PROGRAMA 115 (18-09-2015)
EDITORIAL
En
ciertas ocasiones no queda otra alternativa que mirar hacia atrás para darnos
cuenta de que fuimos felices. Allá lejos, donde se besan el sol y la
horizontalidad de la tierra logramos capturar imágenes fugaces que intentan
eternizarse batallando contra nuestro extraño enemigo, el olvido. Pero
sobretodo luchando contra nuestra imaginación que harán de aquellos momentos
bellos, detestables o ridículos, monumentos al amor, a la sabiduría, al
heroísmo, al humor, a la buena suerte; como cuando recibí aquel golpe
aleccionador en el rostro y me salve de tener que juntar mis dientes en aquella
vereda, en donde insulté sin sentido a aquel tipo de gran capacidad para pegar
pero con la bondad y el orgullo suficiente de no aprovecharse del equilibrio de
un contrincante afectado de alcohol y desdichas. Debemos cuidar celosamente
aquellos monumentos que reposan en los costados de nuestro camino hacia atrás.
Aquellas figuras abstractas del pasado serán puentes hacia adelante, serán
miradas que al fin se encuentran, serán noches interminables abrazadas al deseo
consumado, serán risas de niños que vician el aire con puro aroma de inocencia, serán al fin canción. De esa manera,
siguiendo las palabras de Henry Miller, le daremos sentido a la vida, porque
ésta en si misma carece del mismo. Buscaremos quizás hasta olvidar lo que
buscamos. Pero insistiremos porque de alma inquieta estamos hechos y el que así
no lo siente deberá morir muchas veces para entenderlo. Insistiremos con
nuestros hermosos monumentos de barro y arcilla que nos recordaran que en la
simpleza hay tanta sonrisa esperando ser. Que muchas veces las cosas dependen
de nuestras manos y no del material del que disponemos. Hacia adelante, el
descanso efímero entre la luz y la oscuridad será un balcón desde donde
podremos observar en su plenitud, nuestro jardín de monumentos de barro, tal
vez desde aquel lugar podamos disfrutar sin apuro y con calma de su gran
belleza…
Alan
Beneitez.
Canción
elegida para la editorial
IMPRESIONES SOBRE LA GRAN
BELLEZA
Fue
Schopenhauer quien alguna vez nos alertó sobre aquella noche eterna, aquella
noche que respira sobre el cielo de los cielos, aquella noche vacía. Fue el,
quien con una lucidez enceguecedora anunció, no sin amargura, la dirección
ultima del viaje. Fue en aquellas palabras donde amaneció esta angustia que se
eleva dibujando sombras sobre la vereda rota por la que camino. Aquellas
palabras, alertaban que el proceso de la vida, aparece como un tránsito hacia
el desengaño. Caerán todas nuestras máscaras al reconocer finalmente, nuestra
terrible derrota en aquella absurda empresa de la búsqueda desesperada de
sentido. Caerá dios. Caerá el lenguaje. Caerá también el arte. Quedará
entonces, para nosotros, la oscuridad infinita. Aquel abismo que nos mira.
Quedará la nada. Louis Ferdinand Celine culmina aquella obra compleja y oscura
llamada “Viaje al fin de la noche” diciendo, textualmente, lo
siguiente: “A lo lejos sonó el
remolcador; su llamada pasó el puente, un arco, otro, la esclusa, otro puente,
lejos, más lejos… Llamaba hacia si a todas las barcazas del río, todas, y la
ciudad entera y el cielo y el campo y a nosotros, todo se llevaba, el Sena
también, todo, y que no se hablara más de nada”.Celine plantea de esta
manera, entonces, lo siguiente: Nada, es donde falta la palabra.
En
aquel silencio, en aquella incapacidad para seguir nombrando lo que nos rodea,
en aquella derrota de lo simbólico, reconoceremos, sin duda, el abismo. Y será
esta ausencia de la palabra, uno de los conflictos de Gep, protagonista del
Film “La
gran Belleza”, quien como escritor, se ve frustrado en su incapacidad
de no haber podido escribir más de un libro en toda su vida. La película
comenzará con una cita de la novela de Celine, la cual sugiere el carácter
imaginario del viaje y aclara su dirección de la vida a la muerte. Todo viaje
nos plantea la posibilidad de ser otro. Nos da la alternativa de cambiar
nuestra forma de vida, y en ciertos casos, hasta podríamos interpretarlo como
una fuga de nosotros mismo. Viajar, entonces, no es otra cosa que un intento
frustrado de escaparle a la propia muerte. Entenderemos entonces, que la muerte
y la identidad están íntimamente relacionadas al pensar que ninguno de nosotros
ha elegido jamás nacer, pero no se puede morir más que por uno mismo. Sera el
propio viajero quien decida que piel vestir en aquella hora final, cuál será el
jardín que pisaremos con nuestros últimos pasos.
Gep comenzará este viaje al
entender que su palabra ha callado, que ha sido olvidada hace tanto tiempo en
aquel faro, entre la humedad de los besos y caricias que aquella joven, su musa
tal vez, supo despertarle. El film poseerá una fotografía notable y una puesta
de cámara, por momentos, sorprendente. Su estructura no será lineal ya que
recurrirá, reiterada veces, al uso de flashbacks. Ciertas líneas de dialogo
serán destacables no solo por su contenido, sino también por su capacidad
simbólica y evocativa. Dirá Gep en medio de una de las tantas fiestas
celebradas en su casa, al ver a sus invitados bailar generando un trencito:
¿Quién soy yo? Se preguntaba Breton en una de sus novelas… y luego agrega, Los
trenes de Roma son los más bellos, porque no conducen a ningún lado. Allí
estará la metáfora del viaje hacia uno mismo, lejos de todos y de todo. Aquel
viaje hacia nuestra propia muerte. Sus días pasaran inmersos en aquel barullo
de drogas, música y alcohol hasta que vuelva el recuerdo de ella, de aquel amor
que no está, la raíz. Habrá un renacer en todo aquello, y el sol se preparara
para brillar, entonces, sobre un día perfecto.-
Lucas
Itze.-
Le Orme, clásicos del rock italiano
UNIVERSO SORRENTINO
Nacido
en mayo de 1970, nació en Nápoles, en el sur de Italia.
Su comienzo fue en el año 1998, con un corto
titulado L'amore non ha confin. La
historia de un sicario que es enviado a realizar un encargo y allí se lleva la
sorpresa de encontrarse con un amor de juventud.
Su
primer largo fue en 2001, L'uomo in più.
Habla de Nápoles en los años 80. Época de bonanza en la Italia del éxito fácil.
Dos hombres comparten el mismo nombre, la misma fecha de nacimiento: uno es
futbolista, el otro cantante. Sus destinos se cruzan por azar en tiempos de
decadencia para ambos.
En
2004 dirige Las consecuencias del amor,
la historia de un hombre que lleva ocho viviendo en la habitación de un hotel
suizo. Ocho años sin trabajar, fumando en silencio, sentado en el vestíbulo o
en el bar del hotel. Una atroz rutina, esperando eternamente a que ocurra algo.
Observa cómo transcurre la vida sin expresar ningún sentimiento ni emoción. No
tiene a nadie. Está solo. ¿Cuáles son los secretos inconfesables de Titta?
En
2006 llega El amigo de la familia,
donde Geremia, un sastre y usurero de avanzada edad, es un hombre repulsivo y
tacaño que vive en una casa destartalada con su madre enferma. Su relación con
el dinero es morbosa y obsesiva, y suele usarlo para entrometerse en los
asuntos de los demás, fingiendo ser un buen amigo de la familia. Un día, un
hombre le pide dinero prestado para la boda de su hija, de la que el avaro se
enamora a primera vista. El film fue nominado a la Palma de Oro en Cannes
Dos
años después llega otro gran éxito con Il
Divo, Film sobre uno de los personajes más controvertidos de la política
italiana: Giulio Andreotti, que fue jefe del gobierno en siete ocasiones. Narra
las presuntas relaciones de Andreotti con la mafia siciliana, los delitos por
los que fue procesado en los años 90 y absuelto por falta de pruebas. Una de
las mejores películas italiana de los últimos años para la crítica.
En
2011 llega Un lugar donde quedarse,
donde Sean Penn es un excéntrico músico que vive en Dublin, y se tiene que
volver a Nueva York por la muerte de su padre y descubre que su progenitor
buscaba vengarse de una humillación. Su hijo intentará cumplir lo que su padre
no pudo.
En
2013 se termina de hacer conocido en el mundo gracias a La Gran Belleza.
Este
año estrenó Youth (La juventud)...
La
historia de un director de orquesta y otro de cine que se encuentran en un
hotel de los Alpes. El primero ha abandonado la carrera musical, pero le llega
una propuesta de un emisario de la Reina Isabel para que vuelva a tocar:
dirigir un concierto en el Palacio de Buckingham, con motivo del cumpleaños del
príncipe Felipe. Con actores de la talla de Michael Caine, Harvey Keitel y
Rachel Weisz.
Y
nos fuimos con más música de esta banda italiana
FICHA TÉCNICA
Título
original: La grande bellezza
Año:
2013
Duración:
142 min.
País:
Italia
Director:
Paolo Sorrentino
Guión:
Paolo Sorrentino, Umberto Contarello
Música:
Lele Marchitelli
Fotografía:
Luca Bigazzi
Reparto:
Toni Servillo, Carlo Verdone, Sabrina Ferilli, Serena Grandi, Galatea Ranzi,
Isabella Ferrari, Giulia Di Quilio, Luca Marinelli, Giorgio Pasotti, Massimo
Popolizio
SINOPSIS
En
Roma, durante el verano, nobles decadentes, arribistas, políticos, criminales
de altos vuelos, periodistas, actores, prelados, artistas e intelectuales tejen
una trama de relaciones inconsistentes que se desarrollan en fastuosos palacios
y villas. El centro de todas las reuniones es Jep Gambardella (Toni Servillo),
un escritor de 65 años que escribió un solo libro y practica el periodismo.
Dominado por la indolencia y el hastío, asiste a este desfile de personajes
poderosos pero insustanciales, huecos y deprimentes.
TRAILER