domingo, 25 de mayo de 2014

DOGVILLE

Programa 9 (13-05-2013)



EDITORIAL

Hace mucho tiempo, nuestro amigo Friedrich Nietzsche, en su obra La genealogía de la moral, nos venía a hablar de ella, y nos decía, casi cruelmente, que la moral cristiana y sus grandes valores católicos, como los son la humildad o la compasión, se basaban realmente en la hipocresía y en el resentimiento.
Hipocresía y resentimiento que se ven en todo el mundo, en cada pueblo, a cada paso. Un mundo lleno de miserias, que intentamos ocultar todo el tiempo. Todos somos perfectos, todos hacemos el bien, todos juzgamos lo que está mal.
Me permito una pregunta: ¿Qué es ser perfecto? Perfecto quizás es la palabra más utópica del lenguaje, ya que la perfección no existe, aunque nos sirve para engrandecer nuestro propio ego, o para endiosar distintos tipos seres terrenales que convertimos en deidades. Una vez que ese Dios terrenal cae, la perfección quedará a un lado y será castigado, maltratado y humillado hasta límites insospechados. En ese momento es cuando sale lo peor de cada uno de nosotros, o quizás, cuando demostramos quienes somos en realidad.
El ser humano es ese ser racional que todo lo puede, que nos habla de la ética y la moral, pero en el fondo le desea la muerte a una persona sólo porque no coincide con su pensamiento. Es el que grita sus bondades a los cuatro vientos, pero se esconde en su propia soberbia cuando le piden su ayuda. El que demuestra alegría por el éxito ajeno, aunque por dentro se ahogue en su propia envidia.


Esos seres racionales son los que forman nuestra sociedad. No la de hoy ni de mañana… la de siempre. A través de las diferentes épocas la sociedad fue cambiando, de forma material, pero no en su interior.
Desde los más pequeños pueblos hasta las más grandes metrópolis, pasando por diferentes épocas, encontramos una serie de arquetipos de personajes que conforman el pueblo o la ciudad: el sacerdote, el médico, el policía, la ama de casa, el estudiante, por el lado de los buenos, la sirvienta, el ladrón, el indigente, por el lado de los malos. En el medio de todo está él: EL PERRO…
Y justamente el perro (por nombrar un ser irracional), es el más perfecto de todos, el que no critica, el que no destruye, el que no mata. Ahora alguno me dirá ¿Cómo que no destruye, como que no mata? Y la respuesta es no… Ya que no lo hace con conciencia, como el ser humano, sino generalmente por intuición o accidente. A él sólo le interesa que le des de comer, o tirarle un palito para venir a traértelo, no necesita una sonrisa para demostrarte su alegría, sólo un leve movimiento de cola nos hará entender su felicidad. A su modo quizás se quejará si llegas tarde, o si no le prestas tanta atención, pero no más que eso.
Que lindo que las personas que conformamos nuestra sociedad adoptemos esa irracionalidad, que sea un mundo sin miserias, envidias, hipocresías y rencores. Una ciudad, un mundo diferente, casi perfecto, en el que no haya que esperar nada a cambio
Una sociedad imposible, ya que en cada país, cada ciudad, cada pueblo tenemos un DOGVILLE.

Marcelo De Nicola

Canción elegida para la editorial



Impresiones sobre Dogville



Estamos frente a una obra de arte, y al escribir o al hablar sobre ella ya la estamos limitando en su esencia. Siempre tuve la sensación de que las obras hay que mirarlas en silencio, sin emitir mucho juicio sobre ellas, sin dejar que el racionalismo venga a levantar cercos  o a definir caminos. El poeta Lord Byron dijo: “El gran arte es efecto, producido no importa cómo”.  Más de una vez me han llamado romántico, por defender esa idea. Lars Von Trier es un provocador, un generador de efecto, un artista infinito. Una persona capaz de navegar en el mar de lo incorrecto y mostrarnos su poesía. Dogville es vanguardia, de eso no cabe dudas. Es una película que viene a romper con gran parte de las leyes de la cinematografía y a demostrarnos, una vez más que el cine de Von Trier es un espacio de libertad donde, por suerte, nunca esperamos lo que va a pasar. Alguna vez, Miguel Ángel, dijo algo que a mí me resulto maravilloso: “el resultado no es el hombre sino sus pasiones” Algo de esta idea, creo yo, camina por las calles del viejo y olvidado Dogville. 


La película abre con una toma cenital del pueblo. El término cenital hace referencia a una angulación de cámara. La cámara, puede tener una angulación de cero grados o sea que el objetivo de la misma se encuentra paralelo al piso. Puede ser picada, esto es cuando el objetivo de la cámara enfoca ligeramente hacia el suelo y encuentra su opuesto en el contra-picado, donde la visión de cámara es desde el suelo hacia arriba. Por último encontramos la supina, cuya visión es perpendicular al suelo, mirando en 90º hacia arriba y su opuesto, angulación del plano con el que abre el film, cenital, cuya visión es de 90º hacia el suelo, o sea una visión en planta. Este plano, desde el inicio del film, nos pone a los espectadores en un  lugar de superioridad frente a los personajes. Esta es la visión, quizás, del dios de los católicos. Esta es, quizás, la visión de algún científico, que examina el comportamiento de sus conejillos de la india. Esta ES la visión que tenemos nosotros, los espectadores, al mirar por primera vez el pueblo de Dogville. Y acá aparece la gran sorpresa. Lars Von Trier rompe magistralmente con el espacio escénico. La puesta en escena de todo el pueblo, se limitara a marcaciones sobre un piso negro, como si fuera un plano en planta, y algunos pocos muebles. Estas pocas pinceladas utiliza el amigo Lars para graficarnos este viejo pueblo perdido en las montañas estadounidenses. Y puedo jurarles que no necesitamos más. 


A los pocos minutos el ojo comprende y se adapta a esta propuesta sin ningún tipo de problema. La estructura del relato es lineal y estará dividida en un prologo y nueve capítulos. Una voz en off nos ira narrando, a modo de cuento infantil, datos que nos ayudaran a la compresión del relato, a hilar los distintos capítulos, a entender procesos internos de los personajes. Este último punto, quizás podría tomarse como un error de construcción, ya que, según dicta cualquier manual de guión, la utilización de la voz en off para narrar procesos internos de los personajes es la herramienta más utilizada por el guionista perezoso. El personaje debe actuar, debe accionar para contarnos lo que le pasa internamente. Pero en Dogville, la voz en off está lejos de caer en este error. El uso narrativo, casi literario, de la misma, no es más que una de las tantas ironías esparcidas por todo el film por el director. En cuanto al tratamiento estético, descubrimos resabios de aquella maravillosa mojada de oreja que significó el Dogma 95. Veremos, mucha cámara en mano, cambios en la calidad de grabación, traducido esto a la calidad de imagen. Nos toparemos con cantidad de saltos de ejes. Un eje se crea, por ejemplo, entre la mirada de dos personajes que charlan. Entre ellos se genera una línea imaginaria que los atraviesa. La técnica nos dicta que la cámara debe ubicarse sobre alguno de los dos planos generados por la división de la línea imaginaria, para poder generar un raccord de miradas, o sea una continuidad fluida entre las miradas de los dos personajes. Este concepto se quiebra todo el tiempo en Dogville. También encontramos rupturas en la temporalidad del accionar de los personajes, hay saltos que subrayan la inestabilidad de los mismos. Lars Von Trier realiza un ensayo exquisito sobre las relaciones humanas en Dogville. Genera una especie de infierno, en donde suelta, a modo de experimento, un puñado de personajes bastantes prototípicos con el objetivo de lograr una identificación rápida y plena. 


Recordemos que las puertas de esta suerte de infierno están custodiadas por el perro Moisés, un posible paralelo con el cancerbero de los griegos, aquel can de tres cabezas que protegía las puertas del inframundo y evitaba que ningún mortal pase al plano de los muertos y que ningún espectro pase al plano de los vivos. Siempre pensé que detrás de todo acto de bondad se escondía morbosamente un regocijo narcisista. Que uno hacia el bien, no para ayudar al otro, sino para gritarle al mundo lo bondadoso que puedo llegar a ser. Dogville confirmo mi teoría. Desenmascara aquella vieja mentira de la otra mejilla y nos viene a poner en jaque todo aquello de la moralidad. Dogville nos cuenta que la maldad y el egoísmo coquetean en todas las clases sociales y en todos los lugares del mundo. No nos olvidemos, después de todo, que somos una sociedad que mata y crucifica a sus dioses y se realza sobre las estructuras de la culpa.
La hipocresía, aquel vino que encontramos en cada una de nuestras mesas.              

Lucas Itze.-

Canción post análisis


También escuchamos:


Y nos fuimos con:



FICHA TÉCNICA

Título original: Dogville
Año: 2003
Duración: 177 min.
País: Dinamarca
Director: Lars von Trier
Guión: Lars von Trier
Música: Antonio Vivaldi
Fotografía: Anthony Dod Mantle
Reparto: Nicole Kidman, Paul Bettany, Lauren Bacall, Stellan Skarsgård, James Caan, Ben Gazzara, Harriet Andersson, Jean-Marc Barr, Patricia Clarkson, Jeremy Davies, Philip Baker Hall, Udo Kier, Chloë Sevigny, Siobhan Fallon, Blair Brown, Zeljko Ivanek

Sinopsis

Grace, una bella fugitiva, llega a Dogville, un pueblito de Estados Unidos, escapando de unos gángsters.
Tom, el portavoz del pueblo, es quien la ayuda a refugiarse. Para ello, Grace deberá ayudar a los vecinos trabajando para ellos. Sin embargo, luego de pasar los quince días de prueba empiezan las complicaciones, ya que la policía empieza a vigilar el pueblo cada vez más, lo que hace que sus habitantes le exijan nuevos trabajos, para compensar el ocultamiento.
Esos vecinos benevolentes y carismáticos, pronto se transformarán en una pesadilla, sacando a la luz lo peor de cada uno de ellos, a pesar de que Tom, ya enamorado de ella, intenta ayudarla a pesar de no contar con el apoyo del pueblo.
Los destratos y humillaciones tanto psicológicas como físicas comienzan a ser moneda corriente. Luego de muchas dudas, Tom decide agarrar la tarjeta que uno de los gángsters le dejó. 
Grace se reúne con el jefe de la mafia, que es su padre. Luego de una charla en el auto llegan a una decisión final. Grace tiene un as en la manga y está dispuesta a jugarlo. Dogville se arrepentirá de haber mostrado los dientes.


La película completa y subtitulada, acá: https://www.youtube.com/watch?v=jYgGwXwaBt4

Trailer: 


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