viernes, 2 de febrero de 2018

EL ACORAZADO POTEMKIN - BRONENOSETS POTYOMKIN


EDITORIAL

Las voces ni se escuchan. A veces se aprende a hablar en silencio. El motor de las máquinas penetra fuertemente en los oídos, mucho antes que cualquier palabra. Las paredes son testigos de todo lo que pasa. Los pasos de los jerarcas retumban por los pasillos. Están ahí, aunque no los veamos. Cada gota de transpiración es un segundo de vida que se pierde. Cada minuto que pasa es una nueva oportunidad que desaparece. El tiempo no será de ellos, sino de sus dueños. Para ellos no habrá hijos, padres, maridos ni esposas. No habrá lunes o domingo. Habrá sueños enjaulados esperando huir despavoridos. Habrá llantos o gritos de dolor ante cada accidente inevitable. 


Las manos más importantes dejarán una palmada en la espalda para luego lavárselas en sus lujosas casas. Serán solo datos, frío números estadísticos que solo sirven para llenar sus bolsillos. Así será hasta que alguien grite más fuerte que las máquinas. Hasta que la dignidad venza al poder. Hasta que los que sufran al ver sus manos ensangrentadas, sean los que antes se reían de los derechos. Y cuando las voces de los olvidados gritan, no hay silencio que pueda callarlos. Porque fueron ellos quienes cambiaron la historia. Ellos, que se animaron a enfrentar a los poderosos, más allá de las consecuencias. Serán tiempos de lucha, para no perder lo que tenemos. Para dejar en claro que la esclavitud, fue abolida por siempre. Que lucharemos por una causa justa, como nos enseñaron hace más de un siglo atrás. Para no volver al pasado, y afianzar el futuro, y mientras siguen resonando los ecos de la revolución.

Marcelo De Nicola.-


Canción post editorial



Seguimos con algo de Charly y Nito



IMPRESIONES SOBRE EL ACORAZADO POTEMKIN


La noche se llena de sinsabores y ya no hay un sol que calme ninguna pena. El cielo es furia que avanza sin detenerse. El hedor enferma la tierra que se ahoga en un solo quejido. La tempestad ha llegado, los arboles lo susurran en la conversación de sus hojas con el viento, los animales salvajes lo advierten en la oscura espuma que inunda sus hocicos desesperados. Se aproximan los pasos de aquel malón embravecido, sus muecas escupen un único sonido, aquel aullido estremecedor húmedo de silencio. Van todos juntos con la certeza de saber que son uno solo. Van avanzando hacia la muerte, porque saben que allí también hay una victoria. La revolución es guerra, es la única guerra legítima, justa y grande de todas las guerras conocidas. Sera así, con aquella frase contundente de Lenin, que abrirá esa joya invaluable que es el film de nuestro gran amigo Sergei EisensteinEl acorazado Potemkin”. Cada uno de sus fotogramas poseerá la complejidad necesaria para poder ser analizados exhaustivamente. Se recaudará allí información indispensable para el desarrollo de lo que hoy conocemos como lenguaje cinematográfico. Habrá algo en la construcción del relato que excederá a la simple narración que busca reivindicar la Revolución de 1905. 


El film hablará desde su puesta en escena, desde su fotografía, desde la caligráfica precisión de sus encuadres. Tomaremos atentos apuntes del complejo método de montaje con que cada fragmento será organizado dentro del relato fílmico logrando una organicidad similar a la construcción por fonema de una oración, a la utilización del signo para la lingüística. Explotará Eisenstein aquel concepto trabajado por el “Laboratorio de Cine Experimental” o también conocido como “El grupo Kuleshov” mediante el cual se explica que no importa tanto el contenido de los fragmentos sino como es que están unidos entre sí, entendiendo así al plano como una letra del alfabeto. Sera su colega Pudovkin unos de los integrantes de aquel ingenioso grupo que comenzó en la década del 20 del siglo pasado con los primeros estudios sobre el montaje cinematográfico. Dirá un crítico de la época que el cine de Pudovkin equivale a un canto mientras que el de Eisenstein a un grito. Será aquel grito, áspero, tajante y revolucionario el que guie el desarrollo de la cinta destinada a homenajear no solo el levantamiento del Potemkin sino también el asesinato descarnado a causa de la salvaje represión en manos de las fuerzas del zar a los huelguista de Odessa


Se creará sentido mediante la yuxtaposición de los distintos planos, generando de esta manera, a través del discurso fílmico, otro discurso, el intelectual, similar al monólogo interno de la literatura, concepto que el director tomará de Dujardin primero y luego de Joyce. La imagen es presentada como la manifestación sensorial de la abstracción del lenguaje. En esta misma línea se basa el concepto sobre la relación del cine con la realidad de otro maestro del medio como Pier Paolo Pasolini, quien toma a la realidad como lenguaje y reflexiona sobre la idea del cine como una escritura de esa realidad a la cual carga de sentido. Sobre esta lógica se construirá gran parte del cine de Eisenstein, logrando piezas que aun hoy son novedosas. De la imagen al sentimiento y del sentimiento a la tesis, ese será su legado, sobre esa idea se volcará su pasión por la construcción de la imagen y su capacidad comunicativa dentro del lenguaje cinematográfico. William Blake escribió alguna vez: Si no creo un sistema, seré esclavo del de otro hombre. Aquel será el grito que sonará en nuestras gargantas siempre que digamos basta. Cuando la tempestad llegue nos encontrará organizados y hermanados, solo así seremos infalibles ante la opresión burguesa que inevitablemente nos empuje al naufragio. Allí, se oirá entonces la voz de cualquiera de nosotros gritando con una furia incontenible: Todos a los botes.-

Lucas Itze.-

Canción post impresiones



Bombas de aquí para allá
Puede ser, es irreal



UNIVERSO EISENSTEIN


Nacido en Riga, lo que hoy es Letonia, pero en ese momento era el Imperio Ruso, hijo de padre judío y madre eslava, era parte de una familia de clase media y vivió varias mudanzas en su juventud. Luego estudió arquitectura y bellas artes antes de enrolarse en las milicias populares que participaron en la Revolución de Octubre.
En el Ejército Rojo entró en contacto con el teatro donde trabajó como responsable de decorados y también director e intérprete de pequeños espectáculos para la tropa. Su experiencia como director de escena del Teatro Obrero (1920) lo impulsó a estudiar dirección teatral en la escuela estatal, donde desarrolló una personal concepción del arte dramático basada en la yuxtaposición de imágenes de fuerte contenido emocional.
Su primer contacto con el cine fue el rodaje de un pequeño cortometraje incluido en el montaje de la obra teatral El sabio que llevaba por título El diario de Glomov. Empezó a interesarse activamente por el nuevo medio artístico y rodó el largometraje La huelga (1924), con una famosa secuencia en que utilizó la imagen de ganado sacrificado en el matadero intercalada con otra de trabajadores fusilados por soldados zaristas.


En 1925, como homenaje a los 20 años de la Revolución, dirige El Acorazado Potemkin, donde crea imágenes que se utilizan para entender el cine hasta el día de hoy. Luego realizó la genial Octubre (1927), reconstrucción de los decisivos acontecimientos de 1917, basada en la obra del periodista estadounidense John ReedLos diez días que conmovieron al mundo”. En 1929 llega Lo viejo y lo nuevo, donde se mete en la vida de los campesinos y su relación con las nuevas técnicas de trabajo en la granja. Se va a occidente, donde en Suiza y Francia dirige dos cortometrajes: Miseria y fortunas de las mujeres y Romance Sentimental, respectivamente.
Comenzó entonces a tener serios problemas con la censura soviética, que le llevaron a firmar un contrato con la Paramount y trasladarse a Estados Unidos. Sin embargo, no consiguió el permiso de residencia ni poner en marcha ningún proyecto. Marchó entonces a México, donde rodó el incompleto ¡Que viva México!, filme en el que ensayó diferentes montajes aproximativos. La Metro adquirió en una subasta parte de los negativos, que luego utilizó en ¡Viva Villa!, mientras otra parte pasó al productor Sol Lesser, quien con ellos realizó Tormenta sobre México. Una amiga del propio Eisenstein, Mary Seaton, utilizó otra parte en la película Tiempo al sol, de influencia decisiva en el posterior desarrollo del cine mexicano.
Tras su poca exitosa experiencia como cineasta en el exilio, decidió regresar a la Unión Soviética. De nuevo tropezó con grandes dificultades para desarrollar su trabajo; el rodaje de El prado de Bezhin, basada en un cuento de Iván Turguénev, fue interrumpido por la censura y quedaron algunos restos pero no el film completo. Se dedicó entonces a la redacción de brillantes textos teóricos, mientras arreciaban los ataques políticos contra su obra y su persona; ataques que no impidieron que rodase Alexander Nevski (1938), su primera película sonora (con música de Serguéi Prokófiev), con la que ganó el Premio Stalin. El film relata los días del príncipe que defendió victoriosamente el norte de Rusia del ataque teutón.
Con Iván el Terrible (1943) inició un ambicioso proyecto biográfico en torno a la figura del zar Iván IV de Rusia, cuya estructura original se componía de tres partes; la obra fue interpretada por la burocracia soviética como una denuncia al culto a la personalidad de Stalin. 


La segunda parte del proyecto, La conjura de los boyardos, estuvo prohibida hasta la muerte del dictador en 1953, cinco años después del fallecimiento del propio director cinematográfico. En 1948, Eisenstein sufrió una terrible hemorragia a causa de un infarto, y murió a los 50 años de edad.
Algunas de sus características en su obra fueron:

Es fundamental su aportación teórica, como su hipótesis sobre el «montaje de atracciones», donde postula el empleo en el cine de técnicas provenientes del circo y del music-hall.

Eisenstein repudiará el montaje clásico, tal como lo concibe D. W. Griffith, a pesar de haberse inspirado para sus teorías en la película Intolerancia de este director, y derivará sus teorías sobre el montaje del estudio de los ideogramas japoneses, en los que dos nociones yuxtapuestas conforman una tercera, como por ejemplo: ojo + agua = llanto; puerta + oreja = escuchar; boca + perro = ladrar.

Concepto de la tercera idea. El montaje es para él: «Una idea que surge de la colisión dialéctica entre otras dos, independientes la una de la otra». Este método le permitirá partir de elementos físicos representables para visualizar conceptos e ideas de complicada representación.

El movimiento está determinado por la acción y por el montaje.

El protagonista en sus obras es la masa, el pueblo.

Además nos dejó legados como sus obras Teoría y técnica cinematográfica, La forma en el cine, Reflexiones de un cineasta y La realización cinematográfica, amén de muchos artículos y ensayos.

Nos fuimos con un clásico...




FICHA TÉCNICA  

Título original: Bronenosets Potyomkin
Año: 1925
Duración: 77 min.
País: Unión Soviética (URSS)
Dirección: Sergei M. Eisenstein
Guion: Sergei M. Eisenstein, Nina Agadzhanova
Música: Edmund Meisel, Nikolai Kryukov, Neil Tennant, Chris Lowe
Fotografía: Eduard Tissé, Vladimir Popov (B&W)
Reparto: Aleksandr Antonov, Vladimir Barsky, Grigori Aleksandrov, Mikhail Gomorov, Ivan Bobrov, Aleksandr Levshin, Konstantin Feldman

SINOPSIS


Basada en hechos reales ocurridos en 1905, narra como la tripulación del acorazado Príncipe Potemkin de Táurida se cansan del tratamiento vejatorio e injusto de los oficiales. El detonante de la situación es la carne podrida que éstos quieren que los marineros se coman. Con este motín comienza el reguero revolucionario por Odesa y toda Rusia.

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