lunes, 14 de noviembre de 2016

EL ESPEJO DE LOS OTROS


EDITORIAL

Señores comensales, prepárense para entrar al bar más enigmático del mundo, donde sus proezas morirán antes que puedan ser contadas, donde olvidarán por un minuto todas sus victorias y serán enterradas bajo un manjar fresco de verduras avinagradas. Siéntense en la silla más incómoda mientras escuchan los primeros acordes de la música más tenebrosa que hará las delicias de su última noche. Piensen como escapar, así como evadieron tantas veces la dignidad por culpa de la codicia y la avaricia. Revienten sus cráneos contra el piso pidiendo clemencia mientras esperan por un segundo de falsa calma. Ordenen el menú más oneroso y sabroso olvidando las miserias de los que los rodearon. Busquen en el fondo de la copa las mentiras ocultas, embebidas del odio más profundo. Recuerden cada lágrima arrancada a tiros por el poder más insano. Sientan el latido de sus corazones vomitando silencios, ante cada pregunta perdida en el olvido. Jueguen sus cartas menos valiosas mientras los gases de las bebidas se evaporan. 


Rían demencialmente, por última vez, como lo hacían cuando destruían todo. Lloren sus lágrimas de plástico, que engañaron miles de sueños. Perpetúen la tranquilidad y el ocio que compraron en cómodas cuotas. Escuchen las voces de la injusticia que vienen en sonido estéreo. Dejen sus platos sucios como siempre, para no limpiar su conciencia. Entréguense al juego más perverso, dejando de lado su protagonismo. Manipulen una vez más su memoria, como lo hicieron con los cerebros. Disfruten su postre especial, mientras unas odaliscas danzan para revivir ciertas fiestas. Griten con toda su fuerza para asegurarnos de que no serán escuchados. Pidan perdón de rodillas a pesar de que no servirá de nada. Piérdanse en los infiernos, mientras se hielan las venas. Vivan una vez otras vidas, para encontrar un sentido. Pónganse al fin del otro lado, métanse en su piel, y por una vez, mírense en el espejo de los otros.

Marcelo De Nicola.-

Canción elegida para la editorial



IMPRESIONES PARA EL ESPEJO DE LOS OTROS


Un amigo escribió alguna vez desde el fuego de todos los fuegos, que “tratando de lucirse, un chancho puede comer un jamón, y remataba con la sentencia: siempre revelamos a lo que estamos sometidos” Nuestras cadenas tintinean en cada gesto. Nuestra sentencia estuvo escrita mucho antes de que salten las tostadas, y vos lo sabes. El plan es tan perfecto y tan morboso, que ya ni siquiera esconde el juego bajo el anonimato de ningún paño. Estamos sueltos en esta pecera que creemos el océano, bajo este cielo que juramos azul, caminando este suelo que confiamos duro, frente a estos tipos, que aclamamos como hermanos, creyendo ciegamente en la veracidad de las tristes imágenes que entregan estos ojos adoctrinados. Cómo ser entonces en este devenir de dudas y cuentos mal contados. Cómo ser dentro de este cascote que ni siquiera se molesta en contenernos. Y allí quizás la fatalidad del error, fatal porque detiene este cause que somos. Fatal, porque lo que se estanca muere. Uno no es, uno es siendo y lo fugaz, como todos sabemos, jamás fue analizable. Sera entonces ahí donde nos rescatemos en la mirada del otro, será el otro, aquel espejo donde mirarnos, donde buscarnos o quizás descubrirnos. Dependerá siempre de nuestra astucia aquel espejo. Seremos nosotros los únicos culpables en haber perdido nuestro tiempo en reflejos distorsionados o tendenciosos, y como bien sabemos, perder tiempo es perder oportunidades. Decidir por A es negar B y C, por más que la mala poesía respire en la nostálgica reivindicación de lo negado. 


Marcos Carnevale mantendrá esta línea de pensamiento en aquella obra llamada “El espejo de los Otros” la cual guionará y dirigirá con maestría. El relato tendrá tintes surrealistas aunque este lejos de este movimiento. Su estructura será lineal y estará armada en cuatro situaciones puntuales que tendrán cierto sabor a cortometraje cinematográfico. La consigna es clara y hasta tentadora como ejercicio para guionistas: Un restaurant ubicado en los restos de una catedral gótica con una única mesa. Por allí pasaran los mejores platos, los mejores vinos y la mejor música. Cada noche, la mesa es servida para dar una última cena. El cenáculo, así el nombre del lugar, tendrá en su cabecera un vitraux representando el mural de Leonardo, “La ultima cena”. No solo su nombre hará referencia a la locación donde sucedió el hecho representado pictóricamente, sino también la estructura del film tendrá un claro paralelo con aquella maravilla plasmada por Da Vinci hace tantos años. Recordemos aquí que el artista en su pintura, agrupa a los apóstoles en cuatro grupo de a tres, representando de izquierda a derecha, en el primero de los grupos el asombro, luego la traición, grupo en el que se incluye a Judas Iscariote, luego vendrá la triada del amor platónico para terminar en aquella triada donde algunos creen ver a Platón y hasta al mismísimo Leonardo representando ellos mismos el dialogo filosófico que lleva a la verdad del hijo del dios. La cinta mantendrá esta misma estructura de triadas y de conceptos, correspondiendo así el tema y la cantidad de personajes en cada corto. Así como en el cuadro, el tema que unirá todas las piezas, será la traición. El primero de ellos, comenzará con 6 personajes formados por tres hermanos con sus parejas. 


Tras comenzar una discusión que terminara en la develación del conflicto principal entre los hermanos, las tres mujeres se retirarán con “la sorpresa”, la cual tomara protagonismo también en los tres personajes restantes al descubrir en lo que se han convertido al ser consumidos por su voraz avaricia. Luego vendrá la traición, que se dará entre el hombre que cumple 60 años y aquel amor perdido hace más de 20. Ella traicionará su confianza aludiendo a un tercer personaje que nunca veremos, él traicionará al hombre, se traicionará a él mismo arruinando aquel momento tan esperado por años. Invadido por la ira, traicionará lo divino que estará representado en ella y pasara el milagro. Luego vendrá él, ocupando el centro del cuadro representado por aquella figura triangular y se insinuará en aquella concepción sin coito, sin padre, sin pecado. Continuará el film y llegará el turno del amor platónico, el amor entre ellas, aquellas amigas valientes a las que lo único que les falta es tiempo. Cerrará la película con la charla entre los dueños del bar, aquel dialogo filosófico representado en la última triada. Se volverá a completar el trio con un personaje aludido y se despachará entonces el amor, la traición, la envidia y hasta la realización y reafirmación del yo. La triada se completara en el dolor y la pena causada por el triste recuerdo. El doctor Caligaris, convidando una mano desde los límites del tiempo, cito hace poco a Hegel diciendo: “El espíritu solo conquista su verdad cuando es capaz de encontrarse a sí mismo en el absoluto desgarramiento”. Allí el destino de este puñados de comensales, allí el destino de todos nosotros, que aun sabiendo nuestra condena, nos aventuramos al fondo del lodo con el único objetivo de auto conocernos, aun sabiendo que quizás ese sea nuestro último viaje. Allí, mis queridos amigos los espero, donde el sol ya no se aventura, donde las caricias son puñaladas y todos los nombres son el olvido.-

Lucas Itze.-

Canción post impresiones


También sonaron dos clásicos 


Cuando el fuego crezca quiero estar allí



UNIVERSO CARNEVALE


Marcos Carnevale, nació en Córdoba, en 1963. Comenzó en el campo de la publicidad en 1983 hasta fundar en 1991 su propia productora: Millecento Cinema. Desde entonces, ha realizado más de trescientos trabajos publicitarios con los que ha conseguido diversos premios internacionales. Es gerente de contenidos de Pol-ka Producciones.
Su extensa carrera como autor para series de televisión se ha visto recompensada con numerosos premios a títulos como Ilusiones, 22, el loco, 099 Central (ganadora de 8 Premios Martín Fierro), Soy Gitano (nominada a 13 Premios Martín Fierro), Padre Coraje (ganadora del Premio Martín Fierro de Oro y de 3 Premios Clarín), Hombres de honor, Botines o Amas de casa desesperadas. En el 2004 hizo su primera incursión en el teatro como autor y director artístico del espectáculo La profecía.
Su primer largo como director, basado en un guion propio fue Noche de ronda, en 1997. Cuenta la historia un cliente del bar La Luna se autodefine a su dueña como un contador de historias y, a la vez, como su ladrón. Se dedica a recopilar historias que escucha  en los cafés. Sólo que en este bar, su dueña se interesa excesivamente, tanto por el método como por su creador. Se establece una relación que se entrecruzará con algunos de estos relatos hurtados.
En el 2000 dirigió a Leticia Bredice y Antonio Gasalla en Almejas y mejillones, una comedia con muy malas críticas rodada en España, sobre un biólogo especializado en mejillones, que se enamora de una mujer con muchos desordenes en su vida… su problema es que a ella, le gustan las mujeres…
En 2005 filmó Elsa y Fred, con China Zorrilla y Manuel Alexandre, quienes nos invitan a demostrar que para el amor, no hay edades.


Dos años después dirigió Tocar el cielo, cuenta la historia de un grupo de amigos que viven en Argentina y España, buscan sus sueños, a pesar de la distancia.
En 2009 llegó Anita, la historia de una chica con síndrome de Down, que viven con Dora, su madre, y es su conexión con el mundo. Todo cambia cuando su madre sale a hacer un trámite, y la tierra tiembla por el atentado a la AMIA. Anita sale a buscarla, perdiéndose en la gran ciudad.


En 2011 dirigió Viudas, la historia de una mujer (Graciela Borges) que se entera de que su marido tiene una amante (Valeria Bertucelli) cuando está a punto de morir. Su último deseo es que su mujer cuide a su amante, y cuando ésta intente suicidarse, empezarán otra vida...
En 2013 obtuvo bastante éxito con Corazón de León. La historia de Ivana, una abogada recién divorciada, que pierde su celular. Recibe el llamado de un hombre que es arquitecto, simpático, carismático y de gran personalidad. Cuando acuerdan verse, él es todo lo que pensó, soló que mide 1.35 mts… Ivana intentará alejar los prejuicios de la sociedad y sus propios prejuicios…


Luego de El espejo de los otros, lo último que ha filmado, es Inseparables, remake de una película francesa con un empresario que queda tetrapléjico y su ayudante, alguien no profesional, que por fin lo trata sin compasión. Según algunos críticos, mejor que la original.

FICHA TÉCNICA

Título original: El espejo de los otros
Año: 2015
Duración: 119 min.
País: Argentina
Director: Marcos Carnevale
Guión: Marcos Carnevale
Música: Gipsy Bonafina
Fotografía: Horacio Maira
Reparto: Norma Aleandro, Graciela Borges, Leticia Bredice, Alfredo Casero, Pepe Cibrián, Mauricio Dayub, Julieta Díaz, Luis Machín, Oscar Martínez, Javier de Nevares, Ana María Picchio, Favio Posca, Carola Reyna, Marilina Ross.

SINOPSIS


En Buenos Aires existe un lugar del que todo el mundo habla, pero que pocos conocen. Tras un paredón insípido y una puerta que no invita a cruzarla, se ocultan los restos de una vieja catedral gótica sin techo. En su interior se esconde un singular restaurante que ofrece una sola mesa. Todas las noches una última cena. Pero nadie va solo a disfrutar de una gran comida. Los comensales se sientan para saborear el vino y la buena música, en un momento importante en sus vidas. Por el restaurante Cenáculo pasan el amor, la vida, la muerte, la codicia y la soledad. Todo bajo la atenta mirada de los hermanos Benito e Iris, los dueños del lugar y los únicos que presencian lo que allí ocurre cada noche.

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