SINOPSIS
Película
originalmente destinada para la clase obrera revolucionaria e intelectuales de
izquierda. Trata sobre la vida de un militante sindical, que comienza su lucha
en las filas peronistas durante los '60 y se corrompe en su ascenso al poder.
La película fue y es considerada por muchos como el único film argentino que
profundizó, indagó e investigó con audacia y valentía el accionar histórico de
EDITORIAL
El tipo sacó a relucir su mejor traje. Se vistió de etiqueta, como para una fiesta. Justo él, que lo único que hacía era jactarse no ser como “ellos”. Ellos, eran los que se cagaban en las promesas hechas. Los que arreglaban cuanta reducción iba a haber. Los que por un lado decían una cosa y por otro lado, otra. Y ahora, estaba en ese mismo lugar. ¿Pensará alguna vez como llegó a semejante cambio? Si años antes gritaba a los cuatro vientos que la guerra era la única opción. Vociferaba lo que muchos callaron durante los nefastos años de la dictadura y siguen callando hasta hoy. Maniatados por lobbistas de los medios de comunicación, que ejercen sus millones de pautas silenciando sus ideales. De que ideales hablaba entonces... Y en la otra vereda, los que creyeron en él. Recordando sus días de juventud, envueltos en paños rojos hablando de revolución. Viviendo de utopías. Utopías que se encargaron de dinamitar con el paso de los años.
El mundo de fantasía donde todos somos iguales, tenemos los
mismos derechos y donde no hay nadie que no tenga un plato de comida sobre la
mesa. Eso quedó escondido en algún viejo panfleto universitario. Sólo unos
pocos siguieron luchando desde las tinieblas. Otros terminaron transando con jueces
de turno por un par de migajas. Pero no todo está perdido. Siempre quedarán los
que salgan a pelearla, sabiendo que son espiados, reprimidos, violentados. En
busca de justicia y señalando con el dedo a los que jugaron con su ilusión. A
los poderosos de siempre. A esas caras recién dibujadas que pueblan de afiches
la ciudad. Por todos los que creyeron y fueron pisoteados por sus ideales. Con
los puños en alto y nunca de rodillas. Para seguir luchando de pie pero
recordando la cara de los traidores...
Marcelo De
Nicola.-
Canción elegida
para la editorial
IMPRESIONES SOBRE LOS TRAIDORES
Hace muy poquito, trajimos a este mismo foro algunas de las ideas desarrolladas por Jean Paul Sartre. Quisiera invitarlos una vez más a pensar brevemente sobre la idea del ser. Es el propio Sartre, en la que quizás sea una de sus obras más renombradas (no hablo acá del renunciamiento al premio nobel de literatura en 1964, acto que ya de por si formula una obra sólida, desafiante y por supuesto, intrigante en sí misma) sino de su texto “El existencialismo es un humanismo”. Es en aquella obra donde Jean Paul expone que la existencia precede a la esencia. Esta idea vendría a decirnos algo así como que no hay nada que nos defina de antemano. Nada que nos justifique en primera instancia. Sencillamente no somos, existimos. Es por esto, entonces – otra vez Sartre – que el hombre es lo que hace con lo que hicieron del él. Las demás cosas ya son desde su inicio. Una madera es desde el comienzo de su tiempo una madera, una silla está destinada a ser siempre, nada más y nada menos, que una silla. Por más que le demos otra función, siempre será una silla utilizada para otro objetivo. En cambio, el Ser del humano es vacío, es nada. De allí la angustia insoportable y desesperante que tiñe y acompaña toda nuestra existencia. Somos nada. Existimos desde la nada, elegimos y tomamos decisiones sobre nuestros actos, para ser. La libertad es siempre un peso que nos llena de ansiedades y angustias. Atravesar esa libertad es la gran aventura.
Ser libre,
en ese sentido, es siempre una gran responsabilidad porque implica claramente
hacernos cargo de nuestras acciones, de lo que elegimos, de aquello que hacemos
con lo que hicieron de nosotros. El desafío es siempre tomar decisiones que
permitan seguir manteniendo ese estado de libertad del ser. El hombre está
condenado a ser libre, a seguir inventando al hombre, día tras día. La
existencia, después de todo, es transformación, y transformarse, es también
saber decir no. Hablo de tener la valentía de aprender a morir en vida todas
las veces que sea necesario para poder seguir siendo. El ser nunca es estático.
Muy por el contrario, siempre es lábil y se halla en estado de conflicto. Hace
unos días, los diarios entre sus titulares, destacaban una sangrienta pelea
entre dos facciones del sindicato de
El director
intentara exponer, con el devenir del film, a los dos grandes enemigos del
sector obrero: La patronal y la burocracia como forma operativa
dentro de cualquier tipo de organización. La patronal, porque siempre va a
conspirar contra los intereses de sus empleados, y la burocracia, porque
siempre va a ver a la política desde la ventana de un café. Así la mostrara el
film en uno de sus planos más icónicos. La estructura narrativa será no lineal
y reflejará, con sus cortes temporales, al caos vivido en aquellas épocas. El
relato ira y vendrá con sus raccontos desorientando bastante al espectador. La
fotografía será oscura y se ocupará en captar una Buenos Aires lluviosa,
nublada y sin matices. Notaremos en las actuaciones cierto acartonamiento,
cierta falta de naturalidad y organicidad en el decir de los textos, como
también en el movimiento de los cuerpos dentro del cuadro. Será el último
resabio de un cine anticuado que soltará finalmente al teatro para crear así su
propio lenguaje. Los traidores
relatará secuencias de abusos graves, de atropellos intolerables y grandes
desencantos. El fantasma de la burocracia tomará champagne, comerá asado con el
enemigo y llenará su panza de odio y ceguera. Llegará cierta justicia y la
esperanza del beneficio de muchos sobre la angurria y ambiciones de unos pocos.
Preferiremos entender la historia contada por Gleyzer no como un estado de situación recurrente en donde colocar
el accionar de un grupo de personas con ciertas ideologías frente a la
dirección de organizaciones populares, sino como la mala elección de un pequeño
grupo de malandras mal intencionados. Nuevamente el juego de la libertad.
Nuevamente el peso del ser sobre la existencia y la responsabilidad que el pueblo, siempre, pero siempre, de alguna
manera termina cobrando. Porque como bien sabemos, tal como lo dijo una amiga
de este programa, una compañera eterna: será sobre la ceniza de los traidores
que se construirá
Canción post
impresiones
UNIVERSO GLEYZER
Raymundo Gleyzer nació en
Por esos años empieza la
filmación de México, la revolución
congelada, un profundo análisis de la realidad socio-política de México,
dentro del contexto histórico de
FICHA TÉCNICA
Título original: Los traidores
Año: 1972
Duración: 113 min.
País: Argentina
Dirección: Raymundo Gleyzer
Guion: Raymundo Gleyzer, Álvaro Melián, Víctor
Proncet
Música: Víctor Proncet
Fotografía: Julio Lencina, Arsenio Reinaldo Pica
Reparto: Víctor Proncet, Raúl Fraire, Susana
Lanteri, Mara Lasio, Mario Luciani, Lautaro Murúa, Walter Soubrie, Luis
Politti, Osvaldo Santoro, Osvaldo Senatore
PELÍCULA COMPLETA
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