mundial, donde toda Europa está
económicamente devastada, intentando levantarse de esa absurda batalla. La
película trabajará una fotografía sencilla, sin grandes efectos técnicos, pero
hará notar con sus paletas de colores fríos, un ambiente oscuro y lúgubre, para
ponerse en contexto con los personajes. El vestuario estará también bien
ambientado a la época en que se sitúa la historia. El director jugará con los
planos muy detalladamente, dividiendo generalmente en primeros planos cuando
hace foco en los personajes de forma particular, o en planos generales cuando
aparece el coro completo o están fuera del internado.
Los movimientos de cámara
no serán grandilocuentes, pero si, bien intercalados, como lo podemos notar
cuando los chicos cantan para la condesa, en la que creemos, es la mejor escena
del film. Y sin dudas, los dos grandes logros vienen por el lado de banda
musical, perfectamente trabajada, y siendo clave en el film, y en las
actuaciones, sobre todo de los chicos, casi todos ellos vecinos del pueblo
donde se rodó, en una especie de homenaje al neo realismo. Por último, la
historia. El Fondo del Estanque es el nombre del internado, y los chicos que
viven allí, sienten que no puede sacar la cabeza afuera y parecen hundidos en
la profundidad. El director, un tirano llamado Rachin, se basa en el método acción-reacción
para educar a los colegiados, en una especie de ojo por ojo violento y para
nada pedagógico. Será la llegada de Mathieu, quien evitará que esa acción no
sea continuada por una reacción, tratando de ganarse la confianza de esos niños
que tienen sueños demasiado lejanos. El método que él utilizará, será la
música, a partir de la creación de un coro, para sacar lo mejor de cada uno. Al
igual que Don Gregorio en La Lengua de las Mariposas o el ya
inmortal John Keating de La Sociedad de los poetas muertos, será
considerado la oveja negra, y tendrá que rebuscárselas para salirse con la
suya. Quizás ese homenaje llegue demasiado tarde, pero sus chicos lo recordarán
por siempre, como lo veremos en los protagonistas del comienzo de la película,
a los que Clément les cambió la vida, cuando eran apenas, unos niños...
Marcelo De Nicola.-
Canción post impresiones
Intoxicados y el Coro Kenneddy
UNIVERSO
BARRATIER
Nacido el 17 de junio de 1963 en Paris, es
hijo de la actriz Eva Simonet y
sobrino del actor Jacques Perrin (quien
hace de Pierre Morhange en Los Coristas).
Antes de empezar su carrera en el cine, estudió guitarra en el École Normale de Musique de París. En
1991 se unió a la productora cinematográfica de su tío Jacques Perrin, Galatée Films. Aprendió el oficio de
productor en varias películas: fue productor ejecutivo de Microcosmos : le peuple de l'herbe (‘Microcosmos: el pueblo de la
hierba’, de 1995), Himalaya: l'enfance
d'un chef (‘Himalaya: la infancia de un líder’, de 1999) y Le peuple migrateur (‘el pueblo
nómada’, de 2001).
Su primer corto se tituló Las lápidas, filmada en 2001,
adaptación de la novela de Guy de
Maupassant. El primer largo es un éxito, hablamos de Los coristas, que le da nominaciones como mejor película
extranjera, tanto en los Oscar, como
en los Globo de Oro y BAFTA. La canción Busca tu camino, también fue nominada por la Academia.
En 2008 dirige la comedia musical Paris 36. Ambientado en 1936, el cierre
de un teatro hace que tres de sus trabajadores intentarán producir un musical
para volver a comprar el teatro. En 2011 dirige La nouvelle guerre des boutons (La nueva guerra de los botones),
remake de un film de 1962. Ambientada en la Segunda Guerra Mundial, hace
referencia a dos bandas de chicos que pelean por una aldea.
El año pasado filmó
L´Outsider, la historia de Jérôme Kerviel, quien protagonizó el
mayor fraude de la historia en enero de 2008 cuando causó la pérdida de 4900
millones de euros debido a actividades fraudulentas en la Société Générale de
París y fue condenado a 5 años de prisión.
Nos fuimos con dos clásicos de Pink Floyd
FICHA
TÉCNICA
Título original: Les choristes
Año: 2004
Duración: 95 min.
País: Francia
Dirección: Christophe
Barratier
Guion: Christophe
Barratier, Philippe Lopes-Curval
Música: Bruno Coulais, Christophe Barratier
Fotografía: Carlo Varini, Dominique Gentil
Reparto: Gérard Jugnot, François Berléand,
Jean-Baptiste Maunier, Jacques Perrin, Kad Merad, Maxence Perrin, Paul
Chariéras, Marie Bunel, Jean-Paul Bonnaire, Grégory Gatignol.
SINOPSIS
En 1948 Clément Mathieu, profesor de música
desempleado, acepta un puesto como profesor vigilante en un internado de
reeducación de menores. El sistema represivo aplicado por el director
conmociona a Mathieu. Enseñándoles música y canto coral a estos niños tan
difíciles, Mathieu transformará sus vidas cotidianas.
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