EDITORIAL LA LENGUA DE LAS
MARIPOSAS
Un
banco en un aula. Una oficina vacía. Un departamento olvidado. Un almuerzo
incompleto. Miles sonrisas perdidas. Cientos de besos muertos antes de nacer.
Fotos que se van borrando con el tiempo, aunque la memoria guarde cada recuerdo
en el disco rígido. Y si la memoria nos falla… ¿Qué nos queda?
El
invierno hacía crujir el estómago, la noches desde marzo eran cada vez más
oscuras, los silencios eran profundos, y las sirenas cada tanto hacían saltar
de la cama hasta al más valiente.
Un
último beso antes de ir a dar sus clases de literatura a la universidad fue su
despedida. Un aroma de café mañanero salía de su boca, derramando unas pequeñas
pero imprescindibles lecciones de vida. El tiempo pasó lentamente, ya por la
noche no quedaba más que esperar. Mientras, las horas pasaban, el teléfono
sonaba, las novedades escaseaban.
Unos
ojos escondidos vergonzosa y sádicamente detrás de unos anteojos quedaron
tatuados en mis pensamientos. Las noches en la seccional eran eternas,
prácticamente desoladoras. Los vecinos se resguardaban adentro y la plaza… ay…
ya nadie jugaba en la plaza.
Pronto,
el abandono del barrio se hizo inevitable. Las preguntas se multiplicaban.
¿Dónde estaba Dios en ese momento? ¿Si ese Dios tan divino y pagano jugaba para
ellos, quien defendía nuestros colores? La iglesia, como siempre pasa en estos
casos, evitaba respuestas.
Fueron
pasando los años, en cada barrio, en cada pueblo, había una historia similar, pero
siempre basados en rumores, nadie tenía ese derecho de gritarle al mundo lo que
ocurría.
Un
día, después de terminar de dinamitar una generación gracias a una estúpida e
inentendible guerra, el sol volvió a salir. Un sol que no brilla como lo hacía
antes, porque las lágrimas están más presentes que nunca. Unas lágrimas que
atesoran deseos y defienden ideas.
Unas
ideas que perduran en la memoria, y que aunque ésta nos falle, estarán ahí para
siempre. Como para siempre van a estar ellos, los que lucharon con su vida por
un mundo de ideales, y de libertades. Una libertad que fue encerrada por el
miedo de esas mentes siniestras que nunca supieron encontrar el significado de
la palabra amor. Un amor que perdurará por los años, y dará miles de vuelta a
la Plaza, una y otra vez, para que vivan en nuestro recuerdo. Por eso alzamos
las copas para decir bien claro que no hay ni olvido ni perdón. Y nos abrazamos
gritando como todos los años: Nunca más…
Marcelo
De Nicola.-
Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES PARA LA LENGUA
DE LAS MARIPOSAS
¿Dónde están los cuerpos?
¿Dónde están los jóvenes apropiados? Ellos lo saben porque fueron partícipes.
En todos estos años, pudimos encontrar a algunos de los nietos y nietas,
quienes ya pudieron abrazarse con sus familias. Pero faltan muchos más: por
eso, porque cientos de jóvenes todavía no conocen su identidad, los seguimos
buscando. Tal vez alguno o alguna esté en esta Plaza o alguien que está acá los
conoce. Puede pasar, porque están entre nosotros, están en alguna parte…
Esto nos decía Estela ayer, 24 de marzo, y al escucharlo, nuestras
lágrimas no tardaron en intentar apaciguar aquel sufrimiento inmenso que es la
memoria. De pie junto aquella marea interminable de tipos luchando contra el
olvido, construyendo esa metonimia cruda y feroz de la lucha que es la plaza de
mayo, recordé aquellos versos que decían que el sufrimiento es el dolor del
tiempo. La angustia es la memoria del desamparo, y la depresión, apenas una
cobardía del cuerpo. El único dolor que confiere nobleza, es la tristeza. La
tristeza de recordar que donde antes estaban sus voces, hoy solo nos queda su
silencio. La tristeza de aquellas ilusiones ahogándose para siempre en las
aguas del odio, de pensar en sus ojos abriéndose para descubrirle al fin el
rostro a la muerte. El dolor, como decía Estela, por aquellos tipos que caminan
entre nosotros rengueando la pena de una historia extirpada, viviendo en la
soledad más absoluta de sonreír le todos los días al asesino de sus recuerdos.
La pena insoslayable por aquellas semillas que nunca germinaron y a las que el
sol jamás pudo iluminar. La memoria es nuestra única arma en esta guerra que
impone el olvido. Y fue a favor del recuerdo, a favor de todas aquellas ideas
torturadas y asesinadas cobardemente por esas bestias que se alimentan del
oscuro odio a la vida, a lo plural, a lo popular, al debate a través de la
argumentación e intercambio de ideas, fue a favor de todo aquello que este
grupo trajo hoy a esta charla, el film “La
lengua de las mariposas” del director José
Luis Cuerda. La película trabajará la temática del miedo impuesto a través
de la violencia y la prepotencia y sus consecuencias sobre los distintos
actores sociales. Se centrará en la relación de Moncho y Don Gregorio,
representando en estos dos personajes el futuro y el pasado, la inocencia y la
experiencia, respectivamente. Don Gregorio, será el profesor de escuela que
vendrá a abrirles las puertas a sus alumnos a un mundo y una realidad que se
contrapone con los intereses de una Galicia usurpada y castigada por la
dictadura militar de 1936. Planteará Don Gregorio “En el otoño de mi vida, yo debería ser un escéptico. Y en cierto modo
lo soy. El lobo nunca dormirá en la misma cama con el cordero. Pero de algo
estoy seguro: si conseguimos que una generación, una sola generación, crezca
libre en España, ya nadie les podrá arrancar nunca la libertad. Nadie les podrá
robar ese tesoro.” Será aquel breve pero sentido discurso, el punto de giro
del relato. Será a partir de allí, que comenzara la estigmatización, la
persecución y el odio por pensar diferente y no solo por eso, sino también por
tener el coraje de decirlo.
Moncho, desde su corta edad, se conmoverá con todas
aquellas ideas que lo único que plantean es el valor a la vida, a la
naturaleza, ideas que no hacen más que resaltar el invaluable valor que reside
en la diferencia. Pero entonces entrará en aquel bosque un viento atroz que
acabará con todas las flores, azotará todas las ramas y tapará el sol tras unas
nubes oscuras y siniestras. Llegaran los militares con sus fusiles, sus
camiones y sus soberbias. Llegaran con sus listas repletas de nombres valiosos.
Llegaran sin preguntas, porque lo que buscan no son respuestas, llegaran convidando
aquella muerte que navegará en rio del tiempo, a través de nuestra memoria. Y
lo unificaran todo, y no darán tiempo a pensar nada. Y se llevaran a los que
valen la pena, y el pueblo los entregaran entre insultos y piedras, y Moncho
será uno de ellos, gritando entre lágrimas ¡rojo! ¡ateo! Y Gregorio lo mirará y
entenderá aquel subtexto. La cámara se quedara en aquellas piedras que nos
narraran la triste transición de la inocencia del comienzo en una feroz
violencia sin sentido. Y reviviremos la misma tristeza que en la plaza del 24,
y nuestras lagrimas caerán en el derrumbe de aquel sueño, caerán por la
desaparición forzosa de las voces disidentes y escucharemos aquel grito nacer
desde lo más profundo de nuestro ser, porque la memoria, mis queridos amigos,
nos duele. ¡Nunca Más! ¡Nunca Más!
Lucas
Itze.-
Canción post análisis
UNIVERSO CUERDA
Nacido
en 1947 en Albacete, José Luis Cuerda, se recibió de técnico de radiodifusión y
televisión. Luego, empezó a trabajar en la Televisión Española en 1969, donde
realizó más de 500 reportajes.
Después
de diversos cortometrajes en 1982 dirigió su primer largometraje Pares y nones, que le situaría en el
ámbito de los directores que cultivan la llamada "comedia madrileña".
Su
siguiente película El bosque animado
(1987) inaugurará en su carrera una nueva etapa caracterizada por lo que se
puede denominar como "humor absurdo". Un mundo fantástico donde
habitan ricos y pobres, y lo único que los une es un tren que bordea los
caminos del bosque.
Un
año después aparecería el trabajo que lo consagra como realizador, además de
ser un éxito de taquilla: Amanece, que
no es poco (1988). Film de estilo surrealista y absurdo, donde un joven
ingeniero español que trabaja en la Universidad de Oklahoma regresa a España
para disfrutar de un año sabático. Junto a su padre, llega a un remoto pueblo
de la montaña que parece desierto, aunque en realidad todos los vecinos están
en misa, como cada día del año.
En
1991 filma La viuda del Capitán Estrada,
una historia de amor y muerte basada en la novela de Pedro García Montalvo.
Un
año después llega La Marrana, una
comedia ambientada en el Siglo XV, donde un hombre vuelve a su pueblo luego de
un exilio con una ilusión: comer cerdo. En el trayecto se encuentra con un
desertor que tiene una marrana…
En
1993 dirige Tocando fondo, la
historia de Fulgencio, un chaval sin oficio ni beneficio, llega a Madrid en
1993 con el propósito de trabajar para su tío Andrés.
Con
Así en el cielo como en la tierra (1995)
se completa una especie de trilogía con el humor absurdo como elemento común en
la que Dios Padre decide enviar a otro Hijo a la Tierra para salvar a la
humanidad. Pero Jesucristo no está de acuerdo, pues entonces habría que
reescribir la historia. Sin embargo, el principal problema es que en el mundo
apenas hay mujeres vírgenes, y las que cumplen el requisito no se dejan
convencer por el arcángel San Gabriel.
Con
La lengua de las mariposas (1999)
presenta una visión tierna y al mismo tiempo descarnada de la Guerra Civil
española desde la relación de un niño con su maestro.
En
2006 filma La educación de las hadas,
con Ricardo Darín, una historia de amor y desencuentros.
Dos
años después dirige Los girasoles ciegos,
donde nuevamente hace foco en la Guerra Civil española, y los problemas que
ella atrae.
Su
último film, titulado Todo es silencio,
de 2012, un triángulo amoroso entre un narcotraficante y un policía, enamorados
de la misma mujer.
También
se destaca en su rol de productor
cinematográfico, haciendo este trabajo en varios de sus filmes y en tres
largometrajes del director español Alejandro
Amenábar (Tesis, Abre los ojos y Los otros); además de ser el guionista de
la mayoría de sus producciones detrás de cámaras.
También sonaron en el programa
FICHA TÉCNICA
Título
original: La lengua de las mariposas
Año:
1999
Duración:
97 min.
País:
España
Director:
José Luis Cuerda
Guión:
Rafael Azcona, José Luis Cuerda, Manuel Rivas (Novela: Manuel Rivas)
Música:
Alejandro Amenábar
Fotografía:
Javier Salmones
Reparto:
Fernando Fernán Gómez, Manuel Lozano, Uxía Blanco, Gonzalo Uriarte, Alexis de
los Santos, Jesús Castejón, Guillermo Toledo, Elena Fernández, Tamar Novas,
Tatán, Roberto Vidal Bolaño, Celso Parada, Celso Bugallo, Antonio Lagares.
SINOPSIS
Galicia.
Año 1936. Relata la vida de Moncho, un pequeño niño que se incorpora a la
escuela. Tímido pero inteligente, Moncho no disfruta de los primeros días, pero
por suerte, Don Gregorio, no es sólo un buen maestro, sino que es un fiel
compañero y con quien encarnará una hermosa amistad. Todo cambiará cuando el 18
de julio, el alzamiento militar llegue para alterar la vida del pueblo, y
cambiar, para siempre, la unión entre el maestro y el alumno…
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