SINOPSIS
Cinta británica independiente. Durante las vacaciones de verano de 1983, Shaun, (Thomas Turgoose), un niño solitario cuyo padre ha muerto en la guerra de Las Malvinas, es adoptado por un grupo de cabezas rapadas (skinheads). Con sus nuevos amigos, Shaun descubre las fiestas, su primer amor y las botas Dr. Martens. Uno de sus amigos es Combo (Stephen Graham) un skin racista que acaba de salir de la cárcel. (FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Entender al ser nacional es aceptar un conjunto común de cualidades que comparten un grupo de personas bajo una misma circunstancia. Entender al ser nacional es aceptar la construcción de un conjunto de valores, un conjunto de estéticas y de costumbres que pretenden nombrarnos y definirnos. Que pretenden convocarnos en una unidad que nos designe, nos categorice y nos oponga. Si el somos es ser, eso indica entonces que hay un otro. Un otro que es todo aquello que el ser nacional no es. Una otredad hostil y por cierto siempre inabarcable, inaprensible e inconquistable. Entendiendo de esta manera entonces que hay un ser que esta siendo al que se le opone un otro inalcanzable, ese otro cuya esencia es comparable a la de una isla solitaria e incomunicada reflejándose incansablemente como un espejo obstinado, cómo entonces, me pregunto, es que el ser puede derivar en un ordenado y prolijo somos, en un somos acumulativo que lo contenga. Cual será la mano autoritaria y feroz que desaparezca de un solo movimiento aquellas aristas que nos diferencian. Junto a que hojas muertas se barrerán nuestras individualidades, quién será aquel que apagará los colores para ofrecernos un arcoíris monocromo.
El somos es el
grito desesperado del miedo. El somos,
al igual que todo idealismo, tiene
como condición fundante el asesinato mismo de la lógica y de la razón humana.
Toda doctrina idealista es opresora y explotadora. El poder se organiza en la
palabra y entonces nos nombra. Y es bajo aquel nombre que peleamos las luchas que
otros provocan. Bajo aquel nombre nos emocionamos y hasta conocemos usando los
valores y categorías que esos mismos otros crearon por nosotros. El somos nos oculta bajo las sombras de la
masa que nos marca el paso y nos convida con aquel dulce licor de la
pertenencia en medio de un océano infestado de terribles soledades y ausencias.
Pertenecer tranquiliza y quita penas. Pero no queremos soluciones sino
problemas. Preferimos las individualidades a los fríos gentilicios. Preferimos
el mundo a las fronteras y nuestros propios errores a las locuras impuestas.
Optamos siempre por la aventura revolucionaria de aquel cambio de paradigma en
donde el otro es nuestra propia patria. Optamos por ser, negando
siempre aquello que dicen que somos.
Lucas Itze.-
Canción elegida
para la editorial
IMPRESIONES SOBRE THIS IS ENGLAND
Sin dudas, los
primeros años de un niño son los más importantes. Allí empiezan a relacionarse
y absorber conocimientos con mayor naturalidad. Son esas enseñanzas las que
nunca olvidan. Luego llegará el colegio y por consecuencia, las amistades. Pero
también los conflictos. Muchos son los inconvenientes que pueden tener en esos
jóvenes años. El status social, los cambios en el cuerpo, los problemas
familiares, todo puede ser una sumatoria de cosas que terminan,
indefectiblemente, en el bullyng. Es entonces cuando empiezan a florecer
ciertos miedos y también la soledad como fiel compañera. Y cuando uno está con
las defensas bajas, cuando uno es invisible a los ojos del resto, una pequeña
palmada en la espalda puede transformarse en algo vital y ser el fruto de una
nueva etapa. Aunque también puede ser un cambio radical. En carne propia eso lo
vive Shaun,
el joven protagonista de This is England,
la cinta de Shane Meadows.
Ambientado en el año 1983, el film abre con un reggae de Fred Hibbert y sus Toots and the Maytals mientras se ven imágenes
relacionadas a Inglaterra, desde
Una voz (¿Margaret
Thatcher?) será justamente la que aparezca luego de los créditos y oficie
de despertador para el protagonista. Un comienzo con una metáfora encerrada: “un
pueblo dormido que quiere despertar”. Estaremos ante un guión lineal, conformado
por los tres actos aristotélicos que todos conocemos: introducción, nudo y
desenlace. Allí nos enteraremos que el joven es un solitario que sufre la
reciente pérdida de su padre en
La potente interpretación de Thomas Turgoose, de sólo 12 años, es de las mejores de los últimos años. Tanto actor como personaje van transformándose de una manera asombrosa a medida que avanza la curva dramática del film. Lo veremos reír, enfurecerse, explotar en llanto o ponerse rojo de vergüenza con la misma facilidad. El solitario Shaun encontrará en un grupo de skinheads mayores que él una nueva vida. Será por fin tenido en cuenta y se sentirá parte de un grupo, que sólo busca la libertad. La llegada de un nuevo integrante llamado Combo, luego de tres años en prisión, pondrá contra las cuerdas ese grupo y empezarán las diferencias. El director nos mostrará la otra cara del país, la de un país que también mandó a morir a miles de jóvenes en otra guerra sin sentido. Un país que se desangraba con una de las mayores tasas de desempleo de la historia y donde el futuro de los jóvenes era una incógnita. De ahí a las disputas de las bandas por poder territorial y luego, por poder de clase, había solo un paso. Y Combo llegó para arrasar con todo. Encontraremos en su personaje el típico racista de clase media, que sólo sabe culpar a los demás y ese es el principal peligro de las mentes nacionalistas.
Será la clara diferencia entre los primeros skins y los
fascistas de la llamada National Front.
También nos mostrará que el racismo no es algo solo de blancos o de
ultraderecha por lo que el director va directo al punto. Quizás no estemos ante
una obra mayor pero Meadows apela a la sinceridad y a la crudeza del relato. Y
cuando nos queramos acordar, nos pasará como a Shawn. Ya no habrá risas sino
llanto. El juego llegó demasiado lejos. Nos quedan entonces las palabras de ese
ejemplo que fue Nelson Mandela. Madiba
alguna vez dijo “Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel. La gente
aprende a odiar. También se le puede enseñar a amar. El amor llega más
naturalmente al corazón humano que lo contrario”. La realidad nos da
otro cachetazo cuando hoy vemos que todo eso puede volver a pasar, fogoneados
desde ciertos medios y sectores de la sociedad. El final vendrá con ese
homenaje a Los 400 golpes de Truffaut, con Shawn mirando el mar, quizás en ese
horizonte encontremos la esperanza de ese futuro mejor que tanto anhelamos.
Marcelo De
Nicola.-
Canción post
impresiones
UNIVERSO MEADOWS
Shane Meadows nació el 26 de diciembre de 1972 en Uttoxeter , Staffordshire . En 1982, su padre Arty, un conductor de camiones, descubrió el cuerpo de una niña llamada Susan Maxwell. Este fue inicialmente sospechoso hasta que finalmente se reveló que el asesino fue Robert Black, uno de los pedófilos y asesinos en serie más famosos del Reino Unido. Shane era intimidado en la escuela cuando habían involucrado a su padre, por lo que esa etapa lo marcó a fuego y lo llevó al cine en diversas cintas. Empezó luego a estudiar artes escénicas, donde conoció a Paddy Considine, con quien forjaría una gran dupla más adelante y con quien armó una banda de rock en ese momento llamada She Talks to Angels. Fue Mean Streets de Martin Scorsese el film que lo inspiró a convertirse en cineasta “obviamente se trataba de personas que Scorsese comprendía y con las que había crecido. Fue la primera vez que pensé: "Tal vez no tengas que hacer una película sobre un género, tal vez puedas hacer una película sobre tu propia vida". De ahí que mucho de su cine sea de cosas que vivió de joven. Su primer corto fue en 1996 titulado Where's the Money Ronnie! Ese año lanza el mediometraje Small Time. Un año después llega su primer largometraje: 24/7, con Bob Hoskins como un hombre que decide abrir un club de boxeo en un barrio marginal para ofrecer una salida digna a los jóvenes con problemas de drogas y delincuencia y afrontará situaciones muy conflictivas. El film fue premiado en Venecia y le dio a Hoskins el premio a mejor actor del cine europeo. En 1999 llega A Room for Romeo Brass, una comedia sobre dos amigos de doce años que tiene que lidiar con un excéntrico y peligroso personaje que está enamorado de la hermana de uno de ellos. En 2002 filma Once Upon a Time in the Midlands, con Robert Carlyle como protagonista de un triangulo amoroso en un pequeño pueblo británico. En 2004 lanzó Dead Man’s Shoes, la historia de dos hermanos, el menor, con discapacidad mental, de quien se aprovechan los traficantes de drogas de la zona. El hermano mayor vuelve del ejército en busca de venganza.
Elegido el mejor film británico. En 2006 llega su film más reconocido; This Is England, donde vuelve a lograr el premio a mejor film británico, además de reconocimiento en diferentes festivales. Su siguiente film es Sommer Town, la historia de dos amigos, uno que vagabundea por la zona y otro que es inmigrante polaco y se dedica a fotografiar todo lo que encuentra a su paso. En 2009 llega Le Donk & Scor-zay-zee, un falso documental en el que vemos las aventuras y desventuras de Le Donk, músico frustrado interpretado por Paddy Considine, un habitual en las películas de Meadows. Le Donk, de gira con los Arctic Monkeys, pretende lanzar a la fama a su amigo Scor-zay-zee (artista en la vida real) al que cree la última sensación del hip hop.
En 2010 creó la secuela de This is England pero en forma
de miniserie. Estas son ´86,
FICHA TÉCNICA
Título original:
This Is England
Año: 2006
Duración: 100 min.
País: Reino Unido
Dirección: Shane Meadows
Guion: Shane Meadows
Música: Ludovico Einaudi
Fotografía: Danny Cohen
Reparto: Thomas Turgoose, Stephen Graham, Jo
Hartley, Andrew Shim, Vicky McClure, Joseph Gilgun, Rosamund Hanson, Andrew
Ellis, Perry Benson, George Newton, Frank Harper, Jack O'Connell, Kriss Dosanjh
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