SINOPSIS
Otis es un niño de 12 años
que descubre desde muy joven la cara oculta de Hollywood, ejerciendo de
especialista en shows televisivos. Su padre es un antiguo payaso de rodeo con
diversos problemas, ahora sin trabajo, que decide convertirse en su guardián.
Cuando Otis no está grabando sus escenas como doble, pasa el rato con él en
hoteles de poca monta situados en las afueras de las ciudades donde se alojan.
La convivencia entre ambos es muy compleja, y Otis anhela que su padre se
comporte como tal. (FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Luz, cámara, acción… Una
botella cae al piso. El ruido de los vidrios rompe el monótono silencio. Las
paredes grises se oscurecen de golpe. Un labio se corta y un párpado se
contrae. Hay gritos e insultos. Son las 2 de la mañana. La luz se apaga.
Corten.
Luz, cámara, acción… El sol
aparece levemente por la ventana. Un pie se apoya sobre el piso y su piel se
abre con un vidrio. La sangre empieza a derramarse. Hay insultos al aire. Son
las 2 de la tarde. Las persianas se bajan. Corten.
Luz, cámara, acción… Una
lágrima amaga con escaparse, pero no lo logra. La música suena a todo volumen.
El timbre también. Alguien grita del otro lado de la puerta. Se siente un olor
a alcohol barato desde el otro lado. Los vidrios yacen en el piso. La sangre
también. Son las 10 de la noche. Alguien cae fundido sobre una cama. Corten.
Luz, cámara, acción… Un
grito resuena en la oscuridad. Otro vidrio sembrando venganza. Alguien se
despierta con un golpe sobre su cuerpo. Los moretones son más evidentes. La
televisión vomita odio. Y en ese cuarto el odio se respira en cada poro. Una
sombra se va. Una puerta se abre y luego se cierra violentamente. Son las 4 de
la mañana. Por fin hay algo de paz. Corten.
Luz, cámara, acción… Un
perfume rodea toda la habitación. Hay risas y susurros. Luego se transforman en
gemidos. Los vidrios y la sangre ya no están. Una escoba reposa junto a un
placard. La música es más suave. Son las 6 de la mañana. La pasión lo envuelve
todo. Corten.
Luz, cámara, acción… Las
risas se convierten en llanto. El olor a cigarrillo elimina al del perfume. Ya
no hay música ni tv. Un cenicero vuela de un lado a otro. Un vaso hace lo mismo
en sentido contrario. Increíblemente no se rompe. Alguien se va corriendo dejando
parte de sus prendas en el piso. Son las 7 de la mañana. Es la vuelta a lo
natural. Corten.
Luz, cámara, acción… Una
sirena se escucha a lo lejos. Se va acercando constantemente. En minutos, las
paredes se vuelven azules y rojas. Alguien golpea fervientemente. Nadie
atiende. De repente un ruido despierta a cualquiera que esté ahí dentro.
Efectivos policiales entran. Son las 9 de la mañana. Otro domingo primaveral.
Corten.
Luz, cámara, acción… Una
puerta entreabierta. A lo lejos se ve una valija a medio armar. El sonido de la
ducha se corta. Un cajón se abre y se siente el ruido de unas monedas. Una
toalla cae sobre la cama. Una pequeña sombra se mueve por la habitación. Luego
se escapa por la puerta. Esta se cierra lentamente. Son las 3 de la tarde. El
futuro ya llegó. Los sueños se reinician. Corten.
Marcelo De Nicola.-
Canción elegida para la
editorial
IMPRESIONES SOBRE HONEY BOY
Matemos al sol, vamos, hagámoslo de una maldita vez. Entremos con rabia a la oscuridad. Entremos con salvajismo. Seamos puente. Caigamos en la madriguera. El conejo blanco, otro demonio. Sigámoslo hasta las fauces del peor de los infiernos, del más doloroso, aquel donde el fuego quema y purifica, arde en un grito liberador. Matemos al sol porque es en la noche donde todo pasa. Donde las defensas ceden, donde los besos son más largos, y los desamores tocan a la puerta de modo familiar, con aquel toque que no nos hace mirar por la mirilla. Que la noche sea larga y profunda y quizás así podamos confundir el temible vaho del infierno con la primaveral brisa del paraíso. Pero es necesario que el sol muera para que la luz se apegue y estemos frente a frente con la sombra, con el abismo. En la noche gobierna el miedo porque el viento susurra preguntas. El viento trae la duda. Nos aleja de aquella certeza de la que el sol dispone y alardea. Matemos al sol y llenemos el lugar de amigos, de la verdadera tribu. Cantemos las canciones ancestrales, aquellas melodías mágicas, bailemos sin ningún sentido, movamos nuestro cuerpo hasta caer agotados, preparemos nuestro ser, nuestra carne para morir. Estaremos todos juntos allí, pero nos sentiremos tan solos, y estará bien así. Atinaremos a tildar de traición aquel despojo, pero será solo miedo. El viaje que nos espera deberá ser solitario, oscuro y doloroso.
Soltemos todo aquello que tengamos y ofrezcámoslo a la noche, al infierno que de ella depende. Al dios Baco encargado de deshacer nuestras máscaras y disfraces los cuales caerán sobre nuestros pies, dejando nuestros cuerpos desnudos, intactos, puros. Nos miraremos y no nos recordaremos. Las llamas arderán a nuestro alrededor y sentiremos la serpiente llegar. ¿Pueden oírla? ¿Pueden sentir la dulce mordedura penetrando la carne, los tiernos dientes despojándonos del viejo mundo? Caen para siempre las montañas, los viejos rostros, los amores, todas las felicidades y las furias, se hacen cenizas purificándose papá y mamá, las estrellas, los cielos que vimos juntos, cada caricia se desvanece, todo vuelve a nada, al misterio de la chispa para empezar de nuevo. Mueren las palabras y con ellas lo que nombran. Se quiebra el relato y allí cae el telón de toda la farsa, de nuestra cosmovisión. Caen nuestros ojos muertos al fin. Nadie vive de paraísos es por eso que hay que matar al sol. Armar un nuevo relato, con nuevas palabras que resignifiquen el nuevo mundo. Renacer del dolor. Volver a la vida nuevos, con un nuevo sol que nos ilumine distinto, que alumbre a los objetos desde otra perspectiva, con otros dolores y otras penas, que claro, duelan distinto. Pero siendo otros, porque detenerse es quedarse en el infierno, es matar al sol para quedarse a soplar con melancolía sus cenizas.
Alma
Har'el demostrará en su film Honey Boy la importancia de recorrer el
camino hacia nuestro propio infierno, por más dolor que esto traiga. Morir,
matar al relato, las viejas palabras, para rearmar otro que sea más eficaz, que
ayude a sobrellevar esto que llamamos vida, con todos sus recuerdos y
frustraciones. Nacer de nuevo con nuevas palabras para matar viejos demonios, para
no volverse ceniza y morir con el sol. El film narrará la vida de Otis, un niño actor con un padre
alcohólico y abusivo. Con una relación extremadamente violenta y sometedora. En
ese ámbito crece Otis, separado de su madre quien vive con Tom, su nueva pareja.
La estructura narrativa del film no será lineal, recurrirá todo el tiempo al
recurso del racconto para narrar la
niñez del protagonista, sus padecimientos y abusos. El presente narrativo será
el de él encerrado en un centro de tratamiento psicológico en donde seguiremos
su terapia contra la ansiedad, que busca encontrar las raíces en traumas
infantiles para combatir su actual alcoholismo y accionar violento. El film
tendrá un montaje muy cuidado donde cada corte funcionará como elipsis para
introducir al racconto. Las actuaciones serán orgánicas y precisas. Será tal la
naturalidad y estará tan bien lograda la tridimensionalidad con la que estará
construido el personaje de Otis que
llegaremos a sentir su dolor, su ansiedad, sus mismas penas. Querremos quemar
el sol para renacer nuevos en un mundo sin abusos, sin golpes ni adicciones. En
un mundo más tierno, donde no haga falta morir a cada rato para rehacer el
guion de nuestras vidas.
Lucas Itze.-
Canción post impresiones
UNIVERSO
HAR'EL
Alma Har'el nació el 2 de julio de 1975 Tel Aviv, Israel. Comenzó su trabajo
como fotógrafa y VJ en conciertos de música en vivo. Uno de los proyectos más
destacados de Har'el como VJ fue una colaboración con el grupo musical israelí Balkan Beat Box, que incluyó un vídeo
de 11 minutos. Su trabajo en actuaciones de videoarte en directo con diferentes
músicos llevó a Har'el a dirigir vídeos musicales, y sus frecuentes
colaboraciones con el cantante Zach
Condon, de la banda Beirut, le
valieron numerosos premios y nominaciones en festivales de cine y vídeos
musicales. El trabajo de Har'el en el video musical de Beirut para su sencillo
"Elephant Gun" (2009) le
valió nominaciones a Mejor Debut como directora en los MTV Video Music Awards y
los Music Video Production Association Awards, y fue número 30 en los 50
Mejores Videos de la Década de la revista Paste. En 2011 tuvo su debut como
directora en un documental titulado Bombay
Beach. Una nostálgica mirada al pasado que sigue a varios personajes, entre
ellos un poeta octogenario, un joven bipolar de siete años y un prominente
jugador de fútbol americano. En su videoclip de 2012 para la canción «Fjögur píanó» de la banda islandesa Sigur Rós, perteneciente al álbum
Valtari, Har'el dirigió a Shia LaBeouf
junto con la bailarina Denna Thomsen. El vídeo formó parte del experimento
cinematográfico Valtari Mystery Film
Experiment, en el que Sigur Rós invitó a doce cineastas a seleccionar una
canción del álbum y grabar un vídeo inspirado en la música. The Wall Street
Journal explicó que «Todos los directores recibieron el mismo presupuesto de 10
000 dólares y ninguna instrucción de la banda. Con esa libertad creativa, la
cineasta Alma Har'el creó mariposas muertas, piruletas luminosas y una
actuación sin ropa (en todos los sentidos) de una estrella de superproducciones
de Hollywood». LaBeouf, al explicar su participación en el proyecto, declaró
que le escribió una carta de admirador a Har'el tras quedar profundamente
conmovido por Bombay Beach, a lo que Har'el respondió que le gustaría trabajar
con él. Ambos volverían a colaborar: LaBeouf produjo su documental de 2016, LoveTrue, Un ensayo cinematográfico
sobre la existencia de algo tan inefable como el "amor verdadero", a
través de tres personajes: una stripper de Alaska, un librepensador criado en
Hawaii, y un compositor de Nueva York que canta al desamor. Volvieron a unirse
en 2019 cuando Har´el dirigió Honey Boy,
basado en un guion autobiográfico del actor. Su última creación, es la
miniserie La mujer del lago, que se
estrenó el año pasado y está protagonizada por su compatriota Natalie Portman y ambientada en
Baltimore en la década del ´60.
FICHA TÉCNICA
Título original: Honey Boy
Año: 2019
Duración: 93 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Alma Har'el
Guion: Shia LaBeouf
Reparto: Noah Jupp, Shia
LaBeouf, Lucas Hedges, Malika Monroe, Natasha Lyonne, Martin Starr.
Música: Alex Somers
Fotografía: Natasha Braier





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